BAJO MI LUPA
EL FILATELISTA….ESE SER INCONFORMISTA
Espacio de Opinión de
José Ivars Ivars
Imagen de un Grabador con el
Procedimiento Calcográfico
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¿Somos los filatelistas por naturaleza inconformistas, ó
más bien exigentes con lo que nos traemos entre manos?
Es evidente que si iniciamos un tipo de encuesta dirigida
a filatelistas ó coleccionistas de sellos, acerca de la opinión que tienen
sobre las actuales emisiones postales, nos vamos a encontrar con respuestas de
lo más variopintas. Las redes sociales, lugar en el que actualmente son muchas
las opiniones que se vierten, no es de extrañar encontrarse con opiniones para
todos los gustos al ponerse en circulación algún nuevo sello que se sale de lo
que tenemos como “común”, ó si el diseño del mismo no nos agrada.
Recuerdo cuando en los años 80, uno empezaba a socializarse
con filatelistas, que era habitual la queja de que España en lo que a emisiones
postales se refería, estaba como anclada en una dinámica que poco variaba
frente a otros países que por aquel entonces eran de admiración cada vez que
teníamos en nuestras manos algún sello nuevo de aquellos que innovaba en
diseño, frente al estancamiento que aquí teníamos con los sellos calcográficos,
que dicho sea de paso, siempre he considerado pequeñas obras de arte solo al
alcance de grandes profesionales como hubo (y hay aunque cada día menos) en
España. Las voces con más peso en el panorama filatélico de aquella época ya se
posicionaban entre los que deseaban el sello español fuese calcográfico de por
vida, y frente a los que reclamaban un cambio radical, al nivel que se tenía en
Europa por entonces.
Herramientas básicas en la Calcográfica
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La filatelia y más concretamente la emisiones de sellos
de cada país, si se estudian en profundidad, no únicamente atendiendo a la
imagen ó motivos que cada año se ponen en circulación, nos da con total
seguridad una radiografía de ese país emisor, pero no hemos de olvidar nunca
que el como se hace un sello y que motivos son los que prevalecen frente a
otros, al final es una decisión que toman un grupo de personas, gente que por
su nivel cultural, por sus circunstancias ó tal vez por posiciones políticas,
se decantaran por unos motivos u otros, y por unos procesos de realización del
sello frente a otros.
Cuando en Calp, recibimos la visita de D. Juan Carlos
Heras Vicario, artífice del sello que Correos dedicó al Peñón de Ifach, y uno
de los últimos grabadores con que cuenta ó ha contado la F.N.M.T., en
conversación con él, recuerdo como me comentaba que en la mayoría de ocasiones,
el sello calcográfico no resultaba interesante a Correos por lo costoso de su
elaboración, y eso hizo que cada año las emisiones con este tipo de grabación
fuese decayendo. De la Calcografía, costosa y laboriosa, se llegó al Offset, que
viene a ser como más fotográfico el sello, lo que para algunos le da un aspecto
de modernidad que anteriormente no se tenía. Pero aún así, este procedimiento
en la edición de un sello, también tuvo sus detractores y sus “fans”.
Desde hace unos años, Correos ha apostado por la
innovación, por diseños rompedores que descuadran a muchos filatelistas, fieles
a costumbres del pasado, añorando aquellos sellos a los que ponerles bajo la
lupa era entrar en un mundo solo apto para quienes hemos pasado horas y horas
frente a este aparato óptico que engrandece los detalles y detecta cualquier
detalle que nos hará ver con otros ojos nuestra pasión filatélica. Estos nuevos
diseños de sellos, se adaptan a veces (no siempre) a una realidad que es obvio
no omitir, a caballo entre las nuevas tecnologías y el diseño clásico a los que
Correos de siempre nos tenía acostumbrados, pero una realidad que nada tiene de
real. Cierto amigo filatelista, me explicaba a modo de ironía, que Correos sabe
perfectamente que los sellos que pone en circulación, rara vez se usará para
franquear una carta, y como para ello ya están las llamadas “series básicas”,
este hecho le da pie a poder jugar con diseños innovadores que no siendo
destinado a la correspondencia, solo van a tener como destino algún que otro
álbum de sellos de los que todavía quedan suscritos a novedades. Pues mira por
donde igual hasta tenía razón con esta reflexión.
No deja de ser curioso que a pesar del esfuerzo de
Correos por estar a la vanguardia en el diseño de sus “pequeñas obras de arte”,
de ponerse a la altura de países del entorno que en esto de emisiones postales
nos llevan mucha delantera, al participar en esos “Premios Europeos” al que
participan los correos respectivos, nos premian últimamente siempre con
nuestros Sellos Calcográficos. ¡Por algo será….!. Sigo pensando que somos
buenos en eso y eso nadie lo va a cambiar, por muy innovadores que sean en
Correos.
Sello de Caucho (con Relieve) dedicado a
D. Cosme García Saez |
El último caso que ha suscitado mucha polémica,
discrepancia de opiniones y algún que otro cabreo filatélico, y digo el último
porque no hay mes que no oigamos voces alzadas en contra de las que llaman
“barbaridades filatélicas”, ha sido el sello que Correos ha dedicado a D. Cosme
García Saez, quién fuese el artífice de un cambio sustancial en el matasellado
de la correspondencia allá por el año 1857, y por ello Correos pensó que sería
una gran idea hacer un sello en relieve, de caucho, como si de un matasellos se
tratase, y dicho y hecho el sello salió a la calle el pasado 28 de septiembre.
Impactante cuando uno lo tiene en la mano, haciéndote pensar si realmente el
concepto de sello ha de cambiar radicalmente ó esto de los sellos se está
descontrolando de una forma que en vez de avanzar, retrocedemos.
Sello de caucho, sello con realidad virtual, sello que se
convierte en una figurita de papel (papiroflexia), sello en forma de tren
troquelado, y un sinfín de formas variadas que tienen a muchos filatelistas al
borde de un ataque de nervios, que como todo en esta vida a unos gusta y a
otros disgusta, y que parece no tiene fin porque convencidos estamos de que
Correos nos seguirá sorprendiendo cada año con nuevos proyectos, nuevas ideas y
nuevos procederes.
Yo una reflexión si hago, aunque sin tener cifras que me
corroboren, pero teniendo claro que si todo esto no fuese rentable para
Correos, esos sellos no tendrían salida y muchos menos llegarían a hacerse. Por
lo tanto si se venden, es lógico que se sigan fabricando.
Sea como fuese, nosotros los filatelistas seguiremos
siendo inconformistas por naturaleza, y exigentes por vocación, porque solo así
es posible ser y vivir esta pasión por los sellos. Y como todo en la vida unos
nos gustarán y otros no podremos ni verlos pero no evitaremos hablar de cada
uno de ellos.
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