Lo que la prensa nos contó… (80)
EL
CORREO HACIENDO KILÓMETROS SIN PARAR
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
Hoy me ha costado pensar como titular estas líneas, que al igual que
las muchas que llevamos publicadas en esta sección, no dejan de ser curiosas al
menos, e interesantes según para quién. Hoy nos rodeamos de 2 periódicos, con 2
temas que de entrada parecen diferentes, pero que en el conjunto son muy
parecidos y nos van a dar una visión de lo que supone el correo para la
población. En definitiva, para el correo no hay distancias, siempre y cuando sea
para dar un servicio y acometer un objetivo: entregar la correspondencia.
Para empezar el periódico alicantino La Correspondencia Alicantina,
en su edición del jueves 29 de julio de 1897, el periodista o quién redacta las
líneas publicadas se sorprende un tanto de “…lo
que anda un cartero…”, hasta el punto de darle ese título a la noticia, que
en realidad viene dada por un asunto de estadisticas y no por lo propiamente
relacionado con el servicio postal.
El articulista menciona una localidad a la que denomina erróneamente
“Leucroitre” en la que hay un
cartero-peatón, cuando en realidad seguramente se está refiriendo a la localidad
francesa de Leucate (ya que no he podido posicionar la mencionada
localidad), situada al sur de Francia. Dicho peatón, de nombre Autier, que cuenta a finales de 1897 con
la edad de 78 años, llevaba trabajando en su oficio de cartero-peatón, la
friolera 36 años, trabajo que compagino tanto como cartero rural, como cartero
en la capital (sin mencional a que ciudad se refiere, auque bien podría ser por
ascenso la ciudad de París). Y sin comerlo ni beberlo alguien, tal vez el
propio Autier, arroja la cifra de 368.880
km., recorridos a lo largo de toda su vida laborar; o como también apunta
la noticia “…9 veces la circunsferencia terrestre…”, que se sabe tiene
unos 40.000 km. ¡Ahí es nada el ordago que se han marcado tanto el periodista
como el propio cartero! Salvo que nuestro protagonista de hoy, llevase
diariamente un cuaderno con anotaciones de los kilómetros recorridos
diariamente durante esos 36 años de servicio postal, o queda dificil poder dar
una cifra y tan concreta. Pero si fue así, ¡¡¡olé por este cartero!!! 368.880
km., recorridos con los escasos medios que se tenían a finales del Siglo XIX,
unas veces a pie, o en bicicleta ó tal vez a lomos de alguna caballería.
Para el correo no hay distancia si se trata de entregar el correo.
Pero tampoco la hay según vemos en la siguiente noticia. Nuevamente un
periódico de corte alicantino, Las Circunstancias, en su edición
del viernes 30 de septiembre de 1881 (página 2), nos habla de una curiosa
iniciativa que llega desde Suiza.
Un club, no sabemos si de cartofílicos o de filatelistas, situado en
la ciudad suiza de Chaux de Fonds (Cantón de Neuchátel), ha tenido la brillantez
de coger una tarjeta postal (muy de moda en la época su uso), y enviarla por
correo para que diera la vuelta al mundo. La noticia detalle el recorrido que
se plantearon los “mentes pensantes” del citado club suizo, dirigiada a una
persona de la propia localidad, pero con indicaciones de que fuese de país en
país, o de ciudad en ciudad, hasta su regreso. Así lo hiceron constar en inglés
con el texto: “…se ruega a los señores
Administradores de Correos, que hagan seguir esta tarjeta…”.
Y al parecer la indicación tuvo su recompensa. La tarjeta salió de
Suiza en el mes de abril de 1881, y regreso a origen en el mes de agosto, con
la estampación de las marcas postales de las ciudades por las que pasaba. Pero
se debieron topar con los yanquis, ya que en Nueva York les añadieron un tirón
de orejas, diciendoles que “…la expedición de dichas tarjetas es contraria
a las reglas de la Unión Postal…”. Y no andaban faltos de razón. Con 20
céntimos (de franco suizo) que le pusieron a la tarjeta, pretendieron (y
consiguieron) que esta diera la vuelta al mundo.
Ya vemos que para el correo no existen ni las fronteras, ni las
distancias.


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