17 marzo 2023

Lo que la Prensa nos contó (Nº 23). LOS SOBRES QUE SE SALVARON DE LA QUEMA

 

Lo que la prensa nos contó… (23)

SALVADOS DE LA QUEMA

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Detalle de uno de los listados
de las cartas "salvadas" de
la quema que se publicaban en el
B. O. de Burgos
(30 de abril de 1853)

Al poco de iniciar esta sección que parece tener tanta aceptación, e incluso algún que otro adepto o como yo le llamo “tan curioso por la filatelia como yo”, surgió un tema del que muchas veces hemos oído hablar, el de la correspondencia “sobrante”, que terminaba pasto de las llamas allá por el Siglo XIX, y que con el tiempo y las aportaciones de los amigos, uno llega a entender que el quemar la correspondencia era la única forma de preservar la inviolabilidad del correo, puesto que si todos esos kilos de papel, hubieran ido a parar al reciclaje para pasta de papel, seguramente el papel del secreto que el correo ofrecía, no se hubiera podido preservar.

Ya en el artículo, que para quién lo quiera leer se publicó en Ifac Filatélico el 30 de enero de 2023 (1), se hablaba incluso de que la quema que se realizaba a las afueras de Madrid, estaba custodiado por fuerzas del Orden Público.

Recientemente una búsqueda de un tema que me interesaba, dio con la sorpresa del hallazgo de una serie de listado de cartas que por una u otra razón, se libraron de una de estas quemas de cartas “sobrantes”. El listado, en este caso concreto, fue publicado en diversos Boletines Oficiales de Burgos (2) (también aparecen los mismos listados en otros Boletines de diferentes provincias españolas), y es digno de leerlo y releerlo, porque la información y datos que aporta, a más de uno le podría servir para temas de historia postal, e incluso de estudio de las tarifas de la época.

En  el primero de los boletines citados, el Nº 29 de fecha 08 de marzo de 1853 (Pág. 2 y 3), se hace una introducción o justificación al primero de los listados que se publican. Se cita la Real Orden del 29 de septiembre de 1852, por la cual se autoriza a la Dirección General de Correos a “…para abrir e inspeccionar las cartas dobles de los años 1848, 1849 y 1850, sobrantes en las Administraciones de Correos por no haberlas reclamado las personas a quienes se dirigían…”. Se justifica este hecho para salvar de la quema documentos de interés que pudieran contener.

Y efectivamente, el listado que publica los B.O. de Burgos citados, da detalles no solamente del contenido de las cartas que por lo que había en su interior merecían no ser quemadas, sino también su procedencia, quién la envía y quién la recibe, así como el porte marcado en el sobre, o sobre-envuelta. Tengamos en cuenta que por los años a que corresponden las cartas mencionadas, 1848-1850, estas no llevaban en España todavía sello alguno, por lo que quién debía satisfacer el porte era el destinatario.

Boletín Oficial de Burgos. 03 de junio de 1854. Listado y detalle de las cartas salvadas de la quema.

Y no son ni una, ni dos, ni tres. En estos 10 Boletines, se describe los datos de 455 de estas cartas salvadas de la quema. Cartas cuyos contenidos por lo general son documentos acreditativos de pagos, letras, pagares, nombramientos o ceses, cédulas, títulos de Bachiller, etc., y con procedencias de todos los rincones de España, incluso del extranjero, y con destino a tantas otras ciudades y localidades de España.

El detalle de los portes que van marcados en estas cartas es digno de estudio. No siendo experto en tarifas postales de esa época, seguro que quienes lo son, le sabrán sacar el partido que dicha información ofrece.

Pero estas publicaciones prosiguen. Una nueva remesa de cartas “salvadas”, esta vez del año 1852, es publicada en diversos boletines del año 1854(3), todas del mismo estilo, con la misma información, con tantos detalles que su lectura se hace amena e interesante. Todo un hallazgo del que un servidor desconocía su existencia, y que ayuda a conocer mucho mejor como actuó la Dirección General de Correos frente a las miles y miles de cartas que por una u otra razón, no se recogían o se rechazaban cuando el cartero las entregaba.


Notas:

1.    http://ifacfilatelico.blogspot.com/2023/01/lo-que-la-prensa-nos-conto-quemando-el.html.

2.    B. Oficial de Burgos Nº 29 (08.03.1853), Nº 30 (10.03.1853), Nº 34 (19.03.1853), Nº 39 (31.03.1853), Nº 52 (30.04.1853), Nº 73 (18.06.1853), Nº 74 (21.06.1853), Nº 75 (23.06.1853), Nº 76 (25.06.1853), Nº 78 (30.06.1853).

3.    A partir del B. O. de Burgos Nº 66 de fecha 03.06.1854.

2 comentarios:

  1. Interesante artículo. Las primeras referencias que he visto de las cartas sobrantes, aparecen en las ordenanzas de 19 de noviembre de 1743 y en las de 7 de octubre de 1756, en ellas se dice que las cartas sobrantes, se vayan quemando después de estar un año atrasadas y no haber ido nadie a recogerlas, excepto aquellas que tengan valores o documentos importantes, que quedarán a cargo de la Administración. Los valores, si se podían vender, su beneficio pasaría a la Administración, es decir a la Renta del Estado.
    En mi opinión, todas esas relaciones de cartas son de gran interés, y seguramente los administradores, no sabían que hacer con ellas.

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    1. Gracias RAI por tus palabras. La verdad que es un mundo muy interesante para sumergirse como has hecho tu con tu investigación, que ya estoy deseando poder leer.

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