Portaceli y su sanatorio
antituberculoso
Vicent Baixauli Comes
Presidente de la
Sociedad Valenciana de Filatelistas, Decana de España.
En el año 1898, el médico valenciano Dr. Francisco Moliner, exrector de la Universidad de Valencia, lanzó la idea de la construcción de un sanatorio para tuberculosos pobres.A pesar de ser diputado a Cortes, sólo consiguió una pequeña ayuda de la Casa Real y su patrocinio, consiguiendo la visita de Alfonso XIII en 1905.
Arrendó los
pinares y edificios de la gran Cartuja de Portaceli situada a unos 20 Km de
Valencia y empezó una campaña de propaganda para recibir ayudas económicas que
a pesar de miles de pequeñísimas cuotas de los obreros no fueron suficientes
para mantener una veintena de camas durante unos pocos años.
Portaceli es
la mayor de las cartujas valencianas, fundada en el siglo XIII, contenía
preciadas obras de arte. A partir de la desamortización de los bienes de las
órdenes religiosas, se sacaron a subasta la hacienda dividida en cuatro lotes:
la Pobleta, la Torre,la casa Blanca y la Cartuja con tres claustros.
La Pobleta, de 1936-7 fue la residencia privada de D. Manuel Azaña cuyos actos representativos oficiales como Presidente de la República tenían lugar en la Capitanía general de Valencia.
Parte del convento, fue este primer sanatorio y después Hotel restaurante, debido a su inmejorable situación para excursiones y turismo de la naturaleza.
En 1937,
terrenos de la Cartuja son habilitados para campo de prisioneros. En 1939,
continua para los republicanos como campo de concentración.
La necesidad
de ubicar en paraje tan indicado un sanatorio para el tratamiento de los
numerosos enfermos tuberculosos, hace que en 1942 se reconvierta en sanatorio.
Mientras, la
Diputación adquiere los terrenos de la Cartuja y los devolvió a los monjes
cartujos.
El nuevo y amplio Sanatorio Nacional Antituberculoso, recibió el nombre del Dr. Moliner, actualmente al remitir la enfermedad ha pasado a ser un hospital para asistencia a crónicos, paliativos y pacientes de salud mental.
El
tratamiento oficial de la tuberculosis en España se inició a principios del
s. XX, creándose el Real Patronato Antituberculoso con los servicios de
Dispensarios como los de Mª Cristina, Victoria Eugenia, Príncipe Alfonso y los
Sanatorios privados de Valdelatas, Tablada, Lago, etc., en la provincia de
Madrid. Sanatorios marítimos oficiales en Oza, Pedrosa y la Malvarrosa, después
en Torremolinos y Tarragona, o de altura como el de Sierra Nevada. Preventorios como el de Sierra de Guadarrama
y San Rafael entre otros. Era tan grave y extensa la enfermedad que había la
obligación de crear sanatorios, dispensarios o preventorios en todas las
poblaciones mayores de 10.000 habitantes.
Durante la República, se continuó y amplió el número de camas hasta unas 2,500, además de las colonias estivales infantiles en la Malvarrosa, Oza y Pedrosa, continuando la creación de sociedades y entidades como las Juntas provinciales de propaganda antituberculosa.
Al terminarse la guerra civil, los enfermos de “la peste blanca” habían aumentado considerablemente, el hambre, la pobreza y otras condiciones como los heridos, desalojados, la falta de hogares por las destrucciones, etc, hicieron necesarias mayores aportaciones económicas oficiales. Se arbitraron numerosas medidas, para recaudar más fondos con este fin, entre ellos la instauración de una sobretasa postal obligatoria en el franqueo de toda la clase de correspondencia durante las Navidades de varios años, hasta mediados los cincuenta.
Pronto se
notó la mejora en esta asistencia, a mediados de los 40 ya había al menos un
dispensario en cada provincia y unos cincuenta sanatorios con 8.800 camas.Se
consiguió rebajar la tasa de mortalidad en 50 años del 36´3 al 13´3 por 10.000.
Al final de los 50, prácticamente todas las provincias tenían Sanatorios oficiales
que han conseguido bajar estas tasas gracias a los avances en el tratamiento
farmacológico con una combinación estándar de cuatro medicamentos. Actualmente
la tuberculosis es una enfermedad infecciosa emergente, vuelve a ser
preocupante, con más de dos millones de muertos en todo el mundo y un tercio de
la población con la enfermedad latente. En España anualmente hay unos 16.000
enfermos. Es una enfermedad de transmisión principalmente por vía oral y es de
declaración obligatoria. En Valencia la tasa actual es de 1, 48 por 10.000.
Aspectos
postales
Algunos de
los sanatorios y preventorios infantiles poseyeron en los años 50 sendos
matasellos de correos del tipo circular con puente. Entre ellos el Preventorio
infantil de Gredos-La Serrota y el Sanatorio de Santa Teresa en la provincia de
Avila.
En Portaceli,en
los años 20 ya disponía de su matasello, utilizado desde entonces para la
correspondencia de la Cartuja, el Hotel y luego el Sanatorio, la cartería al
principio podía admitir giros postales de hasta 50 pesetas.
La correspondencia se enviaba a través de la línea del Mediterráneo, y de Valencia a Bétera por ff.cc. eléctrico mediante dos expediciones diarias a cargo de un empleado de Correos con residencia en Valencia. La distancia cubierta era de 19 km hasta Bétera y desde allí 12 km mediante conducción a Serra en cuyo término municipal estaba a 6 km la Cartuja y demás dependencias. La población no era numerosa y según las circunstancias en otras épocas hasta casi 200 con el sanatorio y hoy apenas 80 habitantes, su código postal es el 46118. En el primer matasellos conocido en los años veinte también de puente, las letras eran de mayor tamaño. En los setenta hay un matasellos de CEM, cartero de enlace motorizado " SERRA-PORTA CELI", con nombre separado.
En los tiempos del hotel, se promocionaba la excursión a Portaceli con coche o auto desde Bétera a la cartuja en una hora con los bellísimos panoramas y vista del acueducto gótico y la monumental iglesia. Hoy hay determinados días de visita pública al importante monumento artístico.
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