Apuntes
Filatélicos
EL
CORREO EN DÉNIA SEGÚN ESPINALT
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
Bernat Espinalt y
García fue un geógrafo español de finales del Siglo XVIII
nacido en la localidad catalana de Sampedor, y que destacó principalmente por
una serie de publicaciones que nos han llegado hasta nuestros días que nos
permiten conocer el correo en la segunda mitad del XVIII, con una descripción
muy esquematizada y con detalles que ayudan en la comprensión de cómo se llevo
a cabo este bien social que era el correo. No en vano, Espinalt fue allá por
1778 Oficial del Correo General en Madrid, y en 1784 ocuparía el cargo de
Administrador Principal de Correos de Valencia, de la que era dependiente Dénia
y resto de poblaciones que dependían postalmente de ella.
El reformismo borbónico que llegó a España para poder
administrar aquel vasto imperio en el que el sol parecía no ponerse nunca,
trajo cambios sustanciales y necesarios, y donde el pilar fundamental de
aquella política borbónica fue la administración de las comunicaciones. De esta
forma a partir del 8 de agosto de 1716, el correo pasará a ser una “Renta Real”
y un servicio público. Con la llegada al trono de Carlos III en agosto de 1756,
este ilustrado monarca, puso en marcha una administración centralizada donde
Madrid sería el eje de todo, incluso en el Correo.
Una de estas “Guías”, que Espinalt publica en 1775, y
que posteriormente fue corregido en 1835 por José Freire, nos habla de cómo era
el correo que llegaba y partía de Dénia y de poblaciones que dependían
postalmente de ella. Esta libro titulado ·”Guía
General de cartas en forma de diccionario, para escribir a todas las ciudades
de España, villas, lugares, aldeas…”, está considerada como la mejor obra
sobre el tema escrita en la época, y nos indica que a mediados del Siglo XVIII
existían en España 34 Administraciones Principales ó “Caixas”, y la que
correspondía o de la que dependían nuestras poblaciones, era la “Caixa de
Valencia”, a pesar de que Alicante también era Administración Principal.
Según los datos que publica Espinalt en esta Guía de
1775, a Dénia “…el correo llega el
miércoles y el domingo…y sale los lunes y jueves…”, distando de su
Administración Principal, Valencia, unas 12 leguas, y de la capital, Madrid, 66
leguas. Según su autor, Dénia usará para estampar sobre la correspondencia de
salida, el “Sello de Valencia”, una estampación que con el tiempo irá
modificándose, dando lugar a una compleja y estudiada prefilatelia dianense.
Por entonces todavía no se habían unificado las
tarifas, y encontramos que las cartas o misivas que se enviaban en España,
además de ser el destinatario quién debía sufragar el coste del envío, este
iría en función de la distancia recorrida y el peso de la carta, un complejo
sistema que hacía llevar una compleja igualmente contabilidad para las
administraciones.
El diccionario que compone esta obra, incluye a las
poblaciones de “Beniarbeig”, “Benisa”,
“Benimeli”, “Benitachel”, “Calpe”, “Gata”, “Jabea”, “Vergel” y
“Teulada”, entre otras, y Dénia que la cita como “Caja”.
Esta obra ya cita que el enlace del correo para
Mallorca, Menorca e Ibiza se hará por Dénia, con su ruta de Madrid a Valencia y
desde la capital del Turia hasta el puerto de Dénia, que con el enlace a través
de Ibiza llevaba el correo a todas las islas.
La siguiente obra postal que Bernat Espinalt y García
publica, lo hace en 1794 bajo el título de “Guía
General de Postas y Travesías de España”, obra que arranca con una
explicación pormenorizada de cómo funcionaba el correo en aquel momento, con
detalles significativos y describiendo una a una todas las “Postas” que
partiendo de Madrid, iban a recorrer toda la geografía española.
Nuevamente tenemos que a Dénia el correo desde Madrid,
llegará vía Valencia, en una “carrera” que por Tarancón, Minglanilla, Requena y
Chiva, se adentrará a Valencia tras 15 postas o paradas y 54 ½ leguas
recorridas, para proseguir hasta Dénia, pasando por Almusafes, Cullera, Gandía,
y tras estas 3 postas y 12 leguas, llegar a Dénia, por el conocido como “Camino
llano de La Marina”.
Espiralt describe que el recorrido que llevaba la
correspondencia entre Valencia y Dénia, era una “conducción montada”, es
decir que se hacía a lomos de caballo y no en carruaje como en otras conducciones
cuyo camino si lo permitía.
Y nuevamente hace referencia a que será el puerto de
Dénia el más recomendable para que el correo llegue a Palma de Mallorca. La
indicación viene escrita como una “nota” adicional e indica que “…también se puede ir desde Madrid a Dénia,
y allí embarcar a Palma, que es la carrera más corta abiendo (sic)
embarcación…”.
Hay que tener en cuenta que estas “Guías”, además de
servir de orientación para que los funcionarios del correo español, encaminaran
la correspondencia de la forma más eficaz, también pudieron servir como
auténticas “guías de viajeros” para aquellos que deseasen ir de un lado a otro,
conociendo con total fiabilidad que caminos eran los más seguros y
transitables.
En definitiva, el correo a lo largo de los tiempos ha
servido de unión de los pueblos y su gente, y su estudio nos adentra en ese
episodio de la historia que a veces resulta desconocido.
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