LAS MARCAS MANUSCRITAS EN TEMÁTICA Y SU IMPORTANCIA
POR JOSÉ IVARS IVARS
“En temática se ha saber interpretar lo que se ve, y a
veces lo que se lee también…”. Estas magistrales palabras
recuerdo habérselas oído al filatelista temático D. Luís María Fernández
Canteli (1), en alguna de las
charlas a las que tuve el placer de asistir, e incluso en aquel cursillo para
Monitores Filatélicos al que participé en Juvenia 1991 en Nules (Castellón), y
a lo largo del tiempo de esto aprendí que cada pieza que sea susceptible de
hablarnos, nos dirá mucho más cuanto más indaguemos sobre ella.
El Reglamento FIP para el coleccionismo temático, ya nos
dice en su Artículo 3.1.1, que “…Una participación temática utiliza la más amplia gama
posible de tipos de material filatélico postal apropiado (ref.: GREV Art 3.2)…”, con lo cual cuanto mayor gama de material
observemos y estudiemos, mejor para la colección. Al fin y al cabo la riqueza
de piezas en toda colección temática, es lo que hace diferente este
coleccionismo frente a otros.
Hoy tenemos
ante nosotros una pieza que a simple vista nos puede parecer de lo más
corriente, con un poco de historia por el tiempo transcurrido desde que fue
circulada, pero que temáticamente poco ó nada aporta a simple vista. Pero como
dijo en su día el Sr. Fernández Canteli, las piezas hay que hacerlas hablar y
por ello la inscripción manuscrita que vemos en la parte superior, nos deparó
esa curiosidad necesaria para todo temático. Y nos surge la primera duda. ¿Son
las inscripciones manuscritas, marcas a tener en cuenta como material temático?
El propio
Reglamento para la Evaluación de las Colecciones Temáticas (2), en su Artículo 3.1 al hablar del material apropiado para usar
en colecciones de índole temático, no aclara muy bien si las MARCAS MANUSCRITAS,
son material apropiado, interesante ó material límite. Partimos de la base de
que la indicación manuscrita habitualmente la hace ó la hizo quién en su día
escribió la carta de su puño y letra, y no es una marca propia de Correos. En
este caso concreto la anotación manuscrita nos dice “POR VAPOR MADRID”, que
lógicamente ya nos da una indicación de que la carta viajó por mar, ó al menos
esa fue la intención inicial.
Si
estudiamos un poco la carta, podemos ver que se trata de una carta-envuelta (3), circulada de Barcelona a Alicante,
con un fechador de salida (4) del 30
de marzo de 1859. La carta lleva aplicada una tarifa de 4 cuartos, mediante un sello
de la emisión de 1855 Reina Isabel II (5),
inutilizado con el matasellos conocido como “Rueda de Carreta” (6) número 2 que corresponde a la
ciudad de Barcelona. La tarifa que se le aplica a esta carta es la que
corresponde al envío para cartas de hasta ½ onza de peso dentro de la
península, según la tarifa aprobada por R. D. de 01.09.1854 (Circular de
27.09.1854 / Circular de 02.10.1854), y no vemos tarifa adicional alguna que
nos indique que se pago un sobrecoste por el hecho de que la carta viajase vía
marítima (correo marítimo).
Entonces,
cabe la posibilidad de que el remitente, pagase en mano ese coste adicional que
estamos convencidos tuvo la carta por viajar en el Buque-vapor Madrid, aunque
no venga reflejado en el frontal de la carta lugar en el que suele indicarse
los pagos por el servicio prestado por Correos. Por lo tanto, ¿la marca manuscrita
“POR VAPOR MADRID”, podemos
temáticamente usarla dentro de una colección aunque el Reglamento no sea muy
claro en este tipo de marcas, y a pesar de que no tengamos la certeza de que
viajó en dicho medio de transporte?
Es posible
que si la carta simplemente la usamos como pieza temática, sin darle más
explicación sobre la misma, la carta quedaría pobre de explicación y sin lógica
alguna su uso, pero si indagamos un poco y sabemos algo más de, por ejemplo,
este buque que manuscritamente nos aparece, seguramente a la carta ya le
daríamos otro sentido a su uso en temática.
El Buque ó
Vapor Madrid, fue uno de los muchos barcos que usó la naviera Antonio López
& Cía, buque construido junto al ALICANTE, en los Astilleros Archibald
Denny (que luego se convertirían en los famosos astilleros William Denny &
Bros.), siendo botado el 15 de enero de 1858 en Ferrol, siendo un barco de
casco de hierro y movido por hélice. Según la prensa de la época, se tienen
noticias de que este Vapor partiendo de Marsella, recorría el mediterráneo, con
escala en Barcelona y Alicante, donde y dado que la línea férrea
Madrid-Alicante (7), se inauguró el
4 de enero de 1858, iba a ser el enlacé que, especialmente para el correo
procedente de Europa, iba a dirigirse hacía Madrid, con el servicio postal que
este ferrocarril dio al Correo Español. Cabe decir que este vapor al que hace
mención la carta que hoy nos ocupa, a partir de 1859, alarga su travesía hasta
Cádiz, donde conectaba con los Transatlánticos de los “Catalanes”, que hacían la
línea hasta las Antillas.
Dicho todo
esto, y conociendo ahora toda esta información, necesaria cuando queremos
conocer a fondo cualquier pieza que nos sea de interés, podemos casi afirmar
que esta carta que va de Barcelona a Alicante, con una tarifa básica para un
servicio postal llamémoslo “terrestre”, con un envío vía marítima que
seguramente se abono en mano (Gratis nadie trabaja), y que se entrego a su
destino en Alicante, pero que si hubiera tenido como destino Madrid, estaríamos
probablemente ante una pieza con un doble encaminamiento: marítimo y por
ferrocarril.
Estoy seguro
que esta interpretación que yo hago de la pieza, otros coleccionistas puede que
vean algo que a mí se me ha pasado al observarla y estudiarla. Lo que si tengo
muy presente es que realmente D. Luís María
Fernández Canteli estaba en lo cierto, y las piezas nos hablan si las sabemos
escuchar.
1.
Insigne Filatelista temático español, cuyo historial filatélico, se puede leer
en: http://www.rahf.es/member/luis-maria-fernandez-canteli/
3.
Tipo de carta de la época en la que la misma hoja en la que se escribia, servía
al doblarla como sobre para el envío.
4.
Este fechador que se le conoce como TIPO II por diferenciarlo del anterior que
empezó a usarse en 1954, comienza a usarse a partir de 1857, y tiene un
diámetro de 20 mm (frente al anterior Tipo I con diámetro de 21 mm)Lo
5.
Sello emitido según R.O. de 15.12.1854, Circular de la Dirección General de
Correos de 08.03.1955, para ponerlo en circulación el 01 de abril de 1955.
Grabado por D. José Pérez Varela, e impresos en Litografía por la Fábrica
Nacional del Sello, con una validez de franqueo hasta el 15.02.1960. Papel
azulado con filigrana de lazos.
6.
Los matasellos del tipo Rueda de Carretas estuvieron en uso entre 1858 a 1873,
y surgen de una Circular de la Dirección General de Correos de 07.10.1858,
disponiendo su uso a partir del día 15 de ese mismo mes de octubre. Destacar
que solo fue usado por la Administraciones principales, las de cambio y
agregadas de 1ª Clase.
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