20 diciembre 2025

LOS ELEMENTOS DE LA NAVIDAD DESDE EL PRISMA DE LA FILATELIA.

 

Apuntes Filatélicos

LA FLOR DE PASCUA Y LA NAVIDAD

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

La Navidad es esa festividad que tiene tantas versiones, como personas hay en el mundo. Bueno, tal vez no tantas, pero es una festividad recurrente que no en todas partes se celebra del mismo modo, además de que cuenta con una tradición histórica que nos daría pie a muchas interpretraciones. Y eso precisamente es lo que el filatelista busca a la hora de elegir un buen tema para desarrollar su colección de sellos temáticos. Y la Navidad es sin duda alguna, la reina de las colecciones temáticas.

Pero hoy nos vamos a centrar en su parte más floral. Cada mes de diciembre, quienes celebran la Navidad en alguna de sus formas – cristiana ó pagana -, al llegar a la parte decorativa de esta festividad, siempre buscará esas plantas o flores que la caracterizan, en especial algunas que dicen no puede faltar nunca como podría ser el abeto  - Abis en cualquier de sus variedades -, el muérdago – Viscum album -, o sin duda la de más colorido de todas: La Poinsettia ó Flor de Pascua – Euphorbia pulcherrima -.

Esta planta de origen méxicano – y zonas limítrofes -, que ya se produce en gran parte del mundo, incluso en la comarca de la Marina Alta, es ya una habitual de las fiestas navideñas, y como no, también de la filatelia mundial. Aunque no sea una planta ó flor muy navideña históricamente hablando, que digamos, su uso en estas fechas se le debe precisamente a su descubridor o exaltador, Joel Roberts Poninsett – al que debe su nombre -, el cual introdujo en estas fiestas la costumbre de regalar y decorar con Poinsettias, al tener el detalle de regalar una de estas plantas, a la primera dama de los Estados Unidos de América, Sra. Louis Adams, esposa del Presidente de los Estados Unidos, John Quincy Adams.

Desde entonces, se dice que esa tradición se estableció en norteamérica e incluso se declaró el día 12 de diciembre de cada año como “Día de la Poinsettia”, en homenaje a quién le dio popularidad, fallecido el 12 de diciembre de 1851.

La “voz populli” se encargó de hacer el resto, ya que se empezó a hablar de un regalo navideño que milagrosamente se convirtió en una flor brillante. Y con el tiempo, la leyenda traspasó el océano y se estableció en toda Europa. Su origen en tierras méxicanas, podría hacernos pensar que los franciscanos españoles con su evangelización de “Nueva España”, y sabiendo que empezaron a usarla como elemento decorativo, incluso ya en el Siglo XVI al llegar a estas fechas tan entrañables como son las Navidades fueron los que la introdujeron como elemento navideño – en Nueva España no había la flora que se encontraba en España para usar en Navidad -. Pero no fue hasta bien entrado el siglo XIX cuando el botánico, médico y político estadounidénse, y primer embajador americano en México, quién se encargaría de estudiar este arbusto y de expandir su cultivo por todo el mundo, allá por el año 1825.

Este arbusto americano, la Euphorbia pulcherrima, puede llegar a medir cerca de los 4 metros. Su nombre original en la lengua “nauthal” de los azthecas, era cuetlaxóchitl, que significaba “la flor que se marchita”. En realidad, las frondosas flores rojas que destacan en este tipo de planta, no son sus flores, sino que realmente son hojas que a diferencia de las demás, adquieren por lo general un rojo intenso. Esta coloración tan intensa y peculiar, coincide con las fechas navideñas, lo que la hace muy especial para decoración en fechas navideñas.

Los azthecas incluso la llegaron a usar más allá de las ofrendas a sus dioses, como planta curativa, donde su savia lechosa al parecer tenía ciertas propiedades que aquellos primitivos méxicanos, supieron aprovechar.

Son muchos los simbolismos que podemos encontrar en torno a la Flor de Pascua. Entre ellos, hay quién llega a afirmar que las hojas rojizas de la planta, simbolizan o representan la sangre de cristo, pero en cambio las hojas verdes representan la esperanza y la vida eterna, esencias sin duda de la Navidad.

Hoy los filatelistas encontramos esta flor – ó planta según se mire -, en miles de sellos de todo el mundo, convirtiéndose en un elemento para el coleccionista temático, tanto en colecciones navideñas, como en aquellas otras que por el motivo elegido, tengan cabida en una colección de flora por ejemplo. España no ha sido muy prolífera a filatelizar este arbusto, aunque tenga mucha relación directo o indirecta con la historia española en tierras americanas, y tan solo en el año 2006, emitió un único sello en el que la Euphorbia pulcherrima, fue motivo del sello. Un sello sin mucho trabajo artístico detrás, sencillo en su ejecución y especialmente pensado para el uso cotidiano en la correspondencia, en un formato tipo carnet con 10 sellos, todos ellos autoadhesivos, y con un valor facial de 0,29 €.

La Navidad es esa época del año en el que nos llenamos de tradición, unas veces tradición propia, otras con tradición importada, traida de otros lugares en los que las fiestas navideñas tienen otro concepto. Año tras año, esta planta decorativa llegará a nuestras casas, bien para decoración ó bien como regalo para familiares y amigos. Y la filatelia nos seguirá aportando esos sellos en los que esta ancestral flor, será la protagonista para que el filatelista temático busque su hueco en la colección.

Y llegados a esta altura del año, desde esta sección filatélica que únicamente pretende dar a conocer el coleccionismo de sellos como algo más que un simple coleccionismo, donde cultura e historia se unen, desear a todos los lectores de CANFALI MARINA ALTA, unas Felices y entrañables Navidades, y que 2026 sea un año donde lo que nos llegue sea lo mejor para todos.

BON NADAL A TOTS…

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