Apuntes Filatélicos
LA
U.P.U. DEFINE LOS NUEVOS SELLOS
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
De filatelia podríamos hablar en pasado y también en presente, pero
sin olvidarnos nunca del futuro. Y en lo que respecta a los sellos, el futuro
ya está aquí, hasta el punto de que la Unión Postal Universal (U.P.U.), el
máximo organismo mundial en materia postal, perteneciente a las Naciones
Unidas, y que tiene como misión controlar el buen hacer del los organismos
postales miembros de esta organización y al que pertenecen actualmente 191
países en todo el mundo, tiene muy claro que los sellos postales van a ir
evolucionando a pasos agigantados, naciendo nuevos productos a los que hay que
dotar de nombre y darles la correcta definición.
Al igual que ya pasaría con la afición al coleccionismo de sellos,
que surgiendo de la nada, tuvieron que pasar años hasta que se le dotara de un
nombre, “filatelia”, y de una definición, el arte o ciencia que estudia los
sellos y su coleccionismo, la actualidad con las nuevas tecnologías a flor de
piel, y el auge de lo digital, ha dado lugar a una serie de nuevos productos
postales, a los que era necesario bautizar.
El pasado año 2023, este organismo mundial desde su Consejo de
Operaciones Postales, vio la necesidad de allanar el camino por tantos avances
innovadores en la industria postal en todo el mundo. Esta industria del correo
que no está distante de las nuevas tecnologías, ha ido incorporando al sistema,
nuevos sellos y nuevos productos, que de alguna forma al no estar unificados
los criterios en su denominación, han creado cierta incertidumbre entre los
coleccionistas – y comerciantes -, que no tenían claro lo que en sus manos se ponía.
La Unión Postal Universal, nació un 9 de octubre de 1874 tras la
Conferencia que reuniría en la ciudad suiza de Berna, a varias administraciones
postales del mundo, especialmente de Europa junto a Estados Unidos – España no
estuvo presente -, con el objetivo de coordinar una serie de tratados y
configurar un sistema postal universal. España entraría a formar parte de este
organismo el 1 de septiembre de 1875.
Con ello, y de regreso ya a la actualidad, un grupo de estudio al
que pertenecen diversos operadores postales – Gibraltar, Austria, Países Bajos,
etc. -, junto al Comité Consultivo de la U.P.U., y la Secretaría de la U.P.U.,
para el desarrollo de la Filatelia, acordaron bautizar de alguna forma esos
nuevos productos, con el fin de que estas definiciones sean utilizadas por
todos los países, y con ello crear una única línea de información. El objetivo
de este trabajo era desarrollar una taxonomía para clasificar los Sellos
Criptográficos y otros sellos
con características digitales.
A partir de ahora el filatelista que no esté anclado en el pasado,
va a encontrar tanto en publicaciones del ramo de correos o especializadas en
contenido filatélico, nombres como los que a continuación vamos a conocer.
Sello Digital: cualquier
sello emitido en formato digital por ó en nombre de un operador postal emisor.
Sello NFT
(Tokens no fungibles): sello emitido en formato digital, con o sin
contraparte física, por o en nombre un operador postal designado. Este sello es
un NFT coleccionable en una cadena de bloques, que proporciona valor de
innovación para los coleccionistas filatélicos tradicionales y no
tradicionales, así como para nuevas audiencias potenciales, incluidos los
jóvenes y los nativos digitales.
Sello
Criptográfico: es un sello físico con una contraparte digital en una
cadena de bloques, emitido por o en nombre de un operador postal designado. El
sello físico se puede utilizar para servicios postales, mientras que su
contraparte digital sirve como NFT coleccionable. Este sello también tiene
valor de innovación para diversas categorías de coleccionistas y nuevos
públicos.
De estos últimos, ya hablamos en su momento en Canfali Marina Alta
(3 de febrero de 2024), cuando dimos a conocer que España tiene previsto entrar
en este mundo de los sellos digitales, no más tarde de este año, aunque el
anuncio de los mismos no se hace ver todavía en sus notificaciones. Pero se le
espera, más pronto que tarde.
Estos nuevos conceptos de sello o material filatélico-postal, ya se
vienen definiendo en entornos especializados en cripto-economía, donde tanto el
Criptosello como la Criptomoneda, ya no resulta nada raro escuchar hablar de
estos vanguardistas conceptos. Otra cosa será, su aceptación o no en ambientes
filatélicos y de coleccionismo.
Es evidente que la filatelia está cambiando. Esta vez la U.P.U., ha
puesto su punto de mira en dar definición en 3 nuevos productos o grupo de
sellos, pero la tecnología es cambiante a cada momento, no es de extrañar que
vayan a ser muchos más los nuevos sellos, o nuevos conceptos, que irán
apareciendo con sus correspondientes definiciones.
Aquellos primeros diccionarios filatélicos que aparecieron en el
mercado tras la invención del sello postal en 1840, también tuvieron que ir
adaptándose a los nuevos productos que iban
apareciendo en el mercado postal y en el mundo del coleccionismo.
Vocablos como Entero Postal, Tarjeta
Pre-franqueada, Tarjeta Máxima, Sello téte-béche, Aerograma, Sello bisecado, etc.,
son denominaciones que han ido surgiendo más allá del nacimiento del propio
sello como pago previo de la correspondencia. Se trata de nombres y las correspondientes
definiciones que se han generado por la continua evolución que la propia
filatelia ha ido experimentando.
Y cabe que a la Real Academia de la Lengua (R.A.E.), le cueste un
mundo adoptar estos nuevos términos. Ya vimos que no fue hasta 1922, cuando
tomó la decisión de admitir e incluir en los diccionarios el término
“filatelia”, vocablo que desde 1864 se escribía en muchas partes del mundo
dándolo como válido, frente a otras nomenclaturas como “Timbrología”,
“Filotelia”, ó “Sellografía”.
La filatelia, es pasado, presente, y sin que nadie lo remedie, será
futuro.
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