07 septiembre 2024

Apuntes Filatélicos: 150 AÑOS DE LA CONDUCCIÓN ALICANTE-DÉNIA PASANDO POR CALP.

 

Apuntes Filatélicos

“…CON LA OBLIGACIÓN DE ENTREGAR EN CALPE…”

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

Hace 150 años, la conducción de la correspondencia que entre Alicante y Dénia, recorría esta comarca en su franja litoral, no se detenía en Calp. A partir de 1873, todo cambió. El 22 de abril de 1873, y firmado por el por entonces Director General de Correos, D. Benigno Rebullida, salía a pública subasta una nueva contrata para la conducción diaria del correo, de ida y vuelta entre Alicante y Dénia, “…pasando por Calpe y Benitachell…”.

No es que hasta entonces, la gente de Calp hubiera estado desconectada de ese importante menester que fue el correo. La población de Calp, ya se menciona en la obra de Pedro Portón, de 1727 (1), que describe el recorrido que el correo haría desde Valencia hacía Alicante – por la costa -. Incluso en la obra de Blas Alonso de Arce en 1736, Descripción General para excrivir a todas las ciudades de España, Villas y Lugares más remotos de ella, Reynos y potencias estrangeras…”, y también en otra de similar tratamiento publicada por Bernardo Espinalt y García, en 1775, titulada “Dirección General de Cartas en forma de diccionario, para escribir a todas las ciudades, villas,…”.

Las anteriores “contratas” que sobre esta conducción se conocen, en ninguna de ellas, el correo entraba en Calpe. La primera de las que se tiene constancia, es la publicada en 1851 en el Boletín Oficial de la Provincia (04.04.1851), y en la que la frecuencia de esta conducción sería de 3 veces por semana. Al no entrar la conducción para recoger y entregar en Calp, su Ayuntamiento tuvo que dar solución a este tema aportando personal que “…recogiese y entregase los documentos en algún punto del Camino Real situado a las faldas de Oltá…” (2).

Por otros estudiosos de la historia local calpina como Andrés Ortolá, sabemos que en 1817, Gabriel Blazquez recibió del consistorio calpino la cantidad de 1 real de vellón y 14 maravedíes, “…por la conducción de un pliego dirigido por la Justicia de esta villa al fiscal…” (24.12.1817), o el mismo individuo que cobraría 100 reales de vellón (3) por la conducción de la correspondencia de Calpe hasta Dénia, durante el año 1837.

Con anterioridad a estas conducciones del correo que se iniciarían en 1851, el historiador Jaume Pastor i Fluixà, en su libro “Historia de Calp”, da cuenta que en 1849 “…la correspondencia (en Calp) se recibía por valijero 2 veces por semana, los miércoles y sábados, saliendo esos mismos días…”.

En 1873, se establecería una nueva conducción entre Alicante y Dénia – y regreso -, que según las condiciones establecidas, el contratista se comprometía a realizar el trayecto diariamente, a caballo, realizando la entrega y recepción de correo y periódicos en los puntos establecidos – incluida la población de Calp -. Según lo publicado en la prensa, la distancia a recorrer en cada sentido, era de 110 km – aproximadamente -, que debía hacerse en un tiempo máximo de 19 horas, fijándose los tiempos de transito o parada en determinadas poblaciones como sería el caso de Calp.

En realidad, se trata de la misma conducción de aquel correo de antaño, que servía de nexo de unión entre las poblaciones de la comarca, que a través de Alicante y Dénia, enlazaban con el resto del mundo. Una misma conducción, pero con nuevas condiciones para una mejora del servicio que se pretendía ofrecer a la ciudadanía, atendiendo siempre a las condiciones orográficas de nuestra comarca, especialmente ese infranqueable paso que era el “Collado de Calp”, en el que en 1880 se iniciaría un “camino provisional” para facilitar el tránsito de carruajes, mientras se daba forma a los túneles y el puente sobre el barranco.

El precio máximo por el que salía a subasta pública esta concesión, se fijó en 2.850 pesetas (4), siendo sancionado el contratista con 5 pesetas por cada retraso de 15 minutos, en el horario establecido –sin motivos justificados-, y con una validez de 4 años. En contraposición, el contratista debía reunir unas características propias del servicio, como la de que supiera leer o escribir, disponer de suficientes caballerías mayores situadas estratégicamente a lo largo de la línea, a juicio del Administrador Principal de Correos de Alicante, así como de cuidar de la correspondencia transportada que viajará en una especie de maletas, proporcionadas para la ocasión.

Por el “Diccionario Postal de la Provincia de Alicante” de 1879, que tan a bien tuvo redactar el que fuese Administrador Principal de Correos de Alicante, D. José Bermúdez de la Corte, sabemos que la conducción finalmente se haría, una mitad del trayecto en carruaje, tramo Alicante-Altea, y desde Altea hasta Dénia ya a caballo, por no poder los carruajes sobrepasar fácilmente y en el plazo de tiempo estipulado, el barranco del Mascarat.

En el trayecto entre Alicante y Dénia, la conducción de la correspondencia pasaba a las 11.45 horas de la noche – había salido de Alicante a la 1 de la tarde -, y al regreso desde Dénia, lo haría a las 10 de la noche, horas impetuosas si se mira con lupa esta conducción, pero lógicas si entendemos que cada trayecto se realizaba no más de 19 horas.

Se conocen este tipo de contratas en los años 1851, 1853, 1856 y 1869, y la citada de 1873, y cada una de ellas aporta una tipología de contrato acorde a los tiempos, pero todas ellas con una misma distancia a recorrer, y un tiempo estipulado como el ya indicado de 19 horas.

El periódico “La Iberia” – Madrid -, en su edición del 5 de marzo de 1892, da la noticia de que el cartero que se encargaba de la conducción de la correspondencia desde la carretera a la villa de Calp, renuncia a su puesto al haber suprimido el alcalde de Calpe, los honorarios que percibía por ello, por lo tanto, y a pesar de que desde 1873 el correo ya pasaba por Calp, se seguía acudiendo a la carretera a recoger la valija correspondiente.

Un hecho histórico determinante para la ciudadanía calpina de entonces, y una conducción de la correspondencia que se fue adaptando a los cambios que el día a día ofrecía. Mejoras en las comunicaciones, e incluso la incorporación del “Trenet” a la vida de los calpinos ya con el Siglo XX en marcha, hicieron más cómodo el transporte de la correspondencia.


Notas:

1.        Pedro Portón (1727). “Guía de caminos para ir y venir de todas las provincias más afamadas de España, Francia, Italia y Alemania, añadida la regla para saber donde se escrive los días de Correos”.

2.      José Luis Luri Prieto y José Antonio Sala Jorro. “Calpe. Tierra y Alma 3”. 2003.

3.       1 Real de Vellón, equivalía a 0,25 pesetas.

4.       Se desconoce a fecha de hoy, el importe final por el que se contrató la conducción citada.

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