Lo que la prensa nos contó… (33)
A LA BUSQUEDA DE LA
PATERNIDAD DEL SELLO POSTAL
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
Sobre quién fue el inventor del sello postal, o la
cabeza pensante que ideó la formula por la cual la correspondencia se abonaba
antes de entregarse y no al revés, unificando tarifas y haciendo el servicio
postal más asequible a la sociedad, hay muchas teorías escritas. Y no todas
apuntan hacía una misma dirección. Encontraremos manuales de filatelia o de la
historia del correo, que nos contaran una u otra versión, o incluso nos dejaran
datos sobre todas las teorías existentes.
Incluso la prensa de la época, o al menos alguna de
ella, publicó en esa línea, aunque categóricamente para los anales de la
historia, que el inventor del sello postal, y por lo tanto el padre de la criatura
fue y será, Sir Rowland Hill. Pero bueno será, que conozcamos lo que ciertos
periódicos contaron al respecto. Y en
esta ocasión ojeamos el semanario El Eco, rotativo que se editaba en
la ciudad mexicana de Cuernavaca (los domingos y algún que otro festivo), el
cual en su edición del 25 de agosto de 1889 y en su página 4, arranca con una
pregunta que siempre ha debido de rondar en la mente, no solo de los
aficionados al sello postal y su coleccionismo, sino también a una inmensa
cantidad de gente que tenga curiosidades por saber. La pregunta que hace El Eco
fue ¿Quién
es el inventor de los sellos de correos?
Y cabe que no tuviese una sencilla respuesta tan
interesante pregunta. Al menos deja entrever que “…que la cuestión nunca ha sido dilucidada…”. Tanto como eso
tampoco. Hoy a quién hiciésemos la misma pregunta, con total seguridad
respondería que fue el británico Sr. Rowland Hill, pero el corto artículo
aporta una información muy sugerente e interesante a la vez.
Así tenemos unas pinceladas informativas e históricas
sobre el hecho de que en el París de Luis XIV (1638-1715), también llamado Rey
Sol, hubo un proyecto para establecer estafetas postales para el correo dentro
de la capital francesa, donde las cartas se pagaban anticipadamente a su envío,
y como comprobante de dicho pago, se entregaba una “tira impresa” (a semejanza del sello postal). Pero la idea no
debió fraguar lo suficiente.
El artículo se menciona que en 1823, en Suecia, se hizo
una propuesta de la mano de M. Treffemberg de una especie de enteros postales,
que no fueron adoptados como tales. Y sobre esta línea temporal, en Inglaterra
ya hubo con anterioridad a 1840, ideas de establecer hojas timbradas para el
uso en el correo.
Pero lo más interesante de esta lectura, lo encontramos
en la disputa que al parecer mantuvieron dos británicos, Mr. Chalmers y Mr. Hill, que ambos afirmaban ser los
padres del sello postal. Y no va mal encaminado este semanario mexicano, porque
el primer sello del mundo, el que conocemos como Penny Black, lleva implícita esta rivalidad por determinar de quién
realmente fue la idea.
Habría que leer mucho sobre el tema para poder
decantarnos por uno u otro. En ocasiones la historia reafirma una posición
frente a otra, y simplemente nos dejamos convencer de aquello, sin entrar en más
dilaciones. Ni la prensa de la época es suficiente para afirmar a quién le
debemos ese gran invento que nos tiene locos a los filatelistas. Pero es bueno
que sepamos que a finales del pasado Siglo XIX, ya se hacían las mismas
preguntas, que a fecha de hoy nos seguimos haciendo.
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