LA
CATÁSTROFE FERROVIARIA DE PULPÍ DE 1927
UN
ALICANTINO DE BENIARRÉS ENTRE LAS VÍCTIMAS
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
Fotografía de D. Luís Tomás Domínguez
Fuente: "El Cronista de Correos"
Esta historia, trágica donde las haya, sería una más de las muchas
que se conocen, si no fuese que este funcionario de Correos, era un alicantino
que dio su vida en aquel suceso, estando al frente del “Ambulante”, de uno de
los trenes causantes del siniestro: El
tren correo mixto Nº 2 de la línea
Lorca-Baza-Águilas (1).
D. Luís Tomás Domínguez, había nacido en la localidad alicantina de
Beniarrés, comarca de El Comtat de Cocentaina, en agosto de 1896. Hijo de
familia de agricultores de la zona, siempre fue una persona con inquietudes y
aptitud para aquello que se propuso. Así fue como decidió cursar la carrera de
Magisterio, ejerciendo de maestro en su localidad natal. El servicio militar le
llevó a tierras murcianas, alcanzando el grado de sargento y participando junto
a su unidad en la Campaña de África.
Con anterioridad a todo esto, y habiéndose anunciado la convocatoria
para el ingreso en Correos, puso todo su empeño en conseguir la ansiada plaza
que conseguiría en septiembre de 1922, siendo destinado a la zona de Bilbao,
donde ejercería los servicios postales en la línea de La Robla y Zumárraga. Al
contraer matrimonio con su esposa, Dña. Carmen Salvat, hija de una distinguida
familia murciana, solicitó el traslado a Águilas, siendo destinado al
“Ambulante” de la línea de Almendralicos, desde octubre de 1925.
Instantánea para la prensa de la época, realizada despues del accidente |
De aquel accidente, la prensa de la época se ocupó de dar muchos detalles,
aunque algunos de ellos contradictorios unos de otros. Los hechos de este grave
y mortal accidente ferroviario fueron los siguientes (2): el tren-correo donde
ejercía su labor nuestro querido alicantino, salió de la estación de Almendricos
a su hora -13,22 h., unas fuentes, antes de las 13 h., otras -, se dirigía a la
estación de Águilas, en Pulpí tenía una parada técnica de unos 10 minutos. Poco
antes un tren “mineral” de los conocidos en el argot ferroviario como “Yankees”,
cargado hasta los topes sus 7 vagones más la locomotora, de material de mina y
otras mercancías salió desde la estación de Almendricos con la misma ruta que
el tren-correo, y poco antes de llegar a la estación de Pulpí, al parecer le
fallaron los frenos, lo que ocasionó que aquella mole férrea alcanzase una
velocidad descomunal a medida que se acercaba a la estación de Pulpí, la misma
donde hacía la parada técnica el tren-correo.
Plano de situación de las poblaciones por donde circulaba la línea de ferrocarril |
El accidente era inevitable, y al parecer no se pudo hacer nada por
avisar con tiempo a los pasajeros y trabajadores que iban a bordo del
tren-correo, ni tan siquiera a nuestro Oficial 3º del “Ambulante”, Sr. Tomás Domínguez.
La prensa cuenta que el maquinista del “Yankee”, no paraba de vocear y hacer
señales para avisar de lo inevitable, incluso algunos pasajeros al ver venir la
catástrofe, decidieron saltar del tren estacionado.
Según cuenta El Cronista de
Correos (3),
“….el choque fue espantoso, todas la
unidades que componían el tren-correo quedaron hechas añicos. La máquina y las
primeras vagonetas del yankee (…) saltaron por encima del tren de viajeros,
yendo a estrellarse contra la máquina…”. La descripción es más que
elocuente.
La noticia corrió como la pólvora, y hasta el lugar de los hechos,
se presentaron, tanto personal del Cuerpo de Correos, como otras autoridades de
la zona. En un primer momento se habló de tan solo entre 5 y 7 fallecidos, pero
las crónicas de la época, acabaron afirmando que fueron 30 los fallecidos,
bautizando a este ferrocarril como el “Tren de la Muerte”.
Por las gestiones realizadas por el entonces Administrador de
Correos de Lorca, Sr. Pallarés y el Oficial de la Oficina de Correos de
Águilas, consiguieron que el cadáver del D. Luis Tomás Domínguez, fuese trasladado
a la ciudad de Águilas, donde recibió sepultura. Cuando falleció nuestro
protagonista de hoy, dejó una criatura de muy corta edad, y otra que venía de
camino, una situación familiar muy apenada que conmocionaría mucho al gremio de
carteros y ambulantes de Correos.
Dentro de unos años, se cumplirá el centenario de este trágico
accidente donde un funcionario “ambulante” de Correos, además alicantino de
nacimiento, perdió su vida. Es bueno que recuperemos para la posteridad su historia,
y pongamos en valor el gran trabajo que a lo largo de todos los tiempos han llevado
a cabo la gente de Correos.
Notas:
1. Esta línea
construida a finales del Siglo XIX, con un ancho ibérico y un trazado de 133
km., unía las ciudades de Baza y Lorca, con desvío a Águilas en la estación de
Almendricos.
2. Según la
mayoría de las fuentes consultadas.
3. Revista “El
Cronista de Correos” Núm. 1258 de fecha 05 de junio de 1927, Páginas 2 y 3.
Fuentes consultadas:
·
Diario de Almería. Artículo “El Tren de la muerte”. José
Ángel Pérez. 20.05.2019.
·
El Cronista de Correos. Nº 1258. 05.06.1927.
·
Periódico “La Actualidad”. 08.02.2019.
·
Águilasnoticias.com. “Historias del ferrocarril
Lorca/Baza/Águilas (VIII). 02.07.2021.
·
Periódico “El Socialista”. Madrid 26.05.1927.
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