DE CUANDO EL CORREO ERA EL ENEMIGO DE LA “PHILATELIA”
SEGÚN EL DR. THEBUSSEM
Por José Ivars Ivars
Divulgador e investigador filatélico
Dibujo del Dr. Thebussem utilizado en alguna de las publicaciones de la RAHF conocidas como "ACADEMUS" |
Todo un personaje este “Dr.
Thebussem” (1),
que de nombre se presentaba como D.
Mariano Pardo de Figueroa y que sin haber sido coleccionista de sellos
como bien el afirma diciendo, “…nunca fui
perito en sellos ni aficionado a coleccionarlos…”, en cuanto se pusieron en
circulación los primeros sellos en España, se afanó en conocerlos y hablar de
ellos, y en ocasiones en criticar el proceder de las autoridades en la materia,
siempre a juicio propio. Y no lo debió hacer nada mal cuando, con todos los
méritos habidos y por haber, fue nombrado Cartero
Honorario el 20 de marzo de 1880, como “recompensa” por su divulgación
literaria de la Filatelia.
D. Mariano Pardo de Figueroa nace
en Medina Sidonia (Cádiz) el 18 de noviembre de 1828. De familia acomodada
andaluza, estudio Derecho en Sevilla y Granada, doctorándose en Madrid en
1854. Su buena escritura y sus amplios
conocimientos en diversas materias, revalorizaron aspectos en gastronomía,
historia, Cervantes, tauromaquia, etc., le llevaron a dejarnos verdaderas
compendios de conocimientos, en especial en Filatelia, donde nos dio una visión de aquellos primeros años en
los que España convivía con los sellos y su coleccionismo.
Hoy hacemos un recorrido por uno de
esos escritos que bajo su firma de Dr. Thebussem, lanzó ciertas críticas al
papel que las normativas de Correos, a mediados del Siglo XIX, frente a un
coleccionismo que se iniciaba en España: La
Philatelia.
No es un error el escribirlo así, si
bien ya lo hizo el Dr. Thebussem en 1899 cuando su artículo titulado “La
Philatelia en España” vio la luz, e intuimos que lo escribiría así dado que tal
como hiciese con su anagrama, tendió a equiparar este vocablo que era nuevo en
la gramática castellana (de hecho en 1899 todavía no estaba reconocido por la
RAE como tal), a como se empezaba a denominar a este coleccionismo que empezaba
a posicionarse en toda Europa, y que se usó por primera vez en Francia en 1864 (2), Philatelie
(en francés). En España no fue hasta 1922 cuando la RAE adopta el nombre
que hoy identifica a esta pasión que unos sienten al coleccionar y otros, como
el caso de D. Mariano, al hablar y estudiar su evolución.
Emisión DÍA DEL SELLO. Año 1944. Fecha de emisión 12 de octubre |
El inicio que hace el Dr. Thebussem
de este listado de “leyes” que a su juicio perjudican al coleccionista ya deja
ver que quienes en aquellos años decidieron iniciar su curiosidad recogiendo
sellos y guardándolos, corrían cierto peligro.
Afirma el gaditano que “…las leyes
españolas han sido enemigas constantes de la Philatelia y por consiguiente de
los Coleccionistas de sellos de Correo…”, y así lo hace ver a lo largo de
los diferentes ejemplos que muestra en la publicación. ¡Y a las pruebas me
remito! (así lo dice el Sr. Mariano). De estos ejemplos vamos a ver algunos cuyas
leyes ó normas dan carácter de delincuente a quién se interesaba por esta
pasión.
Año 1854. Real Decreto de 16 de
Marzo.
Firma este Decreto el Ministro de la
Gobernación D. Luis J. Sartorius, y en Artículo 3º dice que “…quien se ocupase de limpiar ó expeder
al público sellos de franqueo ya servidos, sea entregado a los Tribunales para
que estos los juzguen y castiguen…”.
Tan solo habían pasado 4 años desde
que en España se vieran sellos en el franqueo de la correspondencia. Cabe que
el Decreto quisiera evitar la picaresca española de quienes diesen un doble uso
a los sellos que pudiendo arrancar limpiamente de las cartas, fuesen de nuevo
vendidos o usados para volver a franquear, pero a juicio del Dr. Thebussem los
coleccionistas de sellos estaban incluidos en la norma, a pesar de que por
aquellos años (1854) pocos filatelistas existirían en España. Se sabe que el
primero que inició sus pasos en la filatelia fue el barcelonés D.
Santiago A. Saura Mascaró (3), del que se sabe se inició con los sellos
que aquellos primeros países sacaron para posteriormente añadir los que el
Correo español iría produciendo.
Hay que añadir ó destacar que este
mismo Decreto en su Artículo 4º también castiga por la misma razón a “…el empleado que cometa alguna de las
faltas mencionadas será separado de su destino…”, algo que por la prensa de
la época vemos que era habitual.
Portada del trabajo literario que el Dr. Thebussem publicó en 1899 |
Año 1860. Real Orden de 16 de Noviembre.
Esta Real Orden tiene su lógica al
declarar que “…los sellos son declarados
efectos estancados…”, que en términos económicos viene a decir que los
sellos tenían un único vendedor que era el Estado y la Hacienda Pública y por
ello la Real Orden hace ver que “…queda
prohibida la reventa de sellos como delito de contrabando…”.
En este aspecto, el Dr. Thebussem
debió entender que prohibiendo la reventa de sellos (usados ó nuevos) se
eliminaba una actividad comercial que con el inicio del coleccionismo de
sellos, empezaba a surgir y con ello se judicializaba al coleccionista.
Año 1862. Circular de la Dirección
General de Correos de 27 de Mayo.
Esta circular al Dr. Thebussem le
causa una gran curiosidad. La firma el Director de Correos D. Mauricio López
Roberts y va dirigida al Administrador Principal de Correos de Cádiz. En ella
se relata que al parecer desde Burgos se han detectado ciertos sobres (pliegos)
dirigidos a personas de Cádiz, San Fernando y Jerez de la Frontera, cuyo
contenido parece eran “…porciones de
sellos de franqueo ya servidos (usados)…”, y donde el Director de Correos
avisa del cumplimiento de las normas y leyes, a la vez que indica que se tienen
sospechas de que se trata de “…un fraude
a los intereses del Estado a gran escala…”.
Detalle de un artículo en el que se hace referencia a uno de los fraudes típicos que se hacían con los sellos para volverlos a utilizar |
Ante esto, que evidencia existía un
intercambio de sellos usados entre coleccionistas de la época, ó tal vez un
intercambio comercial entre filatelistas y comerciantes filatélicos (si los
hubo ya en 1862), el Dr. Thebussem arremete duramente contra el Director de
Correros, Sr. López Roberts, al que le indica que por lo expresado en la
Circular resultan ser delincuentes “…los
que se dedican al cándido y sencillo entretenimiento de limpiar sellos, de
revenderlos y de mandarlos en pliegos (cartas) por el correo…”, y le dejar
caer que desde hace años en Europa existe esta afición a coleccionar sellos, y
que estas 3 ciudades a las que iban dirigidos los pliegos, por su relación con
Francia, Inglaterra ó Bélgica (relaciones comerciales), cabe existiese ese
entretenimiento al sello y su estudio.
No es la primera vez que leemos que
los filatelistas estuvieron “perseguidos” por la justicia en un tiempo pasado.
No por su condición de filatelistas que con seguridad las autoridades no
contemplarían, sino por la falta de una cultura de los mismos que entendieran
que con el sello nacería un coleccionismo que con el tiempo se ha demostrado
como de carácter universal. Ahora solo queda que un día, aquella idea que
tuvimos y propusimos desde Calpe para que la FILATELIA SEA CONSIDERADA COMO
PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD. Mientras eso llega, porque llegará,
sigamos indagando sobre ella y conociendo como eran y ejercían aquellos que nos
precedieron.
Notas:
1.
Escogió este anagrama para firmar algunos
de sus artículos y libros, que consiste en el anagrama de la palabra Embuste (al revés) a la que le
añadió la letras “Th”, como dándole una versión más europea, más germánica.
2.
El Vocablo Philatelie, como definición de
coleccionismo de sellos, se usa por primera vez en Paris el 15 de noviembre de
1864, en el periódico de la época Le collectionneur de timbres Poste, artículo
firmado por George Herpin. Algunos autores nombran a su autor como Gustave.
3.
Santiago A. Saura Mascaró (1818-1882). Fue
un ilustre de la sociedad catalana de su época, abogado sin ejercer que
recorrió Europa aprovechando para conseguir aquellos primeros sellos de
Inglaterra, Basilea, etc. También fue destacado coleccionista de un sinfín de
materias.
Fuentes:
·
“El
excéntrico y sabio Doctor Thebussem”. Virginia León. Diario de Cádiz.
12.12.2018.
·
Archivos
Real Academia de la Filatélia y la Historia Postal.
·
Majó
Tocabens J. – Majó Díaz, Andrés. “Postas y Filatelia en la Barcelona del XIX.
Editorial Ramón Sopena S. A. 1975.
En este artículo existe un GRAN ERROR: El apellido del Dr. Thebussem es Figueroa y no Figueredo como se escribe en varias oportunidades.
ResponderEliminarsaludos.
Gracias. Corregido el error. A veces el diccionario interno del ordenador hace estas cosas.
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