24 octubre 2023

Apuntes Filatélicos. HISTORIA DEL PRIMER CATÁLOGO DE SELLOS Y LA IMPORTANCIA DE SU USO EN LA FILATELIA ACTUAL

 

Apuntes Filatélicos

EL CATÁLOGO DE SELLOS

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

Va siendo hora ya, que en esta sección vayamos describiendo los elementos que van a ser imprescindibles en la vida de todo filatelista, y entre estos elementos se encuentra uno, que será la “Biblia” para el coleccionista de sellos: me refiero al Catálogo de sellos, ese libro – hoy en día también en formato on line -, que le va a dar todos los detalles necesarios para conocer el sello que tiene entre manos, o cuáles son los que no tiene y por ello ha de buscar.

Dentro de la literatura filatélica, que en todo el mundo es muy amplia y variada, la consulta de los diferentes catálogos de sellos que existen, se hace tarea imprescindible, bien para conocer simplemente esas características del sello, o bien para conocer el valor del mismo, e incluso ponerle un número que servirá de referencia a la hora de confeccionar mancolistas de sellos, o lista de los sellos que faltan en la colección.

Si el coleccionismo de sellos arranca – según que fuentes consultemos -, allá por la década de los años 60 del Siglo XIX, la catalogación de estos primeros sellos del mundo, casi que nace a la par del coleccionismo de sellos, en parte por la necesidad de conocer los que se habían emitido. Así tenemos que se da como válido que el 1er Catálogo de sellos editado, es el conocido como Catálogo Potiquet, y lo situamos en diciembre de 1861, aunque como todo lo concerniente a la filatelia de entonces, de la 2ª mitad del Siglo XIX, ser el primero en algo resultaba a veces difícil cuando se observaba muy mucho que solían hacer los demás.

 

Portada del Catálogo "POTIQUET·", 2ª edición de 1863

En este aspecto, este primer catálogo del mundo no era otra cosa que una copia casi idéntica de una lista que el comerciante Oscar Berger-Levrault (1926-1903) redactó para enviar a sus amigos, conteniendo los 973 sellos y enteros postales que según él se habían puesto en circulación hasta la fecha. Esta lista fue redactada y enviada en septiembre de 1862 con lo cual, tiene 2 meses menos que le considerado primogénito de los catálogos de sellos en el mundo. Tal vez al tratarse, esta última, de un listado redactado para amigos con unas pocas copias y sin ilustración alguna de los sellos mencionados, al contrario del Catálogo Potiquet, hizo que nunca fuese considerado como el primero de los muchos catálogos de sellos que a lo largo de los tiempos han ido apareciendo.

En este sentido, y si nos centramos en los catálogos de sellos editados en España, el primero aparece en 1864 de la mano del catalán José Mª Vergés de Cardona, al que tituló como “Manual del coleccionista de sellos de Correos”. Lógicamente estos catálogos eran todos de ámbito mundial, por la poca cantidad que se habían puesto en circulación. Por ejemplo España en 1864, tan solo había emitido algo menos de 64 sellos, y unos pocos más para el uso en las colonias de Ultramar.

El siguiente en la lista será un catálogo que se editó en 1874 por Plácido Ramón de Torres, tanto en Madrid como en Livorno (Italia), y con un título en italiano: Catálogo prezzo corrente di tutti franco-bolli creati de 1840 al 1874. Y el primer catálogo realizado exclusivamente con sellos españoles, donde se incluían las colonias también, fue obra de los ingleses. En 1878, la prestigiosa The Philatelic Society de Londres, editaba el catalogo “Catalogue Postage Stamps, Stampes envelopes and Post-cards, Spain and colonies”.

Desde entonces, la filatelia se ha nutrido de infinidad de catálogos de una marca u otra, con contenidos genéricos como pueden ser los Yvert et Tellier o los Michell actuales, o contenidos muy específicos o especializados, a gusto siempre del consumidor final que es el filatelista. Todos los catálogos editados en España durante el Siglo XIX, lo fueron por comerciantes, que necesitaban rentabilizar el comercio de sellos y hacer llegar esos listados a sus clientes potenciales: los coleccionistas de sellos. Los editores de catálogos de todo el mundo, se congregan en la asociación conocida como ASCAT, en la que llevan una especie de defensa de sus intereses comerciales, frente a publicaciones de catálogos de modo altruista, por filatelistas privados e incluso asociaciones filatélicas, que suplen con su esfuerzo y trabajo, ese tipo de catalogaciones que no resulta del todo comercial para el profesional de la filatelia.

Su importancia radica esencialmente en que, sin saber manejarlos y consultarlos, difícilmente se puede llegar a ser un gran filatelista. Y esa premisa es la que se suele adoptar para cuando se trabaja con los jóvenes y futuros filatelistas, enseñándoles su manejo, a entenderlos y a saber agilizar su búsqueda entre miles y miles de sellos publicados.

A medida que las nuevas técnicas de imprenta fueron avanzando, la calidad de los catálogos fue aumentando, llegando a ejemplares con mucho color, sellos muy vistosos, y una información que lógicamente mejoraba a m edida que los filatelistas más expertos iban dando a conocer sus descubrimientos. Cotejar un catálogo de sellos del Siglo XIX y otro de mitad del XX, nos puede aportar muchas diferencias en sellos que se han ido conociendo a medida que la investigación filatélica avanzaba.

También las portadas han ido evolucionando con los años. Y en alguna de ellas, la comarca fue protagonista. El Catálogo de sellos ANFIL – Asociación Nacional de Empresarios de la Filatelia – (editado por MANFIL S.A.) de 2004, lleva en su portada la imagen del sello que en 2003 Correos puso en circulación dedicado a la hoy Basílica Menor de la Puríssima Xiqueta, y unos años más adelante, en 2008, FILABO – empresa por entonces puntera en la filatelia española -, editaba su Catálogo Especializado de España 1850-2008, y en el centro de la portada, tuvieron a bien incluir el sello personalizado –TU SELLO -, que se solicitó a Correos para conmemorar la Exposición Hispano-Alemana CALPE 2007. El hecho de que FILABO usará para ilustrar la portada de su más prestigioso catálogo, un sello personalizado, fue algo inusual, al no ser un sello postal de tirada nacional.

Ahora ya sabemos que tan imprescindible como puedan ser para le filatelista las pinzas, también lo será el catálogo. Nos ayudará a conocer el sello que queremos estudiar antes de colocarlo en la hoja del álbum, del clasificador o de la colección que estemos preparando.

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