Lo que la prensa nos contó… (65)
CANJES
DE SELLOS…
¡AQUELLA
FILATELIA DE IR POR CASA!
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
Detalle de la noticia
Periódico La Marina 03.09.1925
Pero a veces todo no era tan bonito. También hubo chascos, decepciones,
y gente con muy malas intenciones, en las que aquello de mandar tu primero el
sobre con una cierta cantidad de sellos para intercambiarlos por otros, podía
acarrear que ni volvieras a saber del destinatario, ni volvieras a ver los
sellos que iban en el envío. Mucho menos claro está, los que esperabas a
cambio. ¡Y poco se podía hacer frente una situación como esa!
Te aventurabas a dar ese paso, sin referencias algunas de quién era
la persona en cuestión, por el mero hecho de haber visto un anuncio en alguna
revista filatélica – la mayoría de las veces -. Pensemos que estamos hablando
de un tiempo en el que toda comunicación de esta índole, se daba por correo; no
existían ni el internet ni las redes sociales que hoy tenemos. Incluso,
existieron algunas sociedades que se llamaban “filatélicas”, en las que se
favorecía este tipo de intercambios o canjes de sellos entre coleccionistas, con
base o bien al típico canje “sello x sello”, o el canje o intercambio en base a
la valoración de un catálogo y con una lista de faltas – o mancolistas -, de
por medio.
Lo curioso del tema lo encontramos en una periódico, de los muchos
que en las primeras décadas del Siglo XX, tuvieron incluso su propia sección
filatélica – hoy es impensable encontrar un periódico que pierda tiempo, tinta
y papel, en estos menesteres. Qué lástima -, y en cuya sección, y para bien de los
posibles lectores que fuesen filatelistas y además practicasen este tipo de
canjes por correo, publica una especie de “decálogo” de consejos que hay que
seguir para ser un correcto “cangista” – así los llama este periódico -.
Se trata del periódico “Diario de La Marina” – periódico oficial
del apostadero de La Habana -, el cual en la edición del 3 de septiembre de 1925,
y en la mencionada sección filatélica, enumera una serie de consejos, muy
interesantes y prácticos, como el No
colocar sellos en páginas opuestas – aquí se refiere a la libretas de
cambios que también se solían usar para estos intercambios filatélicos -, el darse cuenta que los sellos
defectuosos no tienen el valor que se espera del sello, etc., consejos todos
ellos muy prácticos como podemos ver en la publicación.
Carta entre los Sres. Rubio (Alicante) y Cabrera (Benissa), procedente de esos canjes por correo que se hacían entre filatelistas. 21.12.1973
Estos decálogos filatélicos pueden ser habituales en revistas
especializadas, o también en las normas de esas asociaciones que promovían los
intercambios filatélicos, pero sorprende gratamente que la prensa de la época
se ocupara de ello, y eso nos hace valorar aún más si cabe la noticia.
Y no vayamos a pensar que eso de contactar con filatelistas de otras
latitudes para intercambiar sellos repetidos, se esfumó con el paso del tiempo.
Nada más incierto si cabe. Actualmente todavía hay coleccionistas que llevan a
la práctica este método de aumentar sus colecciones e incorporar esas “faltas”
o sellos pendientes de incorporar a la colección. Cada vez son menos, pero todavía
los hay, y pueden resultar nostálgicos de aquella filatelia de antaño, y puede
que sean unos viejos gruñones filatelistas, cargados de añoranza por una
filatelia, la de ir por casa, la de limpiar los sellos y secarlos,
clasificarlos para posteriormente intercambiarlos, y siempre por medio de la
correspondencia epistolar. Por todos esos nostálgicos filatelistas, van estas
líneas.
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