18 diciembre 2025

Lo que la prensa nos contó...(82): CRIMENES EN TORNO A LOS SELLOS Y SU COLECCIONISMO. HISTORIAS PARA UNA NOVELA

 

Lo que la prensa nos contó… (82)

FILATELIA Y CRIMENES…ARGUMENTO PARA UNA NOVELA

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHp
©Ifac Filatélico

Los que disfrutamos con lecturas filatélicas de antaño, aquellas escritas hace mucho tiempo y que reflejan aspectos del coleccionismo de sellos que hoy nos puden llegar a sorprender, sabemos que han existido historias entorno al sello postal y su coleccionismo que servirian sin duda de argumento para la mejor de las novelas. Recopilar esas historias, seguramente nos llevará un día a plasmarlas en una publicación en forma de libro – digital o en papel, quién sabe -, pero será interesante el resultado obtenido.

De todas estas historias conocidas y descubiertas, hay una que a mi personalmente me ha resultado muy curiosa. Uno nunca hubiera imaginado que tras el coleccionismo de sellos, que tras la filatelia, se pudiera llegar a cometer un crimen; y resulta que no es un caso solitario, sino que los hay y muchos. ¿Quién puede comerte un crimen, en base a unos sellos de correos que forman una colección? Sencillamente la codicia, la envídia y la mala gente.

Judicialmente se conocío como el “Caso Umbert”, y tuvo lugar en París a finales del siglo XIX. Y como cualquier crimen que tenga lugar, la prensa se ocuparía de darlo a conocer, tal vez por lo peculiar del caso, sellos y pasión. Varios fueron los periódicos españoles que mostraron detalles de la noticia –Noticiero Sevillano, Heraldo de Baleares, El Correo, El Diario de Murcia, El Siglo Futuro, etc. -, especialmente del juicio que en el mes de octubre se llevó a cabo en París. Por ejemplo, el periódico El Noticiero Sevillano, en su edición de fecha 29 de octubre de 1896, titula la noticia como “El Crimen de Couville”, en relación a la ciudad francesa donde ocurrieron los hechos. Según este periódico sevillano, los hechos “…absorbieron por muchos días la atención de toda Francia…”. Y como todo buen crimen, siempre hay personajes alrededor del mismo. El “presunto” autor del crimen, llamado José Anbert; el asesinado Delahaef, y una tercera persona complice de la primera, Margarita Dubois.

Y el móvil de este crimen parece ser una colección de sellos. El tal Anbert, de 23 años de edad e hijo de una familia acomodada de Burdeos, al parecer le habían ido mal muchos negocios que había puesto en marcha. Su carácter se fue endureciendo por la situación, y cuando la situación llegó a ser crítica, parece ser que decidió matar al propietario de una colección de sellos valorada en 12.000 francos – bastante dinero para la época -. El filatelista no fue otro que el mencionado Delahaef. La tercera persona, parece ser que era pareja del detenido, la cual confesaría no tuvo nada que ver con el crimen, aunque delataría a su pareja y confesaría el crimen perpetrado por José Anbert. De nada le serviría a Margarita la confesión, pues al final se le culparía de participar en los hechos.

Algunos de los periódicos citados, al dar detalles del juicio celebrado en Paris – octubre de 1896 -, dan cuenta que el padre del fallecido no ha reclamado indemnización alguna, pero si que se le devuelva la colección de sellos sustraida. ¡Debió de ser una gran colección para la época!

El Diario de Burgos, en su edición del día 30 de octubre de 1896, nos relata la sentencia del caso. Nos dice que el tribunal tuvo claro la autoría de los hechos y condenaron al jóven Delahef a trabajos forzados a perpetuidad, y a su compañera y complice, Margarita, se le ha impuesto una condena de 3 años. Al parecer la sentencia y las condenas no fueron del agrado de quienes siguieron el caso, y mucho menos de la familia, que esperaba la pena capital, pero la enfermedad del asesino, hizo que le jurado tuviera cierta piedad por su persona.

Esta historia, junto a tantas otras, nos viene a decir que los sellos y su coleccionismo no estuvieron faltos de tramas que bien merecen sean plasmados en alguna novela.

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