22 marzo 2019

LOS PEQUEÑOS DETALLES EN UNA COLECCIÓN TEMÁTICA



EL TIEMPO ES COSA DE NUMEROS…
Cuando los pequeños detalles nos dan información temática




Por José Ivars Ivars
Divulgador e investigador Filatélico


 Queridos lectores/as.

De entrada van mis disculpas anticipadas, por meterme en asuntos tan minúsculos que uno no sabe si le dan ó no calidad a la colección cuando se plasman en nuestras joyas filatélicas.
Sello emisión 2013
Serie Navidad. Reloj
Puerta del Sol (Madrid)

Cuando uno pintaba menos años y tuvo la inmensa fortuna de trabajar con colecciones juveniles, privilegio que además me ayudó a aprender a marcha forzosa para poder enseñar lo aprendido, una de las temáticas que siempre me llamaron la atención fue la de “La medida del tiempo”. Incluso en la sociedad filatélica que presido, tuvimos a uno de nuestros asociados, que ahora cambió la filatelia por el arte del bonsái, que siendo relojero de profesión, decidió plasmar filatélicamente sus conocimientos en relojería. Y el tema si se estructura bien con un buen plan, da para mucho y más.

De lo que hoy vamos a hablar, a muchos les parecerá que es rizar el rizo en la búsqueda de información temática, incluso al final de este escueto escrito, tal vez nos quedemos sin saber realmente que parte es histórica ó cual es simplemente una leyenda, pero quienes cultivan el arte de la filatelia temática y se ha especializado en alguna versión del tema “Tempus fugit” (el tiempo vuela), puede que lo que vamos a contar le sirva para darle un pequeño y diferente enfoque a su colección.
 
Sello del tipo Personalizados emitidos
en Usa con la imagen del Big Ben (Londres)
He querido titular este pequeño artículo diciendo que el tiempo es cosa de números, porque de eso vamos a hablar, de las numeraciones que aparecen en los relojes. No hace mucho, ojeando algunas revistas de temas generales, hubo un artículo que por la pregunta que hacía me dejo muy curioso, y en un filatelista la curiosidad es lo que peor le puede pasar a uno. Así que, os la hago a vosotros para ver si soy el único que no se había dado cuenta de ello.
 
Comparativa de las esferas numéricas de los relojes
Big Ben de Londres y Plaza del Sol de Madrid
Cada uno con un número 4 escrito de diferente manera

¿Por qué la numeración que aparece en el reloj de la torre del Big Ben de Londres, escritos en numeración romana, tiene el 4 escrito como “IV”, y en cambio nuestro reloj de la Puerta del Sol de Madrid, el 4 está escrito como “IIII”? ¿Desde cuándo el número 4 en numeración romana se escribe así?

Lo primero que hice antes de buscar una respuesta coherente, fue ver si realmente era así comparando ciertas fotografías, pero además y conocedor que ambos relojes aparecen en diverso material filatélico postal, quise ver si esa diferencia también aparecía en los sellos. ¡Y aparece….! A continuación me puse a buscar una razón.
 
Marca aérea del Primer Vuelo Goteborg – Londres
Vuelo de la Cía SAS. 15.06.1955
Entre las imágenes vemos el Big Ben
Lo primero que he de decir a quienes estén haciendo alguna temática relacionada con lo que estamos hablando, es que miren con una buena lupa los sellos en los que los relojes aparezcan con la esfera de las horas escrita en numeración romana, porque son muchos los que usan “IIII” en vez de “IV”. Y son muchas las hipótesis que dan esta anomalía como válida.

Emisión Mónaco. 2009
Reloj del Big Ben
La primera de las respuestas halladas dice que en el caso del reloj madrileño, el uso del 4 escrito con los 4 palitos, se debe a cuestión de estética simétrica, dado que este número queda mejor así por estar frente al 8 que se escribe como “VIII” (los 2 en este caso tienen 4 digitos). Los ingleses debe ser que a ellos el tema de la estética no les preocupa porque el Big Ben lleva escrito el número correctamente.

Hay otra teoría un poco más histórica pero que no he podido corroborar como se merece, en la que se dice que el uso de esta numeración con “IIII” se debe a la forma inicial que tenían los romanos de escribir sus números, los cuales provenían de la antigua numeración etrusca que usaba un sistema “aditivo”, es decir, se añadía un “palito” al número anterior. Y así tenemos que tras el “III” venía el “IIII”, y tras el “V” venia el “VI”, y así sucesivamente, cambiándolo posteriormente con el sistema “sustractivo”, que consistían en simplemente restar 1 al número siguiente.

Hay una versión que por cómo se cuenta parece como más creíble, y nos dice que en el año 1370 el relojero francés Henry de Vick recibió un encargo del entonces Rey de Francia Carlos V para realizar el reloj que se encuentra en la torre del Palacio Real de Francia, y este al hacer las inscripciones numéricas de las horas, escribió el 4 correctamente en cifras romanas, “IV”, a lo que el Rey le recriminó que lo escribiera mal afirmando que el número debía escribirse “IIII” y diciéndole la célebre frase “El Rey nunca se equivoca…” (Carlos V llevaba el apodo de El Sabio). Al parecer los relojes siguieron fabricándose según aquel Rey Sabio dijo.
 
Tarjeta Máxima editada por ASEMA
Sello emisión Navidad 2013
Matasellos Primer Día Circulación. 06.Nov.2013
Algo parecido debió pasarle a otro relojero suizo que con un encargo para la confección de un reloj que le llegó de un noble de la época, cometió el grave error de escribir el 4, mal escrito (lo escribió como “IIII”, lo que le valió que fuese ejecutado por torpe. Desde aquel día y como señal de protesta de los relojeros suizos, estos han fabricado las esferas de los relojes con el “IIII”.
 
Hoja Bloque emitida en el año 2004
Serie Patrimonio Nacional. Relojes
En el montaje podemos apreciar como cada
reloj usa una numeración distinta
Al final como os dije, seguimos sin saber cuál será la versión de esta historia que podemos dar como válida. Leyenda, realidad,…., ó simplemente cuestión de estética y elegancia al realizar un reloj. Dejo que cada uno de quienes han leído este pequeño artículo, de su opinión particular. Lo que sí es claro y evidente es que cuando llevamos a cabo una colección temática, a veces los pequeños detalles son los que marcan la diferencia.

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