18 noviembre 2024

Sección SELLOS DE PAÍSES QUE YA NO EXISTEN. Por Rafael E. Pérez Gómez

 

SELLOS DE PAISES QUE YA NO EXISTEN (X)

Por Rafael Eduardo Pérez Gómez

 

PERAK 1874-1895


En el siglo XVI gracias a los grandes hallazgos de estaño Perak pudo financiar su independencia del sultanato de Malaca. En 1860 dos clanes chinos ya explotaban los mejores yacimientos.

A finales de la década de 1870 los británicos ya tenían su propio gobernador y controlaban la administración de los sultanes probritánicos. Decidieron que Perak tuviera sellos propios. Al principio usaron los de Straits Settlements, colonia formada por varias localizaciones menores de la península de Malaca, con una sobrecarga de Perak, pero en 1892 tuvieron su sello propio, con un tigre malayo de caza. El sello adjunto es de color púrpura y el matasello es de Taipeng, que significa “Paz eterna” en chino y se refiere a la ciudad reconstruida allí donde Larut fue aniquilada unos años antes.

Los británicos mantuvieron el control hasta 1948 cuando se creó la Unión Malaya pero la independencia no llegó hasta 1957. La industria del estaño colapsó en 1980. Desde entonces Perak, uno de los trece Estados federados de Malasia aún no se ha recuperado.

DE SANTA MARIA (MADAGASCAR) 1894-1896

Se encuentra situada a 8km. de la Isla de Madagascar, tiene solo unos 60km de largo y durante un par de años fue colonia francesa, hasta finales del siglo XIX. Los piratas de origen europeo se establecieron allí cerca de doscientos años, pues tenía varios puertos resguardados, agua potable, carne, fruta y huevos de aves marinas. A finales del siglo XVII había más de 1.500 piratas. Algunos de ellos, franceses, decidieron establecer la colonia anarquista Libertaria, aunque no puede asegurarse que existiera, al no haber fuentes escritas. 

Tras un gran despliegue naval, los franceses conquistaron la isla en 1818 y la convirtieron en penal. En 1894 recibió la categoría de colonia independiente. En los dos años que mantuvo este estatus, tuvo sellos propios. Lógicamente tenían un estilo colonial francés con una representación alegórica de la navegación y el comercio: una mujer sostiene la bandera y encarna la navegación, El sello adjunto lleva un matasello del 11 de agosto de 1896, por lo que es probable fuera de las últimas cartas enviadas antes de pasar a depender de Madagascar.


Nota:

Bibliografía consultada: “Países de Nunca Jamás. 50 estados que la historia ha borrado”. Bjorn Berge (2024). 

16 noviembre 2024

EXFICALP 2024: LAS COLECCIONES UNA A UNA.

 

Apuntes Filatélicos

LAS COLECCIONES DE EXFICALP 2024…UNA A UNA

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

Cuando ya se va acercando el esperado momento en el que abrirá sus puertas la exposición filatélica “EXFICALP 2024”, cita filatélica de las más destacadas del panorama filatélico en la Comunidad Valenciana, se conocen ya el plantel de colecciones que configuraran el contenido de esta exposición, colecciones que como cada año suelen ser de variado contenido para que el visitante pueda, en una misma sala, conocer casi todos los ámbitos que contempla la filatelia actual.

Tanto la Historia Postal como el Filatelia Tradicional, sueles por si solas tener ya ese componente atractivo que hace que cualquiera de estas materias, sorprendan al visitante. En Calp se darán cita 2 colecciones recientemente premiadas en la Exposición Nacional de Valladolid. La primera de ella y con el título de “Marcas Administrativas sobre el 4 cuartos de 1860”, perteneciente al coleccionista balear Sebastián Antich Verdera, presenta un estudio de este mítico sello de la historia filatélica española, con una recopilación de marcas administrativas usadas en el siglo XIX. Una colección que no dejará indiferentes aunque no se tenga muchas nociones sobre la materia.

Por otro lado, el albaceteño Julián Palmero Cuellar, asiduo participante en EXFICALP y único especialista e investigador en materia de correo y Brigadas Internacionales, expondrá su colección “El correo italiano en España. Guerra Civil y Postguerra”, colección que como bien indica su título, nos retrocede al periodo de la fatídica última guerra en España, y que será de interés contemplarla para quienes gustan de conocer la historia de nuestro país.

Dentro de la categoría de temática tendremos 2 colecciones, cada una de un tema diferente pero siempre con el hilo conductor que nos ofrece la reglamentación internacional en materia de Filatelia Temática. De esta forma, el valenciano – de origen benissero -, Miguel Ivars Cuello participa con su interesante colección “Evolución Cultural”, un recorrido por la trayectoria cultural del ser humano desde la antigüedad hasta nuestros días. La otra colección temática será la presentada por el calpino José Ivars Ivars, quién vuelve a participar en EXFICALP con “El Caballo y su relación con el hombre”, colección que de manera muy gráfica, acerca al visitante esa relación tan especial que tienen ambos, hombre y caballo; caballo y hombre, a lo largo de la historia.

Una de las ramas de la filatelia que no pueden faltar en Calp año tras año, es la Maximofilia. Este año la colección de tarjetas máximas la trae el gran experto en esta disciplina filatélica Luís Peris Alcover, que ha querido participar con su colección “Estaciones, puentes y túneles de ferrocarril”, donde incluso se podrá contemplar alguna de las piezas que del “Trenet de la Marina” posee. Por otro parte, el teuladino Alejandro Llobell Dalmau, expone en Exficalp 2024, parte de su colección de Sobres de Primer Día de Liechtenstein, concretamente las emisiones que este país europeo ha dedicado entre 1970 y 1993 a la Navidad, sellos de un colorido y un diseño muy característico del correo de ese país, y que por la cercanía de esta festividad, seguro es muy admirada.

Por último, pero no por ello menos importante, un apartado que también tiene todos los años su protagonismo en las exposiciones filatélicas que se llevan a cabo en Calp. La Filatelia Juvenil, de la que Calp ha sido siempre un referente, no puede faltar en cualquier cita filatélica que se dé. En esta edición de EXFICALP, serán 3 las colecciones juveniles que se exhiban. Una de ellas, procedente de Antequera (Málaga), es ya asidua en exposiciones tanto de rango nacional como internacional, con un palmarés que la sitúa entre las mejores de España, y con un futuro prometedor. La colección titulada “Los médicos. Cuidado de enfermos”, de Mercedes Arjona Zapata, refleja una temática que a esta joven antequerana le atrae desde que empezó en el mundo filatélico, afirmando que “….de mayor quiere ser médica…”.

Las otras 2 colecciones juveniles la forman un tándem de hermanos de Benissa, que en un futuro van a dar mucho que hablar. Solo basta con verles trabajar sus colecciones – tienen varias ya a pesar de su corta edad -, para entender que la filatelia ya les resulta una pasión – como debe ser -. Los hermanos David Esplugues Fornés y Xavier Esplugues Fornes, regresan a Exficalp con sendas colecciones, “Ysabel I, reina de España” – colección de David -, y “Castells: historia i cultura”, temas muy interesantes y que se salen de lo habitual en colecciones infantiles y juveniles, que suelen elegir temáticas más genéricas como deportes, fauna, etc.

Pero además, la organización de este evento filatélico de primer nivel, ha querido ofrecer un añadido a la exposición, pudiéndose contemplar por primera vez una serie de mapas – reproducciones evidentemente – cartográficos relacionados con el correo en España a través de la historia. Esta cartografía postal, de los Siglos XVIII y XIX especialmente, nos adentra en la historia del correo y la importancia de esas comunicaciones para la población en general.

EXFICALP 2024, arrancará el próximo día 2 de diciembre, y todas estas colecciones descritas, podrán ser contempladas en la Sala de Exposiciones del Ajuntament Vell de Calp hasta el 31 de enero de 2025, tiempo más que suficiente para, una a una, no perder la ocasión de admirar estos trabajos que en ocasiones le llevan al coleccionistas, años y años de estudio y recopilación del material expuesto, verdaderas joyas algunas de estas piezas, dignas del mejor de los museos, y que el filatelista sabe atesorar, guardar y exponer como mandan los reglamentos internacionales de Filatelia.

EXFICALP 2024 NOS ESPERA.

15 noviembre 2024

ASTROFILATELIA: EL INTASAT Y UN OLVIDO IMPERDONABLE

 

INTASAT – Se olvidaron de mí (otra vez)

 

Por Antoni RIGO

Presidente de la Comisión de Astrofilatelia de FESOFI

 

Aún recuerdo con orgullo, y con nervios, por qué negarlo,  aquel 15 de noviembre de 1974 cuando estaba dentro del cohete Delta a punto de despegar desde la base aérea de Vandenberg, en California.

Mis compañeros de viaje eran otros satélites, como el NOAA-4 (qué grande que era ese satélite meteorológico norteamericano) y el satélite AMSAT P2B para radioaficionados, pero a mí eso no me importaba. Es más, ascender acompañado me obligaba a tomar una postura de dignidad, aunque ocupara un hueco libre que había quedado entre ese gran satélite y la estructura de la cofia del cohete.

15.11.1974 Greenbelt, MD – Goddard Space Flight Center.

Aquí me veis en la ilustración, con el emblema de la misión y la firma del Dr. José María Dorado, jefe del proyecto y uno de mis creadores.

Allí a oscuras, a punto de salir, ya poco importaba que no fuese un satélite de pago y que mi país me hubiese “colado de rondón” en este lanzamiento. Estaba allí, y eso era lo más importante.

Cuando se encendieron los tres motores del cohete Delta 2310 específicamente diseñado para lanzar por primera vez tres satélites creo que me engrandecí tanto que el NOAA-4 ya me parecía incluso de mi propio tamaño. Mis paneles solares pegados a mí se estremecieron con el empuje de los motores y no dejaron de hacerlo durante todo el ascenso, tanto en la primera etapa del Delta, como en la segunda etapa, y luego casi como en un murmullo en comparación con los anteriores, se encendieron los dos motores de la tercera etapa para situarnos en la órbita que debíamos transitar.

Nada puede compararse a la sensación de verse libre después de abrirse la cofia y notar como empezaba a flotar en el espacio, con la Tierra bajo mis sensores y antenas. No sabía muy bien qué hacer, si mirar al vasto espacio, frío y negro, inmenso, o a mi bella Tierra, azul.

Qué guapo estoy en esta tarjeta máxima creada durante la 
exposición Aviación y Espacio 89 en Cádiz.
¡Y que me decís del matasellos!

Alargué mis antenas y me instalé en mi nuevo “hogar” para inmediatamente empezar a buscar mi patria. La reconocí enseguida, mi península ibérica y mis islas. Hola, hola decían mis mensajes. Hola, ¿me escucháis? Ya estoy en mi lugar. Soy el primer satélite español en órbita. Me llamo INTASAT. Mi nombre proviene de las palabras INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) donde nací gracias a las manos expertas de mis técnicos españoles y SAT, abreviatura de SATélite.

Desde mi posición pasé miles de veces por encima de las cabezas de mis compatriotas. Y a cada paso más orgulloso de mi contribución científica y de ser el primer satélite español en hacerlo. A veces fantaseaba con lo que escribirían de mí los libros de historia, y cómo los futuros niños españoles me estudiarían y recordarían.

Pero, tras apagarme entre el 5 y el 6 de octubre de 1976, casi dos años después de mi lanzamiento, mi querida España se instaló en la transición, en la instauración de una democracia, en la integración posterior a la Unión Europea, y en muchísimas otras vicisitudes. Y así, entre una y otra, dejaron de pensar de mí. Sencillamente se olvidaron de mi existencia.

En el año 1989, me pusieron en este Aerográma junto al autogiro de Juan de la Cierva
¡Cómo debe ser!

Ni en 1984 en mi décimo aniversario, ni en 1994 en mi vigésimo aniversario, ni en 1999 en mi vigésimo quinto aniversario, en ninguna de estas fechas, nadie se acordó de mí. Sin honores y sin reconocimiento público. Nadie parecía acordarse, y lo más triste, nadie parecía querer acordarse.

A pesar de que nunca tuve un sello de Correos, gracias a mis queridos astrofilatelistas españoles empecé a verme representado en sobres, tarjetas y matasellos, algunos de los cuales pueden verse aquí.

Algún "osado" me puso en este "Tu Sello" para mi 40 Aniversario.
Muchas Gracias por acordarse de mi

Pero ahora, llegado mi quincuagésimo aniversario, en 2024, ahora sí. Ahora sí que me iban a dedicar mi merecidísimo reconocimiento oficial, a que fui yo, INTASAT el primer satélite español, pero NO, NO, NO, se olvidaron de mí (otra vez).

 

Nota: Todas las ilustraciones reproducidas son propiedad del autor de este artículo.

13 noviembre 2024

LA FILATELIA, SOLIDARIA UNA VEZ MÁS

 

LA FILATELIA….SOLIDARIA CON LOS ESTRAGOS DE LA DANA 2024 DE VALENCIA

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
 


A nadie le puede sorprender ya que la filatelia sea, además de una pasión, un coleccionismo solidario. Son muchos los ejemplos que a lo largo de la historia del sello y de su coleccionismo, nos hemos encontrado en los que el sello ha servido de “ayuda” para mitigar tantas y tantas catástrofes por todo el mundo. Y el último ó más reciente ejemplo, lo encontramos en los devastadores efectos que la conocida como “DANA” – antes se la llamaba Gota Fría -, ha causado en diversas zonas de Valencia, con la emisión de un sello postal “personalizado”, a iniciativa particular, cuyos beneficios irán destinados a “ayudar” en la medida que esta recaudación pueda, a quienes de una u otra forma lo necesiten.

Y el autor de la iniciativa es José Cortés, filatelista de Alcorcón (Madrid) que ha tenido la brillante idea de diseñar y solicitar a Correos la emisión de un “TU SELLO” – sello personalizado -, con un diseño muy solidario y atractivo, poniendo el sello a la venta para aquellos coleccionistas ó no coleccionistas, que deseen contribuir para la causa. Una iniciativa que es de aplaudir y agradecer, y que sorprende un tanto que el ente postal “CORREOS”, que nos tiene habituados a este tipo de acciones, cuando la catástrofe sucede en otro países – véase el caso de los sellos sin valor de franqueo emitidos en el año 1998 a consecuencia del Huracán Mitch que asoló Centroamérica -, y que parece que para una de las mayores catástrofes naturales que ha vivido España, no sea capaz de sacar un sello, cuya venta vaya íntegramente a paliar los efectos de la DANA.


Desde estas líneas agradecer a José Cortés, y a tantas otras muestras de solidaridad que estamos viendo, por la iniciativa, que seguro estamos va a tener mucha repercusión.

09 noviembre 2024

Apuntes Filatélicos. LA TASA POSTAL DEL PLAN SUR DE VALENCIA.

 

Apuntes Filatélicos

LOS SELLOS DEL PLAN SUR DE VALENCIA

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

El tema que hoy nos ocupa, bien podríamos considerarlo un tema nuevo en ámbitos filatélicos, pero que la filatelia es, fue y siempre será solidaría, nos ha quedado siempre muy claro. El sello desde su nacimiento, ha servido como pago por un servicio, en este caso postal, pero con el paso del tiempo, incluso se utilizó la correspondencia, para imponerle unas tasas adicionales al servicio postal propiamente dicho, y con ello hacer una función recaudatoria para otros fines, benéficos la mayoría de las veces, y que con lo recaudado se pudiera paliar gastos por acontecimientos especiales, festivos o trágicos según la ocasión.

Así podríamos citar casos como las viñetas benéficas que se editaron en 1898 – suscripción voluntaria -, para ayudar a los españoles que luchaban en la guerra hispano-americana, las propias que se emitieron durante la Guerra Civil, o incluso ya en época más reciente, aquella emisión de 1998 con un valor de 100 ptas., a beneficio de los “Damnificados de Centroamérica”, por la catástrofe del huracán Mitch de aquel año. Y no se trata de un tema filatélico propio del correo español. Muchos países, se han servido de los sellos para esta finalidad solidaria.

Estos días estamos viendo como la Comunidad Valenciana, se ha visto sorprendido por una nueva catástrofe con nombre propio, a consecuencia de una “DANA”, que ha barrido y destrozado muchas poblaciones valencianas como si de un episodio apocalíptico se tratase, con innumerables pérdidas materiales, y sobre todo personales, y nos viene a la mente aquella “Riada” que sufrió la ciudad de Valencia – y poblaciones de alrededor -, en el año 1957, fruto de la cual surgió la serie filatélica “Plan Sur de Valencia”. Aquel año de 1957, entre el 14 y 15 de octubre, el caudal del rio Turia, que todavía transcurría por dentro de Valencia, vio incrementado su caudal hasta cifras inimaginables. A consecuencia de ello, los valencianos vieron como sus calles y viviendas se veían anegadas de agua por todas partes. Tras aquella catástrofe, y para evitar pudiera volver a pasar, se tomo una decisión de magnitudes nunca antes conocidas en la ciudad del Turia, conocida como el “Plan Sur de Valencia”, que consistía básicamente en desviar ese rio, por un nuevo cauce, y con ello sacarlo del corazón de Valencia.

Aquella magnánima obra civil, requirió de una inversión en recursos, muy grande. La ley de la Jefatura del Estado de fecha 23 de diciembre de 1961, establecía unos impuestos y recargos por los cuales “… se autorizaba al Ayuntamiento de Valencia a recaudar unos tributos  especiales entre 1962 y 1971…”, y entre estos tributos especiales se acordó la emisión de un sello especial, sin valor de franqueo por sí solo, y que adherido a la correspondencia, su venta sirviera para el fin para el que fue creado. Estos sellos que en el argot filatélico son conocidos como “Sellos del Plan Sur de Valencia”, tenían un valor facial de 0,25 ptas., y era de obligado uso tanto en la correspondencia que salía de la ciudad de Valencia, como de aquellas poblaciones de la denominada “Gran Valencia” – la componían 30 municipios y 22 poblados -.

El uso de estos sellos del Plan Sur de Valencia, entró en vigor por una Circular de Correos de fecha 9 de enero de 1963, y lo haría como “sobretasa postal” para que fuese utilizada entre el 15 de enero de 1963 y el 31 de diciembre de 1971, aunque este plazo fue modificado con posterioridad, incrementando su uso hasta el 31 de diciembre de 1991 – Orden de Presidencia del Gobierno de fecha 09.08.1974 -. La entrada de España en la C.E.E., y sus normativas – los impuestos y tasas se sustituyeron por el I.v.a. -, hicieron que esta sobretasa que los valencianos sufrieron durante más de 2 décadas, dejase de funcionar. Oficialmente la sobretasa del Plan Sur de Valencia, dejó de usarse el 31 de diciembre de 1985.

Entre 1963 y 1985, fueron un total de 11 sellos diferentes los que salieron a la luz, todos ellos con el mismo valor facial, salvo un ejemplar que tenía el valor de 0,50 ptas., destinado al uso telegráfico. Fueron tantos los años que los usuarios del correo tuvieron que usar estos sellos “valencianos”, que se dan incluso casos de que, aun sin poder de franqueo, los ves usados como sellos propiamente dichos.

Filatélicamente, estos sellos y su uso en la correspondencia, es un capítulo muy interesante de la filatelia valencia, si bien, dado que muchas empresas usaban por entonces los conocidos como “Franqueos Mecánicos”, tuvieron que adaptar estos a la normativa “Plan Sur”, y así encontramos ejemplares que modificaron sustancialmente su texto para incluir frases como “Abonada en metálico la sobretasa Plan Sur de Valencia”, ó su abreviatura P.S.V. Las empresas o entidades usuarias de este tipo de franqueo que no cumplían con esta modificación, tuvieron que añadir los sellos adicionales correspondientes en cada envío, lo que hacía menos práctico el uso de estas franqueadoras automatizadas.

Es muy difícil cuantificar que cantidad se recaudó a lo largo de los 22 años que estuvo en vigor esta peculiar sobretasa “Plan Sur”, pero algunos estudios apuntan a que fueron casi más de 850 millones de ejemplares los que se usaron, contando las sobretasas aplicadas en la correspondencia citada de empresas con franqueos mecánicos, lo que arroja una cifra de recaudación superior a los 200.000.000 de pesetas – cerca de 1.200.000 € -. Dicho sea de paso, la cifra alcanzada por la venta de estos sellos, no alcanzó la cantidad esperada o necesaria. El Plan Sur de Valencia, es decir el desvío de aquel antiguo cauce del Turia, aproximadamente costó la friolera de 7.000 millones de pesetas de la época.

La filatelia, el correo y los valencianos resignados a usar por ley estos sellos en su correspondencia, contribuyeron a esta impronta civil, que a la vista de los acontecimientos recientes, ha servido para que no se repitiera en la capital un episodio como el vivido en 1957, aunque la meteorología no ha evitado que otras poblaciones revivan estos episodios de la historia.

Desde estas líneas, nos unimos a las condolencias mostradas para con los damnificados, manifestándoles mucho ánimo y fuerza para que pronto se pueda volver a la normalidad.

07 noviembre 2024

Sección SELLOS DE PAÍSES QUE YA NO EXISTEN. Por Rafael E. Pérez Gómez

 

SELLOS DE PAISES QUE YA NO EXISTEN (IX)

Por Rafael Eduardo Pérez Gómez

 

BHOPAL 1818-1949.

Tras la retirada de los persas, Bhopal fue una monarquía independiente durante más de 100 años, hasta que firmó un acuerdo con la británica Compañía de las Indias Orientales. Los británicos asumieron la política exterior y las relaciones comerciales, mientras que la nación conservaba un pequeño ejército, su bandera y el príncipe. Resulta curioso que las cuatro primeras princesas de la dinastía Begun fueran mujeres, en un principado donde la mayoría de la población era musulmana. Aquí transcurrió la trama de El Libro de la Selva de Kipling, con el oso Baloo, la pantera Bagheera y el niño de la selva Mowgli.

Los primeros sellos se produjeron bajo Shah Jahan Begun en 1876, que había subido al trono en 1860. Los sellos estaban ilustrados con un octógono, que representaba el diamante del anillo de la princesa, con su nombre grabado alrededor. En los primeros, las letras estaban cambiadas y el nombre resulta casi ilegible a causa de la ortodoxia musulmana, que alega que toda perfección provoca celos y solo Alá es perfecto. El proceso de producción era en palacio, bajo supervisión real. Destaca la poco esmerada perforación, hecha a mano, agujero tras agujero.

Tras la retirada de los británicos del continente indio en 1947, Bhopal pasó a formar parte de la Unión India, a partir de 1949, para fusionarse en 1956 con la región Madhya Pradesh, situada al sur.

Pero todo cambió la noche del 2 de diciembre de 1984. La fábrica de pesticidas de la empresa americana Unión Carbide tuvo una fuga, dejando escapar una nube de gas venenoso cegador y corrosivo. La fábrica estaba en mitad de una zona residencial y fallecieron más de 15.000 personas, en la que ha sido considerada la peor catástrofe medioambiental de origen industrial de la historia. Desde entonces Bhopal quedó asociada a esa catástrofe.

 

SEDANG 1888-1890

En 1888, un año después desde que Francia declarara Indochina como colonia francesa, el francés Charles-Marie David de Mayrena llegó a la ciudad de Kon Tum, desde la ciudad costera de Qui Nhon, en Indochina.

Nada más llegar se reunió con los jefes de las tres tribus locales y les propuso crear Khe Sedang, el reino de Sedang, con él como rey. Y aceptaron. Fue coronado a los 46 años con el nombre de Marie Primero. Reunió un ejército de 1.400 guerreros para someter el reino de Jarai, al norte, que hacía tiempo venía importunando a los misioneros franceses.

Fue tal el éxito que logró el beneplácito del obispo francés en Indochina. Declaró el catolicismo religión oficial, lo que no le resultó muy útil, pues se convirtió al islam. Deseaba contraer matrimonio con unas cuantas jóvenes, hijas de los jefes tribales.

Consiguió captar el interés de hombres de negocio chinos dispuestos a pagar por el derecho a comerciar en exclusiva con la nueva nación.

Parte de este dinero lo invirtió en imprimir sellos, en siete colores, con el importe del franqueo en moneda local. Eran similares y mostraban un escudo de armas rematado por una corona. Mas adelante imprimió una nueva serie en Paris. El sello adjunto tiene un matasello de 1889, pero no es seguro que sea autentico. La población local era analfabeta y no existía un servicio postal digno de mención.

Mayrena viajó a París, pero los resultados conseguidos fueron escasos. El diario francés Le Temps se refirió a su historia como el escándalo Mayrena. En 1890 sufrió una picadura de una cobra y murió.

Sedang es hoy Xedang y pertenece a Vietnam. Del reino de Sedang, solo quedan los sellos.


Nota:

Bibliografía consultada: “Países de Nunca Jamás. 50 estados que la historia ha borrado”. Bjorn Berge (2024). Nota:

Bibliografía consultada: “Países de Nunca Jamás. 50 estados que la historia ha borrado”. Bjorn Berge (2024). 

01 noviembre 2024

Apuntes Filatélicos: EL LUTO EN LA CORRESPONDENCIA

 

Apuntes Filatélicos

LAS CARTAS DE LUTO

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

La cultura de la muerte siempre ha estado muy arraigada en la sociedad. Desde tiempos inmemoriales, el viaje final al más allá, se ha socializado de distintas formas, e incluso hoy en día según de qué país estemos hablando, se vive de una u otra forma. Celebraciones como los de “Todos los Santos” en España, o el “Día de los Muertos” en México, son un ejemplo de ello. Y los mexicanos con su celebración van más allá, hasta el punto de que son tradicionales las emisiones postales dedicadas a esta ancestral festividad.

En España tenemos el ejemplo de un curioso libro fechado en Madrid en 1725 – año no confirmado oficialmente -, titulado “Correo del otro mundo al gran Piscator de Salamanca. Cartas respondidas a los muertos por el mismo Piscator”, - Sarrahal de Milán -, del autor D. Diego de Torres Villarroel, cuya lectura no nos dejará indiferentes, y que ya nos deja claro que hasta la literatura se ocupó en el Siglo XVIII de la correspondencia epistolar con el más allá.

Pero de los que nos vamos a ocupar hoy, es de la “Cartas de Luto”, y de ello la filatelia y los coleccionistas tienen mucho que decir. No es una colección al uso, el ir recopilando cartas de este tipo, pero son algunos filatelistas – o coleccionistas en general – a los que les ha despertado un cierto interés por la materia. En Calp, el filatelista Joaquín Vázquez Boronat posee una considerable muestra de estas cartas, algunas de ellas con cierta historia detrás de ellas.

Las cartas de luto son, cartas en las que se informaba del fallecimiento de alguien, e incluso servían para transmitir el pésame. Pensemos que en una época de la historia en la que la forma más rápida de comunicar un hecho, en este caso triste y luctuoso, era el correo. Cualquier fallecimiento que se tuviera que comunicar pasaba necesariamente, o bien por su publicación en la prensa escrita ó por el envío de este tipo de correspondencia, dando la triste noticia. Y son cartas que a simple vista se aprecia una notable diferencia – en la mayoría de ellas -, frente a otras: llevan un borde más o menos grueso de color negro que ocupa todo el frontal del sobre, incluso a veces el reverso del mismo también. Incluso el papel que se usaba para comunicar el fallecimiento de alguien, o en su caso de manifestar ese pésame a la familia, iba también con esa decoración en negro ocupando todo el borde del papel.

En épocas, ó países en los que el luto por el fallecimiento de un ser querido, era tal vez más estricto de lo que podamos imaginar, sin haber una reglas escritas al respecto, incluso la familia durante un espacio de tiempo, usaría de estas cartas y papeles con el borde de color negro, para cualquier tipo de comunicación escrita, envío de facturas si se trataba de una empresa, etc. No solo se llevaría luto con la vestimenta a usar, sino que la correspondencia epistolar, daría cuenta de ello.

El uso del negro como señal de luto viene de tiempo inmemorial. El negro representa la ausencia de luz, que viene a representar la vida. En algunas tribus antiguas, el miedo a que el alma de los difuntos se introdujera en los vivos, les hacía pintarse totalmente de negro para de esa forma pasar desapercibidos. Los propios Reyes Católicos, establecieron como norma el uso del negro como símbolo de luto, y lo promulgaron con unas leyes a las que denominaron como “Pragmáticas de Luto y Cera”. Con el tiempo, el color negro se quedó para representar esa expresión de dolor ante la muerte. Hoy nos es habitual incluso el conocido “Crespón negro”, que se puso de moda tras los atentados del 11 de marzo de 2004, y que aparece en el sello de Correos de ese mismo año, en homenaje a las víctimas de aquel atentado.

Sobre el origen de este tipo de correo de luto, la controversia o disparidad de opiniones está servida. No hay una fecha clara de inicio del uso de esta correspondencia luctuosa, aunque podemos señalar que con toda seguridad se inició en el Siglo XIX y fue muy popular hasta los años 70-80 del pasado Siglo XX. Otros estudiosos de la materia, afirman que se pueden encontrar cartas de luto desde el mismo momento que se estableció como costumbre el uso de sobres en la correspondencia, e incluso hay quién afirma que su inicio está ligado a los orígenes de los primeros sellos en España y su uso como pago previo para el envío de cartas, algo que a la vista de los ejemplares cotejados, podemos desmentir categóricamente, dado que hay ejemplos de estas cartas, fechas con anterioridad al uso del sello postal en España, incluso al uso del sobre en la correspondencia.

Es más, el Archivo de la Corona de Aragón dispone de una serie de legados con correspondencia de los Siglos XIII al XVI, que corresponden a diferentes epístolas anunciadoras de fallecimientos y cartas de condolencias, documentos de una relevancia histórica sin precedentes – La Muerte en la Casa Real de Aragón. Institución Fernando el Católico. 2018 -.

La historiografía nos ha dejado verdaderos trabajos literarios sobre la materia, especialmente de cómo proceder para redactar y enviar una “Carta de Luto”, un proceder que tenía su ritual y su anatomía epistolar. Era muy serio tema ponerse a escribir una de estas cartas, bien para informar del fallecimiento, o bien para manifestar a la familia ese pésame que a través del correo llevaba a los familiares. Se cuidaba muy bien el contenido de la misiva, así como el hecho de introducir correctamente el destinatario, donde casi siempre se ponía “…a la familia de…”, indicando o bien el nombre del difunto o simplemente los apellidos.

Un coleccionismo poco arraigado, mucho menos conocido, gracias al cual se han podido salvar cartas y escritos que son verdaderos documentos históricos, que reflejan el sentir de una época, de un momento histórico que tal vez hoy con las nuevas tecnologías al alcance de la mano, haya conseguido que escribir unas letras para dar el pésame, sea algo impensable.

27 octubre 2024

Sección SELLOS DE PAÍSES QUE YA NO EXISTEN. Por Rafael E. Pérez Gómez.

 

SELLOS DE PAISES QUE YA NO EXISTEN (VIII)

Por Rafael Eduardo Pérez Gómez

 

ESTADO LIBRE DE ORANGE 1854-1902.


Fue una república independiente desde 1854, dos años después que su vecina Transvaal. Su territorio era cuatro veces más grande que Holanda. La capital administrativa era Bloemfontain. La lengua era el holandés. Los hombres blancos mayores de 18 años tenían derecho al voto. La Constitución consideraba a los nativos ciudadanos de segunda. Los colonos blancos eran descendientes de holandeses y se hacían llamar “boer” o campesino en holandés. Eran altos, robustos, buenos jinetes y cazadores, pero sobre todo eran calvinistas dogmáticos. Utilizaban a los nativos “kaffir” como mano de obra en las granjas. Se creó un sistema esclavista que importaba siervos de Madagascar, Mozambique y Malasia. Los británicos legislaron contra la esclavitud, e invadieron el país.

El Estado Libre de Orange imprimió los primeros sellos en 1868, en De La Rue, Londres, con distintos valores de franqueo y colores, pero todos estaban ilustrados con un naranjo rodeado de tres cornamusas. El sello adjunto fue matasellado en 1899 en Bloemfontain poco antes de la llegada de los británicos. Estos se encontraron al llegar una gran cantidad de sellos, a los que añadieron la abreviatura V.R.I. Victoria Regia Imperatrix antes de volver a ponerlos en circulación.

En 19010 el Estado Libre de Orange se incorporó a la Unión Sudafricana, como provincia del Estado Libre. La ideología de los Boer dejó huella en las leyes sudafricana respecto a los nativos. Esto se consolidó en la política del “apartheid”, hasta que en 1994 Nelson Mandela asumió la presidencia del país.

 

IQUIQUE 1879-1883.


Las mayores minas de salitre del mundo se encontraban en el desierto de Atacama, una meseta a mil metros de altura con 600 km. de costa del Océano Pacifico, en la parte central de América del Sur. En el norte los yacimientos pertenecían a Perú, la parte intermedia a Bolivia y al sur, una pequeña extensión era de Chile.

En 1879 Chile conquistó Iquique tras la guerra del salitre. El ejército chileno en todas las ciudades que conquistaron inició de inmediato la producción de sellos y matasellos para usarlos con las importantes partidas de sellos que llevaban. Todos mostraban el retrato de Cristobal Colón, ataviado con su sombrero marinero. El sello adjunto lleva el matasellos de Iquique de 1882 y 1 centavo de valor facial.

A principios del siglo XX investigadores europeos descubrieron un método rentable para extraer el nitrógeno del aire. La producción se inició de forma masiva en 1920. La demanda de salitre de Chile se mantuvo hasta que, a mediados del siglo XX, el mercado se desplomó.

 


Nota:

Bibliografía consultada: “Países de Nunca Jamás. 50 estados que la historia ha borrado”. Bjorn Berge (2024). 

26 octubre 2024

Apuntes Filatélicos. LA HISTORIA DEL CORREO Y AQUELLOS ENVIOS "ESPECIALES"

 

Apuntes Filatélicos

¿QUÉ SE PODÍA ENVIAR POR CORREO…?

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

Hoy en día, todos somos coherentes en la de cosas que se pueden o no remitir por correo. Pero no siempre fue así. El contenido de misivas, cartas y paquetes, ha sido un asunto que ha llevado de cabeza a quienes han tenido en su haber el disponer el funcionamiento de este servicio, no siempre público como ahora. Jesús González Herrera es un estudioso de la filatelia y del correo, que recientemente ha puesto a disposición de los filatelistas, su última creación titulada “Cuatro letras para decirte… El Universo del correo postal”, que bien indica su título, trata sobre el correo, su historia  y sobre todo su vinculación directa con la sociedad dada la importancia de este servicio, que lo fue público a partir del Siglo XVIII en España.

Dentro de esta amplia obra, de casi 500 páginas, hay un capítulo que González titula haciendo una pregunta: ¿qué se puede mandar por correo?, y que para esta sección le vamos a modificar el tiempo verbal para preguntarnos…¿qué se podía enviar por correo?  La respuesta es más que clara: Se podía mandar de todo – bueno o casi de todo como reza el anuncio de una conocida marca comercial -.

Con el nombramiento de la Familia “Tassis”, como Maestros de Postas en España, se dejaba claro que su cargo lo era para “…traer e llevar cartas, e envoltorios e pliegos…”; llevar correspondencia propiamente dicha. Pero esta afirmación, no fue siempre así. Las Ordenanzas de la Cofradía de Hostes de Barcelona de 1445, ya expresa que estos – los mensajeros -, no podían “guardar” dinero que recibían de mercaderes, enviados por carta. El mandar por correo dinero, joyas o alhajas, siempre fue un tema que llevó de cabeza al sistema postal.

En 1805, se establece que “…se prohíbe incluir en los pliegos y las cartas de la correspondencia, dinero, alhajas, ni otra cosa que no sean papeles…”. Es curioso como esta normativa dice que con el tacto de la carta se podrá comprobar el contenido de la misma. En España el tema del envío de dinero por correo se solucionaría de alguna forma con la implantación del “sobre-monedero” en 1900, ó el establecimiento del Giro Postal tal como se conoce hoy en día a partir de 1909.

Y es más curioso todavía como con la invención del sello postal y su posterior uso en España – año 1850 -, lo que daría pie a que naciera esa afición a guardarlos y coleccionarlos, hizo que las autoridades españolas vieran con malos ojos que se incluyeran sellos en el interior de las cartas. Una circular de la Dirección General de Correos de fecha 27 de mayo de 1862, daba cuenta de un posible envío de sellos por correo, cabe que intercambio entre filatelistas en España, y en el que el propio Director de Correos avisaba de que se tenía que hacer cumplir con las normas y leyes, afirmando que se tenía la certeza que se trataba de un “fraude” a los intereses del Estado a gran escala. Ya lo dijo el gran “Thebussem”: “…las leyes españolas siempre han sido enemigas constantes de la Philatelia…”.

Pero si hasta ahora nos hemos ocupado de lo que “No” se podía enviar por correo, vamos ahora a ver que “cosas” – no muy comunes -, si se pudieron enviar por correo. De entrada, nos trasladamos fuera de España, y las noticias son muy conocidas en los diversos manuales que tratan la historia del correo. Por citar los más curiosos, nos encontramos a principios del Siglo XX, donde el gobierno americano tenía ciertas lagunas en su legislación postal, y de esta forma se pudo enviar por correo, desde bebes de muy corta edad, hasta edificios ladrillo a ladrillo. Puede parecer raro, pero resultaba mucho más barato – en el caso de los niños enviados por correo – hacerlo a través del servicio postal, que subirlos a un tren y mandarlos con los familiares.

Uno de estos casos más sonados fue el de la niña “Charlotte May Pierstoff”, de 9 años de edad, que sus padres mandaron por correo en febrero de 1914, de Grangeville a Lewiston, con un peso de 22 kg., y una distancia a recorrer de 117 km., por lo que su padres pagaron en sellos de correos – adheridos a la ropa de la niña -, un total de 53 centavos de dólar. Más sorprendente puede resulta si el envío se hizo con un “bebe” de tan solo 4,9 kg. de peso, que por correo recorrió la distancia de 1 milla y con un coste por el servicio de 15 centavos.

Todo esto nos puede sorprender hoy en día, pero así estaban las cosas. Otro caso insólito fue el protagonizado por el esclavo Henry Brown, quién tras años en una plantación al servicio del “amo”, vio como lo separaban de su familia, y al no poder viajar por su condición de esclavo, ideó un plan en el que se auto-envío el mismo por correo, asumiendo el coste del envío según la tarifa de la época en el correo americano. El trayecto se efectuó el 23 de marzo de 1849 y duró 27 horas, tiempo en el que este esclavo estuvo dentro del cajón como si de un paquete postal se tratase.

Citar todo los casos que se conocen, nos llevaría a rellenar muchas líneas, pero cabe decir que se conocen casos en los que se desmontó un edificio completo y se mando por correo ladrillo a ladrillo, o aquel ciudadano americano que se auto-envío a él mismo por probar que la normativa en materia postal hacía aguas a sí mismo. En este caso, se envío él a su casa, y como llevaba su propia bicicleta para no pagar el sobre-porte que suponía, fue pedaleando al lado del cartero. Cuando comprobó que era tal cual lo de poderse enviar por correo, en un artículo en la prensa neoyorquina, dejó claro que en caso de salir de copas y no ser capaz de encontrar la casa debido a la borrachera “….el cartero te puede llevar a casa…”. ¡Surrealista el tema sin duda alguna!

A lo largo de la historia, el correo ha servido de nexo de unión entre el remitente y el destinatario, bien para una simple comunicación escrita o para hacer llegar objetos tan singulares como los que hemos visto. Un tema que nos puede despertar la curiosidad de seguir conociendo que “cosas” se podían y no se podían enviar por el universal servicio postal.


Para más información:

·        https://ifacfilatelico.blogspot.com/2020/03/correos-y-sus-muchas.html

·        https://ifacfilatelico.blogspot.com/2016/05/curiosas-cosas-enviadas-y-recibidas-por.html

·        https://ifacfilatelico.blogspot.com/2023/07/apuntes-filatelicos-detalles-para-el.html