16 octubre 2021

DETALLES DEL CORREO AÉREO EN ESPAÑA Y EL BENIDORMENSE EMILIO ORTUÑO

 

Apuntes Filatélicos (Canfali Marina Alta 16.10.2021)


EL CORREO AÉREO GRACIAS A EMILIO ORTUÑO

Por José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico

 

La historia nos ha enseñado que hay personajes de los que conocemos muy poco su trayectoria o sus logros, salvo que nos adentremos en la búsqueda de información o en el estudio profundo del personaje en cuestión. Y algo así nos pasa con el benidormense D. Emilio Ortuño y Berte, del que se suele decir que su vinculación con Benidorm fue muy importante aunque naciera en Orán en 1862 cuando su padre estaba como Cónsul General de la ciudad.

De su trayectoria cabe destacar el hecho de que fuese nombrado Ministro de Fomento durante el reinado de Alfonso XIII, cargo que desempeño en el año 1920. Casado con una benidormense, su cariño a esta tierra le llevo a promover varias obras de importancia en la comarca, tales como la ejecución de la carretera que uniría la población de Pego con Benidorm.

Emilio Ortuño y Berte.
Óleo pintado por
Juan José Gárate y Clavero en 1915.
Museo Postal 

Pero con anterioridad a este cargo ministerial, Ortuño y Berte fue Director General de Correos, cargo al que accedería en febrero de 1908, cesando en el cargo a finales de 1909 pero volviéndole a nombrar de nuevo para el cargo entre 1913 y 1917. Durante el tiempo que estuvo al frente de Correos, realizaría una serie de notables cambios e innovaciones que cambiaron el desarrollo del correo en España. Bajo su dirección, destacan por ejemplo, la creación de la Caja Postal de Ahorros, un revulsivo para muchas poblaciones pequeñas que con esta creación que se puso en funcionamiento el 12 de marzo de 1916, pudieron contar con su primera entidad bancaria. También a su gestión se le debe la construcción del Palacio de Comunicaciones de Madrid (1909), hoy sede del consistorio madrileño, o el de la Ciudad del Turia, cuya primera piedra colocaría él personalmente el 11 de noviembre de 1915, la instalación de buzones en las calles de la capital, y el reclamar que todas las localidades de España contasen con su correspondiente “…Casa de Correos…”, o lo que conocemos hoy como oficinas postales. Es lógico que reivindicase esta necesidad. Siendo Director General de Correos observó que en el año 1911 de los 9.266 ayuntamientos existentes en España, tan solo 1.130 contaban con Estafeta de Correos, el resto o bien eran simples carterías o simplemente 840 de estos ayuntamientos no tenían ningún tipo de servicio postal.

Cartilla de la Caja Postal de
Ahorros

Su paso por Correos le debió de servir de mucho cuando años más tarde, en 1920, y siendo ya Ministro de Fomento fue decisivo en la instauración del Correo Aéreo en España. Un año antes y con el recelo de cierta parte del gobierno vigente, se inauguraba la línea aérea Toulouse-Casablanca, con escalas autorizadas en Barcelona, Alicante y Málaga.

Estas escalas establecidas daban derecho por acuerdo entre el gobierno español y la compañía Lignes Aériennes Latécoère, a su uso comercial, y con el lastre que suponía para el Correo el transporte terrestre, los técnicos del ente postal vieron en esta nueva forma de transporte, un revulsivo para el correo que ganaría sin duda en tiempo y calidad. Y esta nueva forma de transportar el correo, trajo añadido la emisión de los primeros sellos de “Correo Aéreo” en España, una modalidad filatélica, la Aerofilatelia, que no teniendo muchos adeptos, es muy interesante profundizar en su estudio.

Para pagar esa tarifa especial que suponía el sobreporte aéreo en aquellas cartas que iban expresamente encaminadas en estas primeras líneas aéreas postales, se ideó la creación de unos sellos especial cuyo motivo asemejase a algún tipo de aeroplano volando o similar, pero hasta que estos sellos estuvieses listos para su venta, Correos optó por sobrecargar la emisión de Alfonso XIII de 1 peseta, y los de 5, 10, 25 y 50 céntimos de peseta con la sobreimpresión “Correo Aéreo”.

Con casi 74 años y por su ideología contraria a la República, en el año 1936 fue fusilado en Madrid, sin tener una fecha exacta del vil acto, aunque en el Registro Civil aparece como “desaparecido” en fecha 31 de octubre de 1936.

Un personaje histórico que transformó el Correo en España, y que muchos de los aspectos que hoy en día los filatelista hoy tenemos en cuenta a la hora de desarrollar nuestra común afición, salieron de su buen hacer, el mismo buen hacer que hizo que en su condición de Director General de Correos, colocase a muchos de sus convecinos de Benidorm en puestos de subalternos de Correos y otros cargos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario