06 septiembre 2025

Apuntes Filatélicos. UNA NUEVA FORMA DE CORRESPONDENCIA EPISTOLAR QUE ESTÁ DE MODA: EL POSTCROSSING

 

Apuntes Filatélicos

LAS TARJETAS POSTALES, MODA DE NUEVO

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

En la calle está el debate: ¿Se escriben y mandan ahora más o menos cartas y tarjetas postales que antes? ¿Se ha perdido el arte y la tradición de la correspondencia epistolar? Seguramente si se compara con épocas anteriores, la respuesta será evidente: ahora, con las nuevas e inmediatas tecnologías, la comunicación es de otro tipo, ya no es tan postal como antes. Pero hay una tendencia que pretende revertir esta situación.

En lo de fomentar la escritura epistolar, la filatelia benissera lleva años de continuo posicionamiento. No hay actividad filatélica en la que no se fomente este hábito, especialmente entre los más jóvenes, algunos de los cuales se enfrentan a su primera vez frente a una tarjeta postal, donde han de poner un texto, e incluso una dirección para que esta llegue, bien sea a algún familiar o amigo. Del sello y de que Correos la haga circular, ya se encargan los filatelistas de Benissa.

Pero a nivel mundial hay una iniciativa portuguesa que arrancó en el año 2005 y que ya es toda una moda, tanto para coleccionistas de sellos y postales, como para simplemente nostálgicos que quieren que esto de escribirnos postalmente no se acabé, y nunca llegue a ser una práctica en desuso e incluso olvidada. Se conoce mundialmente como “Postcrossing”,  y consiste principalmente en una forma de recibir y enviar postales, con el añadido de que nunca sabes a quién realmente le estas escribiendo. Una forma casi anónima de fomentar el hábito de la escritura y comunicación postal, que surge de la inquietud de Paulo Magalhàes, y de su gusto por recibir correspondencia, especialmente tarjetas postales.

Todo se basa en una página web en la que – seguramente a estas alturas de moda ya habrá muchas más -, te registras y con unas normas y condiciones, vas escribiendo tarjetas postales para enviar por el correo, sabiendo que este gesto será recíproco y en poco tiempo, el cartero te llevará a casa muchas de estas. Hay quién lo define como “…una red social en la que se escribe a mano, y la comunicación es postal…”. Es una interesante incongruencia, ver que a través de una plataforma virtual se hace un llamamiento a la comunicación postal.

La tarjeta postal tiene el añadido de que es un soporte ilustrado en la mayoría de las ocasiones, y que visualmente es muy atractivo, pudiendo con ello hacer una verdadera colección de todo el mundo, con paisajes, monumentos, costumbres etc. Aquí la gracia es que nunca sabes de donde llegará la siguiente tarjeta postal.

El proyecto que arrancó en 2005, ya mueve cifras tan sorprendentes como que ya son más de 700.000 los inscritos en la web (https://www.postcrossing.com/), con más de 50 millones de tarjetas enviadas y recibidas en los más de 200 países en los que el Postcrossing ya es una realidad. Y los usuarios de esta modalidad se autobautizan como “postcrossers” – vaya nombrecitos -. Afirman que cuando te pones a ello, esto de mandar postales es como una droga, no puedes parar, quieres más.

Y la cosa es que no tiene pinta de parar. Ya vemos incluso emisiones postales dedicadas al “Postcrossing”, como por ejemplo el sello puesto en circulación por el correo austriaco en el año 2014, u otros como Bielorrusia (2021), o la colonia británica de Guernesey, Alemania, etc., que también han filatelizado este tema. España todavía no se animó a la fiesta, aunque en el año 2014, si dedicó un sello al coleccionismo de tarjetas postales. Y no solo la filatelia se ha ocupado de resaltar esta moda de escribir de nuevo tarjetas postales; hay incluso un ranking por países en el que se puede ver el número total de tarjetas postales circuladas por este sistema: a fecha de 14 de enero de 2025, las cifras de 2024 son de escándalo. Alemania encabeza este listado con 1.194.000 tarjetas postales enviadas; Estados Unidos la sigue de cerca con algo menos de 1 millón puestas en correos. España que se sumó tarde a la moda, y como siempre nos cuesta mucho de aceptar lo que llega de otros países, ocupa la posición 20ª con tan solo 45.000 postales enviadas y contabilizadas, siempre con cifras oficiales que nos llega de la propia web del Postcrossing. Y esta misma web, en una reciente comprobación de datos, nos dice que en España hay registrados un total de 7.582 miembros, que han remitido un total de 777.000 tarjetas, recibiendo la misma cantidad. Casualmente, el record lo tiene una súbdita rusa –omitimos nombre -, que vive o reside en la Costa del Sol y que ella sola ha enviado y recibido más de 16.00 tarjetas postales.

Lógicamente el precio en el envío de una tarjeta postal, que no es el mismo en un país que en otro, hace que este detalle haga más viable o no, sumarse a este sistema. Por citar un ejemplo que en las redes sociales se suele comentar mucho: mientras en España enviar una tarjeta postal a Alemania le cuesta al remitente 1,85 €, si el remitente es alemán, le costará hacer llegar la tarjeta postal a España, tan solo 0,95 €.

Lo bonito de esta iniciativa es que hay entidades filatélicas que la están potenciando al máximo. Cito por especial a la Sociedad Filatélica de Logroño, de la que varios de sus miembros son activos participantes y mes a mes dan a conocer las tarjetas postales que van recibiendo, creándose de esta forma una especial conexión ó vinculo epistolar, hasta ahora no visto.

Este año se han cumplido los primeros 20 años del Postcrossing – empezó el 14 de julio de 2005 -, y para conmemorarlo, se convocó a los usuarios de todo el mundo, una especie de concurso fotográfico con el que hacer un gran collage, donde se consiguieron cerca de 400 fotografías de todo el mundo.

La tarjeta postal nació en el año 1869 gracias al servicio postal austriaco, y poco a poco se fue introduciendo de los países que la adoptarían como una forma de comunicación escrita distinta a la tradición carta. A España esta moda de utilizar una tarjeta en el correo, llegó en 1873 pero muy a regañadientes. Establecida ya en todo el mundo, las nuevas tecnologías peligraron seriamente su existencia hasta que apareció el “Postcrossing”, y a España le sigue faltando ese empujón necesario para que esta moda, no pasajera, sea más conocida, más popular; volver a escribir a mano una tarjeta postal, debería de ser una asignatura en colegios e institutos. ¿A qué esperamos para sumarnos a esta saludable manía de escribir y a través de una tarjeta, mostrar al mundo todo lo bueno que nos rodea…?

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