Apuntes
Filatélicos (Publicado en el Semanario Canfali Marina
Alta. 27.03.2021)
EL
CORREO….ESE GRAN INVENTO MAL SERVIDO
Por
José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico
El servicio postal actual
puede que tenga sus deficiencias, pero nada que ver con aquel correo que servía
a las poblaciones de la comarca de la Marina Alta, a finales del Siglo XIX.
Con una orografía abrupta
en algunos tramos, caminos polvorientos y no exentos de dificultad, y un paso
de una complejidad muy alta para atravesarlo como el del Collao de Calp, el correo entre Alicante y Denia a finales del
Siglo XIX, era toda una odisea de servir. Un recorrido que en 1879, una parte,
Alicante-Altea, se realizaba en carruaje, y que entre Altea y Denia era por lo
general “a caballo”, con una tardanza no superior a 19 horas como marcaban las
condiciones establecidas.
Sendas cartas circuladas en la Comarca. Siglo XIX.
Colección Juan Llácer (Alcoy)
En Benissa encontramos
quejas en la prensa de que en 1882, un “…impúbero niño de 12 años…” reparte la
correspondencia en la población (El Eco de la Provincia. 27.10.1882), al
parecer nieto del que hacía la función de cartero en la población. Pero al
parecer era tradición que fuese así pues pasados unos años, el periódico local El Centinela en 1901, publica una nueva
queja, esta vez redactada por su Director, el
Capitán Cabrera, quien hace ver que la cartería de Benissa regentada por un
tal Felipe Ivars, es su hijo quien se encarga de llevar la cartas y paquetes de
un lado a otro.
Información que aparece en el interior del libro “Diccionario Postal de la Provincia de Alicante”
Quienes más sufrieron este
“mal servicio postal”, fueron los periódicos de la época. ¡Bueno no todos! Los
que su línea editorial iba en contra de los intereses de los otros. Así por
ejemplo “El Canfali”, el otro, el que
se editó en Benidorm a finales del Siglo XIX, lleva muchas pequeñas crónicas en
las que describe como algunos suscriptores tardan en recibir el periódico, o
simplemente no les llega. Y eso que desde el año 1867, una Circular de Correos
(28.03), indica que aquellos funcionarios de Correos que extravíen o permitan
el retraso en el envío de periódicos, serían severamente amonestados.
En mayo de 1882, “El Constitucional de Alicante” describe
una situación que refleja bien la situación que nos ocupa. Cierto Diputado que
envía con frecuencia correspondencia de Madrid a Benissa, ha de hacerlo
enviándola a la población de Teulada porque es la única forma de que le llegue
al destinatario, y la misma crónica afirma que el “…el cartero de la población está
instrumentado por los conservadores…”.
Incluso, el propio
servicio de correos en sí entre Dénia y Alicante, es fruto de críticas. En 1886
se sabe que la situación era “penosa”, si bien la correspondencia que se
despachaba desde Dénia hacía poblaciones de la comarca camino de Alicante, se
hacía a lomos de caballería, dejando las valijas sin cuidado allí donde debían
para que los carteros-peatones las recogiesen y las distribuyesen según
procedía. Estas valijas, incluso se depositaban en el polvoriento suelo de las
posadas o tabernas, y no eran recogidas hasta horas más tarde. “El Graduador” de Alicante (18.11.1886),
menciona el hecho de que cierto cartero-peatón de una población de la comarca
que no menciona, recibida la valija mandó a su hijo en la Tartana para que
llevase las cartas a Dénia. Con cierta ironía apunta el periodista que, cualquier
día este mismo cartero envía al animal solo que seguramente ya sabe el camino y
con ello se ahorra dinero.
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