Lo que la prensa nos contó… (64)
NOTICIAS
CURIOSAS EN TORNO AL CORREO Y LOS SELLOS… ¡LO MIREMOS POR DONDE LO MIREMOS!
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
Hay noticias, que por mucho que las miremos, por muchas veces que
las releamos una y otra vez, nos van a sorprender siempre. Y esta sección que
precisamente habla de lo que la prensa nos contó en su momento sobre el correo,
la filatelia, los sellos y sus protagonistas: los filatelistas, tiene como
finalidad, el conseguir darles forma y darlas a conocer. Algunas son ya tan
conocidas que están en todos los manuales sobre la historia del correo, como el
caso de aquellos envíos que se hacían en Estados Unidos, en los que por una
normativa muy ambigua, se podía enviar por correo a personas, especialmente
niños, pero también cualquier objeto por grande que fuese, y por sorprendente
que nos pueda parecer.
Pero, las de hoy son 3 historias que aunque con cierta similitud a
las que tantas veces hemos podido leer en otras publicaciones, fueron
publicadas en la prensa española de la época, tanto en algún periódico de los
de edición diaria, como en revistas especializadas en temas postales como fue “El Cronista de Correos”.
Si empezamos cronológicamente, la primera noticia la encontramos en
el diario La Montaña, en su edición del 25 de julio de 1891, periódico
leones que hasta el redactor de la noticia se sorprende lo que puede llegar a
hacer un filatelista – de la época -, por aumentar su colección. Más que dar la
noticia, el periodista, da su opinión y muestra su sopresa al respecto. El
titular ya habla por sí mismo: “Se desea
Novia”; y cuenta que un coleccionista de sellos que dice poseer un total de
12.514 sellos, “…desea casarse con una señorita entusiasta coleccionista como él y que
posea el sello azul de un Penny de Mauricio de 1847…”. La matización al
acuerdo matrimonial es muy importante. No le sirve cualquier dama de buena
familia, no le vale que su belleza sea descomunal… ¡Solo le sirve si posee ese
magnífico sello tan buscado y codiciado incluso en el Siglo XIX!
Es lógico que quién no profesa el coleccionismo de sellos pueda
sorprenderse de lo que puede ser capaz alguien por poseer un tesoro. Así el
periodista debate cuan raros llegan a ser los filatelistas, y con anuncios como
este, es lógico que a finales del Siglo XIX, en plena expansión del arte del
coleccionismo de sellos, muchos nos vieran como una especie humana peculiar.
Las 2 siguientes noticias nos van a hablar del transporte por correo
de personas, algo de lo que ya hemos hablado en alguna que otra ocasión, pero
con la diferencia que estas noticias parecen “inéditas”, es decir, que nunca
antes las habíamos visto referenciadas en ninguna publicación o libro del ramo
de correos, ni aquellos que se han dedicado a contarnos las más peculiares
curiosidades entorno al mundo postal.
La primera está fechada en enero de 1910, o al menos esa es la fecha
del ejemplar de la revista “El Cronista
de Correos” que la contiene (1), y nos cuenta como en la ciudad de “Gortliz”,
en la región de “Silesia” (2), una mujer tras haber leído en la prensa
que cierta persona estaba dispuesta a “…adoptar un niño…”, y que las ofertas
fuesen remitidas a la “Lista de Correos”. Y eso hizo la muchacha. Se presentó
con el niño, que era hijo suyo, con la intención de darlo en adopción, y siguiendo
las instrucciones del anuncio, pretendía mandar el niño por correo a la
correspondiente “Lista de Correos”.
Al parecer la cosa llegó a mayores ya que los empleados de correos, trataban
de indicarle a la mujer que estaba equivocada, pero ella no atendía a razones.
Al final, la cosa parece que se calmó, y la criatura no viajó por correo, sino
que más bien se quedó con su madre, que es donde debía estar. Pero si es verdad
que se tiene constancia que en Estados Unidos, lo de mandar niños por correo,
se llegó a hacer en varias ocasiones, fruto de una reglamentación muy
imperfecta (3).
Al que sí que parece que mandaron por correo es a nuestro siguiente protagonista.
Bueno siendo veraces, más bien lo acompañaron a casa. La historia nos remonta a
la ciudad británica de Londres, donde un ciudadano norteamericano, que al parecer
se había perdido y no encontraba el camino de regreso, deparó en una oficina de
Correos para ver si allí, que se suponen conocen todos los caminos, calles y
callejuelas, podían indicarle como llegar a su casa, o donde fuese que residía.
La cosa parece que entonó cierta respuesta no esperada cuando la empleada de la
oficina, después de decirle que no sabía cómo ayudarle, le ofreció “…enviarle a su domicilio por paquete postal…”.
Y no debió de estar de chanza la muchacha, cuando añadió al comentario el coste
del servicio: “…6 peniques por milla”.
La cara del americano debió de ser un poema, como lo fue la mía
cuando leí la noticia (4).
Y al parecer la cosa era así. Este servicio, - según la noticia -, funcionaba
en Londres desde hacía tiempo, y consistía en que a través de un cartero-guía, y
previo pago de la tasa correspondiente y haber adquirido los sellos precisos,
el “paquete” – humano en este caso -, era acompañado y depositado en la dirección
indicada.
Ya me gustaría haber podido leer más sobre este servicio que de ser
cierto, encierra muchas más curiosidades de las que se conocen, y ya no digo
tener esos sellos que igual fueron especiales para “Missing people”.
La historia del correo y de la filatelia, no deja de sorprendernos.
Notas:
1.
Revista
de Correos. Núm. 529, de fecha 15 de enero de 1910. Página 4.
2.
Görtliz,
es actualmente una población de Alemania, y Silesia es una región de Europa
Central, ubicada casi en tu totalidad en Polonia pero con ciertas zonas
pertenecientes tanto a la República Checa y a Alemania. Hay que tener en cuenta
que la publicación es de 1910, y todavía no se había producido el
desmembramiento que supuso para Europa tras la I Guerra Mundial.
3.
Para
conocer más sobre el tema:
https://ifacfilatelico.blogspot.com/2016/05/curiosas-cosas-enviadas-y-recibidas-por.html
https://ifacfilatelico.blogspot.com/2024/10/apuntes-filatelicos-la-historia-del.html
4.
El
Cronista de Correos. Núm. 1061 de fecha 15 de noviembre de 1921. Se hace
referencia a que la noticia fue obtenida del periódico londinense “Daily Mirror”.
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