05 noviembre 2022

CORRESPONDENCIA DEPOSITADA EN LOS CEMENTERIOS, DIRIGIDA A QUIENES NO QUEREMOS OLVIDAR.

 

Apuntes Filatélicos

CARTAS AL MÁS ALLÁ

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Suele decirse que uno no muere del todo mientras no se le olvida. Esta afirmación se vuelve más viral estos días de Todos los Santos, en los que los creyentes y no creyentes, suelen visitar al menos una vez al año, esos cementerios donde reposan los restos de familiares y amigos, e incluso de aquellos personajes de la historia que por una u otra razón, sentimos admiración.

La admiración, aviva el recuerdo, incluso hacía quienes nunca hemos conocido, pero de los que parece que sabemos todo, y nos sentimos con la necesidad de, incluso sabiendo que ya no están entre nosotros, el poder enviarles una carta, un escrito, una misiva, que nos acercará a ellos como si de un familiar se tratase. El poder de una carta, en estos casos se manifiesta como poderosa, y cercana a la vez. Tal vez nos pueda sorprender que personajes de la historia, de nuestra historia como puedan ser Miguel Hernández o Antonio Machado, sigan hoy en día, décadas después de su fallecimiento, recibiendo cartas casi a diario. Y no son casos aislados.

Detalle de la lápida de Antonio Machado en Collioure (Francia) y su buzón al que están depositando una carta ó tarjeta

Son cartas escritas al más allá, o sin saber a donde la escribes pero si a quién, y que el remitente la dirige a unos curiosos buzones que hay situados al lado de la sepultura de estos dos universales poetas. En el caso de Antonio Machado fallecido el 22 de febrero de 1939 y enterrado en la localidad francesa de Collioure, donde desde 1959 reposa en su mausoleo desde el que recibe todavía, a día de hoy miles de visitas de españoles y no españoles, que visitan la última morada del poeta, del refugiado de la Guerra Civil, del nunca olvidado, y que desde los años 80 del siglo pasado, le llegan cartas y escritos que son depositados en un pequeño buzón situado a los pies de su tumba. Pero incluso y a través del correo convencional, son miles las cartas que el correo francés deposita a sus pies, misivas llegadas de todas las partes del mundo y que gracias al personal de la Fundación Antonio Machado, todas esta correspondencia es archivada y estudiada, y pudiéndose consultar a través del ayuntamiento de la localidad. La carta o documento más antiguo recibido en este singular buzón, data de 1976.

Un caso similar le sucede al inmortal Miguel Hernández. El oriolano que tanto y tanto sufrió tras la Guerra Civil, está enterrado en el cementerio de Alicante, y a sus pies también existe un pequeño buzón, un buzón al que llegan muchas cartas, que al igual que en el caso de Machado, no conocen frontera alguna. Miguel Hernández, no solo sigue vivo por su literatura, sino que su lucha, su ideología, su sencillez, es hoy motivación para quienes no lo llegaron a conocer, pero sienten su cercanía. Y que mejor forma de demostrárselo, que escribirle, de usar la palabra como tantas veces hiciese él para trasmitir una idea, un pensamiento, un mensaje de admiración.

Al igual que sucede con Machado, también estas muestras epistolares hacía Miguel Hernández, son recogidas y archivadas, en este caso formando parte del amplio archivo con los fondos del poeta, que actualmente están bajo custodia de la Diputación de Jaén, cartas que son recogidas periódicamente por su nuera, Lucía Izquierdo.

Cementerio de Alicante. Tumba del escritor y poeta Miguel Hernández
Detalle del pequeño buzón en el que se reciben numerosas cartas de todo el mundo

Pero estos dos casos de buzones ubicados en camposantos, son casos únicos. Seguramente hay más en todo el mundo, que nos demuestran que incluso en la era de lo digital, ese papel escrito a mano o a máquina, pero redactado desde la parte más personal, sigue teniendo sus defensores. El 20 de abril de 2017, en Madrid se inauguraba El Jardín de los combatientes, acto que estuvo presidido por las alcaldesas de Madrid y Paris, por entonces, Manuela Carmena y Anne Hidalgo, respectivamente. Un Jardín, situado en la zona de Ciudad Lineal de la capital, en homenaje aquel grupo de combatientes españoles republicanos que lucharon contra el fascismo y consiguieron liberar Paris de sus invasores en agosto de 1944, y que popularmente se les conoce como “Los de la Nueve”. Este jardín nacido para el homenaje y recuerdo, nace ya con la intención de que, como en el caso de nuestros poetas españoles, la gente de todo el mundo, pueda remitir sus misivas y ser depositadas en una pequeño buzón que forma parte del jardín y de la decoración. Este buzón surge como iniciativa de una de las historiadoras que más ha estudiado a este grupo de republicanos, Evelyn Mezquida, autora del libro titulado “La Nueve”, y familiares de algunos de los miembros de esta compañía que luchó por la libertad y contra el fascismo.

Este buzón de forma oficial, cuenta con el reconocimiento de su existencia por parte de Correos, y las cartas que allí llegan, a la dirección Jardín de los Combatientes de La Nueve, Calle Hermanos Noblejas 128, 28037 Madrid, serán custodiadas por el Archivo de la Memoria Histórica de Madrid, para que de esta forma quienes escriban a estos luchadores por la libertad, sepan que sus palabras llegarán al más allá, y se perpetuarán en el tiempo. Da igual si el buzón está situado a los pies de una tumba, o en medio de un jardín que eternice su memoria. Lo seguro es que las cartas llegan.

Buzón en homenaje a "La Nueve"
Jardín del Combatiente. Ciudad Lineal (Madrid)

Son muchos los casos en los que podemos ver que la iniciativa de crear buzones en los cementerios para depositar en ellos el “último adiós”, cada vez son más frecuentes. Basta con echar un vistazo a los medios para comprobar que es así. No todos estos buzones ejercerán como tales, es decir no en todos, el servicio de correos llevará allí las cartas con el respeto que ello requiere por lo especial de a quienes van dirigidas las misivas.

Nunca se muere del todo, si el recuerdo sigue vivo, y que mejor forma de hacerlo que usando la correspondencia epistolar para ello.

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