Apuntes Filatélicos
CAMBALACHE
FILATÉLICO INTERNACIONAL EN CALPE
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
Dentro del mundo filatélico, y tal vez el del coleccionismo en
general, las relaciones sociales que se producen tanto en reuniones,
convenciones, charlas y demás actividad filatélica social, es uno de los
apartados del coleccionismo más atractivo para el coleccionista. Por lo general
suele tildarse al filatelista de ser individualista y egocéntrico, manioso y en
ocasiones perfeccionista, pero cuando entras de lleno en el coleccionismo de
sellos, descubres que es todo lo contrario. El filatelista necesita rodearse de
sus iguales, para dar rienda suelta a esa pasión que se siente con todo lo que
conlleva el sello postal.
Entre las muchas actividades que se llevan a cabo en el mundo
filatélico, hay una que destaca por encima de otras: el cambalache, o lo que
viene a ser lo mismo, esas jornadas de intercambio de sellos y elementos
postales, con la consabida tertulia que lleva aparejada cualquier transacción
de este tipo. Y como el coleccionismo de sellos no entiende de fronteras porque solo se habla un idioma,
y este idioma es conocido por todos, desde las sociedades filatélicas de Calpe
y Benissa, han ideado la celebración de un CAMBALACHE INTERNACIONAL DE FILATELIA,
jornada que dará comienzo el próximo domingo día 17 de diciembre, actividad
encuadrada dentro de la programación de EXFICALP 2023, y que se prevé sea de
carácter mensual, cada 3er domingo de mes, y con un escenario distinto a los
usados hasta ahora para este tipo de actividad: el Club de Tenis de Calpe,
donde en alguna de las salas de que dispone la propia cafetería, filatelistas
de todo el mundo, residentes o veraneantes en la zona, tendrán un espacio común
para llevar a cabo, intercambio o venta de sellos.
Esta iniciativa es fruto de las conversaciones llevadas a cabo entre
ambas entidades filatélicas, pujantes en la comarca de la Marina Alta y en el
filatelismo alicantino, que han visto la necesidad de ampliar horizontes y
abrir esas fronteras que otras actividades parece poner a quienes comparten una
común afición: la filatelia. Por ello, y con un amplio horario que será de 10 a
14 horas, se establece la posibilidad de que aquellos filatelistas que lo
deseen puedan participar en este tipo de jornada de convivencia filatélica.
Desde el nacimiento del filatelismo como “hobby” ó “pasatiempo”, una
de las primeras actividades que se crearon en torno al sello postal y su
coleccionismo, fueron los mercadillos filatélicos, lugares en los que el
aficionado podía adquirir, vender o simplemente cambiar aquellos sellos que
necesitaba y buscaba, por el contrario disponía repetidos y quería deshacerse
de ellos. No hay datos concretos de cual fue o fueron los primeros mercadillos
filatélicos que se establecieron, evidentemente en las grandes urbes, pero todo
apunta que tanto en Londres como en París, debió nacer esta actividad que tanto
atrae al filatelista de cualquier edad.
Del de París hay constancia de que se inició en 1860, con una
especie de punto de encuentro entre coleccionistas que se reunían en los
jardines del “Palacio Real”, para posteriormente a iniciativa de un adinerado
francés, que propuso la creación en 1887, de un mercado con la condición de que
se permitiera un mercado de sellos al aire libre. Nació el conocido como
mercado filatélico de “Carré Marigny”.
En España hay uno que está siempre en boca de todos. La Plaza Mayor
de Madrid es desde 1927 punto neurálgico y de visita obligada para filatelistas
y curiosos en las mañanas dominicales. Hablar en presente, es muy pretencioso
dado que este mercadillo filatélico por excelencia, cada vez lo es menos. Lo
mismo pasa con los muchos otros que durante décadas han sido punto de encuentro
de filatelistas en las más importantes capitales de provincia de España, y
lugar en el que el asiduo filatelista, esperaba encontrar el “santo grial de la
filatelia”. Barcelona, tiene su mercado numismático y filatélico de la Plaza
Real, mercado que surgió a finales del Siglo XIX, y que como muchos de ellos,
surgieron por aglomeración de coleccionistas, que se citaban alrededor de otros
comercios como los propios de filatelia, o los de libros de 2ª mano. El
coleccionismo, en cualquiera de sus manifestaciones, precisa de esos encuentros
para desarrollar esta pasión.
En la comarca, desde siempre
hay un punto de encuentro que cada vez va adquiriendo un mayor protagonismo en
la filatelia provincial. Se trata del “Mercadillo Filatélico Dominical” que
celebra Benissa cada primer domingo de mes, y que se ha convertido en cita
obligada para filatelistas de toda la Comunidad Valenciana, a la postre si
pensamos que los que se celebran en Valencia o Alicante, cada vez son menos los
puestos de venta de sellos.
Ahora, la comarca ve como un segundo mercadillo filatélico, esta vez
de ámbito internacional, y con la posibilidad no solo de compra-venta, sino
también de intercambio, e incluso de poder llevar a cabo pequeñas actividades,
se pone en marcha con Calpe como protagonista.
El Cambalache Internacional de Filatelia que se llevará a término en
Calpe, será el primero y único de este tipo que se lleve a cabo en toda la
Comunidad Valenciana, lo que viene a demostrar nuevamente que la comarca está
preparada para este tipo de eventos filatélicos en los que a través de los
sellos y su coleccionismo, se aúnan esfuerzos por difundir la riqueza cultural
y social de la comarca y su gente.
Aunque se diga que la filatelia “…está de capa caída…”, los
filatelista de La Marina Alta, demuestran una vez más que si hay pasión por lo
que se hace, todo es posible.
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