Apuntes Filatélicos
EL
FORMATO DE LO SELLOS
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
Cabe decir también que al final el sello se ha convertido un
producto para los operadores postales. Ya no es simplemente un “justificante de
pago por un servicio”; ahora es también un negocio que hay que hacer atractivo,
para que llegue a cuantos más clientes mejor.
En los inicios, el sello
postal guardaba una cierta semejanza, fuese donde fuese que se hubiera puesto
en circulación. En 1840, Inglaterra inicia el uso de estos papeles engomados
como pago por el servicio de transporte y entrega de una carta – ó tarjeta
postal -, y revoluciona el sistema postal que existía hasta entonces. Aquel
primer sello conocido en el argot filatélico como el “Penny Black”, tenía un
formato rectangular con una dimensión de 19x22 mm, que casualmente son las
mismas del sello que en 1850, diez años después, pondría en circulación España.
A partir de entonces, los países fueron progresivamente adaptando el sello
postal como pago previo del envío de la correspondencia, y los diferentes
formatos empezaron a ir apareciendo.
España también tuvo – y sigue teniendo – sellos triangulares. En el
año 1930 el ente postal español pone en circulación una larga serie de sellos
dedicados al Descubrimiento de América, con un total de 35 sellos de valores
faciales variados para usar en la correspondencia tanto de España, como de
Europa e incluso para Iberoamérica, de los cuales 3 de estos tenían el formato
triangular.
Pero con el tiempo, con los años, y con las nuevas tecnologías, lo
de sellos en formato convencional es ya cosa del pasado. Hoy ya cualquier
formato que nos podamos imaginar, seguramente lo vamos a poder encontrar hecho
realidad. Y España es de esos países que se han subido al tren de los sellos
“curiosos y diferentes”. Cabe decir que durante gran parte del Siglo XX, sellos
con formatos “raros” eran sinónimo de país emisor poco fiable.
Por citar algunos de los ejemplos de formato “no convencional” de
sellos emitidos por Correos en España, tenemos que en el año 2014, nuestro ente
postal pone en circulación el primer sello español que adopta una tecnología
nueva, que se llamará “Realidad Aumentada” (RA), que incorpora al sello un
Código QR, y que aportará información adicional tanto al usuario del sello como
posteriormente al coleccionista. Esta “RA”, la podremos ver posteriormente en
muchos sellos de los que desde entonces aparecen año tras año.
Un sello tridimensional, es el que encontramos en 2018 dedicado a
Cosme García Sáez (1818-1874), a la postre inventor de unos de los más
conocidos matasellos que se han usado en la historia postal española, y que en
su memoria, al sello se le dio la forma de un matasellos. Pero para formato
curioso y que sorprendió muy mucho a los filatelistas cuando supieron de él,
fue el sello que Correos puso a la venta en 2017 dedicado a la “Papiroflexia”,
donde se trataba de vender una hoja con un sello que el usuario tenía que
montar para convertir aquello en una “pajarita de papel”, la típica figura que
los amantes de este pasatiempo, la papiroflexia, hacen habitualmente. Aquel
sello, se convirtió en el primer sello de curso legal en el mundo, con forma de
figura citada. La hoja llevaba todas las instrucciones posibles para poder
hacer correctamente el montaje. Como todo en la vida, hubo quién lo vio bien, y
otros que lo vieron como otra de las barbaridades que Correos estaba poniendo a
la venta sin otro fin que no fuese el recaudatorio.
¿Qué os parece si os digo que hasta música han puesto en los sellos?
Así es. En 2020, los filatelistas nos vemos ante una nueva sorpresa, esta vez
musical. Con motivo del 250 nacimiento de Ludwing van Beethoven, sale un sello
con formato de disco de vinilo, que curiosamente se puede poner en un
tocadiscos – quién todavía lo tenga -, y reproducir un fragmento de la 5ª
Sinfonía de Beethoven, interpretada por la Madrid Festival Orcherstra.
Pero de los sentidos que tenemos los humanos, no solo la vista y el
oído se han utilizado para la realización de sellos. También el gusto. Así
vemos que hay países que han realizado sellos con sabor a chocolate, como el
caso de Francia y Suiza. España si suma a esta moda y en el año 2020 la prensa
cuenta que Correos tiene previsto realizar una serie de sellos con olor y sabor
a platos típicos españoles; un plato por cada una de las 19 Comunidades Autónomas
y Ciudades Autónomas. Fabadas, Papas Arrugas, Cocido Montañés, Cocido
Madrileño, y como no Paella, son algunos de los platos que conforman este menú.
Y ahí van….año tras años van saliendo estos sabrosos sellos que uno nunca sabe
si comérselos o coleccionarlos.
A lo largo de la historia del sello, sea del país que sea, vamos a
encontrar que los formatos han ido cambiando, y se han ido adaptando a unas
tendencias que los hacen algo más atractivos. Para el filatelista estos
cambios, estos formatos, dotan al coleccionismo de un apartado nuevo, curioso e
interesante. ¡A qué esperas! Seguro que coleccionar sellos por su formato, será
una de las futuras colecciones que vamos a ver expuestas.
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