23 agosto 2025

DE CUANDO EN CALP CONVIVIAN 2 CLUBES FILATÉLICOS PERO SOLO UNO SOBREVIVIÓ

 

Apuntes Filatélicos

AQUEL OTRO CLUB FILATÉLICO DE CALP

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

Puede que si en estas líneas nos referimos a los inicios asociativos de la filatelia calpina, uno instintivamente se retrocede a aquel año de 1996 cuando tuvieron lugar las primeras reuniones de la actual Agrupación Filatélica y Numismática de Calpe. Y digo actual porque en Calp existió otro “Club Filatélico” con anterioridad, que tal vez no siguiera los patrones asociativos que hoy conocemos y entendemos, con organización de eventos, actividades e incluso exposiciones, pero en definitiva una entidad, más bien de carácter privado, que contó en su momento con sus propios asociados.

Este “Club Filatélico Calpe” del que no se tienen muchos datos solventes y fiables de sus inicios, lo presidia D. Camilo Fraga, filatelista de devoción que al jubilarse de la benemérita, creó el único negocio de venta y compra de sellos que ha tenido Calpe, negocio que cabe decir suministraba todo lo necesario para el desarrollo del cultural pasatiempo de la filatelia, tanto a coleccionistas locales como del resto de la comarca, así como a un gran número de extranjeros a los que era habitual verlos por la tienda, adquiriendo las novedades que Correos ponía en circulación en los años 70, 80 y 90 del siglo pasado, y que Fraga solía guardar con gran esmero a cada uno de sus clientes. El se suministraba igualmente de estos veraneantes extranjeros, que le facilitaban emisiones postales de otros países, con lo que muchos filatelistas calpinos y de la comarca, se aficionaron y empezaron a descubrir los sellos europeos.

Y aquí es donde Fraga “fraguó” – nunca mejor dicho -, la que siempre consideró él mismo como la Primera Asociación Filatélica de Calp, ya que tenía una especie de listado de socios, que en realidad no eran otra cosa que clientes o suscriptores a las novedades filatélicas tanto de países como de temáticas, que él mismo les iba proporcionando. Esta tienda filatélica  regentada por Camilo Fraga, que denominaría “Filatelia Calpe”, tuvo 2 ubicaciones conocidas. La primera de ellas estaba situada en la Avenida Gabriel Miró de Calpe, en su número 7, y posteriormente y ya hasta su desmantelamiento, la ubicó en el propio casco antiguo calpino, en la Calle Santísimo Cristo nº 16, en una antigua casa de esa zona, en donde entrabas y se podía disfrutar del ambiente filatélico que uno se podía encontrar.

Extracto del artículo firmado por D. Camilo Fraga, y publicado en el Libro de Fiestas de Calp del año 1978

Fraga fue muy asiduo participante en los mercadillos filatélicos que se organizaban – y se siguen organizando – en Benissa, donde además participó en alguna que otra ocasión en ciertas exposiciones filatélicas con algo “extraordinario” – a palabras suyas -, aunque nunca se le conoció colección montada y expuesta, ni tan siquiera participó nunca en Calpe cuando a partir de 1996 se iniciaron las muchas exposiciones que se llevan realizadas. Es para recordar ese enfado que profesaba y mostraba cuando en 1966 se constituyó oficialmente la Agrupación Filatélica y Numismática de Calpe, de la que nunca quiso formar parte, porque él mismo decía que “…Calpe ya tenía un Club Filatélico…”. Y no le faltaba razón, pero nunca entendió el proyecto que se forjó a partir de 1996 y la idea que se perseguía con ello.

En el año 1978, y a través del Libro de las Fiestas Patronales de Calp, dio a conocer, Camilo Fraga, este Club Filatélico de Calpe, con un artículo que él mismo firmó y lo hizo como “Presidente”. Por sus palabras entendemos que ese año de 1978, fue el inicio de esta andadura asociativa-comercial, y resalta sin duda la necesidad de que Calpe contase con este tipo de actividad. Lo hace diciendo que “…por fin se ha visto realizada la ilusión de  un grupo de personas de las más distintas profesiones, edades e incluso nacionalidades, pero con un denominador común, nuestra afición  filatélica…”. Y alude a la vez que el “Club” está en fase de organización y como tarea pendiente, la aprobación de los correspondientes Estatutos. Desconocemos totalmente si realmente al final se dio o no se dio la aprobación de los mismos, y el registro en las instituciones correspondientes, pero por ejemplo tanto en la Federación Española de Asociaciones Filatélicas o en la propia Federación Territorial Valenciana, nunca estuvo inscrita.

Diverso material publicitario de "Filatelia Calpe"

Es curioso como Fraga ya tuvo claro la misma premisa que tuvo la Agrupación Filatélica y Numismática de Calp cuando se creó: sin juventud no hay futuro. El propio Fraga en este mencionado artículo, describe algunas de las ventajas que para los jóvenes – los de aquellos años – tenía, y sigue teniendo, el coleccionismo de sellos. Mejora el carácter y la personalidad, orden, pulcritud, constancia, y una forma muy apropiada de culturizarse, son algunas de las ventajas mencionadas.

El artículo publicado en el Libro de Fiestas de Calp de 1978, seguramente es la primera publicación sobre filatelia que se hizo en Calp, algo que siempre le tendremos en cuenta al compañero de afición Camilo Fraga, y cuenta para el lector una de las muchas versiones que sobre el origen e invención del sello de correos existe, con Rowland Hill como protagonista, y como actores secundarios la posadera, el cartero, y la carta que se entregó pero que al no pagarse la correspondiente tasa, fue rechazada y devuelta. Por entonces, antes de 1840, las cartas las abonaba el que recibía el correo y no quién las mandaba.

Fachada del que fue el primer comercio filatélico en Calpe, y sede del "Club Filatélico Calpe"

Sin  duda un personaje para la historia de la filatelia comarcal, que emprendió un comercio de compra-venta de sellos y sus derivados, y tuvo en mente la creación de una asociación filatélica para Calpe. Personaje con carácter, conoció muy a fondo el coleccionismo de sellos, tal vez no en niveles superiores, pero se defendía muy bien cuando salía el tema. El comercio filatélico en la comarca, sigue siendo un capitulo sin abordar, aunque fueron muchos los puntos de ventas de sellos, monedas y otros coleccionismos que se podían encontrar en poblaciones como Dénia, Calpe, etc. Hoy todo ese comercio ha desaparecido totalmente, y son pocos los puntos de venta de este material del que se nutre el filatelista, que podemos encontrar.

La filatelia va cambiando a pasos grandes, para bien o para mal, pero va cambiando sin lugar a duda….y como bien dijo Fraga, ¡Sin juventud, no hay futuro para la filatelia!

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