12 noviembre 2022

EL CORREO EN PEGO A FINALES DEL SIGLO XIX

 

Apuntes Filatélicos

QUERO ALBI, ADMINISTRADOR DE PEGO

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Las casualidades existen, y según para que, pueden incluso ser muy fructíferas. Tratar de poner nombre y apellidos a aquellos funcionarios de Correos que ejercieron su labor en la comarca, en el Siglo XIX y bien entrado el XX, es a veces una tarea complicada ante las escasas fuentes documentales de dónde tirar del hilo de la investigación. Pero en esta ocasión, la casualidad ha querido ayudar a conocer más y mejor a quién ejerció de Administrador Jefe de la Oficina de Correos de Pego, a finales del Siglo XIX.

Y esta casualidad ha llegado en formato de anuncio localizado, insertado en el interior de alguna prensa de la época durante el año 1897 (Periódico El Liberal. 12.03.1897). Concretamente estamos hablando de D. Antonio Quero Albi, que se anunciaba como Telegrafista por oposición, añadiendo que estaba al cargo de la “…Estación Telegráfica y Administración de Correos de Pego…”. Y efectivamente así fue. Este xabiense de cuna, estuvo al frente de la Oficina de Correos de Pego, al menos entre finales del Siglo XIX y primeros años del XX.

Anuncio publicado en el periódico El Liberal de fecha 
12 de marzo de 1897

El anuncio además, nos muestra una faceta, la de los Jefes de Correos de la época, que salvo sea un caso excepcional, tenían un “pluriempleo” en el ejercicio de funciones. Antonio Quero, anuncia además otras funciones en su “agencia”, la cual se dedica a tareas tan variadas y diferentes entre sí como la de construir “timbres”, “para-rayos”, “teléfonos”, y así una serie de temas de las que parece ser era experto en la materia.

Matiza además el anuncio que también ejerce como “cobrador” de recibos, talones, etc., así como algo más genérico como “hacer todo tipo de encargos”, tanto en España como en el extranjero. Sin duda alguna una faceta esta que hasta la fecha nos era desconocida dentro de las obligaciones que desempañaban los Administradores Jefes en sus puestos al frente de las oficinas de Correos, siempre teniendo en cuenta que podría tratarse de un caso excepcional el del Sr. Quero Albi.

Antonio Quero Albi, nació en Xábia, en el seno de una de las más importantes familias de la época. El historiador Juan Bta. Bas Codina, en su trabajo de investigación “Diccionario Biográfico Javiense abreviado”, cita como fecha de su nacimiento el 18 de octubre de 1870, aportando muy poco información más a su biografía. Sabemos que fue el 2º hijo del cacique de Xábia, D. Buenaventura Quero Bertomeu, muy activo en la política local entre los años 1870 y 1880, y muy vinculado al otro gran cacique de la época, D. Antonio Torres Orduña (Señor de Guadalest). Nuevamente el caciquismo, cercano al correo en la comarca.

De su época estudiantil, podemos destacar que cursó estudios superiores en Alicante, donde la prensa de 1890 (El alicantino. 8 marzo) menciona “…haber recibido el título de bachiller…”, del Instituto de Segunda Enseñanza de la ciudad, casualmente junto a otros personajes de la historia de la comarca como D. Vicente Chabas y Bordehore y D. Roque Chabas y Llorens. Posteriormente cursaría estudios superiores, ingresando en el cuerpo de Telégrafos del Estado en la fecha del 23 de septiembre de 1891.

D. Antonio Quero Albi, casaría con la hija del diputado y alcalde xabiense D. Antonio Bolufer Cruañes (1814-1890), Dña. Leandra Bolufer, uniendo de esta forma dos linajes de la vida social y política de la Xábia de la época.

Detalle del Mapa de la Dirección General de Correos del año 1862, en el que se ven la conducciones que desde la Estafeta de Pego se llevaban a cabo durante esos años y hasta bien entrado el Siglo XX 

Se desconoce con exactitud en qué año se hizo cargo, en Pego, de la administración tanto de la oficina de Correos como de la telegráfica. El baile de nombres de la época, nos hace no saber con exactitud este dato, aunque todo apunta que sería en el año 1897 cuando se convierte en Administrador Jefe de la Oficina de Pego, justo en el momento que inicia la publicación del anuncio mencionado. Los datos cotejados nos dicen que según el Anuario del Comercio, de la Industria y de la Administración de 1897, al frente de la Estafeta de Pego estaba D. Eduardo Ferrandis (sic), antecesor seguramente de nuestro protagonista de hoy.

Al menos la prensa de la época, cita a Quero Albi como Administrador Jefe de Pego, además de hacerse eco de que fue a iniciativa de él mismo, cuando en 1897 tuvo lugar en la población de Sagra, una importante reunión a la que asistieron además representantes de Pego, Parcent y Orba, entre otros, para tratar aspectos definitivos de cara a instalar la línea telefónica en la zona.

Su época como Jefe de Correos y Telégrafos en Pego, se diseminan cuando en el año 1915 se traslada a ocupar la plaza de Jefe de la Oficina de Correos de la ciudad murciana de Jumilla, siendo Oficial de 3ª de Telégrafos. Su lugar en Pego lo ocupará D. Benito Cervigón y Cenarro.

Sus últimos años de vida los pasará en Valencia, ciudad a la que no sabemos si llegó con objetivos laborales, o los fines fueron otros. En 1917, en la prensa valenciana (Diario de Valencia), encontramos sendos artículos que firma D. Antonio Quero Albi, donde trata aspectos muy bien conocidos por su trayectoria laboral. Así tenemos que uno de ellos lo titula “El Ministerio de Telecomunicaciones” (25.07.1917) y el otro “El Ejército y Telégrafos” (19.08.1917).

De su fallecimiento, las biografías consultadas no aportan dato alguno, pero sí la prensa de la época. En el periódico Las Provincias (29.11.1922) cita el fallecimiento de Antonio Quero Albi en la fecha del 27 de noviembre de 1922, a los 52 años de edad. Otros rotativos valencianos que también dieron la noticia, apuntan que vivía en el Distrito del Mar, y ninguno de ellos cita la razón de su pronto fallecimiento.

Una casualidad nos hizo tirar del hilo y ello nos llevó a conocer mejor, o al menos con más detalles, a quien un día ocupó la plaza de Jefe de Correos de Pego. Quedan muchos nombres y apellidos por escribir con el fin de conocer mejor la historia del correo en la comarca.

05 noviembre 2022

CORRESPONDENCIA DEPOSITADA EN LOS CEMENTERIOS, DIRIGIDA A QUIENES NO QUEREMOS OLVIDAR.

 

Apuntes Filatélicos

CARTAS AL MÁS ALLÁ

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Suele decirse que uno no muere del todo mientras no se le olvida. Esta afirmación se vuelve más viral estos días de Todos los Santos, en los que los creyentes y no creyentes, suelen visitar al menos una vez al año, esos cementerios donde reposan los restos de familiares y amigos, e incluso de aquellos personajes de la historia que por una u otra razón, sentimos admiración.

La admiración, aviva el recuerdo, incluso hacía quienes nunca hemos conocido, pero de los que parece que sabemos todo, y nos sentimos con la necesidad de, incluso sabiendo que ya no están entre nosotros, el poder enviarles una carta, un escrito, una misiva, que nos acercará a ellos como si de un familiar se tratase. El poder de una carta, en estos casos se manifiesta como poderosa, y cercana a la vez. Tal vez nos pueda sorprender que personajes de la historia, de nuestra historia como puedan ser Miguel Hernández o Antonio Machado, sigan hoy en día, décadas después de su fallecimiento, recibiendo cartas casi a diario. Y no son casos aislados.

Detalle de la lápida de Antonio Machado en Collioure (Francia) y su buzón al que están depositando una carta ó tarjeta

Son cartas escritas al más allá, o sin saber a donde la escribes pero si a quién, y que el remitente la dirige a unos curiosos buzones que hay situados al lado de la sepultura de estos dos universales poetas. En el caso de Antonio Machado fallecido el 22 de febrero de 1939 y enterrado en la localidad francesa de Collioure, donde desde 1959 reposa en su mausoleo desde el que recibe todavía, a día de hoy miles de visitas de españoles y no españoles, que visitan la última morada del poeta, del refugiado de la Guerra Civil, del nunca olvidado, y que desde los años 80 del siglo pasado, le llegan cartas y escritos que son depositados en un pequeño buzón situado a los pies de su tumba. Pero incluso y a través del correo convencional, son miles las cartas que el correo francés deposita a sus pies, misivas llegadas de todas las partes del mundo y que gracias al personal de la Fundación Antonio Machado, todas esta correspondencia es archivada y estudiada, y pudiéndose consultar a través del ayuntamiento de la localidad. La carta o documento más antiguo recibido en este singular buzón, data de 1976.

Un caso similar le sucede al inmortal Miguel Hernández. El oriolano que tanto y tanto sufrió tras la Guerra Civil, está enterrado en el cementerio de Alicante, y a sus pies también existe un pequeño buzón, un buzón al que llegan muchas cartas, que al igual que en el caso de Machado, no conocen frontera alguna. Miguel Hernández, no solo sigue vivo por su literatura, sino que su lucha, su ideología, su sencillez, es hoy motivación para quienes no lo llegaron a conocer, pero sienten su cercanía. Y que mejor forma de demostrárselo, que escribirle, de usar la palabra como tantas veces hiciese él para trasmitir una idea, un pensamiento, un mensaje de admiración.

Al igual que sucede con Machado, también estas muestras epistolares hacía Miguel Hernández, son recogidas y archivadas, en este caso formando parte del amplio archivo con los fondos del poeta, que actualmente están bajo custodia de la Diputación de Jaén, cartas que son recogidas periódicamente por su nuera, Lucía Izquierdo.

Cementerio de Alicante. Tumba del escritor y poeta Miguel Hernández
Detalle del pequeño buzón en el que se reciben numerosas cartas de todo el mundo

Pero estos dos casos de buzones ubicados en camposantos, son casos únicos. Seguramente hay más en todo el mundo, que nos demuestran que incluso en la era de lo digital, ese papel escrito a mano o a máquina, pero redactado desde la parte más personal, sigue teniendo sus defensores. El 20 de abril de 2017, en Madrid se inauguraba El Jardín de los combatientes, acto que estuvo presidido por las alcaldesas de Madrid y Paris, por entonces, Manuela Carmena y Anne Hidalgo, respectivamente. Un Jardín, situado en la zona de Ciudad Lineal de la capital, en homenaje aquel grupo de combatientes españoles republicanos que lucharon contra el fascismo y consiguieron liberar Paris de sus invasores en agosto de 1944, y que popularmente se les conoce como “Los de la Nueve”. Este jardín nacido para el homenaje y recuerdo, nace ya con la intención de que, como en el caso de nuestros poetas españoles, la gente de todo el mundo, pueda remitir sus misivas y ser depositadas en una pequeño buzón que forma parte del jardín y de la decoración. Este buzón surge como iniciativa de una de las historiadoras que más ha estudiado a este grupo de republicanos, Evelyn Mezquida, autora del libro titulado “La Nueve”, y familiares de algunos de los miembros de esta compañía que luchó por la libertad y contra el fascismo.

Este buzón de forma oficial, cuenta con el reconocimiento de su existencia por parte de Correos, y las cartas que allí llegan, a la dirección Jardín de los Combatientes de La Nueve, Calle Hermanos Noblejas 128, 28037 Madrid, serán custodiadas por el Archivo de la Memoria Histórica de Madrid, para que de esta forma quienes escriban a estos luchadores por la libertad, sepan que sus palabras llegarán al más allá, y se perpetuarán en el tiempo. Da igual si el buzón está situado a los pies de una tumba, o en medio de un jardín que eternice su memoria. Lo seguro es que las cartas llegan.

Buzón en homenaje a "La Nueve"
Jardín del Combatiente. Ciudad Lineal (Madrid)

Son muchos los casos en los que podemos ver que la iniciativa de crear buzones en los cementerios para depositar en ellos el “último adiós”, cada vez son más frecuentes. Basta con echar un vistazo a los medios para comprobar que es así. No todos estos buzones ejercerán como tales, es decir no en todos, el servicio de correos llevará allí las cartas con el respeto que ello requiere por lo especial de a quienes van dirigidas las misivas.

Nunca se muere del todo, si el recuerdo sigue vivo, y que mejor forma de hacerlo que usando la correspondencia epistolar para ello.

01 noviembre 2022

EL "6 CUARTOS" EN SUS PRIMEROS DÍAS.

 

LOS PRIMEROS DÍAS DEL PRIMER SELLO DE ESPAÑA, SEGÚN LA PRENSA DE LA ÉPOCA

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Por todos es sabido que España tardo 10 años en adoptar el franqueo previo en la correspondencia con la introducción en el sistema postal del sello como método de pago previo. Inglaterra se nos adelantó a todos, y en 1840 creaba una revolución postal que en aquellos primeros años tuvo sus detractores y sus adeptos. En España además, la norma no se estableció como algo imperativo, sino que su uso fue voluntario para la población hasta 1856 (1). Pero a pesar de ello, el franquear la correspondencia a la hora de enviarla, fue poco a poco estableciéndose como norma (2).

Muchos autores apuntan, que el hecho de enviar una carta franqueada previamente, podía incluso por entonces considerarse una falta de cortesía, mientras que otros tenían la certeza de que con el sistema de pago por parte de quien recibiese la carta, el correo ponía más énfasis en la tarea encomendada, puesto que solo así podría cobrar el trabajo realizado, aunque como la historia nos ha demostrado, en ocasiones las cartas eran devueltas sin más. Hay que recordar que antes no se pagaba por remitir una carta, sino que pagabas por recibirla.

 

Primer sello de España, puesto en circulación oficialmente el 1 de enero de 1850

Fuese como fuese, aquellos primeros años del establecimiento en España del sello postal como pago previo en las cartas que se enviaban, dio el resultado esperado, al menos a juicio de la prensa de la época, que vio aquel cambio “radical” como algo novedoso que a pesar de estar ya establecido en otros países, creaba cierta incertidumbre entre la opinión pública.

Ojeando el periódico gaditano “El Comercio”, en su edición del 10 de enero de 1850 (Nº 2683), en su primera página de un total de 4, el mismo da como información que “…la medida adoptada respecto al franqueo de las cartas por medio de sellos ha sido muy bien recibida por el público…”, avanzando que están convencidos que el nuevo sistema irá “…aclimatándose…” a medida que se conozcan las ventajas que tenía este nuevo sistema de franqueo, ventajas que pasaba por ser más económico enviar una carta ya franqueada, que encaminarla por el correo con el anterior sistema donde pagaba quién la recibiese (3).

 

Recorte de prensa alusivo a la puesta a la venta de los primeros sellos de España. El Genio de la Libertad. Palma de Mallorca 29.12.1849

Este rotativo gaditano apuntas cifras interesantes de la cantidad de cartas que se franquearon en los primeros días de enero de 1850, primeros días de uso “voluntario” del sello postal en España, tomando como referencia los datos que se ofrecían desde Madrid. Así tenemos que el primer día, 1 de enero, fueron 377 cartas las que se franquearon, 714 al día siguiente, 902 cartas con sellos el tercer día, y el cuarto un total de 935, y así progresivamente, cifras que al parecer superaban con creces a la correspondencia que días antes del establecimiento de sello como medio de franqueo, se tuvieron en la ciudad de Madrid.

Este mismo periódico, El Comercio, pero de fecha 14 de enero de 1850, apunta en un breve publicado en su interior (4) que en la ciudad de Barcelona, en los primeros 5 días del mes de enero de 1850 se vendieron 42.000 sellos para el franqueo, despachados en los estancos de la ciudad condal. Incluso “El Balear” en su número del 3 de marzo de 1850 (5), da detalles de cómo fue la venta de aquellos primeros sellos en España, diciendo que “…ha escedido (sic), en mucho a los cálculos que se habían formado…”, es decir que las previsiones que desde el gobierno se tenían, no era que la aceptación del sello como forma de franqueo en su primer año, fuese tan notoria como fue. El rotativo da cifras (que desconocemos si son exactas ó no) de que en ese periodo de tiempo entre el 1 de enero y el 26 de febrero, se habían utilizado en España 14.000 pliegos de 255 sellos cada pliego, habiéndose previsto que serían unos 60.000 pliegos de sellos de 6 cuartos, los que se iban a utilizar a lo largo de todo 1850.

 

Carta circulada con el 6 cuartos de España

En la misma línea, publica el diario balear “Diario Constitucional” en fecha del 16 de enero de 1850, haciendo mención a otro periódico de la época editado en Madrid, la buena acogida que tuvo la venta de los primeros sellos españoles, hasta el punto de que mucha correspondencia ya se depositó franqueada en los buzones, incluso los días 30 y 31 de diciembre de 1849, a lo que el Administrador Jefe de Palma de Mallorca, “…mandó que se remitieran a sus destinos, a pesar de lo dispuesto, por no causar perjuicio a los interesados…” (6). La prensa balear de la época, varios rotativos de las islas, anunciaba como fecha de venta de aquellos primeros sellos de 6 cuartos, el 30 de diciembre de 1840 (7).

Y debió ser así. Aquellos primeros sellos en España, estuvieron a disposición de la población con suficiente antelación como para que algunos, prematuros en esto de las novedades, ya tuviesen cartas franqueadas con antelación a la fecha prevista. El diario “El Balear” de fecha 19 de diciembre de 1849, afirma haber leído en El Heraldo, en referencia al 6 cuartos, que “…se están tirando a toda prisa, y ya hemos tenido el gusto de ver algunos pliegos…”. El Boletín Oficial de la Provincia de Orense de fecha 25 de diciembre de 1849, arranca diciendo que en esa fecha ya habían llegado a la provincia gallega los sellos para el franqueo de la correspondencia, estando a la venta a la población a partir del 1 de Enero. ¡Quién sabe si con tanta premura, los gallegos empezaron a venderlos con días de antelación y como se haría en Palma de Mallorca, estamparlos en la correspondencia incluso antes de la fecha indicada. El historiador postal y gran divulgador filatélico D. José Mª Sempere, siempre mantuvo que había que distinguir en aquellos sellos clásicos españoles, entre la fecha del primer día de emisión y la primera fecha de uso, fechas que en ocasiones no coincidían.

 

Detalle publicado en El Genio de la Libertad (Palma de Mallorca 26.07.1850) indicando las cifras de ventas de sellos en los primeros 5 meses desde la puesta en circulación del 1er sello de España

El diario de Cádiz mencionado, hace mención (edición de 10 de enero de 1850) a una publicación del “Heraldo” (8) en la que se describen las ventajas que tiene para la población el uso en la correspondencia de los sellos para franquearla. Así leemos que se dice que “…los sellos abaratan la correspondencia, y esto ya es un aliciente para escribir más...”. Esta matización nos hace pensar que el hecho de que con anterioridad a 1850, el ser el correo algo no al alcance de todo el mundo, haría que la población no escribiese tanto, a familiares, amigos, etc.  Si antes mencionábamos que por aquel entonces existía la creencia o el tópico de que enviar una carta franqueada podría considerarse como algo de mal gusto, el Heraldo cita como ventaja que “…en adelante será poco menos que una falta de buena crianza el escribir a nadie una carta que no lleve el sello del franqueo…”. Y con este sistema que poco a poco se va a ir estableciendo en numerosos países, se evita la picaresca existente hasta entonces, para ahorrarse unos y otros, ricos y menos ricos, el pago de este servicio postal, que a la larga repercutía en las arcas de cada país.

No deja de ser sorprendente poder leer estas crónicas de mediados del Siglo XIX y todo lo relacionado con la introducción de aquel primer sello español, y comprobar lo novedoso que debió ser para aquella gente que hasta el periódico se aventura a dar consejos a los usuarios del correo para popularizar más aún que se usen sellos a la hora de enviar las cartas, y lo hace diciendo que “…debemos advertir al público y desearíamos que en esto nos acompañaran todos nuestros colegas, que para que el sello agarre mejor al sobre de la carta, debe humedecerse no el sello sino el sobre, por la sencilla razón de que el sello pierde al  humedecerse parte de la goma…”. Algo parecido expresa El Balear de fecha 19.12.1849 que explica a sus lectores que los pliegos de los primeros sellos, tienen por detrás una composición que sirve para pegar el sello a la carta que no se puede arrancar después que se ha secado (sic).

 

Boletín Oficial de la Provincia de Orense de fecha 25.12.1849

El sello postal, desde su nacimiento fue un invento que vino para revolucionar el sistema postal de la época, para llegar hasta nosotros. Gracias a la prensa española del momento, hoy podemos conocer detalles que merecen un estudio más pormenorizado de cómo fueron aquellos primeros días de su uso por la ciudadanía, y como cambiaría para siempre el concepto de la correspondencia epistolar. La Historia Postal seguirá siendo pues una ciencia auxiliar de la historia.


Notas:

1.  http://ifacfilatelico.blogspot.com/2018/04/el-uso-voluntario-en-el-primer-sello-de.html. Blog Ifac Filatélico. Publicación de fecha 16.04.2018.

2.     La decisión de establecer la obligatoriedad del uso de los sellos en el Correo español, fue debida al informe presentado ante la Reina Isabel II, por parte del Ministro D. Patricio de la Escosura (Oviedo 1807-Madrid 1878).

3.       Real Decreto de 12.08.1843.

4.       El Comercio. Pág. 3. 14.01.1850.

5.   El Balear de fecha 03.03.1850, haciendo referencia a una publicación aparecida en otro periódico del momento, La Época del 26 de febrero de ese mismo año.

6.       Diario Constitucional de Palma de Mallorca. 16.01.1850.

7.       El genio de la Libertad. 29.12.1849.

8.       Periódico editado en Madrid entre 1844 y 1854, dirigido por D. Luis José Sartorius.