Apuntes Filatélicos
EL
CORREO POR “ZEPPELÍN”
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
Está de moda ahora eso de las fotos inéditas,
instantáneas que nunca antes habían sido mostradas, o tal vez si se hizo, poca
gente les prestó la debida atención. Lo de recuperar gráficamente la memoria se
está imponiendo en las redes sociales, y eso está animando a quién posee
fotografías antiguas, a ir mostrándolas para que quienes vivieron esas
instantáneas, refresquen la memoria, pero quienes no lo vivieron, descubran que
hubo un pasado muy diferente a lo actual.
Así pasó con la fotografía que ilustra este artículo, y
que Canfali Marina Alta ya mostró en su momento. La imagen pertenece a la gran
colección que posee el calpino Joaquín Vázquez Boronad, “Jackycalp”
coloquialmente hablando, y en ella podemos ver una imagen en blanco y negro
tomada desde una de las habitaciones del desaparecido Paradero de Ifach. Lo
realmente llamativo de la imagen casi pasa desapercibido. Cabe que los turistas
que cámara en mano inmortalizaron el momento, solo pretendiesen llevarse un
recuerdo de esa mole calcárea llamada “Ifac” ó cabe que se asomaran a la
terraza de la habitación sorprendidos por ver aquel majestuoso aparato surcando
los aires, que en términos aeronáuticos se conocía como “Zeppelín”.
Filatélicamente hablando, estos vuelos propiciaron
numerosas cartas y documentos postales que los estudiosos del Correo Aéreo,
estudian con detenimiento, para conocer no solo el vuelo que las transportó,
sino además la ruta que el Dirigible llevó, y cualquier detalle que enriquezca
sus colecciones.
Podemos afirmar que los vuelos con Dirigibles tienen
dos etapas claramente definidas. La primera de ellas se encuadra entre los años
1900 y el inicio de la I Guerra Mundial, y se caracterizó por un uso más
comercial y de pasajeros. No sería hasta el año julio de 1908 cuando por
primera vez se usó este novedoso medio de comunicación para el transporte de la
correspondencia. Lo haría el denominado LZ4 y no cesarían en su cometido postal
hasta que en 1914 estallase el conflicto bélico en Europa, y tan solo se
usarían en aspectos militares.
Finalizado la I Guerra Mundial se retomaría el uso
postal de las aeronaves y durante décadas sería uno de los medios de
comunicación más rápidos para la conexión postal entre Europa y América. Este
servicio aéreo postal, sería además dotado de numerosos matasellos que se
estampaba sobre la correspondencia, dando lugar a verdaderas joyas de la
filatelia.
La época dorada de los Dirigibles, corresponde al
periodo de 1928 a 1936, tiempo que prestaría servicio ininterrumpidamente el LZ
127 o también conocido como “Graf Zeppelín” y que surcaría todos los cielos del
planeta, destacando los vuelos transoceánicos que llevo a cabo en este periodo
de tiempo, donde saliendo de Friedrichshafen (Alemania) tenía como destino a
Lakehurst (New Jersey), con escala en Sevilla y paso por Cabo Verde y Rio de
Janeiro, y regreso a Alemania por la misma ruta. En este trayecto, aunque sin
escala, la ruta que tomaba era la del mediterráneo, sobrevolando las ciudades
de Barcelona y Alicante, y como vemos en la fotografía, pasando muy cerca de
Ifach.
De su escala en Sevilla, el Corre Español se sirvió
para acordar el transporte de la correspondencia que desde España se dirigiese
a América, y por Real Orden del Ministerio de la Gobernación de fecha 9 de mayo
de 1930, se fijaron unas tarifas para el envío de correspondencia a Brasil con
un importe por carta de hasta 20 gramos de 8 ptas., y de 4 ptas., para las
tarjetas postales. Para el envío de correspondencia a Estados Unidos, las
tarifas fijadas en la misma Orden Ministerial, era del doble de la fijada para
Brasil.
Los estudiosos de esta línea postal, suelen quejarse y
con razón, de que España perdió una gran oportunidad, que otros países si
supieron aprovechar, caso de Alemania, y siendo una de las escalas oficiales
que tenían estos largos viajes transoceánicos, el correo español nunca emitió
sello alguno ó matasellos alusivo a la correspondencia cursada a través de
estas grandes naves.
Filatélicamente, en cuanto España se refiere, tan solo
una reimpresión de las habituales en la época, tienen referencia con este
sistema de correo aéreo, en la que se puede leer “Primer Correo del Zeppelín en
Barcelona. 07.V.1933”, en conmemoración no de la ruta completa, sino de una
viaje programado a la ciudad de Barcelona en la fecha indicada. Pero esta
impresión se puede considerar como fantasía puesto que el vuelo programado a la
Ciudad Condal, nunca llegó a llevarse a cabo. Tan solo un sello de los puestos
en circulación en la época, llevaba como imagen un Dirigible. Corresponde a la
emisión de 1938 de los sellos de “Beneficencia” sin poder de franqueo.
El último gran Dirigible que llevaría correspondencia,
fue el LZ 130 Graf Zeppelín II, que estuvo tan solo unos meses en
funcionamiento desde octubre de 1938 hasta agosto de 1939, realizando tan solo
30 viajes todos ellos dentro de territorio alemán.
Ahora ya sabemos que aquel aparato sobre el cielo
calpino que captó la cámara desde el Paradero de Ifach, consciente o
inconscientemente, nos habla hoy de una época en la que el correo viajó a bordo
de unos aparatos increíbles que no dejarían indiferentes a nadie que los viese
volar sobre el cielo.
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