LOS
SELLOS DE CORREO…
¡ESE
PELIGROSO INVENTO!
Por José Ivars Ivars /Divulgador e
Investigador Filatélico
A finales del Siglo XIX y principios del XX, aquello de ser filatelista debió ser una tarea no exenta de peligros. Incluso el mero hecho de usar los sellos para el franqueo y llevárselos a la lengua, humedecerlos y ponerlos en la carta para que pudiera circular franca, según noticias de la época, resultaba cuanto menos un riesgo para la salud de uno mismo.
Recientemente he podido ojear el periódico balear, “El Vigía Católico” fechado en Ciudadela (Menorca) el 14 de julio de 1900, donde en su primera plana y sin firma alguna, se inserta un artículo bajo el titulo “Varias Cosas”, en las que el periodista parece informar de noticias del mundo en aquella época.
Entre estas noticias que comenta, aparece una muy curiosa, en la que no se sabe bien cuál parece la finalidad del mismo, pero me decanto por pensar que o bien no veían con buenos ojos a la reciente “manía” por coleccionar sellos o veían indecoroso el hecho de que para pegar sellos a las cartas, la goma se humedeciese con la lengua.
Y nos aporta una, sin lugar a dudas, curiosa información de la que no sabemos si es verídica o simplemente una “Bola Papal”, a cerca de la filatelia. Parece ser que en 1900 (o finales del XIX) entre los filatelistas, se habían dado casos de “Tisis”, y por lo que se lee, un tal Busguet (del que no hemos podido constatar ni quién fue ni a que se dedicó), realizó ciertos experimentos de laboratorio consistentes en inyectar a conejos, el liquido procedente de haber puesto en remojo con agua destilada algunos sellos de correos. ¡El resultado da miedo! Como para pensarse muy bien, ser filatelista en aquellos años. Los conejos al poco tiempo de ser inoculados con la goma, empezaron a mostrar síntomas de tuberculosis, con el desastroso final de fallecer a los pocos días.
Si tras esta noticia, la filatelia
balear no sucumbió en el intento y prosiguió haciendo lo que más les agradaba y
les hacía disfrutar, hasta nuestros días, es para que a la Filatelia se le
considere como más que una ciencia.
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