LOS
SELLOS “FICCIÓN”
Entre
la imaginación y el diseño
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
Vivimos en un mundo en el que todo puede ser real o
nada serlo. La tecnología hoy en día pone frente a ti una imagen que te hace
dudar de la “oficialidad” que tenga. En asuntos de coleccionismo, las reglas de
juego están claras. Todo es coleccionable, pero no todo es lo que parece. En
asuntos de filatelia, las reglas aún están más claras. ¡No todo vale!
Hoy hablaremos sutilmente de unos elementos que al
parecer tienen sus seguidores, y porque no llamarlos también coleccionistas, pero
que con la denominación que tienen, Sellos de Ficción, pueden crear
incertidumbre o duda de si son o no sellos oficiales. Yo personalmente omitiré
lo de sellos y evitaré lo de ficción, y les llamaré simplemente “Viñetas”, como
se les ha llamado toda la vida.
No he podido constatar la existencia de muchos
fabricantes de estos pseudo-sellos. Tampoco hace falta nombrarle (ó nombrarlos
si hubieran varios), aunque el “artista” de estas obras del diseño gráfico
firma sus obras con su propio nombre: José Cortés. Pero para el filatelista que
comienza, estos podrían ser el anticristo de la filatelia. Aunque tienen su
punto. Y veremos porque.
En la web donde Cortés anuncia cada uno de estas
viñetas, donde no solo habla de cada uno de ellos, sino que al parecer los
ofrece a quienes los colecciona, seguramente previo pago porque nada es
gratuito, uno se sorprende de la cantidad de motivos que ya tiene en el
mercado. Raro es el día que no sale uno nuevo, y raro es el motivo que se le
haya escapado a este diseñador de sellos. Y uno no deja de sorprenderse al ver
que para todo en esta vida, hay seguidores y aficionados.
Si tuviéramos que definir este tipo de material
coleccionable (me cuesta mucho nombrarlos sellos porque evidentemente no lo
son), podríamos decir que son viñetas asemejándose a los sellos postales, con
su correspondiente dentado, y que además van adheridos (¿?) a una hoja en forma
de “Hoja Bloque” (argot filatélico-postal). Y seguramente se usa este formato
porque con él, el artista tiene una mayor superficie para desarrollar la
creatividad del motivo elegido. Su autor, indica que lo importante en estas
viñetas, está en la originalidad y lo artístico. Y sobre motivos, debo decir y agradecerle
a Cortés, que haya dado forma a viñetas con temas que Correos todavía no ha
planteado filatelizar. No es comparable evidentemente uno y otro sistema. Lo de
ficción de estas viñetas frente a lo oficial del sello postal, no tiene
parangón.
Por poner un ejemplo de esos motivos que Correos tiene
olvidados o tan siquiera se le ha ocurrido sacarlo en un sello postal, tenemos
las dos viñetas que Cortés diseño dedicados a la festividad de Los
Moros y Cristianos de Calp, festividad que se celebra cada año llegado
el mes de octubre. Pero ejemplos como esté hay muchos. Tan solo hay que dar una
vuelta por la web que Cortés tiene en las redes sociales para entender la
magnitud de este coleccionismo. Uno de estas últimas viñetas publicadas
(prevista para marzo de 2022), conmemora el 125 Aniversario del hallazgo de la
Dama de Elx, celebración que aunque parezca mentira a Correos no se le ha
ocurrido poner en su programación anual de sellos postales 2022.
Combinar una buena imaginación en el diseño y ofrecer
un resultado muy vistoso, tal vez sea el éxito de estas viñetas para quienes
deciden ponerse a coleccionarlas. Todas ellas, vemos que llevan la palabra
ESPAÑA, además de un valor que ignoramos si es el precio por el que el
coleccionista adquiere la pieza, y tal vez un detalle que Cortés debería evitar
poner en lo sucesivo porque genera cierta incertidumbre sobre todo al
filatelista extranjero que desconoce el tema. Se trata de la expresión “Sello
Postal”, que vemos en cada uno de estas viñetas, y que nada más irreal porque
de sello postal “rien de rien”. Sobre esto último, tal vez Correos debería
decir algo, puesto que es este ente postal quién tiene la potestad en España de
emitir sellos postales.
No sería de extrañar, que algún ávido coleccionista,
tratase de colar una de estas viñetas en forma de Hoja Bloque, y hacerla
circular en su correspondiente sobre, para simplemente ver qué pasa. Ya sabemos
que para el coleccionista, el límite lo pone la imaginación.
Pero la cosa no termina aquí. Ya no solo el sello es de
ficción, sino que al coleccionista se le ofrece un “pack” completo, al estilo
del negociado actual de Correos, y así encontramos que estas viñetas se ofrecen
adheridas a un sobre ilustrado (no iba a ser menos el sobre), con la
estampación de lo que parece ser un matasellos, que evidentemente también es de
ficción. Un matasellos que lleva la alusión del motivo de la emisión, así como
la fecha que el diseñador la va a poner a la venta como “Primer Día”, y además
incluye su nombre como una especie de firma del trabajo resultante. Todo un despropósito
pseudo-postal. ¡Estos sobres si me gustaría verlos en Correos a ver si los
buenos de los funcionarios postales, se percatan de la ficción del asunto!
No queda mucho que decir al respecto de toda esta
ficción para coleccionistas, salvo que tengamos en cuenta lo que es y lo que no
es, lo que es válido y lo que no es válido, que para eso hay reglas que los
filatelistas no solo hemos de conocer, sino que también debemos poner en práctica.
Y una recomendación para Correos: mejor
sería tener entre los que diseñan los sellos, a gente como José Cortes, que
seguro saldrían sellos de una belleza inigualable.
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