Apuntes Filatélicos (Publicado en el Semanario Canfali Marina Alta 15.05.2021)
EL
MAGENTA A SUBASTA
Por
José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico
El Magenta puede ser un color, de hecho lo es, pero
también es como se le conoce al más célebre de los sellos, casi más que el
primer sello del mundo, o al menos por otras razones. Emitido en la Guayana
Británica en 1856, tan solo ha sobrevivido 1 ejemplar de los pocos que se
hicieron, hecho que lo hace único en su especie.
El mundo de la filatelia es un mundo curioso, admirado
por unos e incomprendido por otros. Y la historia de este sello es una mezcla
de ambas cosas. Cuando lo contemplas no le encuentras razón alguna para que sea
tan codiciado. De entrada es feo, nada vistoso, más bien parecido a un trozo de
papel que en su día se ensució sin más, pero en definitiva un trozo de papel
por el que están dispuestos a pagar una fortuna.
Sello de la Guayana Británica conocido como "El Magenta" (1856) Único ejemplar conocido |
Y a lo largo de la historia este icono de la filatelia mundial ha pasado por muchas manos. Unas fueron manos de filatelistas, coleccionistas que apreciaron la historia que el sello envuelve. Otras, la mayoría, simples inversionistas que sin ser filatelistas, ven en este trozo de papel con forma muy peculiar, un negocio y además muy rentable.
Presentación del ejemplar en alguna de sus muchas ocasiones en las que se ha subastado |
Barón Philippe Von Ferrary Coleccionista de sellos propietario del Magenta de la Guayana |
A su muerte, legó su colección al Museo Postal de
Berlín, pero tras la I Guerra Mundial el gobierno francés decide incautar la
tan valiosa colección como botín de guerra. Y entre todos esos sellos que se
iban a subastar, se encontraba nuestro protagonista de hoy. Y comienza así un
periplo interminable, de mano en mano, de colección en colección, de subasta en
subasta cosechando record tras record, para ser hoy la pieza filatélica más
codiciada del mundo.
Incluso en 1922, en las muchas subastas que se hicieron
para vender la “Colección Ferrari”, nuestro Rey Alfonso XIII, conocido
apasionado por la Filatelia, pujó por el sello sin que se le fuese adjudicado.
Ganó la puja otro brillante filatelista de la talla del Barón, el
estadounidense Arthur Hind, quién lo compró por 36.000 dólares.
Catálogo de la Subasta de la Colección "Hind" quién también tuvo entre sus piezas más valiosas al Sello "Magenta" |
Uno se pregunta si todo esto es realmente “Filatelia”.
En realidad no como la conocemos la inmensa mayoría, pero una cosa es evidente.
Cada vez que el sello sale a subasta, y lo suele hacer últimamente con mucha
frecuencia, los rotativos de todo el mundo hablan de sellos, y eso ya es algo.
El sello tiene razones y motivos para ser argumento de más de una novela, o
incluso serie televisiva. Desde el cómo y porque aparece el sello, fruto de la
necesidad que tuvieron las colonias británicas para gestionar su correo sin
esperar a que les llegasen los sellos que usar en su correspondencia
procedentes de la City, pasando por
su descubrimiento, el formar parte de un botín de guerra, e incluso los
posteriores propietarios muchos de los cuales no solo fueron personas anónimas,
sino que fue tal la discreción con la que llevaron el ser poseedores de la más
preciada joya de la filatelia mundial,
que ni sus familias supieron en ningún momento que lo tuvieron en propiedad.
¡Un simple trozo de papel que vale un dineral!
En todo momento la manipulación de este raro sello requiere de un cuidado extremo |
Cada una de las veces que este sello se ha vendido en
subasta, ha alcanzado un nuevo record de venta. Seguramente el próximo día 8 de
junio lo vuelva a conseguir. Mientras, quienes nunca podremos ni tan siquiera
soñar con verlo, nos quedamos con la idea de que la filatelia es ese mundo
curioso, que admiramos por encima de las cifras.
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