03 julio 2021

HISTORIA DEL CORREO EN LA COMARCA: 1914 Y LAS NUEVAS CONDUCCIONES

 

Apuntes Filatélico (Canfali Marina Alta 03.07.2021)

1914: CORREOS REESTRUCTURA EL CORREO EN LA COMARCA


Por José Ivars Ivars

 

Detalle de la noticia con las modificaciones
establecidas a partir de 1914

No solo fue en 1914 cuando la Dirección General de Correos y Telégrafos realizó ciertos cambios o modificaciones en los servicios que prestaba en nuestra comarca, ni tampoco fue algo exclusivo de esta zona nuestra. El servicio postal en España, desde que entró a formar parte del Estado con el reinado de Felipe V, como un servicio público, ha tratado de ir mejorando en la medida que le fue posible para que el servicio haciendo su cometido, llegase puntualmente.

Casi a finales del año 1914, con la inauguración de la línea del “Trenet” entre Alicante y Altea el 28 de octubre, y posteriormente al año siguiente, el 11 de julio con la llegada del ferrocarril desde Alicante a Dénia, el transporte de la correspondencia entre ambas ciudades y aquellas por la que transcurre la línea y tienen parada, iba a sufrir una de las alteraciones más importantes de cuantas se recuerdan, especialmente por el drástico cambio que ello supuso al llevar este ferrocarril sus propios vagones “ambulantes”, evitando así que el correo fuese transportado en carruaje o caballos, como se hacía tan solos unos años antes.

Ese mismo año de 1914, Correos acomete una serie de cambios en toda España, siendo significativos los que introduce en la conducción de la correspondencia entre Alicante y Dénia. La noticia de estas reformas postales, fueron anunciadas con todo detalle en la prensa de la época, y así tenemos que el diario “La Correspondencia de España” de fecha 20 de abril de 1914, da una información muy válida para el estudio del Correo en la Comarca, a la vez que nos modifica lo conocido hasta entonces.

Portada del Periódico que dio cumplido detalle
de los cambios que se iban a establecer
La Correspondencia de España (20.04.1914)
Archivo Ifac Filatélico

El redactor de la noticia, da la información que la Dirección General de Correos y Telégrafos hace pública, anunciando entre otras cosas “…la suspensión de la conducción (del correo) de Alicante a Vergel, con hijuela de Ondara a Dénia…”. Esto hay que entenderlo como que con este anuncio se suspende la concesión para el transporte de toda la correspondencia, ida y vuelta, en vigor desde diciembre de 1913, con el haber anual de 7.399 pesetas. Y aunque podamos pensar que siendo Dénia la Estafeta Principal de Correos en nuestra Comarca allá a finales del Siglo XIX, esta línea que partiendo de Alicante llevaba la correspondencia a toda la comarca, tenía su final en Vergel, para posteriormente ser transportada por “peatón-conductor” hasta Dénia.

Otro de los cambios que se anuncian es el de la “…creación de la conducción de Pego a Benisili…”, pasando por la poblaciones de Absubia, Benirrama, Benialí, Benisivá, La Carrocha y Patró, aunque en realidad más que la creación de una conducción nueva de la correspondencia, como nos quiere hacer ver el periódico que seguramente publicó la información directamente de Correos sin constatar datos antiguos, lo que se hizo fue ampliar esta antigua conducción del correo que durante la segunda mitad del Siglo XIX, partiendo igualmente de Pego llegaba hasta Benialí (Canfali Marina Alta 29.05.2021).

Pero la modificación más destacable en cuanto a cómo se desarrollaba el Correo en la Comarca entre finales del Siglo XIX y principios del XX, está la suspensión de la concesión de la conducción entre Alicante y Dénia que se solía subastar para su gestión de forma total entre ambas ciudades, y a partir de abril de 1914, Correos decide dividir por tramos este servicio. Así tenemos que partiendo desde Alicante se crea la conducción hasta Villajoyosa, desde aquí se gestionará otra conducción que llevará la correspondencia hasta Benidorm y Altea, y ya desde esta última, la gestión de la conducción de la correspondencia deberá cubrir las poblaciones de “…Calpe, Benisa, Teulada, Gata, Pedreguer, Ondara y Vergel…”, y desde esta con hijuela por Ondara hasta Dénia. Un mismo recorrido pero que debieron llevarlo a cabo diferentes personas o empresas con un mismo cometido: hacer llegar y recoger las cartas a toda la Comarca.

Tartana de Carlos Peretó que hacía la ruta Patró-Pego, y seguramente 
se encargaba de llevar la correspondencia en la ruta (1918)
Fuente: Facebook/Redes Sociales


El hecho de que estas modificaciones no mencionen en absoluto el resto de conducciones que ya estaban establecidas como tales en la zona, no quiere decir que no se ejecutasen; debieron continuar con su práctica habitual.

La noticia además, nos deja cierta información igualmente valiosa para conocer y estudiar como fue el Correo de antaño en nuestras poblaciones más cercanas. De la nueva conducción creada entre Pego y Benisilí, nos indica que esta tenía un recorrido de 24 km., que debían de hacerse en carruaje (lo abrupto de la zona no debía aconsejar hacerse a pie), y contaba con un haber anual de 619,25 pesetas. En cambio el recorrido entre Alicante y la capital de la Comarca, Dénia, se gestionaba “a caballo”, que partiendo desde Altea debía recorrer un total 42.25 km., hasta llegar a Vergel, más los 8  km. que restaban para enlazar con Ondara y Dénia, y por este trabajo el contratista percibiría el haber anual de 2.649 pesetas.

Unos cambios para el correo de la época que poco tiempo iban a durar. Al menos en la conducción principal entre Alicante y Dénia, este servicio llevado a cabo “a lomos” de caballería tenía los días contados. Con la incorporación del ferrocarril en la comarca, no solo se le dio una más asequible salida de viajeros de poblaciones de la comarca hacía Alicante, sino que facilitó mucho el traslado y entrega de la correspondencia. El ambulante Alicante-Denia (y viceversa) transformó un servicio público que precisó de mucha gente para llevarlo a cabo durante gran parte de los siglos XIX y XX. El progreso cambió no solo la fisionomía de una comarca que tenía en el “Marcarat” una dificultad montañosa de difícil acceso, sino el devenir de su gente y del correo. Atrás quedaron aquellos viajes entre Dénia y Altea en la década de los años 80 del Siglo XIX, donde la correspondencia en mulos a través de un solitario y escabroso camino montañoso, recogiendo y dejando la correspondencia a su paso por las carterías de Jávea, Benitachell, Teulada, Benisa y Calpe (y viceversa), donde el “peatón” de cada cartería salí al encuentro de la correspondencia y entregaba la generada en la población. Eran otros tiempos y otra forma de entender el transporte de la correspondencia. Historia viva de nuestros antepasados que no debemos dejar en el olvido.

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