Lo que la prensa nos contó… (43)
LA
PICARESCA POR CONSEGUIR SELLOS DE CORREOS
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
Recorte de prensa El Liberal de fecha 14.01.1884 |
Desde que los sellos apareciesen en la sociedad como pago por un
servicio postal que anteriormente a 1840 –en Inglaterra- se producía sin la
obligación de estamparlos en la correspondencia, los responsables de estos
servicios postales, vieron en estos pequeños trocitos de papel engomado, una
fuente de inspiración para quienes prodigaban el arte de la pillería. Aquello
de reutilizar sellos de correos para su uso en la correspondencia, fue motivo
de muchos artículos en la prensa de la época 1.
En España incluso cuando los sellos se ponen en circulación por
primera vez en 1850, se cuida muy mucho que estos sellos lleven el tratamiento
adecuado para que en su circulación en las cartas como pago del porteo de la correspondencia,
estos sean debidamente obliterados, para con ello evitar su reutilización. En
este aspecto cabe citar una Circular del Gobierno de Cáceres 2
–la núm. 150, Boletín Oficial de Cáceres
de fecha 5 de octubre de 1850-, que da cuenta de la prohibición, por Real
Orden, para que la conducción de la correspondencia se haga por otro conducto
que no sea el de la Administración de Correos. La razón de ello era evidente:
si las cartas no pasaban por la oficina de turno, los sellos no se
matasellaban, y existía riesgo de reutilización.
Incluso, una de las razones por las que año tras año, vemos que los
sellos van cambiando, incluso variando el color de los mismos en relación a las
emisiones anteriores, aunque tengan un mismo valor facial, es para evitar la
falsificación de los mismos. En este sentido, citamos una publicación de La Correspondencia de España de 2 de
octubre de 1874, -pág. 3-, que informa que se van a cambiar los sellos de 10
cts., de comunicaciones, al ser varios los expendedores de sellos falsos que
los ofertan con descuento incluido, y que los compradores de los mismos incluso
usaban para cambiarlos por los nuevos. ¡Toda una lección de picaresca!
Ejemplo de sellos lavados. Sellos de la emisión "Pelón" de 1889. Fuente: Filatelia Monge |
Y el sello postal llevó a su coleccionismo, y nuevamente apareció la
picaresca y toda una serie de individuos, que vieron en ello, un filón de ganancia
segura. Tal vez no fue en los albores del coleccionismo postal, pero si con el
paso de los años, y cuando la prensa especialmente puso el ojo en esos sellos
que de repente, debido a sus muchas razones, empezaron a ser notables, grandes
piezas y tener un valor no al alcance de la mayoría, filatelistas o no, de la
época.
Y es aquí donde hoy nos vamos a centrar: es como se las ingeniaba la
gente para hacerse con sellos de todo el mundo, atesorando así un gran patrimonio filatélico. Aunque serán muchas las
noticias que podríamos usar como ejemplo, me voy a centrar en 2 que llevaron la
prensa española de la época, y que si en su momento tuvieron su minuto de
gloría, hoy las rescatamos para esta sección, por lo curioso de su contenido.
Pero si avanzamos ya que, si pensáis que los artífices de estas “pillerías
filatélicas” son de nacionalidad española, os estáis equivocando.
El periódico EL Liberal de
fecha 14 de enero de 1884, nos habla de un individuo inglés, al que adjetiva
como “Burgués de Londres”, el cual había prometido a su sobrina una colección
de sellos. Al parecer no pudo cumplir con dicha promesa por lo caro que
resultaba conseguir tales sellos, y no se le ocurrió otra cosa que insertar en
el rotativo “The Times” un anuncio que decía lo siguientes: “Una joven de 25 años de edad, morena,
bonita, teniendo ocho mil patacones 3 de dote y dos millas de heredad, se casaría
con un hombre honrado aunque fuera sin fortuna…”. El resultado fue el
esperado.
Al día siguiente miles de cartas llegaron a la dirección que incluía
el anuncio, y por el módico precio de un anuncio en The Times, el burgués
londinense consiguió miles y miles de sellos de todo el mundo, como le había
prometido a su sobrina. No sabemos que debió pensar la casamentera ante tanto
aluvión de pretendientes.
Recorte de prensa del periódico La Paz (Murcia) de fecha 21.07.1888 |
En esta ocasión se trata de un súbdito alemán –ya no son solo los
españoles los orquestadores de estafas y fraudes-, y que con mucho ingenio hizo
público que tenía un hermano en Palestina donde iba a fundar un hospital –supuestamente-
y que él mismo iba a contribuir a ayudar a huérfanos palestinos. Pero no todo
es de balde. Todo tiene un precio, y para este personaje alemán, la condición
que pone es que “…por cada millón de
sellos usados que reciba, atenderemos a un huérfano…”.
Este proceder para conseguir sellos por la cara, tuvo sus
resultados. Durante años –según la noticia en prensa-, los sellos llegaron por
millones. Y no solo sellos convencionales, también sellos de alto valor de la
época (finales del Siglo XIX). Los datos que aporta el periódico son
escalofriantes: el personajillo alemán, dicen que ha hecho varias colecciones
con los sellos recibidos; no menos de 100 millones de sellos acumulados para
supuestamente ayudar a los huérfanos palestinos. La estafa –porque no puede
llamarse de otra forma- asciende a la friolera de 3 ó 4 millones de pesetas de
la época –una verdadera fortuna a finales del S. XIX-.
Pero la codicia humana no tiene límites, y este alemán sin nombre y
sin vergüenza alguna, quise más, y amplio horizontes con el mismo sistema para
huérfanos de Londres, Nueva York, etc., y lo pillaron con el carrito de los
helados a medio llenar, y la prensa lo hizo público, y se le acabó el gran “Chollo
filatélico”.
No sabemos si estas historias son meras elucubraciones de lo prensa
de la época, o si fue realidad la historia (as). Fueron varios los periódicos
que la publicaron, pero no es de extrañar que ante la evolución y auge que fue cogiendo
el coleccionismo de sellos en el Siglo XIX, que toda mente lúcida en busca de
fortuna inmediata, utilizase cualquier mecanismo para hacerse filatelista por
la vía más rápida.
Ni se os ocurra utilizar estos métodos para conseguir sellos
postales con los que iniciarse en el filatelismo. Hay otras formas que dan un
resultado similar y más satisfactorio.
Notas:
1.
Invitamos al lector a leer los muchos artículos que
sobre el tema de los fraudes en el correo y en la filatelia, se han publicado
en el Blog Ifac Filatélico (www.ifacfilatélico.com)
2.
En este respecto, fueron muchas las Reales Ordenes,
Circulares y otros formatos, los publicados para informar al público sobre la
necesidad de encaminar la correspondencia por los cauces oficiales.
3. Así se solía
llamar a varias monedas en distintos países y distintas épocas.
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