Apuntes
Filatélicos
DE
CUANDO OLIVA POSTALMENTE PERTENECIÓ A ALICANTE
Por José Ivars Ivars / Divulgador e
Investigador Filatélico
Quién todavía no se haya dado cuenta que la filatelia y
la historia van de la mano, es que no sabe que la una sin la otra no podrían
existir. Como ciencias que son, con la filatelia podremos descubrir de forma
amena aspectos históricos, y con la historia haremos que nociones de filatelia
nos sean más amenas. El caso de hoy es un claro ejemplo de ello.
La prefilatelia es ese periodo de tiempo anterior al
uso del sello como forma de previo pago en el envío de la correspondencia, que
a través de diferentes marcas usadas y estampadas sobre las cartas y pliegos,
nos han ido describiendo la evolución del correo desde tiempo inmemorial. El
servicio postal a lo largo de los tiempo ha ido evolucionando, y en ocasiones
adaptándose a situaciones geopolíticas. El caso de Oliva es un claro ejemplo de
ello.
Carta circulada de Oliva a Valencia con la estampación del fechador tipo 1854
"Oliva-Alicante". Fecha de salida de Oliva el 28.mar.1956.
Fuente: AFINET. Imagen publicada por "Quinosollana (02.05.2017)
Si nos centramos en su época prefilatélica, encontramos
que la primera marca que se usa a nivel local como Estafeta postal, corresponde
al periodo comprendido entre 1798 y 1818, según el catálogo especializado de
Manuel Tizón. A esta primitiva marca le sucedieron varias más y todas ellas con
indicación territorial de pertenecer postalmente a la Administración Principal
de Valencia. Y esto sucederá hasta 1854 (siempre según la catalogación de
Tizón), cuando Oliva estaba usando el conocido como Matasellos de “Baeza”.
Pero en ocasiones, lo postal y lo socio-administrativo
no concuerdan. Según el Diccionario de D. Pascual Mazón e Ibáñez de 1845-1850,
al definir a la población de Oliva lo hace en los siguientes términos “…villa con ayuntamiento de la provincia de
Alicante…”. Y no se trata de un error en la información. Según las fuentes
consultadas, la población de Oliva, fue inscrita según la división provincial
de 1822 en la provincia de Játiva (estuvo en vigor tan solo unos meses) y de la
que formarían parte poblaciones de la comarca como Dénia, Pego, Pedreguer,
Vergel, Els Poblets, Orba, Beniarbeig, entre otros, y en la de 1833 en la
provincia de Alicante, y no sería hasta una nueva división provincial en 1847
cuando pasa a la provincia de Valencia. Con lo dicho podríamos pensar que el
error si radicó en el uso de estampaciones prefilatélicas con referencia
provincial a la de Valencia, aunque nada más cierto que lo dicho anteriormente:
las demarcaciones postales en ocasiones no han coincidido con las demarcaciones
provinciales.
Detalle de la incorporación de "Oliva" a la Principal de Alicante
El 15 de febrero de 1854, se publica un Real Decreto
firmado por el Ministro Juan José Sartorius con el visto bueno de la Reina, en
el que se indica que “…por razones que ha
expuesto el Ministro de la Gobernación (…) se hace necesario armonizar (…) la
división territorial de Correos con la que rige para los demás ramos de la
Administración Pública…”. Es decir, adaptar las demarcaciones postales a
las poblaciones en función de la provincia a la que pertenezcan.
Así pues a partir del 1 de mayo de 1854, con el sello
ya establecido en España como previo pago en la correspondencia pero sin ser
obligatorio su uso en las cartas hasta el 1 de julio de 1856, Correos incorpora
como Subalterna de la Oficina Principal de Alicante, a la población de Oliva.
Esta modificación se verá reflejada sin lugar a duda en la marca que para la
ocasión se le otorga a esta subalterna y que estampará en la correspondencia
durante un periodo de tiempo no determinado, y que sustituirá a las anteriores
“prefilatélicas” ya descritas.
Sobre esta marca postal “Oliva-Alicante”, cabe decir
que se trata del conocido en el argot filatélico como “Fechador de 1854”,
creado como consecuencia de la Orden Ministerial del 16 de septiembre de 1853,
al percatarse la administración postal que los matasellos en uso en la época en
la casi totalidad estaban tan deteriorados que su estampación era ilegible para
los intereses postales. Esa situación dio pie a que en los Presupuestos de
Generales de Estado de 1854, y como partida de gastos extraordinarios, figure
la adquisición de “…600 sellos para las
Administraciones y Estafetas…”, con un cargo de 120.000 ptas.
Este fechador, realmente no se puede considerar como un
matasellos dado que el reglamento postal establecía que “…debía estamparse al lado del sello y no sobre él…”. Como
matasellos se solía utilizar el conocido como matasellos de parrilla. Sus
características son de llevar 2 círculos concéntricos, el exterior de 22 cm. de
diámetro, leyéndose en la parte superior de la corona el nombre de la
población, en nuestro caso “Oliva”, y en el inferior reservado para la
provincia que para este caso será “Alicante”. En el centro y dentro del circulo
más pequeño se indica la fecha en 3 líneas, día, mes abreviado en tres letras,
y el año en sus dos últimas cifras.
Carta con una de las marcas prefilatélicas usadas en la ciudad de Oliva (1820)
Cualquiera de estas piezas, que contienen parte de la
historia de esta población a caballo entre Valencia y Alicante, son verdaderas
joyas de la filatelia valenciana. Y una vez más a través de los sellos y su
estudio, podemos conocer la historia más cercana, la que a veces no nos paramos
a observar y que gracias a la filatelia llegamos a conocerla más a fondo.
Filatelia e historia van sin duda, siempre de la mano.
Son inseparables. Y tanto una como otra son ciencias que deberían cultivarse
más y valorarse mejor.
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