04 septiembre 2020

LOS BILLETES DE LA GUERRA CIVIL EN LA COMARCA DE LA MARINA ALTA

 

APUNTES FILATÉLICOS

AQUELLOS BILLETES DE LA GUERRA CIVIL Y SU CONTEXTO HISTÓRICO

(Artículo publicado en el Semanario CANFALI MARINA ALTA. Sábado 05.08.2020)


José Ivars Ivars / Divulgador e Investigador Filatélico

 

A pesar de que esta sección por lo habitual siempre estará dedicada a la historia del correo, y a los sellos y su coleccionismo dentro de nuestra comarca, la Notafília o colección de billetes es uno de esos tipos de coleccionismos que cuenta con un gran número de adeptos, y si los billetes coleccionados son de los emitidos durante la Guerra Civil, en nuestra Comarca, aún con más motivo tiene que hablemos de ellos y de su contexto histórico.


Cuando en su día hablamos de aquellos sellos locales que se pusieron en circulación, o al menos a la venta, en diversas poblaciones de nuestro entorno, ya vimos que la Guerra Civil fue un tiempo en el que muchos fueron los cambios sociales y económicos que se vivieron. En parte la situación así lo requería. Por lo general cualquier cambio político drástico, o cualquier situación bélica, ha venido siempre acompañada de unas necesidades cotidianas que a falta de un gobierno que las aporte, es la ciudadanía la que buscará la forma de obtenerlas. En estas necesidades básicas estará tanto el correo, la alimentación, y como es lógico la economía de la zona, motor del sustento de familias y poblaciones.


Cuando estalla la Guerra Civil el 18 de julio de 1936, nadie podía predecir cuánto iba a durar aquella sublevación militar, ni mucho menos que llegase a dividir a España y a los españoles en 2 bandos, y con ello encontrarse con “Dos Pesetas” distintas según en qué parte de la contienda nos hallásemos. A comienzos de 1937, la España “Republicana” vivió una crisis monetaria sin precedentes. El acopio de monedas de plata por parte de la población, hizo que el gobierno se planteara la retirada de las monedas de plata a partir de 0,50 Ptas., que fue sustituida por “Billetes Certificados de Plata”, lo que dio lugar a una falta de moneda fraccionaria entre la gente.


Esta falta de moneda fraccionaría dio lugar a que a partir de 1937, los Consejos Municipales que se habían creado, tomasen la iniciativa de crear su propia moneda, con la emisión de “Billetes Locales”, y aunque fue una necesidad propia de la población, en muchos casos los mismo Consejos Municipales aprovecharon la ocasión que les brindaba el poder demostrar su fuerza política y la capacidad de actuación de la administración local. En el caso de Denia, algunos de los billetes que emplearon durante la Guerra Civil, ya estaban en circulación en septiembre de 1936.

Lógicamente la puesta en circulación de toda esa cantidad de billetes de índole y carácter local, requirió de un procedimiento administrativo bastante complejo, en el que los Ayuntamientos debían previamente hacer depósitos de dinero del Banco de España, de curso legal, por lo general en alguna entidad bancaria de la población, para con ello respaldar los billetes que se iban a imprimir, que por lo general tendría valores de 0,25 Ptas., 0,50 Ptas., 1 Ptas., ó incluso algunos hay de 2 Ptas y de 5 Ptas., como el caso de algunos de los que se emitieron en la ciudad de Denia.

Como hemos dicho anteriormente, muchas fueron las poblaciones que emitieron sus propios billetes, a falta de moneda de curso legal, y de todas ellas cabe esperar exista documentación en sus archivos que den luz a este tipo de coleccionismo, que a poco que profundicemos en su estudio se convierte en testigos directos de una época muy difícil que a nuestros antepasados les toco vivir.

Todo este complejo sistema monetario que se creó, a espaldas en la mayoría de los casos, del propio Gobierno que no podía controlar la situación hizo que el propio Juan Negrín, en su doble faceta de Presidente de la República y Ministro de Hacienda, tomase la iniciativa de ir retirando poco a poco las emisiones locales que habían nutrido a la población de moneda fraccionaría para el día a día, y para ello el gobierno tuvo que suplir todos estos billetes, e incluso vales de ámbito mucho más reducido (para carne, fruta, pan, etc.) por billetes y monedas fraccionaria con la que hacer frente a las necesidades de una población cada vez más necesitada. Estas nuevas monedas que venían para sustituir a nuestros billetes locales, fueron posible por la Orden del 24 de diciembre de 1937, por la que se crearon monedas de 0,50 Ptas., 0,25 Ptas. y 0,10 Ptas.


Hoy forman parte de la historia y son un motivo más de coleccionismo, pero siempre con la precaución de que a veces no lo que se tiene entre manos, es en realidad lo que estuvo en circulación durante aquellos difíciles días de una España divida, hasta en los billetes que se usaron.

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