ALICANTE
Y EL PRIMER SUBMARINO
Un
sello más para la historia postal alicantina
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
Cualquier invento que se ha producido en la historia de la
humanidad, ha tenido siempre aparejado el hecho de que fuesen varios los que se
atribuyan su autoría. El caso del “submarino”, viene a ser algo parecido. Son
tantos los padres del invento que uno ya no sabe a quién otorgarle la
paternidad de este revolucionario invento que cambió, en parte, la navegación militar
en el mundo.
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| D. Cosme García Sáez (1828-1874)
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En España nos encontramos con un dilema patrio cuando para un mismo
invento hay partidarios de que fue obra de Isaac Peral, otros de que fue el
catalán Narciso Monturiol, ó el caso que nos ocupa hoy con el riojano, Cosme
García. Y seguramente todos tuvieron su parte de culpa en que el “artefacto”
pudiera ser una realidad.
En filatelia nos encontramos igualmente ante el hecho de que para
cualquier sello que aparezca, le vamos a buscar las mil vueltas para ver si lo
podemos situar en un contexto geográfico determinado. Y el que hoy vengo a
describir, nos lo atribuimos a la provincia de Alicante, porque así fueron los
hechos.
De Cosme García Sáez (Logroño 1828-Madrid 1874), poco se sabía;
suelen decir que es el gran olvidado de cuantos inventores ha tenido España, y
casualmente, el correo español le debe uno de esos inventos que cambiaron la
forma de matasellar las cartas. Hijo de carpintero y habiéndose criado en una
humilde familia, la nula formación académica, no le privo en ningún momento de
poder desarrollar su capacidad intelectual e imaginativa. Quién lo estudió a
fondo, el historiador Agustín Rodríguez, dice de él que fue un verdadero
“manitas”, todo un genio para su época.
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Emisión de Correos con motivo del Bicentenario del nacimiento de D. Cosme García Sáez |
El 28 de septiembre de 2018, Correos ponía en circulación un sello
postal con valor facial de 1,35 €, dedicado a D. Cosme García Sáez en el 200
Aniversario de su nacimiento. El sello está realizado con relieve, siendo uno
de esos sellos novedosos a los que poco a poco Correos nos tiene acostumbrado,
y se hizo así a semejanza de aquel matasellos que Cosme García inventaría para
bien de la filatelia española y la historia del correo.
Pero el sello, además de su imagen y la de este matasellos conocido
en el argot filatélico como “matasellos de fechas” que por R. O. de fecha
07.03.1857, empiezan a utilizarse ya en algunas oficinas de correos de España, también
aparece la silueta de uno de sus inventos estrella: el submarino. Y es por
ello, por el hecho de que este gran invento del Siglo XIX aparezca en el sello,
por lo que esta emisión la vamos a considerar propia de figurar en el catálogo
de sellos con motivos alicantinos. ¿Por qué?
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Imagen retrospectiva del Puerto de Alicante a mitad del Siglo XIX |
Corría el año 1860, y D. Cosme García Sáez había ideado un barco
sumergible que tenía en construcción en Barcelona. El 8 de mayo conseguía la
patente de su 2º sumergible, puesto que el primero que probó en aguas
catalanas, fue un total fracaso. Tras la patente había que hacer las pruebas
pertinentes, y para ello el riojano escogió el Puerto de Alicante. Y no fue al
azar. Alicante por entonces estaba bien comunicada con Madrid vía ferrocarril,
lo que daría lugar a que en la prueba que se iba a llevar a cabo pudieran estar
presentes tanto los políticos más prominentes de la época, como militares,
diplomáticos – de países como Suiza, Estados Unidos, Francia y Reino Unido,
entre otros -, y periodistas.
El 4 de agosto de 1960 - un día veraniego de los que Alicante suele
presumir -, fue la fecha escogida. El
puerto se preparó para recibir uno de los mayores acontecimientos que se habían
vivido hasta la fecha. Desde la estación del ferrocarril de Alicante, carruajes
se apresuraban a llevar a lo más granado de la sociedad española, llegada a la
capital para la ocasión. A las 8 de la mañana iban a dar comienzo las pruebas
de sumergir en aguas alicantinas el que se bautizaría como “garzibuzo”.
Dentro de aquel aparato, se posicionarían tanto el inventor como su
hijo Enrique, con la mente puesta en lo sucedido en Barcelona anteriormente y
con el riesgo que aquellas pruebas suponían, si los cálculos que sobre el sumergible
se habían realizado, salían mal. El resultado fue mejor de lo esperado. El pequeño buque estuvo
sumergido en el Puerto de Alicante durante 45 minutos, tiempo en el que Cosme
García pudo realizar diferentes maniobras para demostrar la fiabilidad de su
invento. El acta que sobre aquellas pruebas se realizó ante notario y que está
custodiada en el Archivo Histórico del Ministerio de La Marina (Madrid), hizo
constar que “…todas las operaciones se han
ejecutado a nuestra vista, sin que el inventor haya necesitado aire,
ni ningún otro auxilio exterior. Esto es, incomunicado completamente con
la atmósfera, suelto y libre el aparato, sin un cable siquiera que
pudiera elevarlo del fondo marino a la superficie, caso de cualquier
accidente. Y a petición del inventor don Cosme García Sáenz (sic), y por ser así la verdad, firmamos este Acta
en Alicante a día 6 de agosto de 1860…”.
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Imagen del sumergible inventado por Cosme García y presentado en Francia para
su patente como "Betau plongeur"
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Con Alicante como testigo, se había escrito otra página en la historia
naval española si no fuese que aquello no fue a más. Cosme García había invertido
todos sus ahorros en aquel invento, y precisaba que el gobierno lo adquiriese
para saldar sus deudas. El proyecto y sus resultados iban a ser presentados a
la Reina Isabel II de España, que aún estando aconsejada por militares y
políticos que vieron con buenos ojos el proyecto del 1er sumergible español,
desestimó la construcción de aquel “garzibuzo”, por los gastos que el estado
había tenido en las recientes guerras en África.
España perdió una ocasión de oro que Francia quiso aprovechar. A Cosme García
consiguió, se le propuso patentar su invento en Francia meses después de
la prueba en el puerto de Alicante. Lo haría el 16 de noviembre de 1860
con el nombre de “betau plongeur”, para ser construido en la ciudad de Toulón,
por un contrato que el propio Napoleón III le ofreció a Cosme García. Pero la
oferta fue rechazada. Cosme García quería que su invento fuese español, y nadie
le hizo caso.
Si ya hemos dicho que este sello en el que aparece el considerado por
algunos como Primer Submarino de la Historia Naval de España, tiene mucho que
ver con Alicante, más lo podemos afirmar cuando sabemos que tras las pruebas,
el sumergible estuvo amarrado en el Puerto de Alicante durante tiempo, hasta
que las autoridades portuarias reclamaron a D. Cosme García, el pago de los
derechos de amarre que durante tantos años había estado este buque atracado en
aguas alicantinas. Su hijo llegó a ofrecer incluso como arma de guerra este submarino
con motivo de la Guerra que España había iniciado contra los Estados Unidos en
1898. Pero ni con esas.
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Sobre
de Primer Día de Circulación editado por Correos para la conmemoración del
Bicentenario del nacimiento del inventor riojano, y alusión al sumergible en el
mismo matasellos de primer día
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Arruinado casi, el riojano no tuvo otra opción de mandar a su hijo
hasta Alicante para “….mandar a pique…” el buque sumergible, lugar donde reposan los
restos de esta embarcación que con más de 150 años bajo el agua, han sido
infructuosas las muchas veces que se ha intentado localizar, sin éxito alguno.
Filatélicamente, D. Cosme García – y sus inventos -, han sido motivo
de diverso material filatélico-postal. Este sello que hoy incorporamos al
catálogo de sellos con motivos alicantinos, tuvo una tirada de 180.000 ejemplares.
Se da la casualidad que también en aguas del Puerto de Alicante,
pero en marzo de 1861, fue probado otro submarino español, el del figuerense
Narciso Monturiol, que también encontramos filatelizado por el correo español.
Pero de esto otro sello de temática alicantina, ya hablaremos en otra ocasión.
Fuentes:
·
“Alicante, cuna del
submarino”. Pascual Roser Limiñana. Marina Plaza. 10.02.2020.
·
“Alicante y el
primer submarino”. Benjamín Llorens. Hoja del Lunes. 25.01.2017.
· “Cosme García, el
genio sin estudios que inventó el submarino y murió arruinado”. Sergio Ferrer.
El Confidencial. 17.02.2016.