Lo que la prensa nos contó… (26)
PROHIBIDO
COLECCIONAR SELLOS
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
En esto de reescribir la historia de la Filatelia en
España, ya dijimos en cierta ocasión, que a los mahoneses se les había privado
de estar en el listado de las primeras sociedades filatélicas que existieron y
funcionaron en España. Ningún manual los menciona, y ya desde 1897 (1),
se sabe que en esta ciudad balear, existió asociacionismo filatélico. Luego
queda por demostrar si la actual, la que está funcionando hoy en día, es la
misma que la de entonces, y convertirse en la decana de la filatelia española.
Pero eso ya les tocará a ellos investigarlo.
El contenido de este artículo de hoy, sin título
destacable, viene a tratar un asunto que aunque tiene como escenario las
oficinas de Correos de Bélgica, bien podría haber sucedido en cualquiera de las
de España. Nada más y nada menos que la prohibición de coleccionar sellos.
Dicho así puede parecer una determinación cuanto menos
dictatorial, pero la sangre no iba a llegar al rio.
El artículo arranca diciendo que la pasión por el
coleccionismo de sellos había irrumpido con fuerza en las oficinas de correos,
y parece que fue así. Hace mención a ciertas quejas que el público lanza sobre
ciertas actuaciones de funcionarios del correo que al parecer en su “afán
coleccionista”, o tal vez por indicación de filatelistas externos al ente
postal, se quedan con los sellos que lleva la correspondencia, entregando esta
sin sello alguno. Cuanto más raros sean, más parece les gusta lo de desprender
el sello de la carta.
Curioso el dato que aporta el breve de la prensa
mahonesa, al indicar que no solo sucede esto en Bélgica, sino que incluso en
España se están dando estas situaciones y quejas.
La situación llegó a tal extremo que el Sr. Vandenpeereboon
(este español no parece que sea), posiblemente Administrador Jefe del Correo
Belga, ha remitido una circular a todas las oficinas de Bélgica, donde indica
que queda prohibido coleccionar ó recoger sellos anulados, hacer comercio
de ellos, avisando que cualquier infracción al respecto será severamente
castigada, llegando incluso a separar a los infractores de la administración
postal.
La fiebre del sello a finales del Siglo XIX, parece que
era palpable. Y el periodista opina que esta medida iba a enfurecer a los
filatelistas que se veían privados de una fuente de ingresos (de sellos) que
les aportaba pingues beneficios.
Uno recapacita cuando lee estas noticias y es verdad
que todo no vale con el fin de llenar el álbum de “faltas” filatélicas. Pero
creo que desde que el coleccionismo de sellos irrumpió en la sociedad, la
persecución que sufrieron nuestros ancestros filatélicos, fue más que evidente.
Notas:
1.
http://ifacfilatelico.blogspot.com/2021/02/reescribiendo-la-historia-filatelica-en.html
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