Una carta…un comentario
LA
CARTERÍA DE “BENISA” Y LA TARJETA POSTAL DE ÉPOCA
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
Siempre vamos a decir que las carterías, esas marcas “rurales” que
se usaron en la correspondencia en España entre finales del Siglo XIX y
principios del XX, tal vez sean las grandes desconocidas por el filatelista,
entre muchas razones, porque de ellas se conoce más bien poco. En realidad se
conocía más bien poco, aunque recientemente un gran trabajo del estudioso de la
historia postal, D. Rafael Mirman Castillo, bajo el título “Las Marcas Rurales en España.
Los Matasellos de Cartería Oficiales 1884-1892. Volumen I”, nos ha
puesto de nuevo sobre la pista de estas interesantes marcas postales (1).
 |
| Anverso y reverso de la Tarjeta postal circulada de Benissa a Valencia, con fecha del 20.07.1905. Marca de la "Cartería de Benisa", estampada sobre el sello |
El hecho de que estos matasellos en ocasiones solo se encuentren
sobre sellos sueltos que se han limpiado despegándolos de su suporte físico, o
en fragmento de carta, sesgan mucha de la información que nos aportarían si los
mismos estuvieran sobre carta completa o, como es el caso de hoy, sobre una
tarjeta postal de época. Y el hallazgo de esta singular Tarjeta Postal que hoy
contemplamos, bien merece estas líneas.
Nos hallamos tal vez ante una de las piezas más singulares de
cuantas se conocen de la historia postal de Benissa, en manos de algún
filatelista. Pocas cartas de finales del Siglo XIX o principios del XX, se han
salvado de la “quema” para poder haberlas estudiado a fondo, y muchas menos nos
guardan la sorpresa de verlas estampadas con la marca de la “Cartería de Benisa”.
 |
| Detalle de la marca de la "Cartería de Benisa", estampada sobre pareja de sellos |
Se trata de una tarjeta postal ilustrada, muy de la época –
principios del Siglo XX -, en la que el anverso nos ofrece una vista del Jardín
de Luxemburgo de París, con el “Pantheón” de fondo, dibujo puesto a un lado de
la tarjeta para que en la parte restante se pueda incluir el texto deseado. El
reverso, o parte destinada para los datos del destinatario y el sello
correspondiente, es el tradicional estipulado por la U.P.U. para las tarjetas
postales (2),
que por el texto que aparece, la tarjeta postal esta emitida en Francia.
Que se remite desde Benissa lo atestigua la marca “Cartería de
Benisa”, pero al ser una tarjeta postal, del remitente no se conocen datos. Va
dirigida a Valencia y está fechada – no por el matasellos que no tenía fecha -,
por quien la escribe en Benisa 20.07.1905 (3). Va dirigida a la calle del Pie de la Cruz
14-2º, calle existente todavía hoy en la ciudad de Valencia, calle que debe su
nombre a que a ella asomaba desde el Siglo XVI el convento de las monjas
Servitas de Ntra. Sra. al Pie de la Cruz (1597), demolido en el año 1940.
Anteriormente se le llegó a conocer como Calle del “Molino de Na Rovella” y
Calle de la “Bota Grossa”.
 |
Imagen de archivo de la Plaza de Benissa a principios del Siglo XX.
Fuente: Alicante Vivo. |
Es un misterio conocer quién fue aquel jovencito que escribió la
tarjeta postal, y que remitió a sus padres en Valencia – José Gutiérrez, figura
como remitente y padre de la criatura -, y cabe la posibilidad de que se
tratará tal vez de algún joven estudiante que llegó a Benissa a estudiar en el
Convento de los Franciscanos, que por aquellos primeros años del Siglo XX, era
un centro destacado para cursar estudios superiores. Por lo que la tarjeta
postal nos revela, la familia Gutiérrez tenía otros hijos más pequeños, y
además debían de contar con tal vez algún tipo de comercio en la ciudad de
Valencia, donde pudieran vender, entre otras cosas, tarjetas postales. Así las
reclama del joven a sus padres, “…hagan
Vds., el favor de mandarme una colección de postales…”. ¡No todo el mundo
en 1905, tenía una colección de postales como la que usó para escribirles a sus
padres, emitida en Francia, y no debió de pedirlas para guardarlas, sino más
bien para usarlas!
 |
Retrato de D. Cayetano Cervera Pineda
Primer cartero de Benissa
y posteriormente fotógrafo de la localidad |
El usar tarjetas postales para escribir a la familia, frente a la
carta convencional, tiene como es lógico una razón de peso: resultaba más
barato para el remitente. En el año 1905, se continuaba usando la tarifa para
tarjetas postales enviadas dentro del territorio nacional de 0,10 Ptas. (4),
frente a las 0,15 Ptas., que costaba el envío de una carta convencional para el
mismo destino. De ahí que la tarjeta
postal lleve el sello de la Serie Básica de la época, “Alfonso XIII. Tipo
Cadete”, de 0,10 Ptas., color rojo (Edifil 243).
En lo que respecta a las “Carterías”, cabe decir que según el
Diccionario Geográfico de Correos de 1855, las define como “…puntos que sirven también como depósitos subalternos (…), y los que
las tienen a su cargo se denominan carteros distribuidores, carteros
conductores, peatones, etc.,…” (5), aunque esta definición puede parecer
ambigua, no se tiene una forma concreta de definir este tipo de matasellos o
oficinas postales de la España rural, definición que a lo largo de los años ha
ido cambiando según podemos observar en el libro de Rafa Mirman (6).
Benissa en 1905, ya disponía de “Cartería”. Se tiene constancia por
la prensa de la época que con anterioridad a 1901, Benissa contaba ya con una
que regentaron benisseros como Felipe
Ivars Oliver, o su tío, Juan Ivars
Ausina, hasta que en 1902, se anuncia que “…la cartería pasa a control del Estado…” (7) (8), siendo regentada la
nueva “estafeta postal” de Benissa, por D. Cayetano Cervera Pineda. En este
asunto, cabe destacar que, realmente la cartería de “Benisa” como tal, como hoy
podríamos conocerla en el argot filatélico, la debemos situar a partir de 1902 (9).
Anteriormente era un simple funcionario municipal el que se encargaba de
recoger y entregar la correspondencia, de y para la localidad (10).
La “Estafeta de Correos” de Benissa, se crea en el año 1916 (11),
como bien refleja la prensa del momento, incluso la revista “El Cronista de Correos” – Nº 852 de
fecha 07.10.1916 -, matiza acertadamente que se suprime la Cartería.
 |
| Detalle de la revista "El Cronista de Correos" de fecha 07.10.1916, dando cuenta de la creación de la Estafeta de Correos de Benissa |
Cuando la correspondiente marca se estampó sobre la tarjeta postal
descrita, se desconoce a ciencia cierta el nombre de quién regentaba dicha
“Cartería”. Entre 1902 y 1903, el cartero de la localidad fue el Sr. Cervera –
anteriormente mencionado -. A partir de 1907, se haría cargo de este puesto, D. Juan Bta. Escobar Chust. Entre medias
de ambos, no hay datos. Lo que sí parece evidente aunque ninguna marca lo
respalde, es que la tarjeta de Benissa a Valencia, tuvo que encaminarse hasta
Dénia – más bien hasta Vergel -, donde a bordo del Ambulante
Dénia-Gandía-Carcagente, enlazaría en esta última con el Ambulante
Madrid-Almansa-Valencia.
 |
2 ejemplares de las diferentes "Carterías" que se usaron en Benissa
Colección Juan Llácer |
Filatélicamente hablando, la “Cartería” que vemos en la tarjeta
postal, es de las consideras “No Oficiales” – de iniciativa privada -, es decir
no realizada por la Administración Postal competente, con 3 líneas dentro de un
recuadro, a semejanza de otras conocidas pero nunca como las que desde Correos
se fueron estableciendo a medida que se iban creando numerosas carterías en
toda España. Con toda seguridad fue realizada por el propio cartero de Benissa
ante la falta de que se le otorgase uno de los conocidos como “Oficiales”.
Históricamente debieron ser varios los que la “Cartería de Benisa”, llegó a
utilizar que fueron cambiándose a medida que el desgaste los fue deteriorando,
y seguramente este que vemos en este artículo, corresponda al último que se usó
antes de que como Estafeta ya constase con matasellos propio.
 |
| Noticia aparecida en el periódico alicantino "Diario de Alicante" en su edición del 12.10.1916, dando cuenta de la creación de la Estafeta de Benisa a cargo del cuerpo de Correos |
Tal vez nunca sepamos el nombre de quién tuvo a bien escribirles a
sus padres, ni tan siquiera cual era su cometido en Benissa a principios del
Siglo XX, pero siempre le estaremos agradecidos de que tuviera a bien enviar la
tarjeta postal, que nos ha llegado a nuestros días como una de las piezas
filatélico-postales, más singulares de Benissa.
Notas:
1.
Existen numerosas publicaciones, artículos y estudios
sobre estos particulares matasellos, pero siempre tenemos como referencia el
catálogo de José G. Sabariegos “Matasellos
de las Carterías Españolas. 1855-1922”, editado por Casa del Sello (Madrid
1980).
2. Las tarjetas
postales fueron autorizadas por la Unión Postal Universal para circular
internacionalmente por el correo, a partir de 1878, estando limitadas al tamaño
de 9 x 14 cm.
3. En la fecha el
año viene representado simplemente por “905”, dado que era muy habitual en el
Siglo XIX, que no sé indicará la cifra del 1.000, aunque se presuponía el “1”
que no aparece.
4. Tarifa vigente
desde el 1 de enero de 1901.
5. Diccionario
Geográfico de Correos de España, con sus posesiones de Ultramar. Andrés
González Ponce. 1855.
6. Mirman Castillo,
Rafael. “las Marcas Rurales en España. Los matasellos de carterías oficiales
1884-1892” (Volumen I). Edición AFINET 2024.
7. Hasta entonces,
su funcionamiento dependía directamente de las arcas municipales.
8. Periódico “El
Centinela” de fecha 1 de abril de 1902.
9. La creación de
la “Cartería” de Benissa, la menciona ya el periódico “La Correspondencia de
Alicante del 07.05.1902, aunque en abril lo haría el periódico local de Benissa
“El Centinela”.
10. El periódico “El
Graduador” de Alicante en su edición del 18.11.1886, lleva en su primera página
un artículo titulado “Servicio de Correos entre Alicante y Dénia”, en el que se
hace mención de las “carterías” que hay en el tránsito de esta conducción,
citándose entre otras las de Jávea, Benitachell (…) y Benisa, aunque algunas de
estas como el caso de la de “Benisa”, todavía no funcionaba dependiendo de la
Administración Central.
11. Periódico
“Diario de Alicante” de fecha 12.10.1916 y “La Correspondencia de España” de
fecha 12.11.1916.
Nota de Prensa 2/2025
