27 agosto 2022

COLECCIÓN "FERRANDO". TIRAR DE HEMEROTECA PARA CONOCERLA MEJOR.

 

LA COLECCIÓN “FERRANDO” DE MASCARAS ANTI-GAS EN LA PRENSA

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Si coleccionar es innato en la especie humana, hay gente de esa especie que tiene algo de especial a la hora de enfocar su colección. No nos vamos a cansar de citarlo, por ser especial y tal vez excepcional dentro de la especie humana, y además por hacer del coleccionismo, una pasión. Pero no un coleccionismo cualquiera. Nada más y nada menos que poseer una (sino la que más) de las más numerosas colecciones de máscaras anti-gas, que existen. O al menos así lo era hasta que tomó la decisión de especializarse en aquellas que se usaron durante la Guerra Civil Española. Como diría el buen entendido….especializarse o morir.

Hasta la fecha, su colección abarcaba varias épocas, y casi la totalidad de los conflictos armados que ese mismo ser humano que es capaz de apasionarse por el coleccionismo, fue capaz de generar esos episodios de la historia que tanta destrucción han ocasionado. Ahora, he de reconocer que estoy ansioso por ver esa nueva faceta de la colección “Ferrando”, la que dentro de muy poco tiempo, esperemos, mostrará todas esas adquisiciones y su historia. Y me he permitido bautizarla como “Colección Ferrando”, porque mientras nadie me demuestre lo contario, la suya es y será la más importante y notable colección sobre este material, existente. Seguramente envidia de muchos museos militares en toda España.

Gracias a su aportación, la de Viktor, he querido destacar y hacer públicos los artículos que sobre su curiosa, rara y pintoresca colección, se ha escrito. Una hemeroteca que espero siga aumentando en un futuro, y que despierte el interés de la prensa, no solo local, comarca y provincial, sino la de todo el mundo. Y si para ello tenemos que seguir hablando de la “Colección Ferrando”, así lo haremos.

ALGUNOS DE LOS ARTÍCULOS PUBLICADOS EN LA PRENSA


Periódico INFORMACIÓN de Alicante. 17.11.2013


Revista BUENPASO FILMS (Sin fecha)


Blog IFAC FILATÉLICO. 26.05.2020. Entrevista con el coleccionista.






Canfali Marina Alta (sin fecha) & Costa Blanca Nachrichten 10.02.2017


Europa Press. 15.12.2014


Benissa Digital. 28.01.2022


EL CORREO MARÍTIMO EN LOS VAPORES DEL MARQUÉS DE CAMPO.

 

Apuntes Filatélicos

EL MARQUÉS DE CAMPO Y EL CORREO EN EL CARIBE

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

A nadie le cabe la menor duda hoy en día, de la vinculación del Marqués de Campo con la ciudad de Dénia, y si me apuráis también con toda la comarca. A pesar de haber nacido D. José Campo Pérez Arpa y Vela, que así se llamaba, en Valencia (1843) y fallecido en Madrid (1889), este ilustre valenciano supo ganarse el aprecio y consideración de la gente de Dénia y la comarca. Artífice de los grandes logros que llegaron a esta tierra en la segunda mitad del Siglo XIX, y que supuso un gran avance tanto en transporte y comunicaciones, con la financiación y construcción de proyectos, como lo fue el ferrocarril Carcaixent-Gandía-Dénia, transformando aquel inicial “Tram-way” de tracción animal, en la moderna línea con locomotora de vapor, revulsivo económico y social muy importante para la gente de la comarca, y una mejora en el sistema postal, frente al que estuvo sometido la comarca durante demasiado tiempo antes.

Carta circulada en 1883, a bordo del buque "Panamá" de la Naviera propiedad del Marqués de Campo. 
Fuente: The Cuban Philatelist

Este filántropo, empresario, banquero y destacado político valenciano, fue un confeso monárquico que en su defensa del rey frente a la 1ª República, instaurada de nuevo la monarquía en 1874 en la figura de D. Alfonso XII, le concedió el título de Marqués de Campo (20.01.1875), así como nombrado Senador Vitalicio. Su vocación política le llevó a presidir la alcaldía de Valencia con tan solo 25 años de edad, así como ser propietario del periódico valenciano La Opinión, antecesor del actual Las Provincias.

Pero la faceta que hoy nos trae aquí, a este rincón filatélico, es si cabe la menos conocida o estudiada de este valenciano ilustre. Su papel como armador, nos va a deparar muchas sorpresas para quienes cultivamos la historia postal. Dentro de esta, el correo marítimo es un capítulo de la filatelia que quienes la conocen, saben lo apasionante y sorprendente que es, sobre todo en aquellos primeros años en los que el correo a bordo de las embarcaciones de la época, trazaban nuevas rutas, y aportaban nuevas piezas al estudio de la historia postal.

D. José Campo Pérez Arpa y Vela
Marqués de Campo
Valencia 1843-Madrid 1889

Los primeros indicios que se conocen del Marqués de Campo como armador o propietario de una naviera, lo encontramos en 1860 cuando entró en el concurso que convocó el gobierno español para proveer una línea de correos marítimos entre España y las Antillas, sin lograr hacerse con la concesión. Posteriormente en 1879, su puja por la línea entre España y las Islas Filipinas, vía Suez, por 49,500 ptas., si obtuvo aprobación por parte del Gobierno Español, a pesar de no contar con ningún buque a su nombre, naves que tuvo que adquirir para iniciar este servicio a partir de 1880.

Hay que destacar, que por entonces, estos buques que viajaban desde España a Ultramar, además de pasajeros y mercancía, también tenían la potestad de transportar correspondencia, mucha de ella en valija oficial desde el correo español, y algunas otras cartas entregadas en mano al capitán del barco que se disponía a zarpar. Estas cartas difícilmente llevarán marcas o matasellos propios del correo de la época, salvo alguna indicación manuscrita o en imprenta que nos indicará en que buque fue transportada. Es aquí donde radica la importancia de conocer que buques formaron parte de la naviera o navieras que constituyese el Marqués de Campo, para poder estudiar más a fondo esa correspondencia que hoy nos ocupa.

Detalle de una Conocimiento de Embarque de la Compañía Naviera "VAPORES CORREOS DEL MARQUÉS DE CAMPO"


Los biógrafos de este ilustre valenciano, apuntan que el 12 de agosto de 1881 obtuvo la concesión de la que llaman “…la conducción de la correspondencia del Seno de México…”, denominación que por fuentes consultadas no se corresponde con ninguna concesión específica, sino más bien que se trata de la concesión implícita del gobierno español para transporta correspondencia en los barcos que realizarían la travesía entre la ciudad de Veracruz, y otros puertos del continente sudamericano, para enlazar con las Islas de Cuba y Puerto Rico. Y es en esta ruta, donde nos salta la sorpresa al haber encontrado ciertas cartas transportadas a bordo de los buques del Marqués de Campo, incluso alguna de ellas con la correspondiente marca administrativa acreditativa de que circuló en el buque “Panamá”.

Los historiadores postales especialistas en correo marítimo, Sres. Kouri e Iglesias, en su artículo “La Compañía de vapores del Marqués del Campo” (The Cuban Philatelist September-December 2011), detallan esta marca a la que erróneamente describen como “matasellos”, cuando realmente no lo es dado que estos barcos que transportaban correo, y en aquella época, no solían tener matasellos “oficiales” a bordo. Por lo general estas cartas, debían pasar primero por la oficina de Correos que las introducía en la valija correspondiente según su destino. Algunas otras, se entregaban directamente (como el caso de la que vemos en la imagen) al capitán o miembros de la tripulación, y estas se registraban con esa marca en forma de “matasellos” estampada sobre el sello aplicado según la tarifa (casos muy excepcionales), que no siendo lo habitual hacen de esta marca administrativa, un curioso y raro matasellos vinculado a nuestro protagonista, El Marqués de Campo.

Detalle de la reconstrucción "errónea" (¿?) de la  marca administrativa que se estampa sobre la carta que ilustra este artículo

Hay que destacar que el título nobiliario que se le otorga a D. José Campo Pérez, fue el de Marqués de Campo, pero los estudiosos de esta materia, los correos marítimos, antes mencionados, Sres. Kouri e Iglesias, dado que la estampación que aparece en el sobre, posiblemente única pieza existente en una colección filatélica, al transcribir el texto del “matasellos”, lo describen como “Vapores Correos del Marques del Campo”. A mi juicio, la transcripción “del” es errónea pues no concuerda con el título nobiliario que ostentó nuestro ilustre valenciano. Podría ser así, tal vez como error puntual u ocasional, que solo cotejando otras de estas raras piezas, podremos darle veracidad.

Por la importancia de esta especial carta circulada a bordo de un buque de la naviera del Marqués de Campo, cabe decir que la misma viaja entre la ciudades de Baracoa hasta La Habana, en la fecha del 1 de octubre de 1883, con un sello español de “Cuba” de 2 ½ centavos de peso, destacando que el puerto de origen, Baracoa (Cuba), no disponía por entonces, comunicación terrestre con La Habana, por lo que era lógico que este envío se hiciera por mar.


Relación de buques adquiridos por el Marqués de Campo en 1884 

Por el momento tan solo ha trascendido esta marca usada a bordo del buque (vapor) “Panamá”. Fueron varias las rutas en las que el Marqués de Campo operaba en los mares caribeños, todas ellas partiendo de La Habana, con destino a San Juan de Puerto Rico, Veracruz, Colón (hoy Panamá), y La Guaira, con escala de diferentes puertos, y operadas por una amplia flota de barcos, lo que nos hace pensar que posiblemente fueron más las marcas, semejantes a la descrita, las que se usarían a bordo de estos para cancelar o dar curso a la correspondencia “no oficial” que se transportó a bordo de ellos. Si a ello unimos la flota que operaba hacía las Islas Filipinas, seguramente este sea un campo de la filatelia que se deba estudiar más a fondo, a pesar de no ser piezas muy asequibles, y siendo un coleccionismo muy reducido.

Una vez más la filatelia no sigue demostrando que es esa ciencia auxiliar de la historia en la que debemos profundizar, y en ello andamos.

 

Anuncio de la Naviera "Vapores Correos del Marqués de Campo" publicado en un periódico de la época

26 agosto 2022

CARTAS SIN SELLOS Y NORMATIVAS QUE CUMPLIR

 

¡SR. CARTERO. ME FALTAN LOS SELLOS!

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

¿A quién no le ha pasado aquello de recibir una carta, de las de antes, aquellas que venían repletas de sellos, y ver que los deseados timbres no están, y hay evidentes signos de que los mismos han sido arrancados o despegados del sobre? Madre mía el cabreo que se pillaba uno, sobre todo cuando profesaban la cultura filatélica.

Pues al parecer, esta práctica de hacerse con los sellos de las cartas, seguramente para usos filatélicos, es algo de siempre. Bueno, ahora estará mal que se arranquen los sellos cuando las cartas cada vez viajan más pero sin el equipaje que suponía llevar una buena serie de sellos, para que el hambriento filatelista los despegase, limpiase, secase y posteriormente los introdujera en su colección.

La prensa de principios del Siglo XX, concretamente el periódico madrileño La Correspondencia de España, en su edición de fecha 06 de septiembre de 1901, lleva un artículo en su interior titulado “Los Abusos de la Filatelia” (el título ya se las trae), en el que se da a conocer cierta queja que al parecer se está produciendo por la recepción de cartas a las que les faltan los sellos.

La nota, hace hincapié ó deja entender que esta falta de sellos en las cartas se debe a causas filatélicas al opinar que los sellos que se arrancan de la correspondencia “…son de alguna utilidad para los filatelistas…”. Seguramente estaba en lo cierto el periodista que cubrió la notica. A principios del Siglo XX, el auge filatélico en España era más que evidente.

Detalle del artículo publicado en "La Correspondencia de España"
Madrid. 06.09.1901

La noticia prosigue indicando que desde Correos, su Director General Sr. Laviña, ha dado instrucciones de que cesen tales abusos, indicando que la propiedad de los sellos corresponden a los remitentes de las cartas, hasta el momento en que se recepciona, y es entonces cuando el destinatario es el verdadero propietario de los mismos.

Pero a Correos, por entonces, la razón filatélica de esta sustracción de sellos, parece que no le era razón suficiente al indicar además en la circular que remite a los funcionarios del ramo, que para el matasellado de las cartas, se use la tinta tipográfica “…por ser la que más resiste a las operaciones de lavado…”. Me decanto por pensar que le preocupaba más que esos sellos arrancados, volviesen a reutilizarse una vez lavados y eliminado todo rastro de matasellos.

Es curioso cómo algo tan sencillo como los sellos en una carta, tenga ese debate de quién es el propietario de ellos, cuando en toda transacción postal, hay un origen y un destino, es decir alguien que envía y alguien que recibe. Y este mismo debate, pero en tono más judicial, lo tuvo el Dr. Thebussem, D. Mariano Pardo de Figueroa, quien en 1870 (17 de agosto), firma un amplio artículo en el periódico La Nación, donde en una especie de carta de las muchas que solía publicar en la época, y remitida desde Wutrzbourg (Baviera-Alemania), en junio de ese mismo año, hace una amplia intervención sobre este asunto de a quién pertenecen los sellos que lleva una carta, y todo ello porque según describe en la misma, el propio Dr. Thebussem, del que se dice nunca fue filatelista pero sí el más experto de estos con que contó la España de mitad del Siglo XIX, recibió cierta carta “certificada” a la que le faltaba los sellos.

El artículo que se reproduce en el periódico La Nación, lleva por título “Cuestión Philatelico-Legal”, y en él, el Dr. Thebussem, le pide a su amigo D. José Mª Asensio (Sevilla), que le dé su opinión como jurista en torno al asunto de la falta se sellos en la carta por acto no convencional. En el transcurso de la transcripción de la carta que se publica, remitida por el Dr. Thebussem, este hace una alegación bien razonada de quién a su entender, es el propietario de las cartas que se remiten, las cuales al parecer y según las leyes de la época, no se podían ni tan siquiera reproducir, si no se salvaguardaba la identidad del remitente. Pero el tema que le preocupa realmente a este ilustre estudioso de la “Philatelia” de mediados del Siglo XIX, era el proceder de certificar una carta, que por entonces como registro de entrega se solía entregar únicamente el contenido y el sobre servía como justificante de entrega.

Según describe D. Mariano, al pedir la devolución del sobre remitido por correo certificado hasta Toledo, “…llega este a mi poder (…) y me quede pasmado, absorto, suspenso, atónito, abobado y confuso, al ver recortado con tijera el sitio de los sellos de correo…”. Lo que más le impactó fue leer de puño y letra, una inscripción manuscrita que decía “…Recibí sin fractura y quito los sellos…”­. El amigo del propio Dr. Thebussem, se apoderó de los sellos. Debió ser uno de los pocos filatelistas toledanos que habría en 1870, o tenía algún conocido inmerso en esta materia.

"El Cartero". 1870. Obra de Karl Spitzweg.

El artículo citado añade, seguramente citado por el Dr. Thebussem para su publicación, una nota a pie de página en la que hace constar que “…La Revista de Correos, en su número 45, correspondiente al mes de julio último (entiendo que de 1870), opina que la persona que envía un certificado, tiene derecho a recibir el sobre sin más desperfecto que el puramente indispensable para su apertura, en la cual se procurará conservar intactos los lacres y sellos, agregando que la oficina de entrega no debe consentir que se recorten  o separen los sellos de la cubierta, la cual ha de devolverse sin mutilación alguna…”. Más que evidente y lógico el enfado de D. Mariano Pardo de Figueroa, y más él que cuidaba al detalle que el funcionariado de Correos cumpliese con lo establecido en las normativas vigentes.

Cabe además que las quejas, que le cuenta a su amigo jurista pretende emprender y remitir a la Dirección General de Correos, tuvieran su buena acogida, a los hechos de que como hemos visto al inicio de este artículo, en 1901 el propio ente postal, fue quién dispuso se cumpliese con la normativa vigente.

El sello siempre ha sido objeto de deseo. Unos para reutilizarlos y defraudar a las arcas públicas, y otros para darles ese otro uso que tanta pasión genera: La Filatelia.

Artículo de Opinión de José Ivars Ivars. 100 AÑOS DEL HÉRCULES Y EL ELCHE....SIN SELLO.

 

Bajo Mi Lupa.

FÚTBOL CENTENARIO SIN SELLO POSTAL

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Me vais a permitir que exponga mi opinión personal, aunque esta no vaya a trascender ni lograr los objetivos que estas líneas persiguen, pero es de recibo que uno se quede sorprendido sobre ciertos temas que, tal vez por ignorancia mía o falta de información puntual, no logro entender. Me refiero al ente postal CORREOS Y TELÉGRAFOS (o como quiera que se llame hoy), y su olvido total a dos efemérides deportivas de primer nivel en la provincia de Alicante.

No todos los años, y menos todos los días, podemos celebrar que una entidad deportiva cumple 100 años. Cien años no son cualquier cosa. Es un motivo de celebración, de orgullo, de satisfacción, y si la efeméride trata de sendos clubes de fútbol de la provincia de Alicante como son el Hércules C.F. y el Elche C.F., con  toda esa trayectoria deportiva a sus espaldas y con una cantidad ingente de socios, simpatizantes y seguidores de ambos clubes, la razón de estas líneas son más que justificadas.

A Correos se les ha pasado por alto “filatelizar” ambos centenarios, en plena celebración dentro de este año 2022. Tal vez alguien pueda pensar y afirmar que, Correos no tiene otro trabajo que el acordarse de esas efemérides dignas de ser motivo de un sello postal. No es intención de quién firma estas líneas, el darle más trabajo a Correos del que ellos mismo generan por la buena salud del ente postal y de una filatelia que en definitiva podemos afirmar es casi la gallinita de los huevos de oro a la que a Correos no le va mal que de vez en cuando le den un ligero tirón de orejas, regañina o cualquier toque de advertencia.

Y no nos estamos inventando nada nuevo para Correos. Desde el año 1998, con el Centenario del Athletic Club de Bibao y las diversas emisiones postales que se emitieron, llámese sello postal o enteros postales, Correos ha puesto en circulación diverso material filatélico-postal dedicado a conmemorar a estos clubes de fútbol en su centenario. Ha dado igual sus logros deportivos, su situación actual, etc. Ha primado el hecho de que han sido entidades deportivas de solera más que demostrada. Casos como el Centenario del Bilbao, el Real Madrid, el Barcelona, el Atlético de Madrid, Recreativo de Huelva, ó los más cercanos Valencia y Levante, ya tienen su sello postal. El Hércules y el Elche, tendrán que esperar.

También podrían pensar quienes estas líneas lean, que tal vez se les pasó, tanto a estos mencionados clubes de futbol alicantinos como a las instituciones y socios que los rodean, el hecho de haber solicitado por la vía reglamentaria que el sello de ambos clubes, fuese una realidad. Realmente sería una verdad a medias. En el caso del Elche C.F., desconozco si alguien en tierras ilicitanas tuvo la brillante idea de cursar la solicitud (Me temo que no fue así. Nadie la cursó). Pero en el caso del Hércules C.F., conocedores de que el Centenario se acercaba, ya en el año 2021 tanto la sociedad filatélica de Alicante como la de Calpe que preside un servidor, instamos a la Comisión Filatélica del Estado para que tuvieran en cuenta estos Cien años de vida deportiva del Hércules C. F., a lo cual la C. Filatélica del Estado reunida en fecha del 17 de noviembre de ese mismo año, acordó posponer y estudiar el tema en la 1ª reunión que esta entidad dependiente del Ministerio de Fomento del Gobierno de España, a celebrar dentro del primer cuatrimestre de 2022, pero lógicamente en caso de acceder a la petición, el sello no sería una realidad hasta 2023.


Cabe pensar pues que estamos aún a tiempo de enmendar este “olvido filatélico”. Cabe pensar que el Elche C.F., pudiera haber hecho la solicitud (como seguramente si lo hizo con la ONCE en fecha y forma). O cabe pensar que nuevamente Alicante y su provincia se quedará si un par de sellos, Hércules C.F. & Elche C.F., a los que tendría derecho, siempre y cuando la actual política de emisiones que Correos lleva a cabo, no contemple seguir filatelizando los clubes de fútbol centenario.

Sea como sea, un servidor se ve en la moral situación de dar a conocer el hecho, aunque como bien dije al inicio seguramente caerá en saco roto lo expuesto. Ojalá que no. Esperemos que las emisiones postales para 2023, aunque con retraso, nos deparen ciertas alegrías.

20 agosto 2022

"COLAU" Y LA NUMANCIA...UN LOBO DE MAR CALPINO AL QUE LE FALTA SU SELLO.

 

Apuntes Filatélicos

SELLOS PARA LA COMARCA: LA NUMANCIA

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
 

Para quienes no la practican, la Filatelia es un arte que nos adentra en muchos campos de la cultura. Es un pasatiempo que nos hace conocer, una forma amena y didáctica de culturizarnos debidamente, porque a poco que tiremos del hilo, siempre vamos a conocer y descubrir cosas nuevas. No es de extrañar pues, que con la filatelia se trate de acerca a los más jóvenes, a un mundo entretenido en el que van a aprender otras ciencias, como la geografía, la historia, el arte, la literatura, etc. En definitiva, un pasatiempo enriquecedor lo miremos por donde lo miremos.

Hoy hablaremos de uno de esos sellos, que no siendo “nuestro” ni teniendo nada que ver con la Comarca, al menos a primera vista, el motivo que Correos eligió para darle forma, mucho tiene que ver con Calp y con su historia. Más bien con la historia de uno de sus más ilustres personajes, para quién la historia le tenía reservado su lugar, y que esperemos que un día la filatelia también lo tenga en cuenta.

Sello emitido en 1964 dentro de la Serie "Homenaje a la Armada"

El sello en cuestión forma parte de una emisión que Correos dedicó en el año 1964 a la Marina Española, con un total de 14 sellos con imágenes de diferentes buques y barcos que han formado parte de la historia de la Marina de Guerra Española, y de entre todos, uno dedicado a la Fragata Numancia, sello del que pretendemos hoy dar unas pinceladas históricas y filatélicas, y poder entender porque se trata de un sello que bien debería formar parte de la historia postal de la comarca.

El sello tiene un facial de 2,50 Ptas., y fue puesto en circulación en la fecha del 16 de julio de 1964 (O.M. 04.07.1964), con un dentado 13 ¼, en pliegos de 25 sellos y con una tirada que según datos de Correos, fue de 4 millones de ejemplares, para este sello en concreto, cifra que dista mucho de las cantidades que hoy en día se ponen en circulación de cada uno de los sellos que aparecen, lo que nos da una ligera idea de que cada vez el sello se ve menos en la correspondencia.

Del motivo de este sello, es decir de la Fragata Numancia, podemos decir que se trata de uno de los mejores barcos (históricos) con que ha contado la Armada Española. Se construyó en los astilleros de Tolón (Francia), en una época en la que este tipo de embarcación militar se estaba poniendo de moda. Fue entregada a España en diciembre de 1864. El hecho de fabricarse en el extranjero, se debe principalmente a que los astilleros españoles no estaban, a mediados del Siglo XIX, preparados para llevar a cabo la construcción de estas embarcaciones.

Dibujo de Nicolás Constantini Sau, según publicación
del Periódico LA VERDAD de Murcia (18.04.2015)

Una vez botado y con base en Cartagena, su primera misión tuvo lugar en aguas del Pacífico. Históricamente, La Numancia ha sido uno de los barcos más representativos de una moderna armada española. No en vano, fue el buque escogido para desplazarse hasta Italia en noviembre de 1870, y traer a España, a D. Amadeo de Saboya, futuro Rey de España.

Pero el episodio histórico vivido por este barco, y que lo relaciona directamente con nuestra comarca, es el haber participado en la rebelión cantonal de Cartagena. Sería el 13 de julio de 1873 cuando la tripulación del Numancia se unió, junto a otros buques españoles fondeados en la base murciana, a la revuelta cantonal de Cartagena.

Este episodio en la historia de España, que también fue tratado por el escritor Benito Pérez Galdós en sus famosos “Episodios Nacionales”, fue un ejemplo más de la inestabilidad política que se vivió en España durante la 1ª República (1873-1874), y que justamente tuvo como protagonista al calpino Nicolás “Colau” Constantini Sau, nacido en Calp en 1826, y del que según el historiador local, D. Andrés Ortolá, el propio Galdós ya lo menciona en su obra confundiendo su nombre por el de Alberto. No fue la única revuelta que se produjo con el fin de constituirse en pequeño estado independiente y alejarse de la mala praxis de gobierno que ejerció el gobierno de la República, pero si fue en la que participó más activamente nuestro marino calpino.

“Colau” fue durante toda su vida, un intrépido lobo de mar, curtido en la navegación de la época, conocedor del mediterráneo como nadie, y que participó en algún que otro salvamento por el que fue reconocido y recompensado. No en vano, lucía la Legión de Honor de Francia por heroicos salvamentos del pasado. Pérez Galdós lo cita en su obra diciendo que “…Al consignar que a bordo de las naves cantonales iba lo más granado y florido del personal revolucionario, debo decir que el único hombre de mar y guerra marítima (…) que merecía ser recordado en la historia era un tal Alberto Colau, contrabandista, hijo de Alicante…”.

Extraordinario documento histórico. Telegrama despachado desde
la Oficina de Alicante, y donde se informa a Madrid del desembarco
en Calp de la tripulación del Tetuán, capitaneado por "Colau".
Fuente: Blog Historia de Calp, de Andrés Ortolá.


En relación a la vinculación que tuvo “Colau” con la Fragata Numancia, otro historiador calpino, D. Vicente Llopis en su obra “Calpe”, describe el episodio acaecido en la fecha del 18 de octubre de 1873, donde tras el bombardeo de la ciudad de Alicante, la flota cantonal se refugia en la bahía de Calpe, y con ella desembarca el personal al mando del “…titulado almirante Nicolás Constantini, El Genovés…”. Iba capitaneando otro buque, El Tetuán y junto a la Numancia y otros, se dirigían a Valencia a seguir tratando de imponer la insurrección.

El 14 de enero de 1874, con la ciudad de Cartagena sin posibilidad de éxito en su revuelta social y política, Colau realizaría su última gesta histórica. La tarde de aquel día, al mando de la Fragata Numancia, y con el puerto de Cartagena sitiado por buques afines al gobierno de la 1ª República, puso rumbo a Orán con los principales cabecillas de la fracasada revuelta cantonal. A pesar del bloqueo, Colau conseguiría llevar la Numancia hasta el puerto argelino. Días después, con el armisticio, la histórica fragata fue devuelta al gobierno español.

Un episodio más que a través de la filatelia, y el profundizar en su estudio cuando un sello nos llega, hace que la filatelia tenga un sentido más amplio del que simplemente nos ofrece, si al sello postal lo guardásemos sin más en su correspondiente álbum. A pesar de la importancia que este buque ha tenido a lo largo de su vida marítima, y el hecho, por citar uno, de que fuese el buque blindado en circunnavegar la tierra, hace extraño que tan solo una vez haya sido filatelizado. Al menos en lo que ha sellos se refiere. En cuestión de marcofilia, es decir, en matasellos alusivos a este barco de la armada española, sus hazañas y gestas, podemos encontrar diversos y diferentes usados en diversas ciudades de las que ha formado parte en su periplo marítimo-militar.

El que no ha tenido todavía la suerte de formar parte de la filatelia española, es nuestro querido lobo de mar, Colau el Genovés. Este calpino al que Galdós rebautizó como “Barbaroja”, merece que no se nos olviden ni sus gestas, ni su historia. La Filatelia está en deuda con él, y dentro de unos años se cumplirán 200 años de su nacimiento, buen momento para que filatélicamente hablando, volvamos a recordar a este “pirata del mediterráneo”.

Carta circulada desde la actual Fragata Numancia,
con base en Rota (Cádiz). Estampación tanto de la marca de Franquicia
del buque (09.abr.1991, como de la marca (no postal) conmemorativa alusiva al 124 Aniversario de La Numancia. 
La carta lleva el rodillo tipo Bernal, Rota Naval, usado en la oficina de correos de la propia base naval (10.04.1991)

Hablar de un sello, es ver mucho más allá de lo que a simple vista nos muestra. Su papel, el dentado, el motivo, su valor facial, y otras características del mismo sello, son simplemente detalles filatélicos a tener en cuenta. Pero el sello es mucho más. Solo si profundizamos en ello, sacaremos la esencia verdadera de la filatelia.

13 agosto 2022

UN CENTENAR DE "APUNTES" QUE NOS HAN HABLADO DE FILATELIA Y DEL CORREO EN LA COMARCA.

 

Apuntes Filatélicos

¡LLEGAMOS A LOS 100!

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Cien es un número mítico, una cifra exacta que se suele conmemorar, festejar o celebrar. Y “Apuntes Filatélicos”, alcanzó la semana pasada esta cifra mítica, por lo que estamos de celebración. El 23 de mayo de 2020, iniciaba en Canfali Marina Alta una serie de artículos donde pretendía, desde la humildad de un servidor, acercar al lector, aquello que tanto me apasiona: la Filatelia, y a su vez tratar de dar a conocer un aspecto de la historia de esta comarca, no tratado en profundidad hasta la fecha: el correo.

Uno no sabe si aquello se que propone, lo consigue. Si puedo asegurar que en el intento, no hemos escatimado en buscar información y datos, allá donde sabemos que los hay. De alguna forma, y tras estos algo más de dos años de, semana a semana, ir hablando de sellos y su coleccionismo, y del correo y sus vicisitudes en la Marina Alta a lo largo de los tiempos, algo más sabemos ahora que no sabíamos al inicio de Apuntes. Bueno, saberlo lo sabíamos. Faltaba plasmarlo y hacerlo saber.

Nunca se puso como meta llegar a los “100” artículos; ni siquiera llegar a esa cifra mítica, podemos considerarlo un final. Queda todavía mucho por contar y conocer. Pero si es verdad, que Apuntes Filatélicos, gracias al Semanario Canfali Marina Alta, es una hemeroteca filatélico-postal, donde se pueden consultar datos y aspectos de la historia del correo y la filatelia en la comarca, que hasta ahora no se tenían.


Filatélicamente hablando, ahora sabemos que hubo unos inicios filatélicos en la comarca, que a nivel individual los dieron, allá por los años 30 del Siglo XX, el pegolí D. Juan Torres Sala y el dianense D. Joaquín Osset Merle, y que las primeras exposiciones filatélicas como tales, se celebraron en el año 1967 en las localidades de Teulada y Gata de Gorgos. Seguramente son datos que algún día tendremos que desmentir porque aparecerán nueva documentación que reescriba la historia filatélica en la comarca, pero al menos sabemos que esta pasión filatélica que esta zona geográfica posee, nos viene de antaño. Sin ir más lejos, en Benissa ya en la década de los años 50 y 60 del siglo pasado, hubo un programa de radio que hablaba a los oyentes de filatelia, y ese tema todavía está por abordar.

Semana tras semana, la filatelia fue encontrando su lugar en CANFALI. Uno se siente como en casa cuando trata de trasmitir aquello que conoce tan a fondo por tantos años de dedicación. Desde siempre ha sido muy directa la relación que la filatelia comarcal ha tenido con nuestro periódico de referencia comarcal. Ya con su anterior Director, D. Paco Serradell (Q.e.p.d.), la filatelia encontró su lugar y relevancia, y con “Apuntes”, esto no fue sino incrementándose especialmente.

Sería largo de enumerar los temas que en estos 2 años largos de filatelia en Canfali, se han ido tratando. Ha había tiempo de conocer, tanto los sellos que a través de Correos han dado a conocer parte de nuestra comarca, como los matasellos que ya forman parte de nuestra historia postal. En lo referente a sellos, más bien son pocos los que tenemos que hablen de nuestra idiosincrasia comarcal, y por ello más de uno nos hemos atrevido a reivindicar como necesario que Correos tenga en cuenta.

Ha habido espacio y tiempo de estudio también para otros coleccionismos, como pueden ser las monedas y los billetes, numismática y notafília respectivamente, que también son una parte importante del coleccionismo, y donde era necesario hablar tanto de los buenos como de aquellas falsificaciones o “fakes” que abundan en el mercado y no son más que “souvenirs” para engañar al bueno del coleccionista.

Ahora ya sabemos más de este coleccionismo que con el tiempo se ha ido arraigando entre grupos coleccionistas de poblaciones como Benissa y Calp, Teulada, Gata de Gorgos, Ondara, e incluso en la capital, Dénia, donde queda por tratar y desencajonar, toda la documentación que exista sobre las 2 sociedades filatélicas que antaño hubieron, y de la que todavía queda algún que otro rescoldo pero no en forma de filatélia asociativa. Y sabemos también, que el lector nos ha sido fiel semana tras semana. Y lo sabemos porque a lo largo de todo este tiempo, nos lo han ido haciendo saber, y eso es lo que realmente satisface enormemente.

Con todo lo publicado, nos vimos en la ilusión de participar a nivel nacional en la Exposición Filatélica Nacional “EXFILNA”, celebrada en la ciudad de Lugo en octubre de 2021, dentro del apartado de Literatura Filatélica, donde competimos con otros periódicos que en sus páginas, tratan aspectos del coleccionismo de sellos. En esta ocasión, fue una dura pugna por conseguir el interés del Jurado Calificador que otorgó a nuestros artículos la puntuación de 75 ptos., y medalla Vermeill (argot filatélico), una más que aceptable puntuación si tenemos en cuenta que era la primera vez que los expertos en esta materia, podían visualizar y leer, el contenido de los artículos presentados. Copia encuadernada de “Apuntes”, publicados hasta entonces, forman ya parte de la inmensa biblioteca que posee en Madrid la Federación Española de Sociedades Filatélicas (FESOFI), y a la que acuden numerosos estudiosos de la filatelia española a documentarse. Pero además, toda esta información, puede leerse cómodamente a través del Blog que la Agrupación Filatélica de Calp tiene en las redes, ya conocido como IFAC FILATÉLICO, todo un referente en la filatelia nacional.

Queda todavía mucho por contar, muchas líneas por escribir y curiosidades que acercar al lector. No dependerá de nosotros que “Apuntes Filatélicos” siga siendo una razón más para semana a semana, Canfali Marina Alta esté en manos de cada uno de nosotros. La Filatelia como ciencia, tiene mucho que contarnos, y la comarca merece estar informada. Dicen que el coleccionismo de sellos es la ciencia auxiliar de la historia. Nosotros lo hemos ido demostrando número a número. Hemos llegado a los 100, y ahora también demostramos que es una pasión, una pasión que no entiende ni de edades ni de lugares. Sigue con nosotros, con CANFALI, y seguirás conociendo este apasionante mundo del coleccionismo postal.

06 agosto 2022

PONERLE NOMBRE A ALGUNOS SELLOS ES INNATO EN EL FILATELISTA

 

Apuntes Filatélicos

BAUTIZAR LOS SELLOS

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Tenemos por norma poner nombre a las cosas. Más bien a todo. Es esa forma que el ser humano tiene de poder distinguir una cosa de otra. Es parte de nuestra idiosincrasia cultural. Y los filatelistas no nos libramos de ello. Por naturaleza desde que nació la filatelia a los pocos años de aparecer el primer sello del mundo en Inglaterra, todo aquello que fue surgiendo como algo nuevo, fue recibiendo su correspondiente nombre. Ello hace que en torno al coleccionismo de sellos, haya surgido un rico vocabulario que en el mejor de los casos ni la RAE lo ha tenido en cuenta.

Pero si de una cosa nos podemos sentir más orgullosos, quienes profesamos esta afición a estudiar el sello postal, es el hecho de que en una tertulia filatélica, si nos ponemos a hablar de sellos, y no de cualquier sello sino de aquellos que a lo largo de la historia de la filatelia, han destacado y siguen haciéndolo por una u otra razón, seguramente emplearemos una terminología que los pocos puestos en estos menesteres, les sonará a chino mandarín. Siempre nos ha gustado bautizar los sellos.

Hacerlo, todavía les infunde más personalidad a la que históricamente ya tienen. En filatelia, y a nivel mundial, hablar de primer sello del mundo es simple y llanamente nombrarlo como el “Penny Black”. Y no es porque esa denominación aparezca en el sello que Inglaterra puso en circulación el 6 de mayo de 1840, simplemente porque el filatelista desde lo más remoto de esta afición, lo empezó a llamar así, y así prosigue conociéndose. Penny (penique) por ser el valor facial que se le puso, y Black (negro) por el color del sello.

Pero no todos los millones de sellos que a lo largo de casi dos siglos de existencia del sello postal se han puesto en circulación, tienen nombre. El coleccionista, el estudioso, el divulgador filatélico a lo largo de la historia ha ido nombrando aquellos más destacados, aquellos que por su especial rareza han sido nombrado más veces. No hay constancia, todavía, de cuando se les bautizó con el nombre que hoy conocemos, pero bastó con que bien en las diversas publicaciones filatélicas que han existido, fuese nombrado una sola vez, para que su nombre perdurase a lo largo de los años.

En la Isla de Mauricio, durante tiempo perteneciente al Imperio Británico, en 1847 se pusieron en circulación sus primeros sellos, de los cuales dos hoy son conocidos en el argot filatélico como los “Post Office”, denominación que se debe a su error a la hora de realizarlos cuando el Administrador Jefe de la Oficina de Correos de la isla, mando hacerlos advirtiendo que en el sello debía aparecer el texto correcto de “Post Paid” (Correo Pagado), un error que se subsanó pero que no impidió que algunos de los Post Office fuesen usados y con ello se creó uno de los más grandes errores de la filatelia.


Otra colonia inglesa de la época, La Guayana Británica, tiene el honor de ser artífice de otro de los sellos (1873) con nombre propio, y actualmente es el sello por el que más dinero se paga cada vez que sale a subasta. En esta ocasión el mundo filatélico lo tiene bautizado como “El Magenta”, debido a su color, y con ello a pesar de los miles y miles de sellos magentas que se habrán puesto en circulación, basta con decir eso para que el aficionado a la filatelia que se preste, sepa de qué sello se trata. Incluso la prensa escrita no especializada, cuando trato el tema de la última vez que salió en subasta, así lo denominaron.  Su importancia radica en ser un sello único, del que se dice en su día hubo dos ejemplares pero que quién los tuvo en su poder, destrozó uno de ellos para que no existiera otro ejemplar como ese. ¡Cosas de una afición curiosa!

Si nos adentramos en errores en los sellos, existe otro que también fue bautizado en su día por el colectivo de filatelistas americano. Fue el correo de este país quien el 10 de mayo de 1918 sacaría una emisión de sellos, de la que cierto individuo yendo a la oficina correos a comprar sellos, se percató de que una de las hojas tenía la imagen invertida. Se trataba de un sello que representa una avión Curtis JN4 Jenny, y por ello el sello en cuestión se le conoce como “Inverted Jenny” ó en castellano “Jenny Invertido”. Basta con eso para saber de qué sello estamos hablando.


España tiene también sus propios sellos bautizados. No somos ajenos a esta moda. De entre todos, cabe que uno de los más conocidos y a su vez la mayor rareza de la filatelia española, lo encontramos en el sello de la emisión 1851, segunda emisión de sellos que Correos ponía en circulación y en la que un cliché del sello de 2 reales que tenía que ser de color rojo, accidentalmente se en la placa de impresión del 6 reales que era azul. Por ello el sello, del que solo se conocen 3 ejemplares, apareció en el mercado en un color distinto al que le correspondía. Fue fácil bautizarlo: “El 2 Reales Azul”. Muchos otros, a lo largo de la historia de nuestro correo, han aparecido con errores o variedades de muy diversa consideración, pero ninguno de ellos tuvo el honor de llevar nombre propio.


En ocasiones, no hizo falta ni que el sello fuese raro, ni que tuviese alguno error o variedad para conocerlo por su “nombre filatélico”. Tenemos casos como los primeros sellos argentinos que son conocidos en el argot filatélico, por las imágenes que muestran. Así conocemos los “Gauchitos”, “Barquitos”, etc., o también las “Mulitas” del correo mexicano.

Pero esto de bautizar a los sellos, no es algo del pasado. La filatelia actual también nos ofrece de vez en cuando algún sello que destaca por algo y que son tantas las conversaciones y publicaciones que sobre el mismo se hicieron o hacen, que el filatelista necesita ponerle nombre para que todo el mundo, filatelista o no, sepa de qué sello se trata. Este podría ser el caso del Sello de Valor Variable (Svv), argot filatélico, que Correos puso en circulación en 1999 a solicitud del Ayuntamiento de Calpe, y que por su rareza y por diversas causas de cómo llegó usarse el mismo, hoy en día en toda conversación filatélica ó publicación del ramo, el filatelista lo conocerá como un “CALPE”.

El filatelista seguirá con su propia jerga filatélica aunque solo nos entendamos entre nosotros cuando hablemos, pero seguiremos dando a conocer estas maravillas que la historia nos ha dado, y que como hemos visto tienen historia y nombre propio.