Apuntes Filatélicos
SELLOS
“NO” EXPEDIDOS
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
El mundo del coleccionismo de sellos es tan amplio que hasta los
sellos que no vieron la luz, también se coleccionan. Bueno, no vieron la luz, o
no debieron verla nunca, si así entendemos que un sello es “No expedido”. La
propia forma de nombrarlos ya nos dicen que son sellos que no se expedieron – o
expendieron -, que no se llegaron a vender, por una u otra razón. A fin de
cuentas, se trata de emisiones que una vez realizadas, circunstancias diversas
hicieron que la serie o la emisión se tuviera que modificar, y lo que estaba ya
realizado, tuvo que ser destruido para que no llegase a salir, en este caso de
la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Pero lo de no salir de la “F.N.M.T”, es
otra historia.
De entrada la matización de cómo llamarlos, ya resulta importante.
Hay estudiosos de estos sellos que simplemente los llamas “sellos no emitidos”,
si entendemos como emitir un sello cuando se fabrican en la cantidad suficiente
para ponerlos en circulación y ser usados en el correo. Pero hay que prefiere
llamarlos “no expendidos”, es decir no puestos a la venta, aunque si un sello
no se pone en circulación, dificilmente se puede poner a la venta. Pero dicho sea
de una u otra forma, serán sellos que despiertan el interes del coleccionista
avanzado.
Recientemente en Madrid, se puso a la venta uno de estos sellos no
emitidos de la filatelia española. Un sello que se fabricó en el año 1978, con
la intención de ponerse en circulación dentro de una serie que iba destinada a
conmemorar la obra pictórica del artistista malagueño Pablo R. Picasso, y que
inicialmente iba a emitirse con un valor de 7 pesetas, pero un cambio de última
hora en las tarifas vigentes, hicieron que se sustituyese por el mismo sello,
con el mismo motivo – el cuadro de Pablo Picasso titulado “El último número” –
con un nuevo valor facial de 10 pesetas. Efectivamente los sellos que ya
estaban confeccionados, fueron todos destruidos, o al menos eso es lo que
parece. Porque de aquella destrucción se deberieron salvar algunos pocos. Unos
dicen que fueron 8, otros que se salvaron cerca de 12. Este que se ha subastado
recientemente alcanzó la cifra de 32.700 €.
Estos ejemplares siempre crean discrepancias a la hora de darles
validez o no, puesto que fueron sellos que, como ya hemos dicho, se supone que
no debieron ver la luz. Hay catálogos que incluso los incluyen, y les dan un
valor, lo que hace despertar la curiosidad e interés por adquirirlos. Y catalogarlos,
significa darles un número, una referencia. El del cuadro de Picasso lo
encontramos con el número NE 62. Entonces, ¿Cuál fue el primero?
Para encontrar el primero de los “No emitidos” españoles, nos
tenemos que retroceder en el tiempo hasta el año 1859. El 5 de agosto de aquel
año, se firmaba con nuestro vecino del norte, Francia, un convenio postal
destinado a regularizar el modo más ventajoso para las comunicaciones postales
entre ambos paises – incluyendo Argelia -, por el que España fija una tarifa
por carta de 4 adarnes ó fracción, de “12 cuartos”. Dado que esa tarifa todavía
no la tenían establecida en los sellos en curso por entonces, la Fábrica
Nacional del Sello, resposable de la fabricación de los sellos en España por
entonces, dispuso elaborar los correspondientes sellos adhesivos cuyo facial
correspondiera a esos 12 cuartos, y así evitar que el usuario tuviera que poner
tres de “4 cuartos” ó seis de “2 cuartos”, de los que estaban en circulación en
1859.
Dada la premura en que entrase en funcionamiento el citado convenio
postal hispano-francés, que lo haría el 1 de febrero de 1860, se fabricaron los
sellos de “12 cuartos”, siguiendo el diseño de los que estaban en circulación, (emisión
de Isabel II de 1855 a 1859). Pero una vez realizados los 2 millones de
ejemplares previstos – según fuentes consultadas -, se decide cambiar el diseño
de los sellos previstos a partir de 1860, algo habitual en la época para evitar
las falsificaciones, y por tanto la emisión del 12 cuartos de 1859, queda
inservible y tiene que ser destruida por completo, destrucción que como era
habitual por entonces se realizaba barrando las hojas enteras por medio de
tinta negra de forma tipográfica – nada de manual -.
Según muchos filatelistas estudiosos de este primer sello no emitido
en España, no debería existir ningún sello NE 1 en nuevo, pero los hay, como
también se salvaron de la destrucción total incluso muchos sellos sueltos
barrados, así como bloques con la misma característica. Fuentes consultadas,
llegan a confirmar que el 99,99 % de los sellos en nuevo - sin barrar – que han
aparecido, y siguen apareciendo, en el mercado, son falsificaciones. Al final
vemos que lo que tiene cierto valor, es susceptible de ser falsificado.
Bloque de 12 sellos "No Expedidos", de la Serie Alfonso XIII Vaquer 25 céntimos con cabecera de hoja, puesta a la venta por Filatelia Hobby
De aquel primer “no emitido” de 1859 hasta el cuadro de Picasso de
1978, ha habido muchos más en la historia filatélica española. Y el de Picasso
no fue el último que se conoce. En el año 2001, se conocen 2 casos de este tipo
de sello que no llegaron a ponerse en circulación pero se fabricaron. El
primero de ellos un sello de la serie “Personajes Populares”, dedicado a
Joaquín Rodrígo, que se fabricó con un color castaño, y la emisión fue
modificada por otra con los colores castaño y ultramar. Esta considerado como
el primer no emitido en facial de pesetas y euros.
Ese mismo año y para conmemorar los 25 años de la Copa de S. M. el
Rey de Fútbol, final que enfrentaba al Real Zaragoza y al Celta de Vigo,
Correos tuvo previsto una tirada para la Hoja Bloque que iba a emitirse, pero
al no saberse quién ganaría la final, optó por fabricar la misma con ambos
equipos. Al final el sello que si llegó a circular fue el del club maño,
ganador de aquella final del año 2001, y la prevista por si ganaban lo
gallegos, tuvo que ser destruida, pero….al parecer alguna hoja se salvó de la
quema.
Pudo haber habido alguno más a posteriori ya que en el año 2004,
Correos quiso felicitar a los actuales Reyes de España por su enlace
matrimonial, y para ello puso en circulación un sello en el que se podía leer
“FELICIDADES”, algo que no gustó demasiado a ciertos sectores, y se cambió el
sello por otro en el que se leía la misma felicitación, pero en los 4 idiomas
oficiales. Cuando se quiso retirar el primero de ellos, que solo felicitaba a la
feliz pareja en castellano, esté ya se había vendido en determinados comercios,
por lo que se tuvieron que mantener ambos a la vez. La filatelia española se
perdió pues de un nuevo no emitido, que a los pocos días ya se cotizaba a la
alza.
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