Apuntes Filatélicos
¿EL
FUTURO DE LA FILATELIA?
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
Esta sería sin duda una pregunta tendenciosa, y más si la hacemos
nosotros los filatelistas que no queremos otra cosa que un futuro próspero y fructífero
para nuestra pasión del coleccionismo de sellos. En otros tiempos y escenarios,
seguramente nos saldría aquella frase que decía ¡Larga vida a la Filatelia!
Pero la realidad es otra. Muchas voces son más bien pesimistas, y muchas quejas
son las que se lanzan diciendo que la filatelia no se la van a cargar los
coleccionistas, sino más bien las instituciones.
Pensar en que futuro le depara a la filatelia, es en parte
preguntarnos que futuro le depara al correo convencional, al correo epistolar,
ese de toda la vida que ha nutrido a colecciones y coleccionistas de muy
diverso material. Y la verdad que el correo anda de capa caída. No lo dice un
servidor; lo dice mucha gente. Es un tema muy peliagudo, que tal vez requeriría
de algún que otro congreso, como aquellos que si hacían hace décadas, para
poder dar pasos en firme.
¿La correspondencia epistolar está condenada a desaparecer?
Esperemos que no. Esperemos que en un futuro, sigan quedando nostalgicos de las
cartas y de las tarjetas postales, y de su envio por el correo. En más de una
ocasión he podido leer que Dostoyevski – escritor y filósofo ruso – se sentía
tan complacido con la recepción del correo, del tacto de aquellas cartas, que
retrasaba su lectura para poder contemplarlas, dándole a la correspondencia
epistolar un sentido más amplio. Y no estaba mal encaminado este escritor ruso
que se deleitaba con la lectura epistolar, sin duda un nostálgico de la
correspondencia a través del correo.
Pero las nuevas tecnologías están matando lentamente, y me atrevo a
decir que con cierta agonía, a todo lo que tenga que ver con lo postal. Hoy en
día, resulta dificil convencer a alguien que se comunique de forma postal,
frente a la rapidez de un email, de una whatsapp, o de cualquier otro frio
invento que nos llegan día a día. En su momento, el correo también sintió
temblar su futuro cuando apareció el teléfono o el telégrafo, pero supo
convivir con ambos. Las nuevas generaciones se iran acostumbrando a esas
tecnologias que se encontraron cuando irrumpieron en este mundo.
No ayuda en absoluto noticias como la que en marzo nos llegó sobre
el correo en Dinamarca. “…el servicio postal público de Dinamarca
dejará de entregar cartas a partir de 2026…”; así rezaban algunos
titulares que la prensa española publicó. Y Dinamarca no es el primero ni único
país que ha lanzado un “ordago” de este calibre. La matización de “público”,
nos deja entrever que igual lo que pretenden es privatizar el correo danes. Es
la idea generalizada al respecto de los correos, sobre todo cuando algunos –
sin tener que nombrarlos -, tienen más pérdidas que beneficios.
¿Y que pasará con las emisiones de sellos? ¿Seguirán con la
programación de emisiones y puesta en circulación de los sellos, aunque ya no
se usen? Bueno, hoy en día ya está pasando. Vemos sellos emitidos que
dificilmente los encuentras en la correspondencia.
El correo nació por una necesidad “sociológica” de comunicación del
ser humano. Es el invento que cambió a la humanidad. Ni el fuego, ni la
rueda….el correo. Y se ha ido adaptando a todos los cambios que la evolución
humana nos ha traido. Pasó de llevarse a pie y a caballo, para hacerlo en
carruaje, para posteriormente formar parte de aquel gran invento que supuso el
“camino de hierro”. También se embarcó, y ganó en rapìdez al crearse el correo
aéreo. Y con el correo llegó el sello, materia prima del filatelista, y la
filatelia se convirtió en una ciencia, testigo directo de la historia reflejada
a través del coleccionismo de cartas, postales y documentos, formando la
historia postal.
Pero seamos optimistas siempre. ¿El futuro de la filatelia? Muchas
voces abogan por pensar que para darle futuro y continuidad al coleccionismo de
sellos, solo hay un camino: Divulgación. Bendita palabra si. Es de cajón que
sin divulgación, ninguna ciencia hubiera tenido continuación, y la filatelia
hay que entenderla como ciencia, cultura, mucho más que un simple pasatiempo.
El filatelismo, independientemente de que dependa siempre de altas
instituciones que pondrán las normas a seguir, si queremos que tenga
continuidad, debemos saber motivar a la juventud para mostrarles esta pasión
como algo más que el recoger sellos que ni tan siquieran ven en las cartas,
porque ni se usan, ni ellos usan el correo convencional.
Benissa, está actualmente viviendo su actividad filatélica más
significativa, su EXFILNUM, y dentro de la programación, han incorporado como
hacen desde hace muchos años, unas visitas organizadas para escolares. Tal vez
no sea la solución final o definitiva. Seguramente para ellos, para los
colegiales, será una actividad extraescolar más, pero peor sería no hacer nada.
Claro está que para que estas actividades tengan lugar, para que a los jóvenes
se les hable de filatelia, de sellos, de historia, etc., ha de haber un grupo
de gente dispuesta a emplear el tiempo en divulgar y enseñar, y especialmente
un grupo de profesores, entregados a que esto sea posible, conocedores del
potencial que la filatelia puede realizar entre los jóvenes en estos tiempos
que corren donde encerramos cuerpo y mente a las nuevas tecnologías. Valores
como el conocimiento, la paciencia, la curiosidad, el aprendizaje continuo,…,
son los que a través del sello y su coleccionismo, van a poder encontrar, y son
valores que se están perdiendo. Ya no mostramos interés por nada, ya que todo
lo podemos encontrar en las redes.
Vamos a seguir siendo optimistas, porque el correo no va a
desaparecer, al menos en las próximas décadas. Quizas un día, dentro de mucho
tiempo, lo haga. Pero aquello serán otros tiempos. Aquí y ahora, sigamos
hablando de filatelia, sigamos hablándoles de filatelia a nuestros jóvenes. Si
todos no, seguro alguno nos lo agradecerá porque verá nuestra pasión reflejada
en él.
Benissa, como tantas otras sociedades filatélicas, son un claro
ejemplo que el camino es la divulgación… Apoyemos esas iniciativas. La
filatelia tiene futuro, solo si nosotros queremos que lo tenga.
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