28 mayo 2022

FILATELIA Y "AÑO BOFILL 2023". UN BINOMIO NECESARIO.

 

LA FILATELIA EN LA COMISIÓN DEL “AÑO BOFILL” 2023

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Qué la filatelia ha de estar presente en todas las manifestaciones sociales y culturales debería ser un imperativo a todos los niveles. Al menos así lo entendemos desde la Agrupación Filatélica y Numismática, que desde hace años (y no pocos) tratamos de crear ese vinculo necesario entre la vida cultural de Calp y la filatelia. Y aún vamos más allá, dándole importancia en ocasiones a efemérides importantes y resaltables, para que quede constancia al menos filatélicamente hablando, si llegase el caso de que no se va a resaltar por otro medio cultural o social. Este no es el caso afortunadamente que nos ocupa.

El pasado día 24 de mayo se constituyó oficialmente la Comisión del año Bofill 2023, a la que desde el consistorio calpino se quiso que miembros de la filatelia calpina estuviesen presentes. No en vano, y como bien apuntó la Alcaldesa de Calp, Dña. Ana Sala, esta iniciativa de conmemorar durante todo el año 2023, la celebración del 50 Aniversario del Edificio La Muralla Roja del Arquitecto catalán D. Ricardo Bofill, en parte, tuvo su origen en esa inquietud que desde siempre han mostrado los filatelistas calpinos por Calp y por el coleccionismo de sellos, haciendo de ambas cosas un tándem que funciona.

La idea surge ya en noviembre de 2021, cuando sabedores de que este emblemático edificio, tan reconocido mundialmente, y protagonista de tantas instantáneas en las redes sociales, cumplía 50 años en 2023, y conocedores de que cualquier tema que concierne con Correos para una posible emisión postal, ha de trabajarse y solicitarse con la suficiente antelación, pusimos toda la maquinaría a funcionar y solicitamos, casi por inercia e iniciativa propia, a la Comisión Filatélica del Estado la correspondiente emisión postal. Algunos medios de comunicación, al hablar de esta primera reunión de  la Comisión Año Bofill 2023, dan por hecho que el sello dedicado al 50 Aniversario del Edificio de la Muralla Roja, será una realidad en 2023. Nosotros tenemos la misma convicción en ello, pero ahora mismo la solicitud solo es un proyecto a esperas que la Comisión Filatélica del Estado se reúna y tome la decisión que considere.

 

Fotografía original, sin manipulación alguna, con los miembros de la Comisión Año Bofill 2023.
Fuente: Ayuntamiento de Calp

La única realidad a fecha de hoy que hay, y que así hicimos constar en nuestras propuestas de ideas para llevar a cabo durante el año 2023, es que además de haber solicitado el sello, la Agrupación Filatélica y Numismática de Calp, también lo hizo en su fecha el consistorio calpino, así como la propia Diputación Provincial de Alicante. Tres entidades pues que apuestan por la necesidad de que esta efeméride cuente con su elemento postal en forma de sello, independientemente de que llegado el momento se decida solicitar o adquirir cualquier otro elemento postal de los que Correos pone en el mercado que puedan tener imagen alusiva al motivo que nos ocupa.

"Boceto" de un posible sello para el 50 Aniversario de La Muralla Roja de Calp 

Hay que resaltar, que cuando se hizo público el anuncio de la solicitud del sello (Noviembre 2021), también se informó de que EXFICALP 2023 ya tenía su tema principal, desconocedores en aquel momento de la triste noticia que nos llegaba el 14 de enero de 2022, con el fallecimiento de D. Ricardo Bofill, noticia que hizo más plausible la necesidad de realizar un AÑO BOFILL cargado de actividades que reivindiquen y ponga en valor más aún este legado arquitectónico, cultural e histórico, que la impronta Bofill dejó en Calp.

En este sentido, desde la filatelia calpina se va a trabajar para que así sea, y que la filatelia esté presente en todos y cada uno de los actos que se lleven a cabo durante los 365 días dedicados, ya no tan solo al Edificio La Muralla Roja, sino también a la figura de su creador.

 

Sobre conmemorativo "no adaptado" (Boceto) para EXFICALP 2023

La Jornada de constitución de la Comisión del Año Bofill 2023, terminó con una fotografía tomada en el escenario de la conmemoración, donde los miembros de la Comisión posaron frente al Edificio La Muralla Roja, instantánea que dicho sea de paso, un grupo local, modificó para manipular y desinformar a la ciudadanía, grupo que dice llamarse “Cultural”, pero que los Flamencos a los que representan, tienen mucha más CULTURA que la que estos incultos manifiestan. Anécdotas que el día a día nos ofrecen, que para nada van a distorsionar el buen hacer de este comisionado que ya se ha puesto a trabajar.

UN ILUSTRE BENIDORMENSE EN LA NOTAFILIA COSTARRICENSE

 

Apuntes Filatélicos

SER IMAGEN DE UN BILLETE

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Los estudiosos de la emisión de los billetes, sean del país que sean, coleccionismo que conocemos por el nombre de Notafília, y del que ya hemos hablado en esta misma sección, saben que aquel personaje que es motivo o imagen de una emisión (u emisiones), ha de ser alguien que históricamente ha aportado mucho al país emisor del billete, y su legado cultural o profesional no tiene parangón alguno.

El de hoy, el billete que hoy nos ocupa este espacio, tiene en una de sus caras, un personaje cuyas raíces podemos decir que empezaron a expandirse en la “terreta”, en Benidorm concretamente, pero el destino le llevó a varios miles de kilómetros donde esas raíces se fueron agarrando a una tierra, Costa Rica, que reconoció con el tiempo la impronta que D. Gaspar Ortuño i Ors iba a dejar en este país centroamericano.

 

Billete de 50 Colonos con la Imagen de D. Gaspar Ortuño i Ors

Gaspar Ortuño i Ors, perteneció a, quizás una de las estirpes familiares más influyentes del Benidorm de entre finales del Siglo XIX y principios del XX. Nació en Benidorm el 13 de mayo de 1835 y se desplazaría hasta Costa Rica como vicecónsul de España, donde además fundaría el 15 de abril de 1877 el Banco de la Unión, siendo además su Presidente, nombre que ostentaría esta entidad bancaría hasta noviembre de 1890, fecha en la que pasaría ya a denominarse como Banco de Costa Rica. Es por ello, que este benidormense ilustre está considerado como uno de los fundadores de la banca de aquel país.

Su vinculación a la banca le viene por necesidad empresarial. Según sus biógrafos, Gaspar Ortuño provenía de familia cafetera, y forjó paralelamente una empresa financiera para con ello poder ofrecer préstamos y recabar depósitos, de otros empresarios del sector. Con ello además, y junto a otros compatriotas, fundaron en 1860 la que se llegó a conocer como Sociedad Española de Beneficencia (en Costa Rica), con la que socorrieron a los muchos españoles que estaban instalados en el país, con recursos más que limitados.

Tal vez es por ello que Costa Rica quiso rendirle un merecido homenaje a este personaje de la historia bancaría, incluyendo su rostro en la emisión del billete de 50 colones que el país centroamericano puso en circulación en 1978, coincidiendo con el Centenario del Banco de Costa Rica. Este billete que hoy en día ya está fuera de uso, ha tenido varias “tiradas” durante el tiempo que ha estado en manos de los costarricenses. Además de la fecha ya mencionada en que se puso en circulación, tenemos que otras emisiones fueron las de las fechas: 2 de abril de 1981, 15 de julio de 1987, 26 de abril de 1988, 2 de junio de 1993 y 7 de julio de 1993.

Detalle del Billete

Estas fechas, a pesar de que puedan no ser significativas, para quienes coleccionan estos billetes y se especializan en la Notafília son detalles que no han de pasar desapercibidas. La descripción técnica del anverso y reverso de este concreto billete de 50 colones, podríamos decir que es la siguiente: “…50 colones de la serie D. Fue emitido por primera vez en 1978 para conmemorar los 100 años del Banco de Costa Rica (1877-1977); contiene, en el anverso, el retrato de Gaspar Ortuño y Ors, importante banquero de finales del siglo XIX y principios del XX y, por el reverso, el grabado del antiguo edificio del Banco de Costa Rica, del cual Gaspar Ortuño fue director durante muchos años. Este billete fue emitido con la serie E, a partir de 1987…”.

Más detalles notafílicos que el coleccionista tiene en cuenta, y que le ayudarán con la clasificación de los diferentes billetes que a lo largo de la historia de la notafília de Costa Rica, han llevado la imagen del ilustre benidormense, Sr. Ortuño i Ors, son los siguientes: “…El billete de cincuenta colones tiene tonos en color verde. Al frente se lee "San José, Costa Rica. 7 de julio de 1993. Cincuenta Colones" en grande y al centro del lado derecho está la foto de Gaspar Ortuño y Ors. A la par está el número de serie y debajo de éste dice Acuerdo de la Junta Directiva No. 8, con algunos adornos de fondo. Del lado izquierdo está el Escudo de Costa Rica, y debajo de éste, nuevamente está el número de serie y las firmas. En el borde inferior está el nombre del Banco Central de Costa Rica. -- En el lado posterior del billete se lee la denominación nuevamente y en el centro está la foto del Antiguo edificio del Banco de Costa Rica. Del lado derecho está una moneda de 50 centavos con la leyenda "América Central - 90 GW. Del lado izquierdo tiene un adorno en color celeste y en el borde inferior tiene el nombre del banco nuevamente. En 2 esquinas de ambos lados se visualiza el número 50…”.

 

Imagen de archivo del que fue el Banco Unión, que cofundaría D. Gaspar Ortuño i Ors

Nunca está de más conocer aspectos y elementos de lo coleccionable, como sería el caso de la imprenta que llevó a cabo la fabricación de los billetes de 50 colones (y resto de la emisión con los otros valores), que no fue otra que la De la Rue & Company, empresa británica de seguridad e impresión, fundada en Londres en el año 1821, estando considerada como una de las empresas que fabrica el papel con mayor seguridad del mundo.

El coleccionismo es así de interesante. En ocasiones, si aquello que llega a tus manos no te motiva para conocerlo mejor y a fondo, puedes tener frente a ti un billete de 50 colones emitido y usado en Costa Rica, sin saber que el personaje que lo ilustra, lo es también de la historia alicantina.

21 mayo 2022

UNA FOTOGRAFÍA QUE NOS RECUERDA CUANDO EL CORREO VIAJÓ EN ZEPPELÍN

 

Apuntes Filatélicos

EL CORREO POR “ZEPPELÍN”

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Está de moda ahora eso de las fotos inéditas, instantáneas que nunca antes habían sido mostradas, o tal vez si se hizo, poca gente les prestó la debida atención. Lo de recuperar gráficamente la memoria se está imponiendo en las redes sociales, y eso está animando a quién posee fotografías antiguas, a ir mostrándolas para que quienes vivieron esas instantáneas, refresquen la memoria, pero quienes no lo vivieron, descubran que hubo un pasado muy diferente a lo actual.

Así pasó con la fotografía que ilustra este artículo, y que Canfali Marina Alta ya mostró en su momento. La imagen pertenece a la gran colección que posee el calpino Joaquín Vázquez Boronad, “Jackycalp” coloquialmente hablando, y en ella podemos ver una imagen en blanco y negro tomada desde una de las habitaciones del desaparecido Paradero de Ifach. Lo realmente llamativo de la imagen casi pasa desapercibido. Cabe que los turistas que cámara en mano inmortalizaron el momento, solo pretendiesen llevarse un recuerdo de esa mole calcárea llamada “Ifac” ó cabe que se asomaran a la terraza de la habitación sorprendidos por ver aquel majestuoso aparato surcando los aires, que en términos aeronáuticos se conocía como “Zeppelín”.


Si la fotografía se toma desde el Paradero de Ifach, significa que el vuelo del Zepelín que inmortalizó la imagen, debió tener lugar después de 1935, año en el que se inauguró el “Parador” de Ifach, época tardía para el vuelo de estos gigantes del cielo, y con toda seguridad en su interior llevaba correspondencia. Los Zeppelín, o también conocidos como Dirigibles, fueron aeronaves que tuvieron su auge en las primeras décadas del Siglo XX, y que sirvieron de enlace entre Europa y América, en largas travesías que además de pasajeros, también llegaron a transporta correo. Por la posición de la nave en la fotografía, este realizaba seguramente alguno de los muchos vuelos de regreso de Sudamérica que por entonces llevaba a cabo. Deben su nombre al Conde alemán Ferdinand von Zeppelín (1828-1917), quién perfeccionó este tipo de navegación aérea.

Filatélicamente hablando, estos vuelos propiciaron numerosas cartas y documentos postales que los estudiosos del Correo Aéreo, estudian con detenimiento, para conocer no solo el vuelo que las transportó, sino además la ruta que el Dirigible llevó, y cualquier detalle que enriquezca sus colecciones.

Podemos afirmar que los vuelos con Dirigibles tienen dos etapas claramente definidas. La primera de ellas se encuadra entre los años 1900 y el inicio de la I Guerra Mundial, y se caracterizó por un uso más comercial y de pasajeros. No sería hasta el año julio de 1908 cuando por primera vez se usó este novedoso medio de comunicación para el transporte de la correspondencia. Lo haría el denominado LZ4 y no cesarían en su cometido postal hasta que en 1914 estallase el conflicto bélico en Europa, y tan solo se usarían en aspectos militares.

Finalizado la I Guerra Mundial se retomaría el uso postal de las aeronaves y durante décadas sería uno de los medios de comunicación más rápidos para la conexión postal entre Europa y América. Este servicio aéreo postal, sería además dotado de numerosos matasellos que se estampaba sobre la correspondencia, dando lugar a verdaderas joyas de la filatelia.

La época dorada de los Dirigibles, corresponde al periodo de 1928 a 1936, tiempo que prestaría servicio ininterrumpidamente el LZ 127 o también conocido como “Graf Zeppelín” y que surcaría todos los cielos del planeta, destacando los vuelos transoceánicos que llevo a cabo en este periodo de tiempo, donde saliendo de Friedrichshafen (Alemania) tenía como destino a Lakehurst (New Jersey), con escala en Sevilla y paso por Cabo Verde y Rio de Janeiro, y regreso a Alemania por la misma ruta. En este trayecto, aunque sin escala, la ruta que tomaba era la del mediterráneo, sobrevolando las ciudades de Barcelona y Alicante, y como vemos en la fotografía, pasando muy cerca de Ifach.

De su escala en Sevilla, el Corre Español se sirvió para acordar el transporte de la correspondencia que desde España se dirigiese a América, y por Real Orden del Ministerio de la Gobernación de fecha 9 de mayo de 1930, se fijaron unas tarifas para el envío de correspondencia a Brasil con un importe por carta de hasta 20 gramos de 8 ptas., y de 4 ptas., para las tarjetas postales. Para el envío de correspondencia a Estados Unidos, las tarifas fijadas en la misma Orden Ministerial, era del doble de la fijada para Brasil.

Los estudiosos de esta línea postal, suelen quejarse y con razón, de que España perdió una gran oportunidad, que otros países si supieron aprovechar, caso de Alemania, y siendo una de las escalas oficiales que tenían estos largos viajes transoceánicos, el correo español nunca emitió sello alguno ó matasellos alusivo a la correspondencia cursada a través de estas grandes naves.

Filatélicamente, en cuanto España se refiere, tan solo una reimpresión de las habituales en la época, tienen referencia con este sistema de correo aéreo, en la que se puede leer “Primer Correo del Zeppelín en Barcelona. 07.V.1933”, en conmemoración no de la ruta completa, sino de una viaje programado a la ciudad de Barcelona en la fecha indicada. Pero esta impresión se puede considerar como fantasía puesto que el vuelo programado a la Ciudad Condal, nunca llegó a llevarse a cabo. Tan solo un sello de los puestos en circulación en la época, llevaba como imagen un Dirigible. Corresponde a la emisión de 1938 de los sellos de “Beneficencia” sin poder de franqueo.

El último gran Dirigible que llevaría correspondencia, fue el LZ 130 Graf Zeppelín II, que estuvo tan solo unos meses en funcionamiento desde octubre de 1938 hasta agosto de 1939, realizando tan solo 30 viajes todos ellos dentro de territorio alemán.

Ahora ya sabemos que aquel aparato sobre el cielo calpino que captó la cámara desde el Paradero de Ifach, consciente o inconscientemente, nos habla hoy de una época en la que el correo viajó a bordo de unos aparatos increíbles que no dejarían indiferentes a nadie que los viese volar sobre el cielo.

 

18 mayo 2022

TABARCA NO ACOGERÁ LA PRESENTACIÓN DE SU SELLO POSTAL. EL ENTE POSTAL NO DISPONE DE "AGENDA" PARA ORGANIZAR EL ACTO.

 

Bajo mi lupa…

CORREOS NO PRESENTARÁ EL SELLO DEDICADO A TABARCA

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

La agenda del operador postal español, Correos, parece que está a rebosar de actos. Al menos eso es lo que se desprende de la información, a la que ha tenido acceso Ifac Filatélico, que ha recibido el Ayuntamiento de Alicante, en la que desde Correos se comunica que “…por motivos de agenda, nos es imposible atender todas las peticiones de presentación de sellos…”. El sello al que se refiere Correos es el que se puso en circulación el pasado día 4 de mayo dedicado a la Isla de Tabarca, el cual el Ayuntamiento de Alicante a instancia de la Sociedad Filatélica y Numismática de Alicante, tenía intención de poder presentar ante la ciudadanía alicantina en un acto que pudiera haber incluso tenido como escenario la propia Isla de Tabarca.

La solicitud de Presentación del sello postal, lo cursó en su día el Departamento de Patrimonio Integral (Servicio de Cultura) del Ayuntamiento de Alicante, dada la repercusión que el sello ha tenido y lo relevante de su importancia, tanto histórica, cultural, social y de patrimonio que esta isla alicantina habitada tiene. Y pensar que el sello pudiera haberse presentado, no era nada descabellado, a tenor de las numerosas presentaciones que Correos hace, casi semanalmente, en “otros” lugares de la geografía española.


Basta con tirar de hemeroteca u ojear la web corporativa de la FESOFI (Federación Española de Sociedades Filatélicas) para comprobar que otros sellos han tenido más suerte en lo que a agenda de Correos se refiere. Por citar ejemplos de estos “otros sellos” de “otras zonas”, decir que en Cantabria recientemente se han presentado los sellos dedicados a Bárcena la Mayor y Tudenca, ambos con pomposidad y repercusión en su presentación. En Madrid, el día 19 de mayo se presentó el sello dedicado al Chef “Asturiano” José Andrés, y la población de Portugalete a la que Correos dedicó un sello por su 700 Aniversario también disfrutó de su correspondiente Presentación, que además suelen contar con un matasellos alusivo al acto que añade repercusión filatélica al evento. El listado de las presentaciones que se han llevado a cabo este año, es inmensa y por lo general Correos nunca informa de los baremos que suele utilizar para priorizar que “sellos” ó que “zonas geográficas” tienen más importancia a la hora de programar una Presentación de cualquier efecto postal. Lo que es evidente es que hay sellos que además de nacer como tales, tienen la suerte de ser presentados oficialmente. Otros en cambio nacen y pasan desapercibidos.

Dentro de poco, Alicante volverá a contar con un nuevo sello que añadir a su dilatada historia postal. Nacerá un nuevo sello, esta vez dedicado al 150 Aniversario de la “Cota Cero” de Alicante, sello además que cuenta con el apoyo del Colegio de Geógrafos de España, quienes han puesto todo el empeño y colaboración para que el sello, con un muy esmerado diseño, sea una realidad. Esperemos pues, que no nazca como el de Tabarca, sino que además de nacer….sea presentado como Alicante merece.

Pero, en vista de que tanto uno como el otro, es decir, tanto el de la Isla de Tabarca como el de la Cota Cero, tienen ese vinculo directo con la ciencia de la Geografía….¿Qué tal una Presentación de los 2 sellos juntos, como merece la ciudad de Alicante, su gente y sus filatelistas?

14 mayo 2022

LA FILATELIA SALE A LA CALLE EN BENISSA CON UN ÉXITO NOTABLE.

 

Apuntes Filatélicos

LA FILATELIA “AL CARRER”

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Suele decirse que si Mahoma no va a la Meca, será la Meca quien se acerque a Mahoma. Y esto lo hemos podido ver recientemente en Benissa, donde la filatelia, la misma que sigue de celebración con su 40 aniversario, ha salido a la calle para acercarse a la gente. Pero esto no es una novedad entre el colectivo filatélico benissero. De siempre, y en esto mi memoria no me falla, la filatelia benissera es habitual en ella salir a la calle. No es que el escenario sea mejor o peor para la práctica del coleccionismo de sellos. Simplemente si la gente no va a la filatelia, la filatelia va a la gente.



El pasado domingo día 8 de mayo, la ocasión era la idónea para ello. Tenía lugar la I Fira de Asociaciones organizada por el Ayuntamiento de Benissa, y como en tantas otras veces, la Filatelia siempre está presente allá donde se le convoca, pero con solo una condición: poder difundir y divulgar el coleccionismo de sellos.

Se vivió una jornada de las memorables. Tal vez como hacía tiempo que la Agrupación Filatélica y Numismática de Benissa no vivía. Una combinación de varios hechos, fueron los culpables. Se había pospuesto el Mercadillo Filatélico Dominical que debía haberse celebrado el domingo anterior, que al ser festivo en Benissa, no tenía lugar a celebrase. Además, el Parking albergó una nueva edición del Rastro de Antigüedades de Benissa, que poco a poco se va consolidando, donde coleccionistas de muchas partes, ven que tienen una nueva cita para disfrutar de esta pasión que es coleccionar.



Con todos estos componentes, a la A. Filatélica de Benissa solo le quedaba organizar una jornada completa con actividades para todos los gustos, pero especialmente para su bienqueridos jóvenes por los que trabaja casi a diario para que en un futuro sean grandes filatelistas.

La jornada comenzó celebrando el mercadillo dominical filatélico, que centro su oferta en la venta de todo el material filatélico que desde hace 40 años va atesorando los filatelistas benisseros, que no es poco. Posiblemente una de las que mayor número de elementos postales ha ido consiguiendo en estas 4 décadas de activa presencia en la filatelia mundial. A este mercadillo, y como gesto de bienvenida, la Agrupación Filatélica y Numismática de Benissa, ofreció un almuerzo a todo quién quiso compartir viandas típicas locales, y buen vino, bajo el envoltorio de una tertulia filatélica.

Casi a la par, empezaron a llegar los primeros jóvenes, acompañados siempre de sus padres, para participar en las actividades que parta la ocasión se había organizado de la Vocalía de Juventud de la filatelia benissera, que desde hace unos meses preside la benissera, Tatiana Torres Cardona. Estas, consistían en una primera actividad en la a quienes se acercaban al stand de la Filatelia, bien situado y ubicado, se les entregaba una especie de álbum-juego, donde debían de realizar unas pruebas, sencillas pero muy ilustrativas, donde el niño o niña que llevaban a cabo tal prueba, podían llevarse además del álbum como recuerdo, unos cuantos sellos para que pudieran iniciarse en el coleccionismo de sellos.



Cabe decir que si en un principio se pensó que habría cierta dificultad en llevarlo a cabo, las pruebas demostraron que en Benissa, aunque uno no practique la filatelia, la juventud no es desconocedora de lo que es un sello postal, y esto en parte es porque desde siempre la filatelia benissera ha estado presente allá donde ha habido juventud.

Por la tarde, la actividad prevista fue otra, diferente pero análoga: la escritura de una tarjeta postal, algo que parece tan sencillo y que la experiencia nos dice a los filatelistas, que el hecho de que cada vez la juventud escriba menos correspondencia epistolar, les hace en ocasiones desconocer algo tan básico y elemental como saber dónde poner el remitente, el destinatario e incluso el propio sello postal. Esta suele ser una actividad de las habituales que lleva a cabo la filatelia benissera, para dar a conocer el sello y su función social.

La jornada tuvo, además de las numerosas visitas que por el stand discurrieron, la asistencia de miembros de la Federación de Asociaciones Filatélicas de la Comunidad Valenciana (FASFILCOVA), dando apoyo a la más activas de sus federadas, Benissa; así como a directivos de la decana de la Filatelia Valenciana, la SOVAFIL, de la que fuese Presidente en los años 30 del siglo pasado, el pegolino D. Juan Torres Sala (1892-1974). Estos filatelistas valencianos quisieron mostrar su apoyo a toda la labor que desde Benissa se está llevando a cabo para con la filatelia juvenil valenciana, y para ello vinieron cargados de obsequios y premios que serán entregados a los juveniles que más destaquen en futuras exposiciones filatélicas. De entrada uno de estos premios, aprovechando la I Fira de Asociaciones y la presencia de numeroso público, se hizo entrega de unos de estos premios al recientemente galardonado juvenil, Esplugues Fornés, que el pasado año asombró con su colección en la Exposición Virtual AFINET 2021.

La I “Fira” de Asociaciones de Benissa, al final fue un éxito, que debería tener continuidad. Cabe que con mejoras sustanciales, pero siguiendo con la labor de unir el tejido asociativo benissero que el motor de una sociedad activa y culta como la de Benissa.

Se suele decir que la filatelia es ese hobby en el cual, desde casa además de sellos, se hacen amigos. Nada más lejos de la realidad. La filatelia es una pasión en la que para hacer amigos hace falta sacar los sellos a la calle.

07 mayo 2022

LA HISTORIA DEL CORREO EN LA MARINA ALTA: ESA ASIGNATURA PENDIENTE

 

Apuntes Filatélicos

ESCRIBIENDO LA HISTORIA DEL CORREO EN LA COMARCA

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Andamos enfrascados en un proyecto, necesario a mi juicio, de escribir la historia del correo en nuestra comarca, historia de la cual los datos que se encuentran son pocos y en ocasiones esparcidos por demasiados archivos que vamos a tener que cotejar uno a uno, en la medida de lo posible. Lo que tildar el proyecto como necesario, no es algo que lo digamos ahora. Es mucho el tiempo que hace que sabemos que, aunque la historia del correo a grandes líneas ya está escrita, la local, la que corresponde a nuestra comarca, por tratarse tal vez de una historia menor, todavía no se ha escrito. Y ya va siendo hora.

Esto que hoy es un simple proyecto y del que vamos recabando datos que configuran como fueron aquellos correos de antaño, nos va dando una información muy valiosa y precisa para situarnos en épocas pretéritas, donde el transporte de la correspondencia por caminos en ocasiones sinuosos y peligrosos, no debieron hacer en absoluto fácil la tarea de aquellos conductores de la correspondencia.

Por situarnos en una época concreta, la medieval fue un periodo de histórico en el que el Correo tuvo su importancia. De hecho a lo largo de la historia, el Correo siempre ha sido un asunto de suma importancia para el buen desarrollo de la sociedad. Si bien no sería algo al alcance de todo el mundo, existió un complejo sistema postal donde los monarcas y familiares de cada uno de los Reinos existentes en la que después sería España, disponían de sus propios “correos”, quienes la mayoría de las veces llevarían noticias y misivas “a pie” de un punto a otro, y viajarían allá donde el monarca o señor al que sirviesen, estuviese.

Cuadro del pintor Vicente Mostre titulado "La Expulsión en el Puerto de Dénia" (1613)
(Fuente: Dénia.com)

Dénia en aquella época, Siglo XIII-XIV, formaba parte de los extensos terrenos pertenecientes a la Corona de Aragón, y como tal estaba sujeto a sus leyes, entre ellas las concernientes al Correo. La mayoría de los datos que encontramos sobre el correo en esta época, tendrán su epicentro en Valencia, donde ya existían unas normas que los “Troters de Bustia”, o como se les llamaba a los Correos en la época del Rey Pedro III El Grande (Julio 1276-noviembre 1285), debían cumplir. Una de ellas por ejemplo les obligaba a “…ir y regresar a jornades dretes, y más pronto aun si eran enviados per cosa cuytosa (urgente)…”. Estos carteros medievales, no podían pedir ninguna prestación por el servicio dado, aunque se sabe que si aceptaban aquellas gratificaciones que se les ofrecían sin ser solicitadas.

Las normas más antiguas sobre los correos valencianos, las encontramos en El Llibre dels fets de Jaime I, en cuyo interior encontraremos la primera referencia sobre un “correo” ejerciendo su trabajo.

Dentro de la organización postal medieval valenciana, tenemos como primer “Hoste” o Jefe de Correos, a D. Bernardo Sala al que se le otorga el título de regidor y administrador de Correos. Este primer Hoste valenciano, viene citado en los documentos que redacta el escribano Bartolome Villalba, en los que ya lo menciona como Hoste de Correus en la fecha del 13 de abril de 1371. Bernardo Sala recibiría sus últimos salarios como Hoste valenciano entre los meses de enero y marzo de 1382, sucediéndole en el cargo D. Juan Martí, alias “Corretger”.

A principios del Siglo XVI, además de los Correos de la Curia Real, la Reina y los infantes tenían los suyos particulares (correos o troters), como también los tenían los grandes señores, los municipios, los mercaderes, etc.

Estos “carteros medievales” recibían sus salarios a razón del tiempo empleado en su cometido. Así sabemos que “…pagábase a los correos, según los días empleados en una misión, a razón de ocho o diez dineros por día, y a veces se les abonaba, además del sueldo, 16 dineros al mes por zapatos…”. Pensemos que en aquellos tiempos, muchos de estos carteros realizaban sus cometidos “a pie”, por caminos de una comodidad casi inexistente, lo que hacía a estos mensajeros, personas muy valiosas y reconocidas, que contaban con la confianza total de quienes les mandaban “correr la posta”. Si por razones injustificadas, estos “correus” se demoraban más de 1 día en la entrega de las misivas o noticias, podían llegar a perder la “merced real”.

Carta firmada por el Rey Felipe III, fechada en Dénia
en enero de 1604 
(Fuente: Dénia.com)

El uso de estos carteros por parte de particulares, no está datada hasta bien entrado el Siglo XIV en Cataluña. Estos “Hostalers”, que solían regentar hostales, recogían las cartas de los particulares para entregarlas a los correos, quienes las llevarían a sus destinos. Algunos autores por el contrario, fijan este uso del correo por los particulares en el Siglo XVI, con el nacimiento del Correo de Estafetas, que no era otra cosa que correos a caballo que corrían la posta, pero a diferencia de los de cometido real u oficial, estos lo hacían por tramos o relevos, entregando el mensaje o carta a la estafeta siguiente la cual haría lo mismo, hasta que la carta llegase a su destino.

De esta época antigua en la que el Correo en la comarca era llevado en mano y su precio variaría en función de varios factores como pudiera ser la distancia o el tiempo empleado en entregarla, encontraremos varios ejemplos de ellas, en una artículo que la Revista Aguaits, números 43 y 44 (IECMA 2021), publicó bajo el título de “Lletres de Costa. Avís de presencia de moros i vaixells enemics a les costes de la Marina. Segle XV”, y que firma el historiador D. Joan Ivars Cervera, el cual estudia una serie de cartas enviadas o recibidas en diferentes poblaciones de la Comarca durante el Siglo XV, en las cuales se dan cuenta desde el Consell de la ciudad de Valencia de ciertos peligros que amenazaban a nuestras cosas. Estas misivas son un claro ejemplo de que el estudio de estas nos darán los datos necesarios para conocer mejor como fue el correo en la comarca.

01 mayo 2022

CARTAS EN LA HISTORIA....DEL POLO SUR AL REY DE LOS NORUEGOS (1912)

 

LA CARTA DEL PEOR VIAJE DEL MUNDO

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Es domingo, y mientras espero que me sirvan el primer café del día ojeo un periódico atrasado. Entre sus páginas un artículo llama mi atención. Es curioso porque a veces, como instintivamente, nuestra capacidad de observación se detiene frente a una noticia o publicación, que resulta ser más interesante de lo que el titular a priori nos indica. Y este ha sido el caso.

Llega el café y mientras su aroma humeante me va despertando, me pongo a leer ese artículo que firma la profesora de la Universidad de Alicante, Mar Galindo, en la que con muy buena traza usa el símil del viaje que el inglés Scott realizó en 1912 al Polo Sur, para describir la situación que está viviendo actualmente el equipo de baloncesto HLA Alicante. Pero no es el deporte de la canasta el que nos despierta más aún que el propio café. Es el relato de la existencia una carta de  aquella expedición la que nos vuelve curiosos.

Emisión de los Territorios Británicos de la Antártida dedicada a la Expedición de R. Scott

Galindo, y así lo constata la historia, describe aquel viaje que el británico Robert Scott realizó a las gélidas y desconocidas tierras australes, viaje que se plasmaría en un libro editado en 1922 titulado “El peor viaje del mundo”, de A. Cherry-Garand. En su descripción y tras no conseguir Scott ser el primero en llegar al Polo Sur dado que la misma intención llevaba el noruego R. Amundsen, quién en la misma fecha pero con un itinerario diferente, se propuso ser el primero hombre en pisar esas tierras todavía desconocidas por el ser humano a inicios del Siglo XX, Galindo menciona la existencia de una carta que el noruego dejó en uno de los puntos base en el Polo Sur, para que, sabedor que Scott llegaría en cualquier momento, este la hiciera llegar a su destino.

No deja de ser sorprendente la historia, que nos vuelve a demostrar una vez más, que la correspondencia epistolar, en una época en la que no había otros medios de comunicación, siempre ha estado en primera línea de los acontecimientos. Pero esta carta tiene además unos componentes que la hace especial. El 16 de enero de 1912, el Capitán Robert Scott, ese mismo al que cantaría Mecano en una de sus celebres canciones, escribiría en su diario: “…lo peor ha sucedido. Una simple mirada nos revela todo. Los noruegos se nos han adelantado…”. La referencia que hizo era clara. A su llegada encontraron una tienda de campaña junto a la cual y sujeta a un patín había atada una bandera noruega, una clara evidencia de que al mismo Polo Sur había conseguido llegada antes Amundsen.

Algunos de los sellos que Noruega a dedicado a su monarca, Haakon VII

En el interior de la tienda Scott encuentra 2 cartas, cuyo contenido de una de ellas se desvela en el libro citado. Scott puede leer el mensaje que Amundsen le dejó, sabedor esto de que el siguiente en llegar a ese punto del hemisferio sur seria el británico. La carta le indicaba lo siguiente: “…Querido comandante Scott. Como usted será el probablemente el primero en llegar aquí después de nosotros, ¿puedo pedirle que envíe la carta adjunta al Rey Haakon VII?...”. La carta prosigue con otros detalles, pero nos deja una situación que hace más grande aun la historia del correo, de las comunicaciones escritas, y cuantas vertientes de la historia postal podamos imaginar. Seguramente aquella carta al rey de los noruegos, sería la única vía de comunicación que encontró Amundsen para informar a su rey y a su gente de la hazaña que acaban de conseguir, y solo pudo haber una razón por la cual dejase en manos de su contrincante el hecho de informar de la gesta acaecida: que Amundsen no tuviese claro que pudiera conseguir regresar de la expedición con vida y ser él mismo quién lo narrase.

Scott, como buen caballero inglés que era, se tomó como un deber personal y profesional hacer llegar aquella misiva a su destino, a pesar de haber perdido durante la expedición a varios de sus hombres, y haber quedado relegado para la historia al segundo ser humano en pisar aquel infierno helado.

Sobre conmemorativo de la Expedición de Robert Swan a la Antártida (1984-1986) con la firma de sus protagonistas, conmemorando la proeza y aventura del Capitán R. Scott. Sobre circulado con el matasellos de la base británica "Scott" en fecha 13.12.1985)

Pero Scott no pudo cumplir con la misión de hacer llegar aquella carta que dejó escrita Amundsen para el Rey Haakon VII. Scott y el resto de su equipo fallecería en su viaje de regreso, y conocedor de su situación dejó varias misivas escritas, cartas dirigidas a familiares y personalidades, a las que les relataba la situación que habían sufrido y vivido por aquellas tierras.

El tiempo del café ya casi termina, al tiempo que la lectura del artículo llega a su fin. Pero me entra la duda de no poder saber que fue de aquella carta que Scott debía haber hecho llegar. Nada he podido encontrar al respecto en mi tal vez torpe búsqueda. Aquella misiva tan importante y trascendental para la historia de las aventuras que el ser humano llevo a cabo entre finales del Siglo XIX y principios del XX, debió de encontrarse cuando hallaron los cuerpos sin vida tanto del Robert Scott como de sus acompañantes, expedicionarios que no pudieron salir de aquel frio infierno con vida.

Amundsen el 7 de marzo de 1912, envió un telegrama al Rey Haakon en el que le informaba del éxito de la expedición. Finalmente él si lo logró y pudo contarle al mundo la hazaña. De la carta nada se sabe, aunque espero que tal documento gráfico esté a buen recaudo para la posteridad.