70 AÑOS DEL ECO FILATÉLICO
Una revista filatélica que
supo avanzar hasta hoy.
Por José Ivars. (A.
Filatélica de Calp)
Portada nª 1 El Eco Filatélico |
Corría el año
1945 y España se estaba recuperando del desastre de unos años bélicos que
hicieron mella entre los españoles. “…la afición filatélica de España
esta sufriendo un período de aguda crisis…”. Con estas palabras
arrancaba la editorial, titulada DOS PALABRAS,
que aparece en el nº 1 de la Revista EL ECO FILATÉLICO, que vio la luz
el 15 de marzo de 1945, como reza en la portada el mismo, aunque D. Francisco
Aracil, en su trabajo “Historia de la Literatura Española” publicado en el
libro de la Exposición Nacional de Literatura Filatélica (1), menciona que la aparición del Eco Filatélico
tuvo lugar el 15 de febrero de 1945. Puede tratarse de un error de
trascripción, ó puede que hubiera un número 0, aunque por la editorial que
hemos leído no hace referencia alguna a dicha posibilidad, por lo que nos
quedaremos con la fecha del 15 de marzo como fecha buena.
Es por ello por
lo que esta revista, decana de las publicaciones filatélicas españolas, cumple
este año su 70 aniversario, siendo actualmente referente en todos los países de
habla hispana.
El editorial de
este número primero, trata de justificar la necesidad que tiene la filatélia
española para estar al día en este coleccionismo, puesto que la crisis se ve
agravada por las circunstancias notorias de la época, donde el mundo se
encontraba al final de la II Guerra Mundial (terminó el 02/09/1945), y confían
que su publicación ayudará al filatelista español, enfocando la revista hacía 2
tipos de coleccionistas: el consagrado, con experiencia y conocimientos
filatélicos suficientes, y aquel que habiendo iniciado su colección siendo
joven, guardó aquellos sellos y desea empezar de nuevo, necesitando ponerse al
día.
La Editorial de
este primer ejemplar, no está firmada pero entendemos que debió ser obra de su
primer Director, D. M. Luis Nagore (2).
Como directores, El Eco Filatélico ha tenido también a D. Celso Torrea Ortiz, y
a Dña. Isabel Bengoechea, siendo una de las pocas, sino la única, mujer al
frente de una revista filatélica. La revista tiene una confección típica de la
época, donde las carencias no preemitían tal vez el uso de materiales de una
alta calidad, y que se puso a la venta por el precio de “1 PTA” de la época.
Cabecera artículo |
El contenido se
refleja en 15 hojas además de las tapas que contenian la portada y
contraportada. Y posteriormente a su editorial, su Presidente (D. M. Luis
Nagore) firma el primer artículo titulado “Breve Historia del Correo”, artículo
que continua en su nº 2 por su extensión. El siguiente artículo nos acerca a
una aportación de novedades mundiales, algo habitual en la mayoría de las
revistas filatélicas, que servia para tener al día a los coleccionistas,
especialmente a los coleccionistas de novedades mundiales. Los sellos que se
presentan son los últimos de aquellos días que se emitieron en Alemania,
Andorra Francesa, Argentina y Francia. También se hace una mención a modo de
ejemplo de cómo se catalogaban los sellos en 1877.
D. Celso Torrea Ortíz |
Prosigue la
publicación, con un artículo que firma Dña. Maria Alcalde, sobre la vida de la
Reina Astrid de Bélgica, a modo de biografía con anotaciones de sus apariciones
en las emisiones postales belgas, y anuncia para el próximo número, un artículo
dedicado a la Reina Isabel II de España. Debió de ser una especie de tema sobre
las mujeres en los sellos, ó las monarcas en los sellos.
El contenido de
este nº 1, prosigue con una poco de humor filatélico (de mucha necesidad por
aquella época), un crucigrama ó “palabras cruzadas” que bien podrían hoy en día
de nuevo usar los editores de revistas para mejorar nuestros conocimientos y
hacer las revistas más amenas, y finaliza con un corto artículo titulado
“sellos raros” (la gran pasión de cualquier filatelista).
El resto de la
revista se centra en la publicidad, imprescindible para una revista que
pretendía durar y que como muchos expertos escriben, el hecho de ser publicada
en Pamplona, fuera de los principales núcleos filatélicos españoles, Madrid y
Barcelona, no les auguraba una larga duración (3).
De estos anunciantes, destacamos la contraportada que se la agenció, la firma
filatélica de Madrid “M. Gálvez” (C/. Príncipe 1), y en sus hojas interiores,
sección publicidad, encontramos a las firmas catalanas “J. Majó (Barcelona) y
“Eugenio Llach” (Barcelona). Destacan muchas Papelerías que en su cometido
tenía la venta de sellos y novedades, única forma por aquel entonces de
conseguir pues, que los filatelistas de provincias pudieran conseguir sus
novedades. La contraportada interior nos desvela una información que El Eco
Filatélico quiere trasmitir a sus lectores, que refleja claramente en parte, la
situación que se estaba viviendo en España y las pocas libertades de expresión
que se tenían, y que dice textualmente:
Publicidad interior nº 1 El Eco Filatélico |
“En previsión de una correspondencia inútil
advertimos q nuestros lectores que EL ECO no vende sellos ni material
filatélico de ninguna clase.”
“Ni el papel ni la estructura ni el
contenido de EL ECO responde exactamente a la idea definitiva que tenemos
proyectada para la revista. Nuestros lectores no deben olvidar que estamos en
tiempos de graves restricciones que debemos aceptar por necesidad y por
patriotismo.”
“Cincuenta ejemplares del presente número
han sido distribuidos gratuitamente entre las Bibliotecas Públicas, Ateneos,
Círculos, Casinos, Asociaciones, Peñas y Clubs de las capitales y pueblos
importantes de las provincias de Álava, Albacete, Alicante, Almería y Ávila.” (4)
Su periodicidad
fue inicialmente quincenal para ya después editarse mensualmente. Actualmente la revista prosigue su andadura
filatélica, esta vez siendo propiedad de FESOFI y su Revista Oficial, y siendo
su Director D. Eugenio de Quesada. 70 años acercando la filatelia a los hogares
de lo coleccionistas.
(1) Publicación de la Exposición Nacional de Literatura Filatélica,
Madrid 10/septiembre-1/octubre 1993. Pag. 107.
(2) Idem. D. Francisco Aracil, lo menciona como D. M. Luis Nagorra
(¿?)
(3) Aracil Francisco. “Historia de la Literatura Española”. 1993
(4) Por el orden alfabético de las provincias, suponemos que en los
siguientes números irían haciendo entrega de ejemplares de EL ECO, a otras
provincias españolas.
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