Lo que la prensa nos contó… (31)
AQUELLOS
PRIMEROS SELLOS Y SU PODER DE ATRACCIÓN
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
El sello clásico siempre ha despertado pasiones, tanto
en coleccionistas noveles como en los especializados, y por mucho que nos
preguntemos la razón, es difícil de dar una respuesta. Recientemente, estando
en Teruel con motivo de la EXFILNA 2023, tuve ocasión de, ayudando en el
montaje las colecciones, observar alguno de estos “clásicos” de cerca. Y su
belleza sigue cautivando. O tal vez no sea la belleza; algunos la verdad que no
son de lo más llamativos. Pero siguen atrayendo nuestra atención.
Y no es algo que sea actual. De siempre aquellos
primeros sellos fueron atractivos al coleccionista. De algunos, ya las crónicas
de la época nos hablan que estaban buscados y muy codiciados. Hoy vemos otro de
aquellos periódicos que tuvieron el buen hacer de hablar de sellos,
coleccionismo, filatelia y todo ese mundo que envuelve al sello postal. Se
trata del periódico republicano “La Región Extremeña”, editado en
Badajoz, y que en la edición del domingo 17 de noviembre de 1895, da una cifra
que seguramente para la época fue todo un dineral: 11.200 pesetas por 10 sellos.
Lo cierto es que la crónica no menciona que sellos
fueron por los que se estaba dispuesto a pagar tal cantidad, pero si hace
referencia a que se trataban de la emisión de los años 1851 y 1852. Si abrimos
cualquier catálogo de sellos de España, encontramos que los sellos emitidos en
esos 2 años, fueron un total de 11 sellos, 6 en 1851 y 5 al año siguiente. Es
decir que la oferta era por todos, o tal vez por algunos de estos sellos, que
todavía hoy siguen siendo ejemplares muy buscados y codiciados.
Pero centrémonos en lo que nos cuenta la prensa de
aquel 17 de noviembre. Nos dice que a la ciudad de La Coruña, acababa de llegar
un coleccionista que, expresamente había hecho el viaje para comprar los sellos
descritos. Al parecer, el viaje era a cosa hecha puesto que en la ciudad vivía
un “pobre” empleado de Hacienda al que la visita de tan espléndido
coleccionista, del que no se dice nombre alguno, le “abrió el cielo” (sic), pues era poseedor de esos 10 sellos
ansiados y buscados.
Pero la cosa no debió quedar ahí puesto que la noticia
prosigue indicando que, enterados los comerciantes de la zona de la visita de
tan esplendido coleccionista, se pusieron a buscarlo para ver si hacían algún
tipo de negocio con alguien que en cuestión de pagar por sellos interesantes,
no escatimaba el bolsillo.
Cabe que la reflexión que se puede hacer ante una de
estas noticias de “época”, es que el sello clásico español, siempre tuvo su “sexapil
filatélico”, y lo sigue teniendo; y además el comprobar que la filatelia, salvo
contadas ocasiones, siempre fue un tema recurrente, curioso y novedoso para los
periodistas, gracias a los cuales nos vamos haciendo una idea de cómo fue ser
filatelista allá por el Siglo XIX.
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