29 marzo 2021

MÁS DATOS SOBRE LOS INICIOS FILATÉLICOS EN BALEARES

 

LA FILATELIA BALEAR ALLÁ POR  1893

 

Por José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico

 

Desde que la Filatelia existe…la Filatelia es noticia. Es más que evidente que si la aparición del sello postal como pago previo en el envío de la correspondencia fue una novedad que revolucionó y cambió la sociedad en la 2ª mitad del Siglo XIX, el hecho de que el sello diese lugar a un nuevo coleccionismo, también resultó de alguna forma “revolucionario”. Y hasta la prensa comenzó a hablar de ello.

Buscar el origen de las cosas, sobre todo cuando no lo has vivido en primera persona, es algo innato del ser humano. Nunca se está en la certeza total de estar ante el primer indicio o la primera noticia que habla de algo que de una u otra forma nos interesa. Indagar en los inicios de la filatelia en Baleares, está siendo una tarea muy gratificante, y que nos va dando esas pinceladas de cómo debieron ser los inicios de este coleccionismo entre la gente de Mallorca o Menorca.

Mucho se ha escrito sobre orígenes de la filatelia y a nadie le cabe la menor duda ya de que, tanto el invento del sello postal como la de ser los primeros que vieron el sello como algo coleccionable, fueron los ingleses. Al respecto de esto último hay que decir que la aureola de ser el primer coleccionista de sellos en el mundo se la lleva el inglés Dr. J. Edward Gray, e incluso fue en Londres donde se constituyó la 1ª Sociedad Filatélica del mundo, The Philatelic Society London. Y esto acontecía el 10 de abril de 1869.



Trasladando todo esto a la filatelia española, conocemos que las primeras “entidades” filatélicas que aglutinaron bajo una misma denominación a aquellos pioneros filatelistas las encontramos en, (1) Las Palmas (1879), Tenerife (1882), Barcelona 1888, Sevilla (1895), Málaga (1895), Palma de Mallorca (1897), Mahón (1897), por citar algunas de las que se constituyeron antes del Siglo XX.

De las últimas mencionadas, Palma y Mahón, hemos hablado recientemente (2), pero hoy toca añadir una fecha más a la cronología filatélica balear. Según el periódico mahonés “El Bien Público” de fecha 5 de julio de 1893, 4 años antes de que se constituyesen las sociedades filatélica de Palma y Mahón, lleva en su interior una pequeña crónica que anuncia lo siguiente (sic): “…Es cada día mayor la importancia artística que se da a las colecciones de sellos; en Palma trátese de fundar una sociedad, centro ó bolsa filatélica…”.

Por lo leído, la afición filatélica en Baleares ya viene de antes, y en 1893 ya se estaban planteando, sin saber bien que, agrupar ese coleccionismo de sellos que se practicaba entre la sociedad de la época.

Un servidor considera que puede que incluso el director de ese mismo periódico o quién trascribía esas noticias filatélicas, debió ser, sin duda coleccionista. El comentario que precede a esas líneas en la que asegura que la juventud difícilmente podrá “…dedicar sus ocios a distracción más útil…”, solo se le puede ocurrir a quién ve la filatelia como, no solamente un pasatiempo, sino una ciencia dotada de cultura general.

A través de las hemerotecas, van surgiendo nuevos datos, nuevas fechas que aunque nos hacen reescribir la historia filatélica que conocíamos, nos desvelan como fueron aquellos inicios que nos hacen hoy entender mejor a nuestros antepasados filatélicos, aquellos que con gran visión construyeron los cimientos de una filatelia que hoy podemos disfrutar.

Notas:

1.    Datos obtenidos de varias publicaciones filatélicas.

2.    http://col-lecciomania.blogspot.com/2021/02/mao-y-las-primeras-noticias-filatelicas.html

http://col-lecciomania.blogspot.com/2021/03/los-inicios-de-la-sociedad-filatelica.html

27 marzo 2021

CON LO BUENAS PERSONAS QUE SOMOS....ASÍ SE NOS VEÍA A LOS FILATELISTAS

 

ASÍ NOS VEÍAN…


Por José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico

 

Hace unos años el escritor y columnista valenciano Juan José Millás, en uno de sus muchos artículos (que alguien podrá decir que son excelentes, fruto de su magnífico buen hacer literario), al hablar de “Filatelia”, cabe que por desconocimiento por su parte de esta gran universal afición, ciencia o simplemente coleccionismo, o cabe que en forma irónica, dejó entrever que lo de la filatelia podría ser una “…enfermedad venérea…”. ¡Lo de que los filatelistas estamos enfermos es algo que todavía se nos lo recuerda a menudo! Será por aquello de la obsesión por hacer grande lo pequeño y jugar con que la perfección es el único camino.

Lo de Juanjo Millás fue en el año 2004 (El País, 08 de abril) si mal no recuerdo, y años después, concretamente en el año 2017, un buen día despertamos con la noticia de que la todopoderosa empresa automovilística alemana, BMW, en una cuña publicitaria que seguramente les debió costar una millonada, nos llamaba a los filatelistas “Gente Aburrida”. A esa ofensiva publicidad respondió la toda poderosa FESOFI, que junto a numerosas entidades filatélicas y filatelistas en nombre propio, remitieron un escrito en el que le hacían ver a los germanos, que podemos ser de todo menos aburridos. El resultado fue la disculpa por parte de la marca de coches alemana. ¡Las aguas se calmaron y el rio volvió a su curso!

Detalle de artículo de J. J. Millás con la filatelia como "enfermedad". El País 28.04.2004


Han pasado más de 150 años desde que la filatelia irrumpiera en la sociedad como aquel nuevo y desconocido coleccionismo, pasatiempo que han cultivado tanto reyes como gente de bien, y que con el tiempo se ha consolidado como uno de los coleccionismos que más adeptos reúne en todo el mundo. Y ya veis que hay quién todavía no se ha enterado que la filatelia es una ciencia.

Pero esta visión que de nosotros tienen, no es algo de ahora. Desde los comienzos hubo quién no vio con buenos ojos el que gente hecha y derecha, dedicase su tiempo a guardar sellos que en su mayoría ya habían sido utilizados para el fin por el que fueron creados. Históricamente tenemos al Dr. Thebussem (D. Mariano Pardo de Figueroa) que durante años hizo publicó sus quejas por el trato que esta nueva afición por los sellos postales recibía por parte de los organismos oficiales. Así señala que un Decreto de 16 de marzo de 1854 firmado por el Ministro de la Gobernación D. Luis J. Sartorius, avisa que “…quien se ocupase de limpiar….sellos de franqueo ya servidos, será entregado a los Tribunales…”. Tal vez por aquellos años esa tarea de limpiar sellos ya usados más bien fuese con otros fines.

La Filatelia como "manía" ó "chifladura" en un artículo de 
Madrid Cómico

Tiempo después el propio Dr. Thebussem, se vale recordar a las autoridades en un artículo publicado en 1862, que el coleccionismo de sellos existe en importantes ciudades europeas, y que tal vez en España las haya también. Estas palabras las hizo en contestación de una Circular que firma el por entonces Director General de Correos, D. Mauricio López Roberts dirigida a los Administradores Principales de Correos, en la que como menos tacha de “delincuentes” a los que “…se dedican al cándido y sencillo entretenimientos de limpiar sellos y revenderlos…”.

Hablar mal de la filatelia, en este caso de quienes la practicaban, están llenos los periódicos y diarios de la segunda mitad del Siglo XIX y principios del XX. De ello nos lo recordó el filatelista D. José Mª Sempere en su artículo titulado “La Filatelia de hace un siglo en la prensa de la época (II)” (Revista de Filatelia diciembre 2010), dando cuenta de alguna curiosas publicaciones aparecidas en los rotativos españoles en los que, por ejemplo, en La Vanguardia de fecha 22 de diciembre de 1895 un artículo viene a decir que la filatelia es una de esas aficiones absorbentes con “…ribetes de manía…”.

Artículo publicado en "La Libertad" con la Filatelia como "Octavo Pecado"


Con el nuevo siglo XX la cosa no cambia mucho. A pesar de que en España las pioneras sociedades filatélicas empiezan ya su andadura años antes, y con ello a darle a la filatelia cierta normalidad, la prensa, cierta prensa, sigue tratando a la filatelia como cosa “de locos”. El periódico satírico Madrid Cómico de 11 de agosto de 1900, lleva en su interior un artículo en el que quién lo suscribe nos sigue tratando de “chiflados” llenos de manías. ¡Qué poco se nos entiende!

Bien entrados en el Siglo XX, en 1926, cierto individuo se atrevió incluso a incluir a la Filatelia dentro de las modernidades que podrían constituir sin lugar a duda lo que el firmante llama “octavo pecado capital” (La Libertad 24.02.1926). ¡Vaya que hemos pecado siendo filatelistas!

A pesar de estas pequeñas curiosidades en torno a nuestro coleccionismo, la filatelia ha sabido abrirse paso y posicionarse frente a otros coleccionismos. No debieron ser solamente malas críticas y burlas las que la prensa les brindaron a los filatelistas de aquella época. Seguro hubo elogios y no pocos, pero eso será objeto de otro artículo.

APUNTES DEL CORREO EN LA COMARCA A FINALES DEL SIGLO XIX.

 

Apuntes Filatélicos (Publicado en el Semanario Canfali Marina Alta. 27.03.2021)


EL CORREO….ESE GRAN INVENTO MAL SERVIDO

Por José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico

 

El servicio postal actual puede que tenga sus deficiencias, pero nada que ver con aquel correo que servía a las poblaciones de la comarca de la Marina Alta, a finales del Siglo XIX.

Con una orografía abrupta en algunos tramos, caminos polvorientos y no exentos de dificultad, y un paso de una complejidad muy alta para atravesarlo como el del Collao de Calp, el correo entre Alicante y Denia a finales del Siglo XIX, era toda una odisea de servir. Un recorrido que en 1879, una parte, Alicante-Altea, se realizaba en carruaje, y que entre Altea y Denia era por lo general “a caballo”, con una tardanza no superior a 19 horas como marcaban las condiciones establecidas.

Sendas cartas circuladas en la Comarca. Siglo XIX.
Colección Juan Llácer (Alcoy)

Pero además, y por las crónicas de la época, sabemos que a pesar de las muchas instrucciones que el ente postal trasmitía, no se cumplían en la mayoría de las ocasiones. Retrasos habituales, pérdidas y extravíos de valijas, periódicos que no se entregaban a sus suscriptores o se entregaban tarde, eran la tónica habitual que se ofrecía a los ciudadanos que en la mayoría de los casos dependían mucho de este servicio esencial para la población de toda la comarca.

En Benissa encontramos quejas en la prensa de que en 1882, un “…impúbero niño de 12 años…” reparte la correspondencia en la población (El Eco de la Provincia. 27.10.1882), al parecer nieto del que hacía la función de cartero en la población. Pero al parecer era tradición que fuese así pues pasados unos años, el periódico local El Centinela en 1901, publica una nueva queja, esta vez redactada por su Director, el Capitán Cabrera, quien hace ver que la cartería de Benissa regentada por un tal Felipe Ivars, es su hijo quien se encarga de llevar la cartas y paquetes de un lado a otro.

Información que aparece en el interior del libro “Diccionario Postal de la Provincia de Alicante”

Y no se trata de que por entonces el Correo estuviese mal dirigido, desorganizado y sin un control severo. Todo lo contrario. Durante todo el Siglo XIX, se llevaron a cabo importantes reformas para “modernizar” este servicio tan importante para la ciudadanía. Pero en algunas poblaciones donde tan solo se disponía de una simple cartería, o ni eso, estas dependían directamente de los ayuntamientos, los cuales en algunos lugares estaban controlados políticamente por los “señores” (ó caciques). La importancia del correo se comprueba al observar el gran interés que se tenía en que los carteros nombrados, fuesen fieles servidores a según quién, y al parecer seguían instrucciones muy concretas de lo que debían hacer.

Quienes más sufrieron este “mal servicio postal”, fueron los periódicos de la época. ¡Bueno no todos! Los que su línea editorial iba en contra de los intereses de los otros. Así por ejemplo “El Canfali”, el otro, el que se editó en Benidorm a finales del Siglo XIX, lleva muchas pequeñas crónicas en las que describe como algunos suscriptores tardan en recibir el periódico, o simplemente no les llega. Y eso que desde el año 1867, una Circular de Correos (28.03), indica que aquellos funcionarios de Correos que extravíen o permitan el retraso en el envío de periódicos, serían severamente amonestados.

En mayo de 1882, “El Constitucional de Alicante” describe una situación que refleja bien la situación que nos ocupa. Cierto Diputado que envía con frecuencia correspondencia de Madrid a Benissa, ha de hacerlo enviándola a la población de Teulada porque es la única forma de que le llegue al destinatario, y la misma crónica afirma que el “…el cartero de la población está instrumentado por los conservadores…”.

Incluso, el propio servicio de correos en sí entre Dénia y Alicante, es fruto de críticas. En 1886 se sabe que la situación era “penosa”, si bien la correspondencia que se despachaba desde Dénia hacía poblaciones de la comarca camino de Alicante, se hacía a lomos de caballería, dejando las valijas sin cuidado allí donde debían para que los carteros-peatones las recogiesen y las distribuyesen según procedía. Estas valijas, incluso se depositaban en el polvoriento suelo de las posadas o tabernas, y no eran recogidas hasta horas más tarde. “El Graduador” de Alicante (18.11.1886), menciona el hecho de que cierto cartero-peatón de una población de la comarca que no menciona, recibida la valija mandó a su hijo en la Tartana para que llevase las cartas a Dénia. Con cierta ironía apunta el periodista que, cualquier día este mismo cartero envía al animal solo que seguramente ya sabe el camino y con ello se ahorra dinero.

Diligencia Correo de época

Con la entrada del Siglo XX, el servicio de correos entre Alicante y Denia mejoró sustancialmente, pero como bien nos demuestra “El Centinela”, el mal servicio siguió siendo la nota predominante. En un tiempo en el que el correo era la única forma de comunicación habida para la gente de la época, es lógico que la prensa destacase muchas de estas irregularidades que con el tiempo se fueron solucionando. Y ello demuestra el interés que se tenía por controlar políticamente aquello que era importante para la gente. Los tiempos cambian, pero a veces los hechos se repiten. ¡Quién controla la información….controla el poder!

26 marzo 2021

EL ALCOYANO JUAN LLÁCER ENTRA EN LA REAL ACADEMIA DE LA FILATELIA.

 

UN NUEVO ALICANTINO EN LA “ACADÉMIA”

Juan Llácer nombrado Académico de Número de la RAHFeHP


Por José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico


A través de la web corporativa de la SOVAFIL, conocemos la noticia de que el alcoyano D. Juan Llácer Gracia, ha sido nombrado por parte de la Real Academia Hispánica de la Filatélia e Historia Postal, como “Académico Numerario” de la misma.

Con un curriculum brillante en temas filatélicos y siendo uno de los mejores especialistas en Historia Postal con que cuenta el panorama filatélico español actual, es lógico que ocupe un lugar en esta gran entidad que tenemos en España, que desde 1976 se ocupa del estudio e investigación en temas relacionados con el coleccionismo de sellos y la historia postal, y que cuenta actualmente con lo más granado de la filatelia española.


Juan Llácer es además de un gran investigador en historia postal, especializado en el correo del “Reino de Valencia”, de los Siglos XVI al XIX, Presidente de la Comisión de Historia Postal de la Federación Española de Sociedades Filatélicas (FESOFI), y a su vez lo fue de la Federación de Asociaciones Filatélicas de la Comunidad Valenciana (FASFILCOVA). Con su colección “El Sello del Reino de Valencia 1566-1875”, ha conseguido grandes premios filatélicos, siendo una de las más, sino la que más, laureada de cuantas a competición se han presentado en la Comunidad Valenciana, consiguiendo en el año 2019 el Gran Premio de la Clase Maestra en la EXFILNA celebrada en la ciudad de Santander.

Pero además de un gran coleccionista, cabe destacar su papel como divulgador de esa pasión que siente por la Historia Postal, siendo numerosos los artículos al respecto de esta variante de la filatelia que tan a bien cosecha, artículos publicados en revistas filatélicas como El Eco Filatélico y Numismático, donde además ha colaborado en alguna de las publicaciones en forma de libro que recientemente han sido editados, e incluso habituales sus escritos e investigaciones en portales de internet especializados en coleccionismo postal como “Filatelia Digital” o la web corporativa de la Sociedad Valenciana de Filatelia (SOVAFIL) de la que es miembro. Es destacable en la misma línea su faceta como conferenciante, donde expresa sus conocimientos en la materia, de una forma clara y sencilla, llegando a sus oyentes. Su incorporación a la RAHFeHP, fortalece sin duda los objetivos de la Academía.

Con esta incorporación a la “Academia” por parte de Juan Llácer, ya son 3 los alicantinos que han pasado por la Entidad Filatélica, siendo los otros 2(Ifac Filatélico septiembre 2018), el erudito filatelista D. Álvaro Martínez Pinna (Alicante 1926-Madrid 2008) y D. Alfredo Navarro Payá (Elda 1925-Pontevedra 2018).

Junto a Juan Llácer Gracia, la Academia ha incorporado como numéricos a los filatelistas D. Gabriel Camacho Rosales, D. Alfredo Miguel Martínez y Dña. Rocío Moreno Cabanillas, y como correspondientes, los filatelistas D. Henry Márquez y D. Crisstian Mouat.

24 marzo 2021

UN 2º TRIMESTRE MUY FECUNDO EN SELLOS VALENCIANOS

 

EMISIONES VALENCIANAS PARA EL 2º TRIMESTRE

Por José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico

 

Este año 2021 parecía que Correos se había vuelto a olvidar de la Comunidad Valenciana en cuanto a emisiones de sellos se refiere. Al menos el primer avance que conocimos y los emitidos durante los primeros 3 meses del año en curso, no nos daban buenos presagios. Pero al conocer los sellos que se pondrán en circulación durante los próximos meses (de abril a junio), la cosa cambia.



Para el próximo día 12 de junio, Correos tiene previsto poner en circulación 1 sellos, del que no sabemos más detalles de momento, dentro de la serie “Personajes”, dedicado al cineasta valenciano Luis García Berlanga (1921-2010), que casualmente ya fue motivo de un sello en el año 2011, dentro de una serie dedicada al cine español, en incluso su película “Bienvenido Mr. Marschall” (1953) fue motivo de otro sello emitido en el año 1998. Un cineasta muy filatelizado.



Tan solo unos días después, la ciudad valenciana de Ontinyent, verá como un sello postal lleva por todo el mundo de la mano de la correspondencia epistolar, uno de sus máximas expresiones culturales y festivas: Los Gigantes y Cabezudos. Esta emisión ha sido una verdadera sorpresa para la filatelia valenciana, pues se desconocía totalmente en ella, y el motivo por el cual Correos ha tenido a bien incluirla en las emisiones postales para este año, es el 75 Aniversario de esta fiesta, aunque las crónicas históricas sitúan ya esta fiesta en los albores de 1743.




Tal vez el más esperado y deseado de los sellos valencianos que verán la luz en los próximos meses, sea el del científico alicantino Dr. Francisco Javier Balmis (1753-1819), pues el sello se viene solicitando a través de varias sociedades filatélicas alicantinas y valencianas, desde hace años, para con ello conmemorar en su día el 200 aniversario de su fallecimiento. No ha sido hasta este año, y debido a que por la situación Covid-19, la operación militar llevada a cabo por el ejército español, se le nombró “Operación Balmis”, cuando como reconocimiento a toda esta labor, Correos por fin pondrán su imagen a un sello postal. Merecido y esperado.


Otro sello verá la luz el 3 de mayo próximo, y si bien no tiene un motivo valenciano al cien por cien, el hecho de que sea fruto de una solicitud muy particular que se cursó a Correos desde la A. Filatélica de Calp, hace que el sello que se dedicará al 300 Aniversario del Primer Mapa Postal de España, pueda considerarse como algo propio, si bien además y a falta de conocer qué imagen será la que se use para el sello, seguramente muchas de las poblaciones valencianas que aparecen en el mapa original en posesión de la Biblioteca Nacional de España, aparecerán igualmente en el sello.



Con estas emisiones llegaremos al final del 1er Semestre de este 2021, con la esperanza de que en las emisiones previstas para el siguiente semestre, nuevos sellos valencianos vean la luz.

19 marzo 2021

HISTORIA POSTAL EN LA COMARCA DE LA MARINA ALTA: EL MATASELLOS "JABEA"

 

APUNTES FILATÉLICOS (Publicado en el Semanario Canfali Marina Alta. 19.03.2021)

EL PRIMER MATASELLOS DE “JÁBEA”

Por José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico

 

En la vida hay errores que marcan la diferencia, errores que pasan a la historia como tales, aunque no lo sean, y en filatelia sabemos de lo que se habla al mencionar los sellos con “error”. Errores que te hacen quedar mal (una catedral donde no debe estar) o errores que valen mucho (un color que no debe ser). Pero no todos los errores lo son. Y algo de esto pasó con el primer matasellos que usó la estafeta de Correos de Jávea a partir de 1864.

Muchos estudiosos de la historia postal dan (ó daban) por “error” el hecho de que este fechador lleve inscrito JABEA con “b” en vez de con “v”, como habitualmente lo podemos conocer, y como ya pasaría con los matasellos posteriores que llegaron a la oficina de correos de Jávea para su uso.

Varios ejemplos del uso del matasellos fechador "Jabea"

Y este error, que algún filatelista otorga a este trozo de la historia postal de la comarca de la Marina Alta, está fundamentado en una base lógica cuando comprobamos que este tipo de fechadores que Correos introdujo en sus oficinas principales y estafetas en toda España a partir de 1857, fueron encargados y realizados en el extranjero, dándose el caso de que fueron apareciendo muchos errores en la inscripción de ciudades como el caso de Manacor (escrito como Macanor), o Carcajente en vez de Carcagente, errores que en el mejor de los casos se tuvieron que reclamar para que se hiciera un nuevo matasellos que sustituyese lo que sí era un fallo mayúsculo.

Pero no es el caso de “Jábea”. Son muchos los documentos históricos, prensa de la época (y anterior), e incluso numerosos autores y escritores que al citar Jávea, lo hacían indistintamente con la “b” o con la “v”. Incluso en las publicaciones que Correos hace donde se referencia a la Estafeta de Jávea, lo suele escribir correctamente con la “b”.

Circular de Correos de fecha 19.04.1857
poniendo en uso los matasellos "Tipo II"
 

Su funcionamiento o uso, se inicia con la Circular que Correos hace llegar a todas sus Oficinas Principales con fecha del 19 de abril de 1857, en la que se consta que se van a poner en uso las nuevas “…máquinas de sellas…”, para posteriormente ir incorporándolo progresivamente a las estafetas, que en el caso de Jávea no queda muy claro, por no disponer de abundante material que estudiar, a partir de qué año se empezó a utilizar, aunque por la tipografía del fechador y comparándolo con la de otras poblaciones, se puede afirmar que es de los distribuidos a partir de 1858, detalle que se sabe por no llevar “punto” detrás del nombre de la ciudad. No obstante y puesto que la estafeta de Jávea se sabe que empieza su funcionamiento como tal a partir de 1864, su uso lo podemos encuadrar entre ese año y 1870 (tal vez alguno más), cuando estos dejaron de usarse y dieron paso a los conocidos como matasellos de “Trébol”.

Detalle de un mapa postal de época (1865) 
donde se aprecia el uso del nombre JABEA
incluso por parte de Correos

Filatélicamente se les conoce como “fechadores de 1857 tipo II”, frente al anterior (de 1854) y que lo diferencia principalmente la inclinación de las letras usadas en el fechador. Fue, podríamos decir, un matasellos revolucionario en el sistema postal español, si bien como ya he mencionado se realizó en el extranjero, con una calidad que hasta la fecha no se había utilizado en los matasellos anteriores a este.

Para Jávea, como también lo fue para Pego que también era Estafeta por entonces (1858), fue importante la incorporación de este fechador en la correspondencia, pues por primera vez las cartas que salían desde sus respectivas oficinas, llevarían no solo la fecha sino el nombre de la población de origen. Hasta entonces, tan solo Dénia como Oficina Subalterna de la Principal de Alicante, contaba con matasellos para la estampación de la correspondencia. Ni tan siquiera las carterías de las poblaciones dispondrían de ellos hasta que se les otorgó aquellas marcas propias.

Evidentemente, los estudiosos filatélicos que han llegado a afirmar y publicar que este matasellos en el que Jávea está escrita con “b”, ha de considerarse como un error, deberían rectificar. La ortografía de la época así lo permitía. ¡Al César lo que es del César! Y aun no siendo un error como tal, es una pieza de difícil localización, lo que le da igualmente un interés histórico y filatélico. Con las limitaciones obvias del poco material examinado, cabe incluso que durante los años que estuvo en funcionamiento, se diesen variantes en la estampación del mismo sobre la correspondencia, hecho que aumentaría su estudio como parte de la historia postal de la comarca.

18 marzo 2021

LA FILATELIA BALEAR Y SUS INICIOS SEGÚN LA PRENSA DE LA ÉPOCA

 

LOS INICIOS DE LA SOCIEDAD FILATÉLICA BALEAR

(Según la prensa de la época)

Por José Ivars Ivars/Divulgador e Investigador Filatélico

 

Buscar el origen de las cosas es siempre una tarea inquietante pero a la vez enriquecedora. Pero no siempre se obtienen los resultados deseados. De aquella pionera “Sociedad Filatélica Balear” que los manuales de filatelia dan como año de inicio el 1897, poco se sabe o se conoce, aunque la información sin duda alguna está en algún archivo o biblioteca. Falta el tiempo y los medios necesarios para dar con esa información que nos revele el pasado de aquellos filatelistas que pusieron la “primera piedra” de lo que hoy es un conjunto de filatelistas que en Mallorca, Menorca e Ibiza, viven la filatelia de una forma muy especial.

Pero en ocasiones, la prensa (de la época) nos ayuda, en la medida que unos pequeños artículos o notas lo puedan hacer, en conocer más sobre esos orígenes que buscamos. Y de ahí la necesaria matización en el anunciado de este artículo. Ojeando algunos diarios y periódicos que a finales del Siglo XIX se editaban en Baleares, encontramos que afición al coleccionismo de sellos en las islas la hubo. Y no debió de ser poca. Por aquel entonces la filatelia en España vivía lo que podríamos llamar un “boom”, que entremezclaba la curiosidad de lo novedoso, y lo enriquecedor y cultural que resultaba ese nuevo pasatiempos que había surgido solo unas décadas antes. 


Diarios como El Heraldo de Baleares, ya tenía en 1895 una sección dedicado a la Filatélia, en la que iba dando noticias de las emisiones de sellos que en todo el mundo surgían, a la vez que daba cuenta de actividades y exposiciones que se iban organizando en aquellos países en los que la filatelia ya se iba consolidando. Incluso, este mismo diario, insertó durante unos meses de 1896, un anuncio en primera página donde se ofertaban “Sellos para colección”, que se podrían adquirir en algún salón que tenía el propio periódico. Además se ofrecía la posibilidad de encargar tanto catálogos, álbumes y suscripciones para revistas filatélicas editadas en aquellos años. Sin duda alguna el Director del periódico debió de ser uno de aquellos pioneros filatelistas mallorquines.


Y todo esto, años antes de que oficialmente se constituyese la Primera Sociedad Filatélica en Baleares, de la que no dispongo de fecha fehaciente de su constitución, pero de la que si nos vuelve a hablar la prensa de entonces. Así las hemerotecas nos hablan de un anuncio que se publicó en varios periódicos entre el 5 y 7 de agosto de 1896, donde se hace constar que “…D. Pedro Alcántara Borrás ha presentado a este Gobierno Civil el Reglamento para una sociedad filatélica en Palma…” (Diario El Ancora 06.08.1896, entre otros). Si esto se publicó en 1896 y damos por hecho que fueron aprobados de inmediato, tal vez toque reescribir la historia filatélica balear y adelantar en 1 año su fecha de constitución. Además, el Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana de febrero de 1898, en su interior publica una especie de Catálogo de, y cito textualmente, “…de les obres qu´han entrat a la Biblioteca d´aquesta Societat durant l´any 1897…”, en la cual se menciona que se incorporan a la misma entregados por D. Benet Pons, los Estatutos de la Sociedad Filatélica Balear (1896) y el Reglamento de la Sociedad Filatélica Balear (1896). Es decir que no solo esta pionera sociedad filatélica disponía ya en 1896 de sus Estatutos aceptados y autorizados por el Gobierno Civil de Baleares, sino que también contaba con un Reglamento propio para uso y cumplimiento de sus asociados. Y yo me pregunto, ¿Si se disponía de un Reglamento sería porque ya estaban funcionando como Sociedad Filatélica en 1896? La respuesta es casi evidente, pero tocará indagar más al respecto para que la Filatelia Balear pueda conocer con exactitud sus orígenes.

Esto eso solo un pequeño granito de arena para seguir tirando del hilo, porque en Filatelia es evidente que todavía no está todo escrito.




13 marzo 2021

LAS COLECCIONES FILATÉLICA Y NO FILATÉLICAS DE D. JUAN TORRES SALA

 

APUNTES FILATÉLICOS (Publicado en el Semanario Canfali Marina Alta. 13.03.2021)

 

LAS COLECCIONES FILATÉLICAS DE UN ILUSTRE PEGOLÍ

Por José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico

 

A estas alturas ya no nos cabe la menor duda de que, salvo error u omisión, al hablar de filatelistas pioneros en nuestra comarca, D. Juan Torres Sala (Pego 1892 – Valencia 1974) es uno de ellos, aunque tenemos constancia de que en la misma época que este ilustre pegolí profesaba la filatelia, también lo hacía otro dianense, D. Joaquín Osset Merle.

Detalle de la inauguración de la Exposición por el Rey D. Alfonso XIII


Filatelista y coleccionista, o viceversa. Porque de D. Juan Torres ha trascendido su pasión por la entomología, ciencia de la que llegó a poseer una gran colección de insectos de todo el mundo a la vez que formaba parte de la Real Sociedad Española de Historia Natural. A su fallecimiento, y por herencia, donó sus más de 100.000 ejemplares al Patronazgo del Ayuntamiento de Valencia y a la Diputación de Valencia, quienes constituyeron la Fundación Entomológica Juan Torres Sala, posteriormente pasando a llamarse Museu Valencià d´Història Natural. Parte de esta colección, la de los hemípteros, en 1965 fue cedida al Museo de Zoología de Barcelona, conservándose actualmente en el Museo de Ciencias Naturales de la ciudad Condal. Y una muy pequeña parte de esta colección entomológica, es posible visitarla en la Casa de Cultura de Pego.

Sello conmemorativo del 50º Aniversario
de la Exposición


¿Y qué fue de su pasión por la filatelia? ¿Qué sabemos de sus colecciones filatélicas? D. Juan Torres Sala se codeó con la elite filatélica de los años 20 y 30 del siglo pasado. Mantuvo amistad y contacto con los mejores filatelistas que ejercían como tal en aquella época en España. Filatelistas de la talla de Francisco del Tarré, M. Galvéz, Llach, Carreras y Candi, el alicantino Andrés D. Cruz, por citar algunos, seguramente compartieron con nuestro filatelista de Pego, correspondencia filatélica.

De la única exposición filatélica de la que hemos podido constatar su participación como expositor, fue la celebrada en Barcelona entre el 24 y el 31 de mayo de 1930. Esta exposición tuvo un carácter especial al contar además con la participación del Rey D. Alfonso XIII, cediendo alguna de sus colecciones, a la vez que la exposición que se celebró en el Palacio de Artes Gráficas, contó con su presencia en el acto inaugural. No nos cabe duda alguna de la asistencia de D. Juan Sala a la misma, al ser nombrado por el Presidente del Comité Ejecutivo de la misma, Sr. Tarré, en su crónica de la misma publicada en la revista “Philatelia” de Junio de 1930.

D. Juan Sala Torres, con parte de su colección
de Lepidópteros


Revisando pues el boletín de la exposición encontramos que D. Juan Torres fue un coleccionista filatélico avanzado por la calidad y el tipo de colección que llegó a desarrollar.  Suya era por ejemplo, una colección que presentó bajo el título de “Colección especializada mixta de España” que por la sección en la que participó, se trataba de una colección con sellos nuevos y usados de las primeras emisiones del correo español. También presentó la colección titulada “Notable colección especializada del 6 cuarto de España 1850”, o lo que en el argot filatélico se conocería actualmente como una colección especializada del sello Nº 1 que puso nuestro Correo en el año 1850. Con esta colección el Jurado le otorgó Medalla de Oro, por la calidad de las piezas presentadas.

Otra de las colecciones presentadas por D. Juan Torres, fue la que inscribió como “Colección de ocho cartas con signos postales anteriores al uso del sello adhesivo”, o como hoy la conoceríamos, colección de cartas prefilatélicas. La última colección que se también se pudo contemplar en Barcelona, fue la titulada “Colección de sellos falso-postales de España”, lo que nos hace ver que D. Juan Torres Sala fue un filatelista de amplio abanico de colecciones,  todas ellas de un gran nivel y una especialidad que seguramente  iría acorde a su nivel adquisitivo.

Si únicamente ha trascendido su pasión por la entomología, tal vez fuese porque esta otra ciencia la vivió de otra forma, pero los hechos nos demuestras que vivió la filatelia de la época en primera línea. No solo participó como expositor, sino que igualmente forma parte de la Comisión Organizadora de la Exposición que en el año 1936 tuvo lugar en Madrid, con el cargo de Vicepresidente, y fue a su vez Presidente de la Sociedad Valenciana de Filatelistas, que por aquellos años era una de las más notables entidades filatélicas con que contaba la filatelia española.


Para saber más sobre Juan Sala Torres y la Filatelia:

·         https://ifacfilatelico.blogspot.com/2020/05/la-filatelia-en-la-marina-alta-un.html

·         https://ifacfilatelico.blogspot.com/2021/01/apuntes-filatelicos-juan-torres-sala-y.html

11 marzo 2021

Artículo sobre Astrofilatelia a cargo de D. Antoni Rigo, Presidente de la Comisión de Astrofilatelia de FESOFI.

 

ASTROFILATELIA

El matasellos ilustrado más pequeño del mundo


Por D. Antoni Rigo / Presidente de la Comisión de Astrofilatelia de FESOFI


La historia del matasellos ilustrado más pequeño del mundo (dentro de la clase de Astrofilatelia) pertenece al grupo de matasellos que tuvieron que confeccionarse de nuevo porque el matasellos original no cumplía unos mínimos criterios para considerarse apto para su uso.

En términos generales no se trata de algo infrecuente, ya que por diversos motivos, a veces el matasellos ilustrado original, una vez elaborado, presenta un aspecto poco recomendable que aconseja la realización de uno nuevo más versátil y acorde con los requisitos exigidos.

Pero el matasellos ilustrado astrofilatélico más pequeño que se conoce es en sí mismo una excepción que bien merece unas líneas.

Ejemplo de sobre “combo”. Dos matasellos: del Centro Espacial Kennedy y de Houston

Desde el inicio de la exploración espacial, década de los 50 del siglo pasado, los coleccionistas interesados en el espacio, a quienes más tarde se conocerá como astrofilatelistas,  coleccionan sobres matasellados en las fechas exactas y desde los lugares más cercanos a aquellos acontecimientos espaciales de cierta relevancia. Sin embargo, a los estadounidenses les agrada en particular confeccionar sobres conocidos en nuestro argot como “sobres combo”. Como tal los sobres combo son aquellos que presentan más de una cancelación en el mismo sobre.

No obstante, los sobres combo no son precisamente los más indicados para incluir en una participación astrofilatélica competitiva pero su existencia se debe al interés que suscitan entre los coleccionistas estadounidenses.

Y de la imagen de este sobre combo partimos para contar la historia del matasellos ilustrado astrofilatélico más pequeño del mundo.

Durante la vigencia del programa de los transbordadores espaciales (1981-2011) el comerciante alemán CarstenFuchs, se dedicó a ofrecer entre sus abonados y al público en general, sobres combo con las fechas del lanzamiento del transbordador, siempre desde el Centro Espacial Kennedy (KSC por sus siglas en inglés), y algún otro matasellos adicional, bien desde Houston, centro de control principal para los vuelos tripulados, bien desde otros centros espaciales como Goddard SFC en Greenbelt, o bien desde el lugar de aterrzaje del transbordador KSC, Edwards o White Sands, sólo para la misión STS-3.

Tarjeta con el matasellos ilustrado astrofilatélico más pequeño del mundo.


Como puede apreciarse, el sobre combo está matasellado en KSC, en el estado de Florida, el 11 de mayo de 2009 y en Houston, en el estado de Texas, el 13 de mayo de 2009, esto es, dos días más tarde.
La realización de sobres combo como el de la imagen no es tan sencilla como parece y requiere de una logística previa.

La distancia entre KSC y Houston por carretera, dependiendo de la ruta, oscila entre 1600 y 1900 km, lo que equivale a unas 15 horas en vehículo, o bien desde KSC conducir 1 hora hasta Orlando y allí tomar un vuelo hasta Houston de 2 horas y media de duración. En función de la opción elegida sería posible realizar un sobre combo con el matasellos de ambas localidades el mismo día, si tomamos avión, o al día siguiente o posterior al siguiente si conducimos un coche.

Es de especial interés notar que hasta la década de los 90 del siglo pasado, el servicio postal norteamericano era muy estricto con las fechas de matasellado y que para conseguir estos sobres combo, se debían entregar de manera presencial en las oficinas postales, motivo por el cual ya sea el propio Carsten o alguno de sus corresponsales en Estados Unidos debían desplazarse a ambas localidades si desean obtener este tipo de sobres combo.

Detalle del matasellos ilustrado astrofilatélico más pequeño del mundo.


Pero la rutina de años desplazándose a ambas localidades hizo que, aun disponiendo de un periodo de gracia de 30 días, tanto Carsten como alguno de sus corresponsales siguieran desplazándose a las oficinas para entregar en mano los sobres para su matasellado.
Afortunadamente, desde la década de los 90 hasta hoy, el servicio postal norteamericano flexibilizó esta regla y permitió el matasellado de sobres con un periodo de gracia de 30 días con respecto a la fecha solicitada. Este cambio permitió no tener que desplazarse físicamente a ambas localidades y poder enviar los sobres por correo a las oficinas postales de las que se deseaba obtener los sobres matasellados.

Y aquí el lector se preguntará si económicamente merece la pena tomar un avión, o desplazarse en coche 15 horas para obtener este tipo de sobres combo y la respuesta es que sí ya que las cantidades de sobres emitidos, alrededor de 200-250 unidades, y de los precios de venta, aproximadamente 10 eur/unidad, permitían compensar el coste y ofrecer este servicio a los astrofilatelistas.

Retornando al sobre combo en cuestión, Carsten se encontraba en KSC en mayo de 2009 y obtuvo sus sobres matasellados el 11 de mayo de 2009, fecha del lanzamiento del transbordador en su misión STS-125, y que sería la última visita al telescopio espacial Hubble para su mantenimiento.

Con los sobres matasellados en su poder, se desplazó hasta Houston para obtener el segundo matasellos (ilustrado, como puede apreciarse) con la fecha del 13 de mayo de 2009, fecha de inicio de las reparaciones en órbita del Hubble llevadas a cabo por los astronautas en sus salidas extravehiculares, controlados en todo momento desde Houston.

Al presentarse en Houston, donde ya le conocían, Carsten fue informado que el matasellos ilustrado original había sido retirado por ser muy pequeño y se había descartado para su uso pues apenas podía leerse. Este matasellos se encontraba aún en la oficina, guardado en un cajón, y el matasellos ilustrado que se utilizaba era el correcto, con el tamaño adecuado.

Y aquí Carsten pudo ver una oportunidad única. Tomó 50 tarjetas que llevaba consigo, las franqueó convenientemente, y logró convencer al empleado de Correos para que pudiera matasellar esas tarjetas con ese matasellos retirado pero aún en oficinas.

Como puede observarse el tamaño del matasellos es muy pequeño al compararlo con el sello, que dicho sea de paso es muy apropiado ya que presenta la imagen del telescopio Hubble.

Para la realización de los habituales sobres combo, Carsten solicitó el matasellos ilustrado de tamaño “normal” y que sí estaba disponible para cualquier persona que deseara obtenerlo.

A fecha de hoy, con estos matasellos ya destruidos, sólo existen estas 50 tarjetas realizadas por CarstenFuchs si bien todas se vendieron rápidamente una vez fueron puestas a la venta.

 


08 marzo 2021

EL PELIGROSO INVENTO DE LO SELLOS Y EL DE SER FILATELISTA (Según la prensa de la época)

 

LOS SELLOS DE CORREO…

¡ESE PELIGROSO INVENTO!

 

Por José Ivars Ivars /Divulgador e Investigador Filatélico

 

A finales del Siglo XIX y principios del XX, aquello de ser filatelista debió ser una tarea no exenta de peligros. Incluso el mero hecho de usar los sellos para el franqueo y llevárselos a la lengua, humedecerlos y ponerlos en la carta para que pudiera circular franca, según noticias de la época, resultaba cuanto menos un riesgo para la salud de uno mismo.

Recientemente he podido ojear el periódico balear, “El Vigía Católico”  fechado en Ciudadela (Menorca) el 14 de julio de 1900, donde en su primera plana y sin firma alguna, se inserta un artículo bajo el titulo “Varias Cosas”, en las que el periodista parece informar de noticias del mundo en aquella época.

Entre estas noticias que comenta, aparece una muy curiosa, en la que no se sabe bien cuál parece la finalidad del mismo, pero me decanto por pensar que o bien no veían con buenos ojos a la reciente “manía” por coleccionar sellos o veían indecoroso el hecho de que para pegar sellos a las cartas, la goma se humedeciese con la lengua.


Seguramente quién leyese aquel diario con una línea eclesiástica claramente visible, tuviese sus dudas al respecto de lo publicado. La crónica empieza fuerte: “…otro vehículo de la tuberculosis son los sellos de correos…” ¡Con la iglesia hemos topado! Al parecer por aquel entonces se comentaba a modo popular (porque científicamente no creo que fuese), que la goma que se empleaba para fijar los sellos en las cartas, no eran del todo saludables. La crónica añade que “…humedecer los sellos con la lengua ocasiona (….) trastornos pulmonares…”.

Y nos aporta una, sin lugar a dudas, curiosa información de la que no sabemos si es verídica o simplemente una “Bola Papal”, a cerca de la filatelia. Parece ser que en 1900 (o finales del XIX) entre los filatelistas, se habían dado casos de “Tisis”, y por lo que se lee, un tal Busguet (del que no hemos podido constatar ni quién fue ni a que se dedicó), realizó ciertos experimentos de laboratorio consistentes en inyectar a conejos, el liquido procedente de haber puesto en remojo con agua destilada algunos sellos de correos. ¡El resultado da miedo! Como para pensarse muy bien, ser filatelista en aquellos años. Los conejos al poco tiempo de ser inoculados con la goma, empezaron a mostrar síntomas de tuberculosis, con el desastroso final de fallecer a los pocos días.

Si tras esta noticia, la filatelia balear no sucumbió en el intento y prosiguió haciendo lo que más les agradaba y les hacía disfrutar, hasta nuestros días, es para que a la Filatelia se le considere como más que una ciencia.