Apuntes Filatélicos (Publicado en el Semanario Canfali Marina Alta de fecha 24.07.2021)
EL
CORREO POR EL INTERIOR DE LA COMARCA
Por
José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico
Si partimos de la base de que tanto en el Siglo XVIII
como en el XIX, el correo en la Comarca de la Marina, seguía el eje que unía
Alicante y Dénia, casi siempre por la costa, o que procedente de Valencia lo
hacía también por la conducción más llana posible, cabe pensar que algo se
debió de hacer con todas esas poblaciones que no estaban en el recorrido más
habitual de “la posta” de la época.
Antigua cartera de cartero o peatón conductor |
Pero la situación geográfica de esta Comarca de La
Marina, y sus caminales polvorientos y difíciles de transitar, no debió de
ayudar en la tarea de estos carteros ambulantes que a diario realizaban su
cometido y no siempre con una compensación económica suculenta.
Desde 1839, una circular de Correos indicaba que para
ocupar uno de estos puestos de “Peatón-Conductor” de la correspondencia, era condición
imprescindible el saber leer y escribir, algo que no todo el mundo en aquellos
tiempos podía afirmar ser hábil en lectura y escritura. Correspondía su
nombramiento al Gobernador de la Provincia, teniendo en cada caso determinada
una ruta y unas poblaciones a las que servir.
Era norma por entonces que estos humildes servidores de
lo público, además de los honorarios correspondientes, que era de unas 365
pesetas anuales a finales del Siglo XIX, recibiesen lo que era conocido como el cuartillo, por el servicio prestado
en la entrega a domicilio. Este pago “extra” dejo de ser obligatorio a
principios del Siglo XX.
Pero a la vista de los datos cotejados, con nombres y
apellidos de algunos de estos “peatones-conductores” que sirvieron por las
carreteras y caminos de nuestra comarca, no debió ser un trabajo por el que la
gente optase con muchas ganas, por el número de bajas que se daban entre el
personal solicitante de las plazas que se iban anunciando.
Detalles de los anuncios publicados en el Periódico EL LIBERAL sobre los nombramientos de Peatones-conductores en la Comarca |
El 29 de septiembre de 1881, se anuncia que se cesa al
peatón de la correspondencia, Manuel
González, quien hacía el recorrido de Ondara a Miraflor, Setla y Mirarrosa.
En su lugar se nombró como sustituto a Antonio
Camaso y Perillo, el cual por este servicio iba a cobrar un sueldo anual de
200 pesetas. Ese mismo año se tiene constancia de que un tal Juan Torres Martí, que servía en la ruta
Ondara a Benidoleig, cesa en su trabajo para ser nombrado en su lugar a Salvador Carrero Fernández. Pero no
debió ser algo muy rentable cuando meses después, en julio de 1882, esta plaza
ya estaba vacante.
En lo referente a conocer a aquellos hombres que se
patearon la comarca para dar un esencial servicio como lo era el postal,
tenemos que en marzo de 1884, es nombrado para la ruta de Pego a Forna a Francisco Costa Alsina y a Pascual Dominguez Vicens quién cubría la ruta de Pego a Vall de Ebo. Cabe recodar que
por entonces Pego ya era Estafeta de Correos.
Bicicleta de Correos usada habitualmente por los carteros rurales |
De la ruta de Pego a Vall de Ebo, Alcalá y Beniaya, la
prensa de la época (El constitucional), informa de que José Bañuls Ferrando, no se personó a su toma de posesión del cargo
por lo que Correos dejó sin efecto su nombramiento. Eso mismo sucedió con los
nombramientos de José García que iba
a ocuparse del recorrido de Pego a Murla (1886), el de Francisco Sala Pastor, para la ruta de Pego a Parcent pasando por
Rafol, Sagra y Forna (1886). La noticia no especifica las razones que pudieron
tener para no presentarse al puesto.
Otras de las rutas postales que cubrían a finales del
Siglo XIX los “peatones-conductores”, fueron solicitadas por Jaime Buigues Andrés para cubrir la ruta
de Gata a Jávea (1886), y Miguel Salva
Noguera para la conducción de Pedreguer a Lliber. Este último estuvo apenas
unos meses en el cargo dado que en diciembre de 1886 es nombrado en su lugar a Francisco Meri Vives, quién sería
sustituido un mes después por Pedro
Femenia Sanchis (El Graduado. Enero 1887).
Esta conducción entre Pedreguer y Lliber, pasando por
la Llosa de Camacho, Alcalalí y Jalón, no tuvo un personal que aguantase mucho
el puesto. A los continuos cambios de “peatón” que ya hemos mencionado, hay que
añadir en octubre de 1887 cesa Pedro
Femenía y en su lugar se nombra provisionalmente a Juan Bta. Perrá Gadea, quién dejó el cargo un mes después,
noviembre 1887, y en su lugar se nombra a Miguel
Salvá Nogueras.
Algunas de estas plazas, eras ocupadas por personal
militar que se licenciaban, y que por la ley de 10 de julio de 1885 (y otras
anteriores), el Ministerio de la Guerra les otorgaba ese privilegio de ocupar
un destino laboral civil, por los servicios prestados. Ejemplo de esta
situación fue el nombramiento de Cartero de Calp, del Sargento Miguel Bordes Ausina, nombrado el 1 de
octubre de 1898.
La historia de aquellos peatones-conductores que entre
mediados del Siglo XIX y principios del XX, recorrían caminos, sendas y
senderos para que a ningún habitante de la comarca le llegase el correo
puntualmente, es un capitulo de nuestra historia por escribir. Fueron gente que
vieron en ello una posibilidad de sacar a sus familias adelante, pero que las
dificultades del entorno, los escasos medios con que contaban y la corta
remuneración económica a la que tenían derecho, les hizo sucumbir en la mayoría
de las veces, en el intento de ejercer de carteros. No son casos aislados que
solo sucedieron en nuestro entorno. Muchas son las poblaciones de toda España
en las que durante este tiempo descrito, el correo llegaba con dificultad. Pero
la evolución de la sociedad hizo mejorar este servicio que tanto bien ha dado a
la humanidad.
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