18 octubre 2025

Apuntes Filatélicos: HOY NOS PREGUNTAMOS QUE FUTURO LE ESPERA A LA FILATELIA.

 

Apuntes Filatélicos

¿EL FUTURO DE LA FILATELIA?

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

Esta sería sin duda una pregunta tendenciosa, y más si la hacemos nosotros los filatelistas que no queremos otra cosa que un futuro próspero y fructífero para nuestra pasión del coleccionismo de sellos. En otros tiempos y escenarios, seguramente nos saldría aquella frase que decía ¡Larga vida a la Filatelia! Pero la realidad es otra. Muchas voces son más bien pesimistas, y muchas quejas son las que se lanzan diciendo que la filatelia no se la van a cargar los coleccionistas, sino más bien las instituciones.

Pensar en que futuro le depara a la filatelia, es en parte preguntarnos que futuro le depara al correo convencional, al correo epistolar, ese de toda la vida que ha nutrido a colecciones y coleccionistas de muy diverso material. Y la verdad que el correo anda de capa caída. No lo dice un servidor; lo dice mucha gente. Es un tema muy peliagudo, que tal vez requeriría de algún que otro congreso, como aquellos que si hacían hace décadas, para poder dar pasos en firme.

¿La correspondencia epistolar está condenada a desaparecer? Esperemos que no. Esperemos que en un futuro, sigan quedando nostalgicos de las cartas y de las tarjetas postales, y de su envio por el correo. En más de una ocasión he podido leer que Dostoyevski – escritor y filósofo ruso – se sentía tan complacido con la recepción del correo, del tacto de aquellas cartas, que retrasaba su lectura para poder contemplarlas, dándole a la correspondencia epistolar un sentido más amplio. Y no estaba mal encaminado este escritor ruso que se deleitaba con la lectura epistolar, sin duda un nostálgico de la correspondencia a través del correo.

Pero las nuevas tecnologías están matando lentamente, y me atrevo a decir que con cierta agonía, a todo lo que tenga que ver con lo postal. Hoy en día, resulta dificil convencer a alguien que se comunique de forma postal, frente a la rapidez de un email, de una whatsapp, o de cualquier otro frio invento que nos llegan día a día. En su momento, el correo también sintió temblar su futuro cuando apareció el teléfono o el telégrafo, pero supo convivir con ambos. Las nuevas generaciones se iran acostumbrando a esas tecnologias que se encontraron cuando irrumpieron en este mundo.

No ayuda en absoluto noticias como la que en marzo nos llegó sobre el correo en Dinamarca. “…el servicio postal público de Dinamarca dejará de entregar cartas a partir de 2026…”; así rezaban algunos titulares que la prensa española publicó. Y Dinamarca no es el primero ni único país que ha lanzado un “ordago” de este calibre. La matización de “público”, nos deja entrever que igual lo que pretenden es privatizar el correo danes. Es la idea generalizada al respecto de los correos, sobre todo cuando algunos – sin tener que nombrarlos -, tienen más pérdidas que beneficios.

¿Y que pasará con las emisiones de sellos? ¿Seguirán con la programación de emisiones y puesta en circulación de los sellos, aunque ya no se usen? Bueno, hoy en día ya está pasando. Vemos sellos emitidos que dificilmente los encuentras en la correspondencia.

El correo nació por una necesidad “sociológica” de comunicación del ser humano. Es el invento que cambió a la humanidad. Ni el fuego, ni la rueda….el correo. Y se ha ido adaptando a todos los cambios que la evolución humana nos ha traido. Pasó de llevarse a pie y a caballo, para hacerlo en carruaje, para posteriormente formar parte de aquel gran invento que supuso el “camino de hierro”. También se embarcó, y ganó en rapìdez al crearse el correo aéreo. Y con el correo llegó el sello, materia prima del filatelista, y la filatelia se convirtió en una ciencia, testigo directo de la historia reflejada a través del coleccionismo de cartas, postales y documentos, formando la historia postal.


Pero seamos optimistas siempre. ¿El futuro de la filatelia? Muchas voces abogan por pensar que para darle futuro y continuidad al coleccionismo de sellos, solo hay un camino: Divulgación. Bendita palabra si. Es de cajón que sin divulgación, ninguna ciencia hubiera tenido continuación, y la filatelia hay que entenderla como ciencia, cultura, mucho más que un simple pasatiempo. El filatelismo, independientemente de que dependa siempre de altas instituciones que pondrán las normas a seguir, si queremos que tenga continuidad, debemos saber motivar a la juventud para mostrarles esta pasión como algo más que el recoger sellos que ni tan siquieran ven en las cartas, porque ni se usan, ni ellos usan el correo convencional.

Benissa, está actualmente viviendo su actividad filatélica más significativa, su EXFILNUM, y dentro de la programación, han incorporado como hacen desde hace muchos años, unas visitas organizadas para escolares. Tal vez no sea la solución final o definitiva. Seguramente para ellos, para los colegiales, será una actividad extraescolar más, pero peor sería no hacer nada. Claro está que para que estas actividades tengan lugar, para que a los jóvenes se les hable de filatelia, de sellos, de historia, etc., ha de haber un grupo de gente dispuesta a emplear el tiempo en divulgar y enseñar, y especialmente un grupo de profesores, entregados a que esto sea posible, conocedores del potencial que la filatelia puede realizar entre los jóvenes en estos tiempos que corren donde encerramos cuerpo y mente a las nuevas tecnologías. Valores como el conocimiento, la paciencia, la curiosidad, el aprendizaje continuo,…, son los que a través del sello y su coleccionismo, van a poder encontrar, y son valores que se están perdiendo. Ya no mostramos interés por nada, ya que todo lo podemos encontrar en las redes.

Vamos a seguir siendo optimistas, porque el correo no va a desaparecer, al menos en las próximas décadas. Quizas un día, dentro de mucho tiempo, lo haga. Pero aquello serán otros tiempos. Aquí y ahora, sigamos hablando de filatelia, sigamos hablándoles de filatelia a nuestros jóvenes. Si todos no, seguro alguno nos lo agradecerá porque verá nuestra pasión reflejada en él.

Benissa, como tantas otras sociedades filatélicas, son un claro ejemplo que el camino es la divulgación… Apoyemos esas iniciativas. La filatelia tiene futuro, solo si nosotros queremos que lo tenga.

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