Una carta….un comentario
¡FILATELISTA Y ARTISTA…GRAN COMBINACIÓN!
Por José Ivars
Ivars
Divulgador e
Investigador Filatélico
La de hoy es una pieza que posiblemente filatélicamente hablando
no la vamos a poder usar tal y como nos la hemos encontrado, puesto que
temáticamente por ejemplo no va a tener cabida en una colección de pintura por
ejemplo. A lo sumo, y al estar circulada, la podremos usar en algún apartado de
historia postal ó marcofilia, de la cual lo único que el filatelista tendrá en
cuenta es el matasellos utilizado y la tarifa aplicada.
Se trata de una curiosa carta circulada con el Matasellos
Conmemorativo de la Exposición Filatélica celebrada en Vendrell (Tarragona)
entre el 25 y el 29 de julio de 1951, donde el filatelista que la hizo circular
(sin tener datos del remitente) tuvo el buen hacer de dibujar en la parte
izquierda del sobre, una copia casi idéntica del sello dedicado a “El Cid” de
valor facial de 5 cts. (de peseta). Se trata pues de un sobre “ilustrado” de
forma particular y artísticamente decorado, a “plumilla” como reza la
inscripción manuscrita, tal vez del vendedor de la pieza.
Y aunque la pieza no aporte mucho temáticamente, uno se
para a pensar que tal vez la combinación de 2 artes, la filatelia y el dibujo,
2 pasiones que el remitente ha sabido plasmar en un mismo objeto, dan como
resultado estos fantásticos sobres. Por un momento, hagamos un esfuerzo mental
y pensemos en la paciencia que se tenía antes, donde los filatelistas de antaño
estaban hechos de otra pasta. Algunos con originales ideas, en las que todo
parecía valer y estas dosis de artista filatélico bien merecían un resultado
así.
El sobre circula entre Vendrell y Las Palmas de Gran
Canarias, y lleva una tarifa aplicada de 0,90 Ptas., tarifa para Correo
Certificado Para interior y exterior de las poblaciones (0,50 Ptas tarifa
normal + Derecho Certificado 0,40 Ptas.), según tarifa en vigor desde el 1 de
enero de 1948 (Ley de 27.12.1947. B.O.E. del 30.12.1947). La misma carta, y
escrito con la misma “Plumilla”, se matiza lo de “CERTIFICADO”, y se aprecia la
aplicación manuscrita del número 1 que debe corresponder al primer certificado
que se hizo en la estafeta que con tal ocasión se instaló en la propia
exposición filatélica.
No le vamos a sacar más detalles a la carta. Original sin
lugar a duda. Habitual es encontrar muchas similares a esta, donde la mano del
artista y filatelista, en combinación, dan resultados agradables que más de 50
años después nos gusta contemplar. Hoy seguramente, la comodidad de las nuevas
tecnologías, haría que la obra de arte saliese de una impresora a todo color….pero
no es lo mismo sin duda.
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