UN PERSONAJE ILUSTRE DE LA COMARCA CON MÉRITOS SUFICIENTES PARA TENER SU PROPIO SELLO.

 

Apuntes Filatélicos

UN ILUSTRE DE PEDREGUER SIN SELLO

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
Presidente de la A. Filatélica de Calp
Presidente de la FASFILCOVA

 

D. Salvador Celedonio Calatayud Costa
(Pedreguer 1880-Madrid 1931)

No hay una norma escrita por la cual podamos saber que logros ha de presentar un personaje en la historia de España, para que Correos lo tenga en cuenta a la hora de inmortalizarlo en un sello postal. Y también es verdad que son muchas las ocasiones en las que la historia no ha sabido situar al personaje donde se merece, a pesar de que sus logros han sido excepcionales.

En esa línea estaría nuestro ilustre pedreguero de hoy, que a pesar de ser toda una eminencia en su campo, la medicina, y meritorios todo cuando a ella aportó, no ha sido tal vez un nombre destacado como debería haberlo sido. Hasta sus coetáneos e incluso quienes se han ocupado de darle forma a su biografía, llegan a afirmar que estamos ante uno de los científicos españoles más relevantes e influyentes de la primera mitad del siglo XX, pero asumen que su temprano fallecimiento antes de iniciada la Guerra Civil podría ser la causa de que la memoria de D. Salvador Celedonio Calatayud Costa se haya perdido en gran parte, salvo en ámbitos médicos y científicos.

Y esta también creemos que tal vez sea la razón por la que hasta la fecha, Correos todavía no ha tenido a bien dedicar un sello postal a este ilustre de la medicina nacido en Pedreguer el 28 de octubre de 1880. Pero motivos y razones ha tenido el ente postal para que el Dr. Calatayud, como coloquialmente hoy se le puede conocer o recordar, hubiera sido ya motivo de uno de los muchos sellos que dedicados a la rama científica de la medicina, efemérides o en alguna de las series de personajes, se han puesto en circulación a lo largo de los tiempos.

Precisamente uno de estos sellos, puesto en circulación  el 3 de abril de 1967, y con un valor facial de 1,50 Ptas., estaba dedicado a la Radiología, la especialidad del Dr. Calatayud. Concretamente el sello resaltaba el VII Congreso Latino y I Europeo de Radiología, que se celebró en Barcelona, y donde el personaje que ilustra el sello, pudiendo haber sido nuestro ilustre pedreguero, fue el descubridor de los Rayos-X, el alemán Dr. Wihelm Conrad Röntgen.

Sello emitido por Correos para conmemorar el VII Congreso Latino
y I Europeo de Cardiología, celebrado en 1967 en Barcelona

Y razones para que el sello llevase la imagen de nuestro más admirado científico, no lo faltan, a tenor del curriculum que atesoro en su intensa y fructífera vida científica. Además de su dedicación a la radiología, también se especializó en electrología, siendo uno de los pioneros en Europa en el uso de estas disciplinas. A nivel nacional si podemos afirmar que fue el primer doctor que usó  los Rayos-X en el tratamiento del cáncer, técnica que introdujo en 1906. Solo por este hecho, hasta la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), debería de haber apostado por inducir a Correos a que el Dr. Calatayud tuviera su (o sus) sello postal.

Pero su curriculum aumento con el tiempo. En 1917 funda la Sociedad Española de Radiología y Electrología, fue impulsor del I Congreso Nacional de Medicina que se celebró en 1919 en Madrid, y un año más tarde sería nombrado 1er Catedrático de la nueva cátedra que en la Complutense de Madrid se iba a poner en marcha.  Sus logros, iniciativas, estudios y publicaciones le llevaron a conseguir un reconocimiento internacional que en casa no obtuvo, al menos perdurable en el tiempo. Se codeó con los más eminentes médicos americanos de la época y sus conferencias tuvieron una notable repercusión. El Dr. Calatayud fue fundador de sendas revistas médicas: Tribuna Médica y Revista Española de Electrología y Radiología (Valencia 1912), esta última hoy sigue publicándose bajo el nombre de “RADIOLOGÍA”, y es la publicación oficial de la SERCAM (Sociedad Española de Radiología).

Revista que edita el Dr. Calatayud en 1912

Con el aspecto filatélico, no solo la filatelia comarcal encuentra injusto el trato que este médico y científico español ha tenido. Son muchos los que piensan que, tal como se hizo con figuras de la medicina como el Dr. Marañón por ejemplo, o actualmente con  la medicina en general tras la situación Covid-19 vivida, quién fue pionero en el uso de una terapia para la lucha contra el cáncer que seguramente salvo de la muerte a mucha gente, bien debía estar ya en el Olimpo de la Filatelia.  Tal vez haya quién piense que el sello nunca se pidió, pero no es así. Sabemos a ciencia cierta, que en el año 1995 y con motivo de celebrarse en todo el mundo el centenario del descubrimiento de los Rayos –X, la Sociedad Española de Oncología y Radiología (SEOR), solicitó a la Dirección General de Correos y Telecomunicaciones (así se llamaba por entonces), un sello que conmemorase tal importante efeméride y para cuyo motivo propusieron fuese filatelizado el pedreguero D. Celedonio Calatayud Pons. La respuesta que dio Correos a tal petición deja mucho que desear: “…no era un hecho lo suficientemente relevante…”.  El centenario del descubrimiento de los Rayos-X, fue filatelizado por numerosos países en todo el mundo. Relevante si sería, pero para unos más que para otros. Hoy en día es indiscutible lo que de relevante tiene esta ciencia médica.

El Dr. Calatayud, a muchos les sonará simplemente por el callejero de algunas poblaciones que han tenido a bien perpetuar su legado. Casos como el de Pedreguer en la comarca, nos lo demuestran. Cursó la mayoría de sus estudios en la Universidad de Valencia aunque se licenció en Madrid en el año 1901.  Además de su carrera como médico radiólogo, ejerció la docencia en la Universidad de Valencia a partir de 1915.  Una complicación tras una gripe, le llevó a su fallecimiento el 24 de enero de 1931. Una temprana edad, algo más de 50 años,  para un científico que con total seguridad hubiera dado mucho para la ciencia en todo el mundo.

El Dr. Calatayud en Cuba en el año 1927 junto al
Dr. Gregorio Marañón. Este último si tiene su sello postal

Motivos más que sobrados y sobre todo justificados, para insistir en la necesidad de que este ilustre pedreguero tenga su sello, un sello que se le negó en 1995, pero que como dice el refranero “…nunca es tarde si la dicha es buena…”. Por lo tanto un llamamiento a toda aquella institución que se precie de serlo para que, sin esperar efeméride o celebración, se consiga encumbrar a nuestro personaje de hoy, en la filatelia mundial.