22 diciembre 2024

UN ALICANTINO, VICTIMA DEL ACCIDENTE FERROVIARIO DE 1927 EN PULPÍ.

 

LA CATÁSTROFE FERROVIARIA DE PULPÍ DE 1927

UN ALICANTINO DE BENIARRÉS ENTRE LAS VÍCTIMAS


Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

Fotografía de D. Luís Tomás Domínguez
Fuente: "El Cronista de Correos"

En la historia de los “Ambulantes”, y me refiero a esas oficinas de correos móviles que a bordo de los ferrocarriles, hacían la función postal de transportar, clasificar y entregar o recoger la correspondencia, en aquellos puntos por donde pasaba el tren, han existido numerosos accidentes que han dejado profunda huella entre la sociedad, especialmente allí donde tuvo lugar, o de donde eran las víctimas. De los muchos de estos accidentes de los que tenemos constancia, hubo uno acontecido el día 25 de mayo de 1927, en la localidad murciana de Pulpí, en el que se produjo un choque entre 2 trenes, con un balance terrorífico de 30 fallecidos, entre ellos el Oficial 3º de Correos D. Luís Tomás Domínguez.

Esta historia, trágica donde las haya, sería una más de las muchas que se conocen, si no fuese que este funcionario de Correos, era un alicantino que dio su vida en aquel suceso, estando al frente del “Ambulante”, de uno de los trenes causantes del siniestro: El tren correo mixto Nº 2  de la línea Lorca-Baza-Águilas (1).

D. Luís Tomás Domínguez, había nacido en la localidad alicantina de Beniarrés, comarca de El Comtat de Cocentaina, en agosto de 1896. Hijo de familia de agricultores de la zona, siempre fue una persona con inquietudes y aptitud para aquello que se propuso. Así fue como decidió cursar la carrera de Magisterio, ejerciendo de maestro en su localidad natal. El servicio militar le llevó a tierras murcianas, alcanzando el grado de sargento y participando junto a su unidad en la Campaña de África.

Con anterioridad a todo esto, y habiéndose anunciado la convocatoria para el ingreso en Correos, puso todo su empeño en conseguir la ansiada plaza que conseguiría en septiembre de 1922, siendo destinado a la zona de Bilbao, donde ejercería los servicios postales en la línea de La Robla y Zumárraga. Al contraer matrimonio con su esposa, Dña. Carmen Salvat, hija de una distinguida familia murciana, solicitó el traslado a Águilas, siendo destinado al “Ambulante” de la línea de Almendralicos, desde octubre de 1925.

Instantánea para la prensa de la época, realizada despues del accidente

De aquel accidente, la prensa de la época se ocupó de dar muchos detalles, aunque algunos de ellos contradictorios unos de otros. Los hechos de este grave y mortal accidente ferroviario fueron los siguientes (2): el tren-correo donde ejercía su labor nuestro querido alicantino, salió de la estación de Almendricos a su hora -13,22 h., unas fuentes, antes de las 13 h., otras -, se dirigía a la estación de Águilas, en Pulpí tenía una parada técnica de unos 10 minutos. Poco antes un tren “mineral” de los conocidos en el argot ferroviario como “Yankees”, cargado hasta los topes sus 7 vagones más la locomotora, de material de mina y otras mercancías salió desde la estación de Almendricos con la misma ruta que el tren-correo, y poco antes de llegar a la estación de Pulpí, al parecer le fallaron los frenos, lo que ocasionó que aquella mole férrea alcanzase una velocidad descomunal a medida que se acercaba a la estación de Pulpí, la misma donde hacía la parada técnica el tren-correo.

Plano de situación de las poblaciones por donde circulaba la línea de ferrocarril 

El accidente era inevitable, y al parecer no se pudo hacer nada por avisar con tiempo a los pasajeros y trabajadores que iban a bordo del tren-correo, ni tan siquiera a nuestro Oficial 3º del “Ambulante”, Sr. Tomás Domínguez. La prensa cuenta que el maquinista del “Yankee”, no paraba de vocear y hacer señales para avisar de lo inevitable, incluso algunos pasajeros al ver venir la catástrofe, decidieron saltar del tren estacionado.

Según cuenta El Cronista de Correos (3), “….el choque fue espantoso, todas la unidades que componían el tren-correo quedaron hechas añicos. La máquina y las primeras vagonetas del yankee (…) saltaron por encima del tren de viajeros, yendo a estrellarse contra la máquina…”. La descripción es más que elocuente.

La noticia corrió como la pólvora, y hasta el lugar de los hechos, se presentaron, tanto personal del Cuerpo de Correos, como otras autoridades de la zona. En un primer momento se habló de tan solo entre 5 y 7 fallecidos, pero las crónicas de la época, acabaron afirmando que fueron 30 los fallecidos, bautizando a este ferrocarril como el “Tren de la Muerte”.

Por las gestiones realizadas por el entonces Administrador de Correos de Lorca, Sr. Pallarés y el Oficial de la Oficina de Correos de Águilas, consiguieron que el cadáver del D. Luis Tomás Domínguez, fuese trasladado a la ciudad de Águilas, donde recibió sepultura. Cuando falleció nuestro protagonista de hoy, dejó una criatura de muy corta edad, y otra que venía de camino, una situación familiar muy apenada que conmocionaría mucho al gremio de carteros y ambulantes de Correos.

Dentro de unos años, se cumplirá el centenario de este trágico accidente donde un funcionario “ambulante” de Correos, además alicantino de nacimiento, perdió su vida. Es bueno que recuperemos para la posteridad su historia, y pongamos en valor el gran trabajo que a lo largo de todos los tiempos han llevado a cabo la gente de Correos.


Notas:

1.       Esta línea construida a finales del Siglo XIX, con un ancho ibérico y un trazado de 133 km., unía las ciudades de Baza y Lorca, con desvío a Águilas en la estación de Almendricos.

2.      Según la mayoría de las fuentes consultadas.

3.      Revista “El Cronista de Correos” Núm. 1258 de fecha 05 de junio de 1927, Páginas 2 y 3.

Fuentes consultadas:

·        Diario de Almería. Artículo “El Tren de la muerte”. José Ángel Pérez. 20.05.2019.

·        El Cronista de Correos. Nº 1258. 05.06.1927.

·        Periódico “La Actualidad”. 08.02.2019.

·        Águilasnoticias.com. “Historias del ferrocarril Lorca/Baza/Águilas (VIII). 02.07.2021.

·        Periódico “El Socialista”. Madrid 26.05.1927.

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