Apuntes
Filatélicos
HER
MAJESTY
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
En septiembre de 1966 los amantes del rock pudieron
tener en sus manos el legendario álbum Abbey
road, del grupo británico The Beatles,
donde en su interior se incluyó una canción, la más corta del álbum, titulada Her Majesty, canción que la historiografía
musical nos dice estar dedicada a la Reina Isabel II, monarca inglesa que tras
70 años reinando en Gran Bretaña y resto del mundo de la Commonwealth,
fallecería a sus 96 años el pasado jueves día 8 de septiembre.
Todo un icono para los ingleses, Isabel II también fue
gran filatelista, buena conocedora de este arte del coleccionismo de sellos.
Sus 7 décadas de reinado, hizo que cerca del 80% (o tal vez 90%) de los
británicos, no hayan conocido otra imagen ni en monedas, billetes o sellos
postales que la de su querida Majestad. No en vano, ha sido la reina que más
sellos en todo el mundo llevan su imagen o silueta. Desde que en 1952 sucediera
en el trono a su padre el Rey Jorge VI, por fallecimiento de este, los sellos
ingleses empezaron a mostrar a la joven soberana.
Inicialmente se utilizó una imagen que filatélicamente
se conoce como “emisión Wilding”, que
estuvieron en vigor hasta que en 1967 aparecen en el correo inglés la emisión
denominada “Machin” (Machin stamps), diseño muy sobrio de la reina de perfil,
obra de Arnold Machin que inicialmente lo creó para una escultura, y que se ha
convertido con estos más de 50 años, en una de las colecciones de sellos que
más seguidores tiene en todo el mundo: los coleccionistas de sellos Machin.
De estos sellos se ha llegado a decir que son los
sellos de la “eterna juventud”, dado que la Reina Isabel II, nunca quiso que la
serie básica inglesa modificase su rostro a pesar de que ella fue envejeciendo
con el paso del tiempo. Cientos de variedades de esta emisión, incluso con
variantes de diferentes zonas de Gran Bretaña como Isla de Man, Escocia, Gales,
etc., hacen apasionante su coleccionismo y una fuente de estudio filatélica sin
precedentes en ninguna otra parte del mundo, secundada incluso por filatelistas
de fuera de Inglaterra.
En el mundo filatélico, Inglaterra siempre ha sido muy
especial, tan especial como que de ellos partió la idea original del empleo de
sellos como pago previo al envío de una carta postal, o al menos esos nos
cuenta la historia. Y ese privilegio le dio la potestad única de que sus
sellos, desde el primero, nunca han necesitado llevar impreso el país de origen
(como llevan la totalidad de los países). Bastaba con la silueta de la Reina
Victoria, la que aceptó el proyecto presentado por Sir Rowland Hill, y cambió
para siempre la historia de la humanidad. Y esta condición se le fue otorgada
en exclusiva, a partir del Congreso de la Unión Postal Internacional de 1874.
Es así de claro. Los jóvenes filatelistas, y los no tan
jóvenes también, incluso antes de saber donde está Gran Bretaña o conocer parte
de su historia, saben de una simple mirada que sellos fueron, o son utilizados
por el correo británico. Basta con echar un vistazo y tanto la silueta de la
Reina Victoria, como la de Jorge VI, o la recientemente fallecida Elizabeth II
(entre otros), nos dirá que ese sello es inglés o de algunas de las colonias
británicas que han tenido o siguen teniendo.
Desde 1965 y a propuesta del Director del Correo
Inglés, Sir Tony Benn, se presentó un pequeño cambio que ha identificado estos
sellos británicos con la incorporación en cada sello, de una pequeña silueta de
la reina Isabel II, basada en la acuñación de Mary Gillick, silueta que desde
entonces marca la visión de estos sellos y su coleccionismo.
¿Y ahora qué? Se presenta un gran cambio en lo que
filatélicamente respecta a Inglaterra (y demás territorios británicos). Desde
la Royal Mail, se ha informado que los actuales sellos que siguen con poder de
franqueo en Inglaterra, se podrán seguir usando. Conociendo a los ingleses, y
entendiendo que para ellos su reina era algo más que una gobernanta, el auge
por coleccionar estos sellos en los que aparece ella, será descomunal. Tal vez
hasta surjan nuevos coleccionistas de “Machin”, y estas emisiones ahora se
revaloricen. Pero es evidente que con la proclamación del nuevo monarca
británico, Carlos III, los sellos ingleses padecerán un cambio sustancial. Es
cosa de tiempo ver cómo serán, aunque con 70 años formando parte de la vida
británica, será muy difícil separar y eliminar de toda la Commonwealth, tanto
el nombre como la iconografía de Isabel II.
Son muchas las preguntas que como filatelistas nos
hacemos. ¿Cómo será ese anagrama que lleven en un futuro los sellos con el
reinado de Carlos III? ¿Se evitará este icono de la filatelia? A tenor de la
moneda que Inglaterra puso en circulación con motivo del 70 cumpleaños del
ahora ya rey de Inglaterra, donde se le ve mirando hacia la derecha,
seguramente ese silueta característica de los sellos ingleses, también la hagan
mirando hacia ese lado.
Y es que el amor por la reina fue tal que hasta los
buzones llevan sus iniciales “ERII” (Elizabeth Regina II), con lo cual que nos
les quedará otra que salvaguardar los icónicos buzones británicos, o
sustituirlos por nuevos ya con un nuevo emblema acorde a la nueva monarquía, o
tal vez ambas opciones. Todavía se pueden ver por algunas calles londinenses,
ciertos de aquellos buzones que llevaban las siglas de su padre, el Rey Jorge
VI con las iniciales “GR”.
Dice la sabiduría popular que a rey muerto, rey puesto.
Pero Isabel II será difícilmente olvidable sobre todo en ambientes filatélicos
donde tanto sobre ella hay emitido.
Desde este rincón filatélico de Canfali Marina Alta, God Save the King.
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