2 TARJETAS
MÁXIMAS PARA LA FIGURA DE MIGUEL HERNÁNDEZ
Por José Ivars
Ivars. Agrupación Filatélica de Calp
El pasado día 28 de
marzo, se cumplieron 75 años del fallecimiento del ilustre “poeta del pueblo”,
el oriolano Miguel Hernández Gilabert, y a falta de que Correos ponga en
circulación el sello que ha concedido para esta efeméride y que posiblemente
verá la luz el próximo día 15 de septiembre, a iniciativa de la Sociedad
Filatélica y Numismática de Alicante se pusieron en circulación el mismo día del
aniversario, 2 sellos personalizados conmemorativos y que hicieron coincidir su
puesta en circulación con ese mismo día 28 de marzo.
Los sellos de imagen
igual pero con diferente tono de color, muestran un dibujo del alicantino Ramón
Fernández Palmeral, el cual ha colaborado estrechamente con la filatelia
alicantina en este proyecto. De su trazo son también las 2 postales que han
servido de soporte para la realización de estas 2 Tarjetas Máximas, las cuales
han sido editadas por la propia Sociedad Filatélica y Numismática Alicantina.
Como matasellos, al
menos en las confeccionadas desde el colectivo filatelista alicantino, se ha
utilizado el matasellos ilustrado conocido como “turístico”, dedicado a la
ciudad de Alicante con la imagen de la fachada del propio Ayuntamiento, y como
fecha de Primer día de Circulación, la fecha del 28 de marzo de 2017, fecha en
la que como se ha dicho, se conmemora ese fatídico día en el que el mundo
perdió posiblemente quién hubiera podido haberse convertido en el más grande de
los Poetas que la literatura ha podido dar.
Miguel Hernández
cuando se inició la contienda bélica en España, se posicionó en el bando que él
consideraba más reflejaban sus creencias, inquietudes, libertades, como fue el
bando republicado con el que lucho en diferentes frentes y supo acercar la
cultura a los combatientes. Pero finalizada está en 1939 y tras ganar la guerra
el bando nacional, empezó un calvario que fue consumiendo poco a poco al pobre
Miguel Hernández, al ser preso y recorrer varias cárceles como las de Madrid,
Sevilla, Palencia y Alicante. En el año 1940 se le condena a la “Pena de
Muerte”, y gracias a la intervención de sus amigos, Pablo Neruda ó José M. de
Cossío, hizo que se le conmutará esa pena capital por la de presidio durante 30
años. Pero en la cárcel de Alicante, enfermo de tuberculosis, la mañana del 28
de marzo de 1942, su vida se apagó para siempre, y nos dejó con su rica
literatura que todavía hoy se puede leer como fiel reflejo de aquellas
vivencias desgarradoras que tan bien supo plasmar en las hojas que iba
rellenando con su escritura.
Apenas vivió 31 años,
pero le bastó para convertirse en una de las voces más importantes de la
literatura española del Siglo XX.
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