Apuntes
Filatélicos (Canfali Marina Alta de fecha 21.08.2021)
EL
CORREO EN BENISSA SEGÚN “EL CENTINELA”
Por
José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico
¡Ni en el Riff! Así titula D. Francisco de Asís Cabrera
el primer artículo que publicado en “El
Centinela” (nº 2. 12.08.1901), nos hablará de cómo funcionaba el correo en
Benissa a inicios del Siglo XX. La verdad es que no solo habla de cómo estaba
el correo, sino que hace una descripción bastante exacta, a modo de diario de a
bordo, de cómo vivió Benissa y gran parte de la comarca, aquellos años de
finales del XIX y principios del XX, donde el caciquismo todavía era una
práctica habitual en el devenir diario de la gente de Benissa, y de ello el
correo no se libró fácilmente.
Lógicamente a través de las páginas de El Centinela
(1901- 1906), su editor, el Capitán Cabrera, ejerció mientras pudo y le
dejaron, una férrea lucha por denunciar algunas injusticias que a su criterio
se estaban cometiendo en Benissa (y otras poblaciones), y que mejor forma de
hacerlo que a través de la prensa, y en esta ocasión de su Semanario.
Cabecera del Semanario "El Centinela" (1901-1906) |
En el citado primer artículo, donde en primer lugar
manifiesta que los originales del periódico enviados a la imprenta de Alicante
no han llegado, describe cómo funciona la Cartería de Benissa por entonces.
Describe que esta, estaba regentada por Felipe
Ivars Oliver, pero que al ser elegido como concejal del consistorio
benissero, se nombró cartero de Benissa a su tío Juan Ivars Ausina. Cabe apuntar del tal Felipe Ivars, que ejerció
de Concejal del Partido Conservador, contrario a la ideología política que
militaba Cabrera, y que en realidad quién distribuía las pocas cartas que
llegarían por entonces, era un hijo de este, de corta edad.
Prosigue su particular descripción, apuntando datos
interesante para la historia del correo en Benissa, donde destaca que a pesar
de haber sido nombrado como nuevo cartero el tal Juan Ivars, el buzón seguía
estando en la vivienda del concejal, del que dice ser “…una calamidad como cartero, por
ser demasiado condescendiente con sus amos y señores…”, y este por
consiguiente recibía diariamente la valija, pudiendo abrir y conocer los
destinatarios de las cartas que llegaban a la villa de Benissa. Y así sucedía,
que según de quién se tratase, las cartas se perdían, o se entregaban tarde, ó
nunca aparecían. Y lo mismo para la correspondencia saliente.
Aspecto de Benissa a principios del Siglo XX |
Cabrera sin duda no culpa directamente al cartero en la
sombra, Sr. Ivars Oliver, porque no fue en el buzón de la cartería donde
depositó los originales, sino que los entregó directamente a la valija, y por
tanto los extravíos se hacían en cualquier otro lugar del recorrido que el
correo hacía entre Alicante y Benissa. Con cierta ironía dice haberle dicho al
conductor de la valija “…que mire si tiene algún descosido porque va
perdiendo mucha correspondencia…”
El Centinela aporta una información de primera mano
sobre la Historia del Correo en la Comarca, una información que difícilmente se
podría haber conseguido de no haber sido por todas esas quejas para una mejora
de la calidad de vida de los benisseros que a través de la pluma, Cabrera supo
trasmitir. En fecha 7 de septiembre de 1901, manifiesta que Benissa debería
dejar de ser una simple cartería, para pasar a ser ya por fin una Estafeta. Y
como ejemplo describe el recorrido que hacen las cartas que procedentes de
Madrid o Alicante y con destino a los vecinos de Senija, Lliber, Jalón,
Parcent, etc., pasan de camino a Pego por Benissa, pero es en Pego (por ser
esta Estafeta de Correos ya desde finales del Siglo XIX), donde un peatón las llevará a las citadas
poblaciones, con el retraso que ello conlleva. Cita además que por entonces, el
cartero de Benissa todavía cobraba del consistorio, y su nombramiento no era
muy ortodoxo, frente a los de Vergel, Gata de Gorgos y Teulada que ya lo hacían
del Estado. ¡Cabe que esta fuese una forma de que el caciquismo controlase el
correo!
Puede que esta plegaria de críticas, junto a muchas
otras, dieran sus frutos, y El Centinela de fecha 1 de abril de 1902 anuncia
que la Cartería de Benissa pasa al control del Estado y es nombrado para el
cargo de Primer Cartero Oficial de Benissa a D. Cayetano Cervera Pineda,
más del gusto de Cabrera por su afinidad política, pero del que destaca su
honradez que demuestra con el ejemplo de que, al iniciarse en el cargo, Cervera
recibió en los primeros días un sobre en el que se podía leer “…para el Administrador del ramo. Benisa…”,
y al abrirlo el mismo contenía un billete de 100 pesetas, que bien pudiera
haberse quedado por ser él el actual cartero de la villa, pero dedujo que no
era para él sino para su predecesor, a lo que se apresuró a entregarle la carta
y su contenido.
D. Cayetano Cervera. Primer Cartero "Oficial" de Benissa |
Poco duró Cervera en el cargo. El propio Cabrera
escribe en El Centinela del 28 de febrero de 1903, que los Conservadores se han
salido con la suya, y Benissa tendrá un nuevo cartero. No menciona nombre
alguno, pero si hace hincapié en que será de la total confianza del Sr. Torres
Orduño.
No solo del correo y sus tejemanejes nos habla El
Centinela. También da detalles de cómo se gestionó la llegada del Telégrafo a
Benisa (mediados de 1902), pero como se politizó también la gestión de la
misma, que los Conservadores trataron por todas de que fuese uno de sus hombres
de confianza quién se hiciera cargo de ella. Un avance este de la comunicación
por cable, que comunicó Benissa a todo el mundo civilizado, a tenor de las
cifras que del mismo tenemos de 1905 donde se llegaron a cursar entre
telegramas nacionales como internacionales, cerca de 1200 telegramas, y se
recibieron otros tantos.
Tal vez una de las noticias que más nos puede
sorprender a quienes gustamos de buscar todo aquello que sobre nuestro correo
se conoce, se sabe o se publicó, es la noticia de que quien fuese Administrador
Principal de Correos de Alicante D. José Barroeta, en agosto de 1906
dejaba la ciudad por ascenso en la jerarquía de Correos, resultando que el Sr.
Barroeta estaba casado con una benissera de la que no indica ni nombre ni
familia, desconociendo si fue en segundas nupcias, dado que sabemos que su
primera esposa se llamaba Dña. Teresa Ruiz y Carratalá de Barroeta, falleció en 1887.
Nada como quién lo vivió en primera persona para que
nos lo dejase por escrito, y hoy poder darle forma a nuestro pasado postal.
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